tag:blogger.com,1999:blog-22256537618889175802024-03-17T14:37:53.716+01:00Máster en NubesMáster en nubeshttp://www.blogger.com/profile/09425749752334721449noreply@blogger.comBlogger777125tag:blogger.com,1999:blog-2225653761888917580.post-84547593296254915382024-03-17T14:32:00.003+01:002024-03-17T14:37:22.080+01:00Extraños compañeros hacen las circunstancias: el botillo y "Laurus"<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5v2LFgdadUXmxJb_5yp80oFK0d7CtCoRqgKm9a4V3TzudQkw0kNTJThmmcNPad-SQPdgpryHPBrsQd_BAALAgqw_3ox4WkC3H9A1U_rDXboNh7U9OkntPNcQ2rQLsso_ftEjmGZp0bT5SFeuPeFjuxyOwRDh2lq1ELygwinH8KicHD2Pm2yN-lc_7K5-t/s1000/LAURUS.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1000" data-original-width="676" height="650" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5v2LFgdadUXmxJb_5yp80oFK0d7CtCoRqgKm9a4V3TzudQkw0kNTJThmmcNPad-SQPdgpryHPBrsQd_BAALAgqw_3ox4WkC3H9A1U_rDXboNh7U9OkntPNcQ2rQLsso_ftEjmGZp0bT5SFeuPeFjuxyOwRDh2lq1ELygwinH8KicHD2Pm2yN-lc_7K5-t/w439-h650/LAURUS.jpg" width="439" /></a></div><br />Estuvieron hace unas semanas varios amigos a comer que me surtieron de bon vino, quesos, judías blancas y... tachan, botillo y chorizos leoneses. <p></p><p>Lo de los quesos me viene genial siempre porque así no hago cena. </p><p>Lo de las judías también porque en esta casa se comen legumbres día sí y día no y, francamente, unas buenas legumbres, como era el caso de estas judías asturianísimas, te solucionan, en distintas preparaciones -innovarse o morir-, varios días (el plato único impera en esta casa). </p><p>Pero el botillo, hermanos, el botillo y los chorizos han objeto de una investigación detallada y previa estos días pasados. </p><p>***</p><p>P., leonés y de pueblo, y cura, fue el culpable, el que me trajo dos botillos como de kilo cada uno. Y ocho chorizos adicionales. Nos contó que se ponen con borrajas a menudo. No encontré borrajas frescas, sí en bote, casi cinco euros por 200 gr, las sustituí por berza, que P. también me dijo que también se tomaba.</p><p>Metodología de la investigación previa, fundamentalmente cualitativa: entrevistas con personas cualificadas, P. y otros leoneses de mi círculo más cercano + consulta de fuentes secundarias (Directo al Paladar y otras webs de recetas). A mí me parecía que el botillo "pedía" amor y lentitud, o sea, <i>crockpot</i> u olla y al chup-chup. </p><p>Invito a mis hermanos, primero íbamos a ser seis, luego ocho. Saqué el segundo botillo del congelador "por si acaso", primero hecho el jueves, segundo el viernes, todo listo para el sábado. </p><p>CRASO ERROR, lectores que por aquí os dejáis caer. </p><p>Un botillo y 3 chorizos y una berza de kilo y algo con sus correspondientes patatas (mediana por persona) dan para dar de comer a unos 12 con hambre. </p><p>Sobró botillo, congelé casi uno entero ya cocinado y la berza y el resto de chorizos correspondientes, no las patatas que, como todo el mundo sabe, no aguantan congelador ni nevera. </p><p>Se llevaron botillo, patata y berza para comer otros 5. </p><p>***</p><p><span style="font-family: inherit;">El botillo acompaña bien la lectura de <i>Laurus, </i>de<i> Eugene Vodolazkin. </i><span style="background-color: white; color: #222222; font-size: 16px;">Es (salvando las distancias) como la novela del ruso, inmensa, desmesurada, para dar de comer a aldeas devastadas por la peste. Es medieval, de Reconquista en el caso de España, de salir a hacer avanzar las líneas cristianas y ponerse luego a arar un campo.</span></span><span face=""Amazon Ember", "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #222222; font-size: 16px;"> </span></p><p>Siento esta micro reseña tan rara, pero es que pensándolo (y habiendo acabado <i>Laurus</i> esta semana) he caído en la cuenta. </p><p>No puedes tomarte un bao de esos o una chorradita de cocina fusión tras leer <i>Laurus</i>. <i>Laurus</i> pide algo acorde a ese texto que te envuelve, esos locos por Cristo alucinantes, ese amor infinito y ese viaje. </p><p>El botillo y <i>Laurus</i> son dos buenos compañeros, se van, da igual que uno sea leonés y el otro ruso, da igual, se hermanan, están conectados.</p><p>***</p><p>¿Y si naciéramos ancianos y fuéramos rejuveneciendo a medida que cumplimos años? </p><p>Esta noche de insomnio lo pensaba. </p><p>De pequeños nos irían quitando esas manías con las que nacimos. Esos olvidos y esos dolores irían desapareciendo con los años. A eso de la adolescencia ya empezaríamos a dormir como lirones (en esto habría coincidencia). El cuerpo se haría cada vez más joven y la mente más ágil para acabar nuestra vida en esta tierra como bebés y entregarnos al Padre, libres de arrugas y achaques, con la mente limpia, desprendidos de fuerzas, inermes y con ganas de Vida. </p><p>Quizás es así ya en parte y no lo vemos. </p><p><br /></p><p><br /></p>Máster en nubeshttp://www.blogger.com/profile/09425749752334721449noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2225653761888917580.post-47744645989060222842024-03-13T10:25:00.010+01:002024-03-13T10:42:20.623+01:00Martirios y cabeza <p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBdT7hoBHUCBqlIajfTkRnuRdSwEpJyeJ1H2ihwN10CUJJZl08gDajtxgOKApSB7ZKpIrcS5jbkSgK9WxxZKFT2hkuvbgUJkqL7uk8xs-UtGKsCtW3wYGAE-wbOwevsCFDVxHvX5KaAsiuO2P3euuUdQF_TWrd-FXAufOs-B9FTM9toyjjDYRk96EPtx_8/s650/yes%20man.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="472" data-original-width="650" height="355" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBdT7hoBHUCBqlIajfTkRnuRdSwEpJyeJ1H2ihwN10CUJJZl08gDajtxgOKApSB7ZKpIrcS5jbkSgK9WxxZKFT2hkuvbgUJkqL7uk8xs-UtGKsCtW3wYGAE-wbOwevsCFDVxHvX5KaAsiuO2P3euuUdQF_TWrd-FXAufOs-B9FTM9toyjjDYRk96EPtx_8/w490-h355/yes%20man.jpg" width="490" /></a></div><br />Exámenes superados, "pantalla" siguiente, que me dice Gonzalo. Pero no, pausa para celebrar, hay que celebrar todo lo que se pueda, pararse a ello. <p></p><p>***</p><p>Comunidad. Nunca sabes dónde la vas a encontrar. Y resulta que hay comunidad no sólo en una universidad, sino también en lugares recónditos, en los márgenes. Sorpresas. </p><p>***</p><p>Entrar un 8 de marzo en linkedin es para perder la fe en cualquier posibilidad de recuperación del sentido del trabajo humano y de la realidad. </p><p>El postureo impera. Es insoportable. Es la peor red que existe con diferencia. </p><p>Le escribo a un profesor un email explicando lo que veo y mi resistencia. ¿Es posible que yo sea una Rod Dreher de la vida y quiera refugiarme, no sé, por poner algo, en la Estética o en el autor tal o cual que me apasiona... como reacción? Puede ser. </p><p>No soporto el petardeo, el postureo, hasta el vocabulario me echa para atrás: liderazgo, empoderamiento, empleabilidad, <i>soft skills</i>. Vendéis humo, y cuanto más alto estáis, más lo vendéis. Cara dura que se contagia, cara de hormigón armado. No me vendas "tu libro", petarda, petardo. No me lo vendas porque no te lo voy a comprar. </p><p>***</p><p>Así como principio no me creo ningún <i>statement</i>, ninguna declaración, "posicionamiento", propósito,... en fin, quizás es deformación profesional. </p><p>Muy de acuerdo con B. y con lo que dijo en <a href="https://open.spotify.com/show/2rxwtx5TuzvqYdRGej5CoQ">Dalroy.</a> Son testimonios los que necesitamos. De verdad. Gente que dice NO y pierde algo. Personas. Hechos. Hechos ocultos mayormente. </p><p>Escucho el nuevo Dalroy y pienso en el martirio, en los martirios distintos que pueden sufrirse y en los que son mártires hoy en África y aquí, en Occidente. Los hay. </p><p>***</p><p>Bueno, luego me quedo pensando, y cabeza también se necesita. Simple y llana cabeza, recuperar esa cabeza en la educación empezando casi desde cero. </p><p>Lo que un tatarabuelo nuestro sin educación, incluso analfabeto, <i>sabía</i> -por el contexto, por gracia de Dios -eso siempre- o por no sé qué- es que un hombre no es una mujer, que un viejo no es un joven, que un perro no es más importante que un hombre... que un animal no es una persona. </p><p>Todo esto, todo, hay que volverlo a explicar de nuevo a todos los niveles. En entornos "cristianos" también. Porque no es que no haya fe, es que no hay la más mínima cabeza. Y el problema es ese: que hay que explicar todo eso. </p><p>¿Estamos en el Antiguo Testamento, en la tribu? No sé dónde estamos, francamente. Si A es A, entonces no es no A. Si todos los hombres tienen alma y Pedro es un hombre, Pedro tiene alma. En fin. </p><p>***</p><p>Yo creo que Dios no nos pide la "excelencia" -tal y como se entiende a menudo-, sino la simple supervivencia a veces. No nos pide el puñetero "éxito" que tanto nos permea, estar en la pomadita, ay, qué gustito, la pomadita que sea, espera que yo te doy cremita y ahora me la das tú a mí... Pero qué vergüenza ajena, por Dios, paso mucha vergüenza propia y ajena, propia también, no estoy "fuera". </p><p>***</p><p>Cuando veo a una mujer que aparece como "perfecta" no me la creo. Por eso recelo de tanta parafernalia. Es el poder lo que interesa, va de eso. Va de eso mayormente, ¿no lo veis?</p><p>***</p><p>En cambio me encanta cuando alguien me dice "no, es que yo no <i>llego</i>" o me dice que "no hay solución" a la conciliación, pongo por caso. Que viven como pueden.