Bitácora de Aurora Pimentel Igea. Crónicas de la vida diaria, lecturas y cine, campo y lo que pasa. Relatos y cuentos de vez en cuando.

lunes, 29 de junio de 2009

A la salud por el agua


Estuvieron en casa Pepa y su marido hace ocho días, aprovechamos para ir al Bosque, el balneario que hay en Matalpino. Ya lo había probado este invierno con Patrapa y Stefanie, tres mujeres juntas tomando las aguas tienen tiempo para reírse, montar varios negocios en su imaginación, hundirlos también y enfrentarse al final a un cocido sin ningún tipo de remordimiento.

En esta ocasión con el calor de junio el famoso SPA (salute per l'aqua, creo que se dice en italiano) nos dejó todavía más tirados de lo que estábamos, la tensión por los suelos, siesta para el capitán y para mí y para Pepa estudiar el examen de catalán que tenía el lunes.

El Bosque es toda una institución por la zona, ahora hay otros balnearios en Moralzarzal y creo que en Colmenar Viejo, pero el del Bosque fue el primero y es estupendo. Sola no voy, me parece como mal disfrutar de él sin nadie, pero con amigos me encanta.

Se empieza por la terma romana, 15 minutos si aguantas, si no, 7 y 7, o 5, 5 y 5, y en las pausas y al final piscina de agua helada. Cada uno se flagela como puede, la piscina estaba de morirse hace unos meses, te dolía hasta el alma, llorabas, pero con Pepa y su marido no nos dio ninguna impresión. Claro que Pepa es asturiana y eso prepara para la frialdad del agua.

Luego la piscina de chorros de presión, comienzas por abajo, tobillos, y vas por el circuito con los chorros por las piernas, caderas, tripa, espalda, hombros, cabeza y acabas con un chorro por todo el cuerpo casi tumbada, una gozada.

Luego el jacuzzi, otros quince minutos o así, y después el baño turco, también 15 de golpe o con pausas, como la terma romana, en la piscina heladora que esta vez no era tal. También pasamos por un pediluvio que te hacía ver las estrellas, eso de andar por guijarros que se te clavan en los piececitos es de fakires, no de personas, pero dicen que es muy sano.

El turco es lo que más me gusta, parece que estás en una película de espías y vas a pasar la fórmula secreta al bando contrario en mitad de la niebla y el vapor. Para terminar ducha escocesa que es algo como muy calvinista, agua caliente y luego fría de morirte, empezando por los pies y acabando por la cabeza. Y de fin de fiesta una ducha de aromas. Con Patrapa y Stefanie no noté nada, esta última vez sí que olía más, la piel se quedó de cine.

Al final zumito de naranja tumbados y mirando a la sierra, al jardín. Y nos tomamos luego una cerveza, demasiada salud para un solo día.

Jo, qué bien se puede vivir. Repetiremos algún día. Me acordé no sé por qué del libro de Mike Spike, How to be decadent.

Ay sí, a veces hay que ser un poco decadente si el tiempo y la autoridad no lo impiden, y mimarse un poquito, a los amigos también.

5 comentarios:

María dijo...

Ay.... Leer esto a estas horas no es sano. Con el sueño que tengo después de comer y esta calorina que hace... Qué gozada, por Dios!!!

lolo dijo...

Bueno, bueno, bueno.
Que me da algo, ¿eh?
Menos saunas, vaporariums y turcos...todo lo que son chorros de olores, de sabores, de colores y dolores me matan.
Fríos y calientes. Pero si son de Balneario en serio, de agua termal o de mar...de mar es el summum.
Con una amiga de verdad se te mete el agua por la boca porque no dejas de hablar, claro.
Sola, con alguien querido pero lejos, sólo le ves enmedio de la espuma del chorro, con cara de cómo me cura ésto.
El jacuzzi si es compartido me gusta menos, que no mola chocar con las piernas de nadie. Y uno no va para estar pendiente.
El chorro, de lumbares y cervicales.
Y los pies....ay, ay, ay.

En fin, no lo veo nada decadente.
Más bien apoteósico.

A mí me gustan los que son para gente que de verdad le duele algo, el alma, aunque sea.

Desde luego, después hay que tomarse una cerveza.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Y me pones a caetano, y hablas de agua, y jacuzzis y esas cosas.

Anda que no lo pasais bien. ¡Qué envidia! ¡Qué envidia!

Pero sana eh, que uno es de Puerto Real.

Un fuerte abrazo.

lolo dijo...

Por cierto, que bien tomadas las aguas son nueve días.

¿Qué me dices?, eso sí que sería la bomba.

Máster en nubes dijo...

Rocío, en estos momentos estoy sudando yo también la gota gorda... y sin poder probar la piscina. En fin, el laburo, que dicen en Argentina.

Lolo, el mar es siempre el mar, no hay nada igual, y el agua salada siempre mejor que la dulce, dónde va a parar. Y el jacuzzi de un buen balneario no es como el de casa, caben más de 20 personas sin tocarse ;-)

Javier, es que me gusta sufrir yo, recordando, de la sana envidia hablo mañana. Tú sí que debes de vivir bien, ladrón, y lo cuentas menos, seguro ;-)

Lolo, voy a hacer lo de los 9 días... como el plan Ponds (era en 7, lo sé) cuando me recupere de Hacienda ;-), un beso.

Hala, a seguir currando. Que Hacienda somos todos y hoy he pagado, ay!