</p><p> ¿Puedes tenerlo todo? No. Nunca. Nadie puede tenerlo todo. Nos movemos entre la cara dura de unos (unas) y la más absoluta ingenuidad o inocencia de otros (otras). </p><p>Y también me creo a quien me dice que a veces a algunas cosas no hay respuestas, simple y llanamente. Un sistema "perfecto" de lo que sea es inhumano, no existe, es mentira. </p><p>***</p><p>Los padres de familia hoy que ejercen son los auténticos héroes. Me refiero a ambos, padres y madres.</p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLJxK4ASVphCN_FqyegU23QegFUjTzs05J3zVzc0mcLFqoEUrDkQjZWZjMft91U8fD9cN_LaQ7iCyb2lPqqhvDP86ByljPawsmUWiqPMzDUIr5MW54FmNuFpBNuuJ96l9Q0SVdBR-8CO2OHgZJHhg6jA64p9deWLXEJ9PtuuHrtCveiscMA1Vi-pB71vh3/s800/me%20levanto%20a%20las%206.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="646" data-original-width="800" height="362" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLJxK4ASVphCN_FqyegU23QegFUjTzs05J3zVzc0mcLFqoEUrDkQjZWZjMft91U8fD9cN_LaQ7iCyb2lPqqhvDP86ByljPawsmUWiqPMzDUIr5MW54FmNuFpBNuuJ96l9Q0SVdBR-8CO2OHgZJHhg6jA64p9deWLXEJ9PtuuHrtCveiscMA1Vi-pB71vh3/w450-h362/me%20levanto%20a%20las%206.jpg" width="450" /></a></div><br /> <p></p><p><br /></p><p><br /></p>Máster en nubeshttp://www.blogger.com/profile/09425749752334721449noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2225653761888917580.post-75894012000083159652024-02-08T09:44:00.005+01:002024-02-08T09:44:46.765+01:00Calor I) <p><span style="background-color: white; color: #202122; font-family: sans-serif; font-size: 14px;">—</span>Pero... "<i>esto"</i>... ¿qué es? </p><p> Al abrir la casa de Boecillo aquella Semana Santa heladora, como lo son en Castilla a veces, espantados mis hermanos y yo de la temperatura (y la humedad) a la que no estábamos habituados dentro de una vivienda recibimos la respuesta de nuestro padre.</p><p><span style="background-color: white; color: #202122; font-family: sans-serif; font-size: 14px;">—</span>Esto es el frío, hijos, que no conocéis lo que es el frío "de verdad" en una casa...</p><p>Uno de mis hermanos me recordaba el otro día que, con todo, nosotros en Madrid, en una casa "buena", nueva, con calefacción central, de pequeños nos metíamos en la cama calentándola con las piernas poco a poco, hasta extender nuestro propio calor en ella. </p><p>Las casas antes, incluso las que no eran de pueblo, estaban más frías. </p><p>***</p><p>Al abrir hoy mi despacho donde duerme mi perra noto el calor. Es el cuarto más pequeño de la casa, pero además el calor animal lo caldea. </p><p>Lo primero que notas en los bebés es el calor que desprenden. Y en los ancianos que el cuerpo se les queda frío rápidamente. </p><p>***</p><p>Aquella casa de La Rioja que tanto me gustó tenía tres pisos. En la planta baja, a pie de tierra, era donde se guardaban los animales por razones diversas, entre otras para que el calor que los animales desprenden al ascender calentara el primer piso donde vivían las personas. </p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhN1lOqVVZx2rluJqnGvuaTI06jfKSlrI_lSvIxFlx2Be6CfFQmlu3Z01NjfaZL1lJBywusuEs78sFgoFMeRzuGRLRdcicGvk7ITy1jFzq1PJsZ7Q8v5LVceMTbAszV5rjSSpLxMcIBsxAXpgM-NHmjt5NnquJEKAHZ_wuEDDXYctvl2rvACAgFMnW7BHR_/s800/boecillo-SNOW.gif" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="800" height="302" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhN1lOqVVZx2rluJqnGvuaTI06jfKSlrI_lSvIxFlx2Be6CfFQmlu3Z01NjfaZL1lJBywusuEs78sFgoFMeRzuGRLRdcicGvk7ITy1jFzq1PJsZ7Q8v5LVceMTbAszV5rjSSpLxMcIBsxAXpgM-NHmjt5NnquJEKAHZ_wuEDDXYctvl2rvACAgFMnW7BHR_/w402-h302/boecillo-SNOW.gif" width="402" /></a></div><br /> <p></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>Máster en nubeshttp://www.blogger.com/profile/09425749752334721449noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2225653761888917580.post-39633513915107388462024-02-02T17:21:00.010+01:002024-02-04T15:09:44.520+01:00Comunidades y soledades <p>Dicen que la gran epidemia del siglo XXI en Occidente será, o ya es, la soledad. Y que hay diversos factores que han contribuido a ello: menos matrimonios, menos hijos, a veces ninguno, una sociedad muy individualista donde no queda nada entre el individuo y el Estado. </p><p>Estoy traduciendo ahora a un sociólogo americano que explica la pérdida de la comunidad, de todas esas sociedades intermedias que había. Lo hablo con quien me fío (me fío de muchos) y acordamos que tenemos suerte porque, con todo y todavía, en algunos círculos o ambientes tenemos una comunidad de soporte, incluso muchas.</p><p>Para empezar, la comunidad que es la familia, la nuclear y, con suerte, la extensa, todos esos primos y primas y tíos y tías, a veces hasta segundo grado, que nos tratamos y nos importamos.</p><p>Para seguir, la comunidad eclesial en pequeño, la parroquia. En otros casos, diversos movimientos eclesiales donde uno puede sentirse acogido y acoger a otros, quererse. </p><p>Hasta hay vecindarios que son comunidades o intentan serlo. Mi amiga C. cuando la pandemia organizó en su barrio un sistema de apoyo ejemplar. Me sorprende ver que parece estar de moda el no saludar o no devolver el saludo como si el que saluda te molesta.</p><p>*** </p><p> ¿Y en los trabajos? Puede haber comunidad y que se creen y alimenten lazos importantes, que no se viva "cada uno mirando a lo suyo, y yo a lo mío", como me contaba un colega. Aunque mi sensación desde que empecé a trabajar, a principios de los 80, es que hay algo que ha machacado esto en España las últimas décadas. El <i>networking</i> (en vez de la amistad o el compañerismo), el subir a toda costa, una "profesionalitis" cegata, el petardeo absoluto de tipo LINKEDIN, etc., han sustituido al ayudarse(nos) sin pensar si tú me vas a devolver alguna vez ese favor... No sería justa si achaco todo esto a lo "anglo", pero creo que tiene mucho que ver con ello. El "éxito" terrenal (supuesto) como prueba de que Dios te quiere. </p><p>***</p><p>"¿Por qué quieres estudiar esto y aquí?" me preguntó el director del Máster en la UFV. "Porque necesito orden, cierta estructura (qué va antes y qué después, qué sostiene a qué...) <i><u>y comunidad",</u></i> le contesté. Lo primero fue imposible dado mi caos: "Salamanca" hace lo que puede, pero no milagros. Lo segundo se realizó con creces y lo echo de menos, aunque no puedo quejarme porque tengo comunidades afortunadamente. </p><p>***</p><p>Hay soledades diversas. </p><p>La primera que se menciona es la de los ancianos. Y claro que existe, es creciente, cada vez más extensa. Es dura fundamentalmente porque no te vales y se suma el hecho de los achaques y de la muerte más cercana. Pero hay otras menos visibles. </p><p>Está la soledad de la persona a la que le gustaría encontrar marido o mujer y no lo encuentra. He vivido esto tanto tiempo, me hacía tanto daño, pese a pasarlo genial y tener a personas y actividades en las que apoyarme, que creo que puedo entender algo de ese hueco. </p><p>Me lo decía una amiga el otro día, no es miedo a no encontrarlo, no, es dolor lo que siento. Y puedes tener familia, amigos, un trabajo que te guste, mil cosas, la fe por supuesto, el saber que Dios te quiere como hija o hijo predilecto... Pero cuesta, porque salvo vocaciones concretas no estamos hechos para la soledad "esa" (que no es ni la única ni la más importante, desde luego).</p><p>***</p><p>Hay otras dos soledades que veo con muchísimo cariño, la de los niños y la de los jóvenes. Tras el "ole, ole, que soy joven y qué bien me lo paso" a veces hay soledades inmensas que ni imaginamos. De la afirmación ciega "es un niño ¿qué problemas va a tener a su edad?" tampoco me creo todo. </p><p>Que sí, que hay hipermaternidad e hiperpaternidad, padres y madres que "parecen" pendientes... pero que estas "hiper" son a veces un "proyecto personal" de "tenga éxito (Vd.) con su hijo/a" que el niño en sí importe realmente. Esa "cultura" del éxito impregna hoy hasta las relaciones paterno filiales. </p><p>Y junto a eso, frente a eso, o incluso a la vez que eso, hay un abandono real del niño, de la niña, algunos se siente realmente muy solitos. Los llevan, los traen, mil actividades, van a ser la caraba estos niños cuando sean mayores, van a tener plaza en las mejores universidades y hablar inglés desde su más tierna edad. Pero van a estar muy solos, lo están ya realmente, se les enseña a seguir una carrera en solitario, no a verse junto a otros, con otros. Nos hacemos con los otros a los 7 a y a los 77. </p><p>***</p><p>Y los jóvenes. Especialmente si el joven pretende no ser idiota y se niega a sumarse a la masa que algunos pretenden, al tú protesta, siéntete una víctima, tienes derecho a todo, tus deseos son órdenes para el mundo y el universo conspira para que lo logres, ese espanto que les repiten en todas partes... Y del alma nada. Y de "los otros", de verdad, nada: la solidaridad que se les vende a los jóvenes y, en general, a todos hoy es una cosa sentimentaloide falsa porque no cuesta nada, es una mera declaración, un click, no tu tiempo, tu atención plena, tu esfuerzo o, en el menor de los casos, dinero, que es lo menos tuyo y lo que menos cuesta dar si tienes dos dedos de frente.</p><p>Pues bien, a mi entender especialmente todos esos jóvenes, con fe o ya sin ella, que por un mínimo de cabeza o de personalidad o de suerte o de váyase a saber qué se niegan a formar parte vía la entronización del individuo de esa masa informe, se sienten a menudo y más especialmente solos. Porque lo que les rodea por goleada es eso. Y no agachar la cabeza les aísla, son los considerados "raritos" por el resto. </p><p>***</p><p>Hace muchos años en Canadá me impresionó la gran soledad de la gente. El hecho de que se entrara en "relaciones" de forma rápida como un modo que realmente era un "dime que existo, que soy alguien". La gente se iba a vivir con un maromo rapidito, a veces sin quererse realmente, sin estar siquiera enamorada, como un modo de conjurar la soledad. </p><p>Honradamente creo también que tras cierta promiscuidad puede haber eso: simple y llana soledad, miedo, ganas de sentir a alguien al lado como sea. Es animal y <a href="https://masterennubes.blogspot.com/2022/02/la-pierna-en-la-madrugada.html">humano</a>. Los animalicos duermen dándose calorcito, los bebés reclaman un cuerpo al lado. </p><p>***</p><p>Creo que no hay que tener temor de "dar la lata"; ayer lo hablaba con una conocida a propósito de una persona mayor. Es mejor que él te diga que prefiere no verte (por lo que sea: no quiere salir, no quiere que vayas tú a verle, etc.) a que, por miedo a molestar, no le llames. </p><p>Lo del no molestar, que puede ser de una gran delicadeza (en este caso lo era), también se nos puede colar como coartada a veces.</p><p>Tengo la sensación de que cuando uno está solo o se siente solo lo que suele pasar es que no se quiere dar la vara a nadie con tus soledades y problemas, ves a los otros con sus vidas que parecen tan completas que no te atreves. </p><p>¿Que hay algunas soledades egoístas, o al menos donde el que la sufre no se mueve, que está curvado sobre si mismo, como decía Lutero? Es posible, juzgar siempre es gratis, pero creo que es mil veces mejor ser uno el pesado o el que está pendiente del otro porque la soledad a veces nos enferma y no puedes ni moverte. </p><p>Benditas sean pues las reputaciones de ser la pesada o el pesado, lo peor que puede ocurrir es eso, ganarse una estupenda reputación de pelma. </p><p>Los <i>shanties</i> me encantan. Cantan juntos. Y los bares. Otro tipo de comunidad que no debemos perder. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/2yKLnfYqOIs" width="320" youtube-src-id="2yKLnfYqOIs"></iframe></div><br /><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>Máster en nubeshttp://www.blogger.com/profile/09425749752334721449noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2225653761888917580.post-39060424488324867362024-02-02T10:44:00.005+01:002024-02-02T15:53:14.640+01:00El hilo<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjutuzD5i5wkS8IVVJZPBMAUK36UVnCwqdnZbkmzdsLXOd8YJcplrSlNVMDyClBTQDH71_5r5By6xRP2TyzGYM8KNXC4z5wvMdn8ECO3ql-xxBQzdLIjnlh60EMHE66CtW1ELpmnr5_4oUZKd43iPl6rJDWK3_ncpWWN66THDrh2kJBMULwUIH-lxdv4xoE/s443/A_I_Inteligencia_Artificial-535598622-mmed.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="443" data-original-width="300" height="574" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjutuzD5i5wkS8IVVJZPBMAUK36UVnCwqdnZbkmzdsLXOd8YJcplrSlNVMDyClBTQDH71_5r5By6xRP2TyzGYM8KNXC4z5wvMdn8ECO3ql-xxBQzdLIjnlh60EMHE66CtW1ELpmnr5_4oUZKd43iPl6rJDWK3_ncpWWN66THDrh2kJBMULwUIH-lxdv4xoE/w389-h574/A_I_Inteligencia_Artificial-535598622-mmed.jpg" width="389" /></a></div><br /> Me llega el último experimento con Inteligencia Artificial. Con la voz de un difunto -los familiares ceden a un programa un audio- "recrean" dicha voz como si te hablara el finado. <p></p><p>Me parece siniestro, triste y, a la vez, inspirador. </p><p>Siniestro y triste como aquella película, "Inteligencia Artificial", de Spielberg. Es exactamente esto. </p><p>Inspirador porque no estamos hechos para la muerte sino para la vida eterna y juntos. </p><p>Yo hablo con mi madre y mi padre en las noches de insomnio. No escucho su voz aunque la escucho. Mis padres están conmigo y es por la noche cuando esa pared que separa entre donde viven ellos y yo vivo se hace más delgada y nos oímos. Ahí y en la Santa Misa. </p><p>Cuesta mucho esa separación. Y no es que se amortigüe, es que tienes que seguir viviendo. </p><p>Pero ya lo sabemos, "In God´s own time we shall meet again". </p><p>Se entiende el experimentito, pero es un truco, una idea que se ha vuelto loca, o sea, una herejía. Hay que ver la verdad de que se busca, de lo que se ansía, y rechazar la mentira. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWIz1JtDK3HVh1aQS30ruaZsV4KIciEWTHHC6GjYnjz9SqyypYljE5Ho8DgmhvgZSP6xKf0aOW90ijd9Kk3_KD3ls3HoDHXFjMby84lMO5JfxGgewLn5Mg6DV5aK_AYMMBivef7_ar5alnwSz88Xf3CQBUclX9fPbf9gyZj_5Kn1qUnDtUOpmNX8hVsEKt/s1280/image-w1280.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="1280" height="206" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWIz1JtDK3HVh1aQS30ruaZsV4KIciEWTHHC6GjYnjz9SqyypYljE5Ho8DgmhvgZSP6xKf0aOW90ijd9Kk3_KD3ls3HoDHXFjMby84lMO5JfxGgewLn5Mg6DV5aK_AYMMBivef7_ar5alnwSz88Xf3CQBUclX9fPbf9gyZj_5Kn1qUnDtUOpmNX8hVsEKt/w366-h206/image-w1280.jpg" width="366" /></a></div><br /><p><br /></p><p>****</p><p>Precisamente ayer paseando a mi perra me encontré con una vecina con la que había coincidido algún día. No la conocía de nada, ni su nombre me sabía. Me confiesa después de 2 minutos de charla que está muy triste. Eso me parecía. Me dice que se ha muerto su marido. Le doy un abrazo largo y llora en mi hombro. Le digo la tontada de turno "Es como si te quitan una pierna", me responde, "una pierna no, el corazón..." Quedamos para pasear juntas a nuestros respectivos chuchos. </p><p>****</p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><span style="font-family: times;">No llores si me amas…</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><span style="font-family: times;">¡Si conocieras el don de Dios y lo que es el Cielo!</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><span style="font-family: times;">¡Si pudieras oír el cántico de los Ángeles y verme en medio de ellos!</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><span style="font-family: times;">¡Si pudieras ver desarrollarse ante tus ojos los horizontes,</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><span style="font-family: times;">los campos eternos y los nuevos senderos que atravieso!</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><span style="font-family: times;">¡Si por un instante pudieras contemplar, como yo,</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><span style="font-family: times;">la belleza ante la cual todas las bellezas palidecen!</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><span style="font-family: times;">¡Cómo! ¿Tú me has visto, me has amado en el país de las sombras</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><span style="font-family: times;">y no te resignas a verme y amarme en el país de las inmutables realidades?</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><span style="font-family: times;">Créeme; cuando la muerte venga a romper las ligaduras,</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><span style="font-family: times;">como ha roto las que a mí me encadenaban,</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><span style="font-family: times;">y cuando un día, que Dios ha fijado y conoce,</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><span style="font-family: times;">tu alma venga a este Cielo en que te ha precedido la mía,</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><span style="font-family: times;">ese día volverás a ver a aquel que te amaba y que siempre te ama,</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><span style="font-family: times;">y encontrarás tu corazón con todas sus ternuras purificadas.</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><span style="font-family: times;">Volverás a verme, pero transfigurado,</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><span style="font-family: times;">extático y feliz, no ya esperando la muerte,</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><span style="font-family: times;">sino avanzando contigo,</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><span style="font-family: times;">que me llevarás de la mano por los senderos nuevos de la luz y de la vida,</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><span style="font-family: times;">bebiendo con embriaguez a los pies de Dios</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><span style="font-family: times;">un néctar del cual nadie se saciará jamás.</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><span style="font-family: times;">Enjuga tu llanto y no llores si me amas…</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><span style="font-family: times;">Lo que éramos el uno para el otro, seguimos siéndolo.</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><span style="font-family: times;">La muerte no es nada.</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><span style="font-family: times;">No he hecho nada más que pasar al otro lado.</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><span style="font-family: times;">Yo sigo siendo yo.</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><span style="font-family: times;">Tú sigues siendo tú.</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><span style="font-family: times;">Lo que éramos el uno para el otro, seguimos siéndolo.</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><span style="font-family: times;">Dame el nombre que siempre me diste.</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><span style="font-family: times;">Háblame como siempre me hablaste.</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><span style="font-family: times;">No emplees un tono distinto.</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><span style="font-family: times;">No adoptes una expresión solemne, ni triste,</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><span style="font-family: times;">sigue riendo de lo que nos hacía reír juntos.</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><span style="font-family: times;">Reza, sonríe, piensa en mí, reza conmigo.</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><span style="font-family: times;">Que mi nombre se pronuncie en casa como siempre lo fue,</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><span style="font-family: times;">sin énfasis alguno, sin huella alguna de sombra.</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><span style="font-family: times;">La vida es lo que siempre fue: el hilo no se ha cortado,</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><span style="font-family: times;">¿Por qué habría de estar yo fuera de tus pensamientos?</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><span style="font-family: times;">¿sólo porque estoy fuera de tu vista?</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><span style="font-family: times;">No estoy lejos… tan solo a la vuelta del camino.</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><span style="font-family: times;">Lo ves, todo está bien…</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><span style="font-family: times;">Volverás a encontrar mi corazón, volverás a encontrar su ternura acendrada.</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><span style="font-family: times;">Enjuga tus lágrimas y no llores si me amas.</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><span style="font-family: times;">Con todo mi cariño, con toda tu alegría</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #60697b; font-family: Manrope, sans-serif; font-size: 16px; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; word-spacing: 1px;"><b>S Agustín</b></p>Máster en nubeshttp://www.blogger.com/profile/09425749752334721449noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2225653761888917580.post-84402886354558178272024-01-28T14:09:00.006+01:002024-01-28T14:18:18.443+01:00Aficiones, aficionados y felicidades diversas<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvBiwPNxOIEHyQDAfoTmZfXHg_mF1ySJ_QDzWoeVvgHPobC9awYQQ0bZBF9xKGXenHjvZF47F7sdnzJhSQUzGm65-S8X2HtnGjMwGjnz_nFZ46SrYi1A6dIDR8eCFgHw9LCGKca_2guIdU_mVOPu4WmZhU6u3cPfwhRERflevvF9yTiZcN9Uh0BVo4Ni2Z/s1200/jack%20of%20all%20trades.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="935" data-original-width="1200" height="336" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvBiwPNxOIEHyQDAfoTmZfXHg_mF1ySJ_QDzWoeVvgHPobC9awYQQ0bZBF9xKGXenHjvZF47F7sdnzJhSQUzGm65-S8X2HtnGjMwGjnz_nFZ46SrYi1A6dIDR8eCFgHw9LCGKca_2guIdU_mVOPu4WmZhU6u3cPfwhRERflevvF9yTiZcN9Uh0BVo4Ni2Z/w432-h336/jack%20of%20all%20trades.jpg" width="432" /></a></div><br /><i>Jack of all trades, master of none... </i><p></p><p>Hace unos meses, leyendo a Chesterton y sobre Chesterton para mi TFM, volví al "tema" de las aficiones, hobbys, llamémoslos como quieran. </p><p>El caso es que Chesterton tuvo a un padre con mil aficiones, un tipo simpático y que (esto es cosa mía) explica mucho cómo fue Chesterton tanto en su juventud como en su madurez y luego. </p><p>Tener un padre que se lo pasa bien con cosas diversas es una gran cosa. Está relacionado con lo que Natalia Ginzburg escribe en<i> Las pequeñas virtudes</i>, el amor por la vida engendra amor por la vida. Chesterton respiró toda la vida eso, y se nota. Mucho. Las aficiones tiene algo que ver con ello, no todo, pero mucho a mi entender. </p><p>Más adelante, Chesterton escribirá sobre el ama de casa y decía que tenemos mucha suerte porque podemos tener mil aficiones, hacer actividades diversas sin la presión de la "profesionalización" (el salario y otros temas relacionados con esto, da para una tesis). Yo encuentro que es totalmente cierto. </p><p>A las mujeres (por lo menos a ésta) se le permite (se nos permitía antaño, dicen por ahí) una dispersión maravillosa, o yo por lo menos así lo veo. Tengo suerte. Puedo hacer muchas cosas mal o regular o hasta medianamente bien... y pasármelo estupendamente. </p><p>Me pasa con la cocina, que me divierte horrores. Y a veces tengo amigos que me dicen "y por qué no montas algo serio". Ni se me ocurre, primero porque sé lo que es una cocina "seria". Y a mí lo que me divierte es cocinar para los amigos y familia porque me da la real gana, me apetece, disfruto comiendo y viendo comer a otros... y hay que comer tres veces al día, eso, además. Si tuviera que hacerlo profesionalmente y por dinero ya no tendría ninguna gracia. </p><p>Y me pasa con esto: escribiendo. Me encantaría publicar, pero... ¿y lo bien que me lo paso escribiendo memeces sin tener una fecha de entrega?, ¿y lo libre que soy?... ¿Y, ejem, lo dispersa, ay? Me río sola... </p><p>Ser amateur de algo, tener aficiones, es estupendo. Y cambiarlas. Y abrirse a otras nuevas. </p><p>Hoy intercambié con R. unos audios, hacía mucho tiempo que no sabía de ellos. Hace doce años R. era capaz de ponerse a hacer pasta italiana desde cero a las siete de la tarde con muchos churumbeles pululando (y todos menores de 10 años), una madre, un marido y un perro. Si mal no recuerdo, creo que había una cabra también. Y tras volver de dar clases todo el día, que ella es profe. Yo me quedaba impresionada, naturalmente. Pues bien, hoy me dice que es su marido el de la cocina ahora, que a ella le ha dado por el Cross Fit y que no perdona un día. </p><p>Cada persona es genial a su manera. Esta R lo es. </p><p><br /></p>Máster en nubeshttp://www.blogger.com/profile/09425749752334721449noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2225653761888917580.post-24657899217025319872024-01-27T11:04:00.014+01:002024-01-27T16:38:20.543+01:00"Cosas de mayores"<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlbMKOaDrb6eD4O-zimke2y0BRuiwoTsypURGg5lWhyku6QHXIvw9NfooMfIzbdCXtH7jVhCzhn2WGqDDblPPZn8V15y_hkYE-VM-ajY3l2atjKjyY1Z_EIpc5EaqHKrq3vz4xDUAbdbjftFSIGMjtDTe1_oFBoouUCKezGujYWa0ICEF3TZtcgsVbsn7i/s760/caperucita.webp" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="570" data-original-width="760" height="361" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlbMKOaDrb6eD4O-zimke2y0BRuiwoTsypURGg5lWhyku6QHXIvw9NfooMfIzbdCXtH7jVhCzhn2WGqDDblPPZn8V15y_hkYE-VM-ajY3l2atjKjyY1Z_EIpc5EaqHKrq3vz4xDUAbdbjftFSIGMjtDTe1_oFBoouUCKezGujYWa0ICEF3TZtcgsVbsn7i/w481-h361/caperucita.webp" width="481" /></a></div><br />Esa era la respuesta que a veces mis padres nos daban cuando éramos niños y ellos, que estaban hablando, callaban en cuanto entrábamos en la habitación. <div><br /></div><div>Ante ese súbito silencio, nosotros les preguntábamos, naturalmente curiosos, "¿De qué hablabais?" Y no pasaba nada con su respuesta de marras. </div><div><br /></div><div>Aceptábamos que había "cosas de mayores" en las que nosotros, aún niños, no debíamos entrar de momento, ni escuchar siquiera. <p>Temas de dinero, por ejemplo. </p><p>Temas de dificultades. </p><p>Temas de familia que no hacía falta que supiéramos a los 7 años. </p><p>Temas relativos a la sexualidad, claro. </p><p>Luego, poco a poco, íbamos entrando en las conversaciones a medida que cumplíamos años. Sin sentir que te "habían ocultado algo", sino que te habían protegido y que, sólo en la medida en que podías entender y asumir algunas cosas, podías primero escucharlas y luego, en su caso, "decir" algo al respecto. O guardar discreción. </p><p>La discreción en la vida es importante. No se aprende a graduarla hasta que se madura. A veces nunca si no te han enseñado. Y así estamos. </p><p>La intimidad familiar no es secretismo, es clave. La intimidad personal viene antes. </p><p>El pudor también es fundamental, ni se conoce hoy la palabra. El "de <i>esto</i> ahora y aquí (o con éstos) no se habla" es cuestión de supervivencia. La del alma y, posteriormente, también, la social, comunitaria, del entorno. Mal cuando se puede hablar de todo, por todos y en todas partes. Bueno, pues ahí estamos. </p><p>Hoy aquel "son cosas de mayores" se barre de un plumazo como si los niños tuvieran que saber desde su más tierna infancia todo de todos. Y de todo. "Saber" sin <i>saber</i>, no sé si me explico, sin tener la madurez para que ese conocimiento (que es <i>información,</i> no conocimiento) se haga hueco en otro marco más grande precisamente de <i>conocimiento real</i> y experiencia vital. </p><p>Proteger a la infancia no es sobreprotegerla o hablarles como si fueran bobitos. No es hipermaternidad o hiperpaternidad, pero tampoco el petardo afán pedagógico-wokismo- activismo, pura tontada. </p><p>Proteger a los niños es contarles cuentos donde el horror está ya reflejado, pero contado de modo precisamente apropiado para los 4, 7 o 10 años. Se lleva haciendo siglos, no es de ayer. </p><p>Es mantener la ilusión de los Reyes Magos hasta que se pueda (a mi entender). </p><p>Y es no darles manualitos "didácticos" de tres al cuarto creados ad hoc antes de ayer ni historietas estúpidas de "diversidades" leídas por una Drag Queen o por quien fuera. </p><p>Pero hoy hay miedo a que te llamen la atención -es palpable ese temor en muchos ámbitos, comprendes lo que pasa, la cancelación planea como una amenaza-. Lo hay a que te acusen de homófoba o transfoba -pongo por caso-. </p><p>Y hasta se esgrime (oh, el <i>progreso</i>...) que hoy se es <i>mejor</i> que aquellos padres o abuelos o hasta esos contemporáneos -a los que se llama "cerriles" o anticuados, no vaya a ser que me confundan con ellos- que creen que "hay cosas de mayores" y que el velo temporal debe deslizarse con paz y calma a su tiempo y en un entorno concreto, no antes ni en cualquier parte. </p><p>Por cierto: por supuesto que "antes" no todo era perfecto. Había errores e injusticias. Pero también en muchas familias y entornos lo que había era <a href="https://www.culturamas.es/2011/03/19/fernanda-las-magnolias-y-el-rey-mago/">simple sentido común y caridad</a>. </p><p>Es caridad lo que se necesita, no manipular la verdad sobre el ser humano (en general y en particular, cada persona es un misterio siempre).</p><p>Y la verdad tiene velos y diversas caras. "Tell all the truth, but tell it slant", decía Emily Dickinson. No creo que haga falta añadir nada más. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/YjBbSEMNj-0" width="320" youtube-src-id="YjBbSEMNj-0"></iframe></div><br /><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p></div>Máster en nubeshttp://www.blogger.com/profile/09425749752334721449noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2225653761888917580.post-49046125667509843532024-01-22T09:39:00.004+01:002024-01-22T21:34:39.661+01:00De "Murphy Brown" a "La asistenta": la maternidad en solitario no es como la pintaban en los 90<div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVCO9rJuhEmrAhXCpOHffSJ2re86K2KgOJRTZnpqwXvfAMO6QOlUQGJlECDSdA1cgU1RbYzUVcsEyJxZI3D6f2i_akcOi8gp_AwqLVM7M3xZ8ftH31sto8SZa-ddxO-wqnV1G1rcxJyi_KuNCzu7kb0gIyei2MyNDMHL6vVqs_BoQKzhCKab4anSjcgGO6/s320/la-asistenta.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="320" data-original-width="211" height="346" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVCO9rJuhEmrAhXCpOHffSJ2re86K2KgOJRTZnpqwXvfAMO6QOlUQGJlECDSdA1cgU1RbYzUVcsEyJxZI3D6f2i_akcOi8gp_AwqLVM7M3xZ8ftH31sto8SZa-ddxO-wqnV1G1rcxJyi_KuNCzu7kb0gIyei2MyNDMHL6vVqs_BoQKzhCKab4anSjcgGO6/w229-h346/la-asistenta.jpg" width="229" /></a></div><span style="font-family: times;">Hace unos años vi la serie de <i>La asistenta</i>. La recomiendo por los retratos y el relato (cultural) que presenta. </span></div><p></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: times;">Cuenta la historia de una chica joven, Alex, a penas supera los veinte,<span style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"> madre de una niña pequeña que, tras huir de su compañero sentimental
y padre de su hija, violento y desastre, se gana la vida con muchas dificultades como asistenta en
la segunda década de este siglo en el estado de Washington en EEUU</span><a href="file:///C:/Users/gfukr/OneDrive/Documentos/MASTER%20HUMANIDADES/a%C3%B1o%202/%C3%89TICA/TRABAJO%20%20SOBRE%20SERIES.docx#_ftn1" name="_ftnref1" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[1]</span></span></span></a><span style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">.<span style="font-size: medium;"> </span></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><span style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; text-indent: 14.2pt;">El caso es que, al volver a ver <i>La asistenta</i> (veo a veces las cosas dos veces), recordé por contraste a <i>Murphy Brown</i>, aquella periodista televisiva de éxito. Esa serie fue la pionera mediante su argumento a principios de los 90 de vender la maternidad en solitario como deseable y una opción, el padre es prescindible, los hombres pintan poco o nada. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: times;"><i style="text-indent: 14.2pt;"><br /></i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: times;"><i style="text-indent: 14.2pt;">La asistenta</i><span style="text-indent: 14.2pt;"> muestra cómo es la vida de una madre soltera y sin recursos en Estados Unidos en esta década: muy difícil, agotadora, durísima. Porque lo habitual es que una no sea una </span><span style="text-indent: 14.2pt;"><i>Murphy Brown.</i> </span></span></div><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMABM08iPZ32F2GLACtJ6zjsJmBEFtvGYkafIMv4OEIFtMgpW9M5q9PpE9DBLkiCu8TOHzarqY6jZds54ilu7hfd5WNhdlM5toqbtJ67y-gaIegCpzs7Yc32PJwQilEbHSbQVHFRRlYBjORi2eEXibyLbLiE43MdmI18kvW_irCi_FKWncnmP7jRnxHeNA/s2560/Patterson-PostMoonvesCBS.webp" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="2560" data-original-width="1682" height="362" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMABM08iPZ32F2GLACtJ6zjsJmBEFtvGYkafIMv4OEIFtMgpW9M5q9PpE9DBLkiCu8TOHzarqY6jZds54ilu7hfd5WNhdlM5toqbtJ67y-gaIegCpzs7Yc32PJwQilEbHSbQVHFRRlYBjORi2eEXibyLbLiE43MdmI18kvW_irCi_FKWncnmP7jRnxHeNA/w238-h362/Patterson-PostMoonvesCBS.webp" width="238" /></a></div><div><span style="font-family: times;"><span style="text-indent: 14.2pt;">I</span><span style="text-indent: 14.2pt;">ncluso concediendo que el dinero no fuera el problema, creo que es de puro sentido común pensar que un padre y una madre son importantes para educar a un hijo. Una cosa es que no sea posible, otra que sea "deseable" que el padre no aparezca en la ecuación por ninguna parte. </span></span></div><p></p><p></p><div style="text-align: justify;"><span style="text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: times;">Sigue sin embargo <i>La asistenta</i> siendo deudora del hoy extendidísimo relato en todo caso que permea y puede resumirse como que <b><i>no hay un hombre bueno.</i></b> Esto se ve hoy en numerosas series y películas que conforman nuestro imaginario.<a href="https://www.aceprensa.com/familia/los-hombres-bajo-sospecha/"> Lo escribí ya hace casi 30 años. </a></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: times;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: times;">Y el que "parece" bueno y conveniente como compañero se desecha por lo que sea, razones varias. </span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: times;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: times;">Nosotras solas, los chicos a un lado es el lema. </span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: times;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: times;">De lo mejor de <i>La asistenta</i> es el retrato de la abogada progre, Regina, capaz de explotar a Alex sin contemplaciones, no hay problema. Regina está también con ese "quiero ser madre como sea", otra Murphy Brown de marras. Pero tras explotar a Alex, la defiende para que pueda recuperar a su hija. Las mujeres unidas jamás serán vencidas es el mensaje. Qué suerte Regina que, como tiene dinero, sí puede criar a su hija aunque se agobie: el dinero acaba siendo la solución a todos nuestros males, parece.</span></span></div><p style="text-align: justify;"><span style="text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: times;">Es desoladora <i>La asistenta. </i>De crítica real al capitalismo, nada. </span></span></p><div style="mso-element: footnote-list;"><!--[if !supportFootnotes]-->
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/gfukr/OneDrive/Documentos/MASTER%20HUMANIDADES/a%C3%B1o%202/%C3%89TICA/TRABAJO%20%20SOBRE%20SERIES.docx#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Calibri",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"> Se basa en el libro biográfico de
Stephanie Land, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Maid: Hard Work, Low Pay
and a Mother's Will to Survive</i> (2019). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoFootnoteText"><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p> </o:p></span></p>
</div>
</div>Máster en nubeshttp://www.blogger.com/profile/09425749752334721449noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2225653761888917580.post-77498827909400388872024-01-16T14:28:00.000+01:002024-01-16T14:28:18.806+01:00Ventajas de tener un elefante en casa<p> </p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjcFPI9RMXQyG3ZWuj5KxbEA04kJkQ3hhzQQDmyXe-6JdE7iE-q_Jklv0sWtCHgHlGzzgO_fKlXCdgPtud7zXohYzpSgb4gwfl-8qzh1PJjKfox_lJ9IsSR5eV2R3oyVWX9Zl_mzjBR6vSn3PG-nAJrXRxEfhOOIHTEO-Lpx7tnwEgb1ZLQ5PAtanmzuzY7/s1000/How-to-Draw-a-Baby-Elephant.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="772" data-original-width="1000" height="309" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjcFPI9RMXQyG3ZWuj5KxbEA04kJkQ3hhzQQDmyXe-6JdE7iE-q_Jklv0sWtCHgHlGzzgO_fKlXCdgPtud7zXohYzpSgb4gwfl-8qzh1PJjKfox_lJ9IsSR5eV2R3oyVWX9Zl_mzjBR6vSn3PG-nAJrXRxEfhOOIHTEO-Lpx7tnwEgb1ZLQ5PAtanmzuzY7/w400-h309/How-to-Draw-a-Baby-Elephant.jpg" width="400" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Siempre que me preguntan por mi
animal favorito yo contesto que es el elefante. Y que, si yo pudiera, tendría
un elefante. Esto le hace mucha gracia a la gente que, como mucho, tiene un
perro o tiene un gato, o incluso un canario, un conejito, una tortuga o un
hámster, pero que no se le ha ocurrido en la vida que el mejor animal de compañía es un
elefante. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Por eso voy a explicarlo. Voy a hablar de sus ventajas, o sea, de
<i>todo lo bueno</i> de tener un elefante. </span></div><o:p></o:p><p></p>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="color: #2b00fe;"><u><b>Primera ventaja:</b></u></span> la evidente, salta a
la vista, el tamaño. Un elefante siempre es de grande a muy grande, así que no
se te puede perder <b><i><u>nunca</u></i></b> porque ya sería raro que se te
despistara un elefante por el pueblo o el barrio, siempre lo vería alguien. </span></div><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Olvídate así de esos problemas que tienen los dueños de otros animales y esos cartelitos desesperados
que ponen a veces por la calle: “Fuffy perdido, se recompensará, llamen al
teléfono…” y la foto de Fuffy, sea perro o gato, al lado, como si fuera un delincuente de película del Oeste. </span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Cuánto drama con las mascotas perdidas, madre, cuántas lágrimas... <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Pues bien, con un elefante esto <i><u>no</u></i>
puede pasarte. Te evitas el disgusto de que se te pierda, también la pesadez de buscar la foto de frente y de perfil de tu mascota, para que se vea bien en los carteles, de hacer las fotocopias e ir pegándolas por las farolas o los árboles del barrio, el
dinero de la recompensa, etc., etc., etc. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><span style="font-size: 12pt;">Porque no se te va a perder en la vida un
elefante, sencillamente: o sea, menos preocupación y un ahorro importante.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="color: #45818e;"><u><b>Segunda ventaja:</b></u></span> la trompa. Las
personas nos hemos acostumbrado a dos piernas y dos brazos y ya. Que no digo
que esté mal, que son muy convenientes las cuatro extremidades. Sólo digo que
la trompa del elefante tiene diversas utilidades y que nos puede valer a los
humanos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Sirve, por ejemplo, para que él se
duche o tú ducharte. Porque el elefante coge el agua con esa trompa grande y tú
te pones debajo mientras el agua cae... ¡qué gozada! Yo esto lo he visto en alguna
película, creo, y me ha encantado. Con un elefante tienes siempre una ducha
portátil. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">“Es la hora de la ducha” dice tu
madre o tu padre… pues tú te vas al patio, a la terraza o al jardín y allí el
elefante te ducha en un pis-pas y no tienes que andarte peleando con tu hermano
o hermana que si te duchas tú, que si me ducho yo, que si me tocaba a mí, que
si es que tú tardas demasiado. Nunca habrá peleas por la ducha con un elefante
en casa. Y es mucho más divertido que ducharse en el cuarto de baño. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><b><u><span style="color: #ff00fe;">Tercera ventaja: </span></u></b>la memoria. El
elefante, que lo he leído, tiene una memoria prodigiosa y recuerda todo. Claro
está que es complicado llevarte el elefante al examen de lengua o matemáticas y
que te sople la solución, pero puede enseñarte sus trucos para memorizar, que
estoy segura que puede compartirlos si le tratas bien y eres amable. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Pero, además, a mí, que se me olvida a
menudo que tengo que hacerme la cama cada mañana o ponerme a hacer lo que tengo
que hacer antes de que se haga tarde, que siempre voy renqueando, un elefante
me vendría genial como secretario: seguro que así no se me olvidaba nada, tendría
a mi elefante siempre recordándomelo. "Aurora, que son las cuatro y no te has puesto a...". "Aurora, que hoy es jueves y la fecha límite de entregar esto es... mañana." <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="color: #cc0000;"><u><b>Cuarta ventaja</b></u></span>: las orejotas grandes.
¿Para qué pueden servir esas dos orejas enormes? Atención al verano: con esas
orejas se acabó la necesidad de aire acondicionado. Te colocas al lado del
elefante y le pides, por favor </span><span style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-char-type: symbol; mso-hansi-font-family: Calibri; mso-hansi-theme-font: minor-latin; mso-symbol-font-family: Symbol;"><span style="mso-char-type: symbol; mso-symbol-font-family: Symbol;">-</span></span><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"> siempre hay que tratar al elefante con una gran
educación y mucho cariño, son seres extremadamente delicados</span><span style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-char-type: symbol; mso-hansi-font-family: Calibri; mso-hansi-theme-font: minor-latin; mso-symbol-font-family: Symbol;"><span style="mso-char-type: symbol; mso-symbol-font-family: Symbol;">-</span></span><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"> que te abanique un rato. Y en diez
minutos el aire está circulando y tú notas el fresquito.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Se me ocurren muchísimas más ventajas
de tener un elefante, pero solo voy a enumerar dos más:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: 0cm;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">1.<span style="font: 7pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Transporte
“sostenible”, que dicen ahora, y por “tracción animal” (tracción animal = ir en
cualquier medio de transporte que no implique una máquina, sino un animal, como
es el caso y como seguramente se desplazaban nuestros tatarabuelos</span><span style="font-size: 12pt; text-indent: 0cm;">) y, encima, no contaminante. Olvídate de la bici; tú imagínate
llegar al cole montado en el elefante o ir a ver a los abuelos en elefante: impresionante, todos se quedarían mirando. </span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="line-height: 150%; margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: 0cm;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">2.<span style="font: 7pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">No
habrá quien se meta contigo porque un elefante impone. No hay que ser NUNCA el abusón
de clase, pero tampoco hay que permitir NUNCA que seáis tú u otros la víctima:
un elefante ayuda a que te respeten a ti y a los demás, es “disuasorio” </span><span style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-char-type: symbol; mso-hansi-font-family: Calibri; mso-hansi-theme-font: minor-latin; mso-symbol-font-family: Symbol;"><span style="mso-char-type: symbol; mso-symbol-font-family: Symbol;">-</span></span><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">disuadir es convencer de no hacer algo a alguien</span><span style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-char-type: symbol; mso-hansi-font-family: Calibri; mso-hansi-theme-font: minor-latin; mso-symbol-font-family: Symbol;"><span style="mso-char-type: symbol; mso-symbol-font-family: Symbol;">-</span></span><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">. Si hay algún chulito o chulita en
el cole o en el barrio un elefante puede ser clave para evitar que se metan
contigo o con otros. “Eh, que <b><i>yo tengo un elefante</i></b>…” y se callan.
Fíjate lo que te digo: no hará falta ni decirlo, lo sabrán. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">No quiero aburrirte ni
insistir en lo que creo que queda ya claro. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">…<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Quizás ahora me digas… <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Perooooooooo…<o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><span style="line-height: 150%;"><span style="color: #6aa84f;"><b><span style="font-size: medium;">¿Cómo </span><span style="font-size: large;">se mete</span><span style="font-size: medium;">
un elefante en casa?</span></b></span><span style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><span style="line-height: 150%;"><b><span style="color: #ffa400;"><span style="font-size: medium;">¡Que es un
animal </span><span style="font-size: x-large;">grandísimo</span><span style="font-size: medium;">, como tú has dicho!</span></span></b><span style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><span style="font-size: medium; line-height: 150%;">¡Que además
caga unas <b><span style="color: #bf9000;">plastas enormes y asquerosas</span></b>, que lo he visto en el zoo!<o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><span style="line-height: 150%;"><b><i><span style="font-size: large;">¡Que come una
barbaridad y bebe aún más!</span></i></b><span style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><span style="line-height: 150%;"><span style="color: red; font-family: verdana;"><b><span style="font-size: medium;">¡Que vivimos
en </span><span style="font-size: x-small;">pisos pequeños</span><span style="font-size: medium;"> o, en todo caso, en casas <u>donde no cabe de ninguna manera un
elefante!</u></span></b></span><o:p style="font-size: 12pt;"></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Ehhh… que todo eso ya lo sé <u>yo</u>.
Y, sobre todo, <i><u>tú también lo sabes.</u></i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Pero es que aquí yo sólo quería
contarte las ventajas de tener un elefante, esas en las que quizás nadie ha
caído antes, y que son indudables, como ha quedado demostrado. Para los
inconvenientes (inconvenientes son las “cosas malas”, las “dificultades”) hay ya
mucha gente que puede escribir libros enteros o dar conferencias larguísimas…
Hay estantes llenos de libros sobre “por qué no tener un elefante en casa” y
profesores muy serios hablando sobre el tema, departamentos de universidad dedicados enteramente a este tema...<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">A lo mejor hay que pensar sobre las ventajas
no sólo de un elefante, sino, no sé… <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¿de
tener un cocodrilo en casa?, ¿un león?, ¿una jirafa?, ¿una mariposa?, ¿una
tarántula?... </span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">¿Y de tener una casa en el fondo del mar?, ¿y si viviéramos en los
árboles, como los monos? ¿y si voláramos, unos bajo y otros alto?<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">-----</p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">NOTA:</p><p style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet;"><span><span style="font-size: medium;">Este cuento es un ejercicio para la asignatura de Literatura infantil y juvenil que estoy cursando. Es lo que se llama "cuento" <i>nonsense</i> (tontería). Está escrito para ser contado oralmente a niños de 6-7 años, <span style="color: red;"><u>mejor representándolo</u></span> (y<u> tengo que encargar a alguien una "marioneta" de un elefante, si alguien sabe de alguien que la pueda hacer, que me lo diga, que se la encargo</u>). </span></span></span></p><p style="line-height: 150%; text-align: justify;"></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: large; text-align: left;">La
vida está llena de "elefantes", animales a los que admiramos pero que
nos parecen “poco prácticos” (esto lo diría un adulto, una madre). </span></div><p></p><p style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: large; line-height: 107%; text-align: left;">Los niños
tienen la capacidad de ver el mundo no “sólo” en sus inconvenientes </span><span style="font-family: trebuchet; font-size: large; line-height: 107%; text-align: left;">-</span><span style="font-family: trebuchet; font-size: large; line-height: 107%; text-align: left;">que los adultos tenemos siempre presentes</span><span style="font-family: trebuchet; font-size: large; line-height: 107%; text-align: left;">-</span><span style="font-family: trebuchet; font-size: large; line-height: 107%; text-align: left;"> sino en esa parte i-lógica y genial del que no tiene
que lidiar con la realidad de frente y de modo constante. Pueden hacer un fantástico
a-parte. </span></p><p style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: large; text-align: left;">Y esto es ese relato: un a-parte juguetón donde el pacto con el lector
infantil es evidente, no son tontos los niños (de ahí el final, por si se creen
que la autora los trata como tales, nada más lejano). Ya saben ellos los
inconvenientes, pero quieren (necesitan) jugar. A mí me encanta el juego, por
cierto.<b><span style="color: #2b00fe;"> </span></b></span></p><p style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: large; text-align: left;"><b><span style="color: #2b00fe;">Brindo por los elefantes en casa. ¿Quién no tiene un elefante en su vida, en su casa?</span></b></span></p>Máster en nubeshttp://www.blogger.com/profile/09425749752334721449noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2225653761888917580.post-74301438431657230392024-01-06T15:07:00.007+01:002024-01-27T16:58:47.249+01:00Inocencia e ilusión (la verdad...) <p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6T4IKK0JB1WkmzaQuv59nwpizrmGTbpGQZ2Ij5wnO0Ja-0rA8yAzC8rCxMtwGU81-VQd_KqWG_KsdxCU00oYe-oib1-Us7Q9CFH3K2HPJ0nloSLnDP3hTGfFmbASA7xOe68fAxYVVZNFov6YcQwscxtDqRop6nHaaXLN1mwVUv_TUoTz27XmHslfaZrEN/s770/EstrellaLosGuiaba2-2.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="770" height="249" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6T4IKK0JB1WkmzaQuv59nwpizrmGTbpGQZ2Ij5wnO0Ja-0rA8yAzC8rCxMtwGU81-VQd_KqWG_KsdxCU00oYe-oib1-Us7Q9CFH3K2HPJ0nloSLnDP3hTGfFmbASA7xOe68fAxYVVZNFov6YcQwscxtDqRop6nHaaXLN1mwVUv_TUoTz27XmHslfaZrEN/w400-h249/EstrellaLosGuiaba2-2.jpg" width="400" /></a></div><br /> Hace unas semanas en clase de literatura infantil y juvenil me sorprendió mucho la opinión de otra alumna, partidaria ella de decir "la verdad" a los niños sobre los Reyes (o Santa Claus). Aludía a razones diversas <span face="sans-serif" style="background-color: white; color: #202122; font-size: 14px;">—</span>que los niños se sentían estafados luego, que no confiarían en los adultos más<span face="sans-serif" style="background-color: white; color: #202122; font-size: 14px;">—</span>, me pareció todo aquello una solemne bobada. Y, sobre todo, una faena de órdago a la grande para los niños y para los propios adultos indirectamente. <p></p><p>El caso es que he comprobado estos días que hay otros como mi compañera de estudios. Es lo que tienen las estupideces en la actualidad: viajan más rápidamente. </p><p>Soy partidaria de la realidad y de la verdad y ambas tienen diversas caras. La fantasía es una. La imaginación otra. La ilusión y la inocencia infantiles las más importantes. </p><p>La ilusión y la inocencia son dos grandes verdades y realidades, vamos. Y salvaguardarlas es un deber individual y colectivo. Así que me bato en duelo por los Reyes y, de igual modo, por otros temas que no son secundarios y que tienen que ver con ello. </p><p>Es curioso comprobar hoy cómo es posible que se difundan las mentiras más "estructurales" (un hombre no es un hombre, una mujer es quien se siente mujer, ser mujer es ser víctima "per se", todo hombre por el hecho de serlo es sospechoso y un potencial violento, etc.) y, a la vez, defender... ¿que hay que contarles a los niños que los Reyes son los padres porque... patatas?</p><p>De cenizos y aguafiestas está el mundo lleno y los <i>woke</i>, al final, son los peores, precisamente porque la realidad, como es, y la fantasía que ésta incluye <span face="sans-serif" style="background-color: white; color: #202122; font-size: 14px;">—</span>y que no limitamos a la infancia<span face="sans-serif" style="background-color: white; color: #202122; font-size: 14px;">—,</span> son motivo de maravillarnos. Y de vivir, sencillamente. </p><p>Es motivo de maravilla que una familia pueda hacer malabares y con 8 globos y 3 vasos de leche y sus galletitas en un plato sea posible que el zapatito o el calcetín de cada enano tengan al lado un juguetito la mañana del 6 de enero. </p><p>Es motivo de maravilla, también en la infancia, que los niños "se inventen" <a href="https://masterennubes.blogspot.com/2023/12/lucas-quiere-un-perro.html">amigos invisibles</a>, que crean en duendes y en hadas, <a href="https://masterennubes.blogspot.com/2023/12/cuentos-del-rio-el-puente-y-el-arbolito_11.html">que un río hable y un puente y un arbolito le escuchen</a>, que la mejor mascota para tener en casa pueda ser, contra todo pronóstico, <a href="https://masterennubes.blogspot.com/2024/01/ventajas-de-tener-un-elefante.html">un elefante</a>. </p><p>Es de agradecer que mi marido haga "comedia" cuando está triste para que yo no me preocupe justo en un mal momento, o que tal amiga haga bromas sobre su situación absolutamente desesperada para quitar hierro, aunque se eche a llorar un poquito más tarde y veamos cómo se puede hacer frente a este desastre. </p><p>La vida adulta, la convivencia, la amistad, el matrimonio... están llenos también de pan, amor y fantasía, si no, serían absolutamente insoportables. </p><p>Por las verdades importantes. </p><p>Por las mentiras necesarias<a href="https://masterennubes.blogspot.com/2009/01/fernanda-las-magnolias-y-el-rey-mago.html">, las que son verdad</a>. </p><p>La verdad es paradójica, que diría Chesterton. Quien no lo entienda así es que es un zoquete. </p><p>Brindemos, amigos, y que calle tanto petardo cenizo capaz de contar a un niño que los Reyes no existen y los que, a la vez, intentan convencerte de que a los niños a los 6 años hay que explicarles diversas fontanerías sexuales "porque son verdad". A veces son los mismos inaguantables, coinciden, habrá que preguntarse por qué.</p><p><br /></p>Máster en nubeshttp://www.blogger.com/profile/09425749752334721449noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2225653761888917580.post-62893633710077540792024-01-03T10:52:00.000+01:002024-01-03T10:52:04.498+01:00Cuídate... <p></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_aHh3MKjQ151nfWuU7J3E99CmyoNJLmK7b72guwozOdAbUIU5oWnO-GVeVfRckuZFLUVkCs_rieffdFU7U0NV8Fi3DpJzpeaJhmkMVgDWMahHbdgT9ya-FNRZL7jD1fvqVPBn-p3lqXmwO7qL8csse5K7zmtiEGUN5205WDBcxMVn3pqE2DTVG8Cug_pU/s1500/Munch_the-sick-child_1896_.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1500" data-original-width="1458" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_aHh3MKjQ151nfWuU7J3E99CmyoNJLmK7b72guwozOdAbUIU5oWnO-GVeVfRckuZFLUVkCs_rieffdFU7U0NV8Fi3DpJzpeaJhmkMVgDWMahHbdgT9ya-FNRZL7jD1fvqVPBn-p3lqXmwO7qL8csse5K7zmtiEGUN5205WDBcxMVn3pqE2DTVG8Cug_pU/w389-h400/Munch_the-sick-child_1896_.jpg" width="389" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">La niña enferma, Edward Munch, 1896</td></tr></tbody></table><br /> "Cuídate"... <p></p><p>La primera vez que lo escuché creo que fue en inglés, un <i>Take care</i> que me chocó allá por los 80. Quizás mi memoria me falla, pero no creo. En España yo no lo había oído nunca. Al despedirnos amigos o familiares nos dábamos un abrazo o un beso, pero ni se nos ocurría decirle a alguien que "se cuidara". Cuidar no era un verbo que se conjugaba en reflexivo. Nos cuidábamos unos a otros. Yo entraba entonces en una sociedad anglo, la canadiense, más habituada a esa independencia y al supuesto "auto-cuidado", me chocó muchísimo ese modo de despedirse, ese deseo. Hoy ya lo oigo continuamente en español. </p><p>***</p><p>Me regaló C. este año pasado un libro sobre el cuidado, se une a otros de ética del cuidado y hasta de estética del cuidado. Me interesa el tema y ella sabe al respecto. </p><p>Lo hablé con una prima mía, enfermera, hace tiempo, todo ese peso que se pone hoy en el auto-cuidado porque en realidad, pese a la parafernalia existente (la denominada "sociedad de los cuidados" que proclama cierta izquierda), muchas personas no tienen quien les cuide. El cuidado es como de segunda clase, especialmente si lo haces por quienes quieres. Sí, hay mucha teoría, pero la realidad es la que es. Lo de fuera nos puede. </p><p>***</p><p>Por razones que no vienen a cuento, pude visitar hace unas semanas una residencia y centro de día de personas con Alzheimer y me quedé impresionada. La alegría de quienes la atendían, el cariño, luego además lo impecable que estaba el centro, la luz que entraba por todas partes. </p><p>Pensé en aquel "ha elegido la mejor parte, que no le será arrebatada": las Marías de nuestro tiempo son todas esas personas que cuidan a otros.</p><p>***</p><p>Lo notas perfectamente. Hay "cuídates" signo de los tiempos. Como aquel "a ver si nos vemos" formalista o ese otro "¿cómo estás?" retórico del que no espera una respuesta más allá del "bien" porque no le interesa realmente, es una simple pausa para tomar aliento y seguir hablando de lo suyo otros treinta minutos o cuarenta, todo seguido, todo recto. </p><p>Nuestra atención real al otro precede al cuidado. No se puede cuidar si no prestas atención primero. </p><p>***</p><p> Y, a la vez, hay un cuidado propio. Qué leo. Qué veo. Qué pienso. Alimentar el alma, el corazón y la cabeza con cosas buenas, difíciles a veces, y no con comida basura, atracones o picando todo el día de esto o aquello. Atención de nuevo. Dedicar tiempo. </p>Máster en nubeshttp://www.blogger.com/profile/09425749752334721449noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2225653761888917580.post-91695464398932448522024-01-01T14:13:00.002+01:002024-01-01T14:13:27.449+01:00Hombres buenos<p><br />Nos pilla el Covid, pues santa paz, qué le vamos a hacer, habrá que pasarlo. En mi caso, durmiendo, que es como me recupero. </p><p><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJYkHBCkm86ff5ME_UxNSRyaEGA6KhYnt5qGqxhVOXP751ewg78YD_YE59qlw6xk47yiQG7yRyxudQihxYtWS0fA1-gjURnKz6qyK2KRvOyIpXVvrOs_-_oTx271QE2JqUcPlhh1M3k7JNu7iLhWkej0D3npo7nRnBfq6J-Tej25wymYqXQnqaZJKAfKLE/s900/old-tin-oil-can-and-garlic-bulbs-robert-holden.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="737" data-original-width="900" height="328" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJYkHBCkm86ff5ME_UxNSRyaEGA6KhYnt5qGqxhVOXP751ewg78YD_YE59qlw6xk47yiQG7yRyxudQihxYtWS0fA1-gjURnKz6qyK2KRvOyIpXVvrOs_-_oTx271QE2JqUcPlhh1M3k7JNu7iLhWkej0D3npo7nRnBfq6J-Tej25wymYqXQnqaZJKAfKLE/w400-h328/old-tin-oil-can-and-garlic-bulbs-robert-holden.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="background-color: white; color: #666666; font-family: arial; font-size: 12px; font-style: italic;">Old Tin Oil Can and Garlic Bulbs, Robert Holden</span></td></tr></tbody></table>Se lo cuento a J.A., que sabe todo de campo, plantas y remedios (y usos) tradicionales. Primero me recomienda shitaki, luego me troncho con su respuesta: ajo. "Es antivírico" me explica, y abunda luego... " y nadie se te acercará, así que no propagas el virus tampoco". </p><p>J.A. tiene eso <span style="background-color: white; color: #202122; font-family: sans-serif; font-size: 14px;">—</span>su particular "eso", cada uno el suyo<span style="background-color: white; color: #202122; font-family: sans-serif; font-size: 14px;">— </span>de los hombres buenos. Yo ya lo intuía sin conocerle, pero fue desvirtualizarle y confirmar mi instinto al respecto. Tiene un sentido del humor maravilloso, es de una humildad que desarma y mantiene esa mirada de niño de interés por las cosas y por la gente. Es de esas personas que una quiere tener cerca.</p><p style="text-align: center;">***</p><p>Sobre los hombres buenos pienso mientras paseo este 1 de enero con la perra. Hay como una brújula que se tiene y que se configura con tu propio padre, que es el primer "ejemplar" de hombre que una mujer tiene. </p><p>Luego la brújula puede fastidiarse temporalmente, la adolescencia y la juventud son complicadas a veces, pero si has tenido un ejemplo de hombre bueno creo que puedes rectificar más fácilmente.</p><p>Por eso es tan pavoroso el borrado de la paternidad y lo que necesitamos las mujeres a hombres buenos a nuestro lado <span style="background-color: white; color: #202122; font-family: sans-serif; font-size: 14px;">—</span>padres primero, hermanos después, amigos luego<span style="background-color: white; color: #202122; font-family: sans-serif; font-size: 14px;">—</span>. Y la eterna sospecha sobre lo masculino. Porque la profecía se cumple: tendrás lo que esperas. Desde hace décadas se trabaja en generar eso: desconfianza y esperanza cero. </p><p style="text-align: center;">***</p><p>Vuelvo a ver <i>The Crown</i> mientras sufro lo indecible en la cama (ironía, en la cama estoy estupendamente y me parece un lugar perfecto para despedir el año y dar la bienvenida al nuevo). Envidio a los guionistas que han creado esos personajes tan bien construidos y, entre todos, el de Margarita, a la que entiendes, aunque entiendes mucho mejor la deseada invisibilidad de su hermana y su vocación de criar caballos y ya. </p><p>Ser católico es una gran cosa. Católico y español, con familia de esas donde el grito se entremezcla a menudo con el achuchón, ayuda en la vida. El sentido del deber es importante, pero desnudo es desolador. El papel de la Virgen María a nivel teológico es importante y su trascendencia en lo cultural (en sentido amplio), en lo vital, clave. Entiendes las conversiones en Reino Unido. </p>Máster en nubeshttp://www.blogger.com/profile/09425749752334721449noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2225653761888917580.post-58659102350374711432023-12-26T10:32:00.007+01:002023-12-26T10:49:24.438+01:00Mucho trato<p>Andamos M, su hija, mi perra y yo hasta Brieva. Son casi 9 km de camino entre dehesas. A veces empezamos Anita y yo por abajo, al lado de casa, en el cementerio. Toco la tapia y subimos a encontrarnos con M.</p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisRpFeGZHrEpOY7l1gdbcoxXXvSRSSZqKw5mJ1itQ_wbxiVriSsmANRk1xwjY6BEEeYcCBG17EuExOxrjFYQO3nShNEqQ9n5Q2XONlGJ0KPkPQle85Oukcph-jPWf8aM_IM7JxQ2ml5muX3zqazlaMEamwOAomFUT8-qcR3xdbbUj1oqVjosQMF4I8a6RN/s3024/IMG_9984.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="3024" data-original-width="3024" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisRpFeGZHrEpOY7l1gdbcoxXXvSRSSZqKw5mJ1itQ_wbxiVriSsmANRk1xwjY6BEEeYcCBG17EuExOxrjFYQO3nShNEqQ9n5Q2XONlGJ0KPkPQle85Oukcph-jPWf8aM_IM7JxQ2ml5muX3zqazlaMEamwOAomFUT8-qcR3xdbbUj1oqVjosQMF4I8a6RN/w400-h400/IMG_9984.jpg" width="400" /></a></div>Vamos por un camino de "servidumbre de paso" en una finca bien cuidada, da gusto verla. Acabamos hora y media o tres cuartos después, depende de la velocidad y lo que nos cansemos, en la cárcel de Brieva donde nos recoge Gonzalo. <p></p><p>Vemos ganado, conejos, casa abandonadas, la vía férrea, abejarucos en verano, los rabilargos en todo tiempo, los milanos, un par de águilas. </p><p>Es un paseo estupendo con hitos clave: muerte, compañía, conversación, campo, cárcel. </p><p>No estamos hechos para estar sentados. Mi cuerpo me pide andar. "Poca cama, poco plato y mucha suela del zapato". </p><p>O la otra versión, de la que soy más partidaria aún, "Mucho trato, poco plato y mucha suela del zapato". </p><p>***</p><p>Comunidad. </p><p>Repaso mi vida estos meses de otoño y cómo he intentado "rellenar" (malamente) esa pérdida de haber acabado el Máster en Humanidades en la Francisco de Vitoria en septiembre. Echo mucho de menos a mis compañeros y a los profesores. </p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjw_XHy7N48C9MiDXdFTNGtmbY7kfdAg5Ezq5dmivTrb9C9MZMWIG6Ao9_FvXfc6lZ-cyvPge2_7J-MR5WSgx9iyRECi_FfZ9aVgXCwVDFtMIfvkirQHnGzVSx1aT9b9Cm-WqNBJptsJw-31sohubhyIZfQMudlLHqj88Ok1AiGj-woZF4WDKGAOdZwJEEg/s4032/IMG_9968.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4032" data-original-width="3024" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjw_XHy7N48C9MiDXdFTNGtmbY7kfdAg5Ezq5dmivTrb9C9MZMWIG6Ao9_FvXfc6lZ-cyvPge2_7J-MR5WSgx9iyRECi_FfZ9aVgXCwVDFtMIfvkirQHnGzVSx1aT9b9Cm-WqNBJptsJw-31sohubhyIZfQMudlLHqj88Ok1AiGj-woZF4WDKGAOdZwJEEg/w300-h400/IMG_9968.jpg" width="300" /></a></div>Sigo estudiando; ahora "Escritura creativa" en la Unir, y en la Ulia "Siglo de Oro" y, en breve, "Pensamiento e Ideologías Políticas", los dos últimos se basan en lecturas concretas, luego haces un trabajo si quieres. Lo paso bien, aprendo, también me desespero a veces por razones que no vienen a cuento, pero no es la comunidad que tuve estos dos años pasados en el Máster. <p></p><p>Soy independiente. Creo que no pertenezco a ningún grupo según mi concepto de "grupo", que es más -lo sé- el de grupete o camarilla. Tengo una especie de resistencia al "grupo" que me viene de familia, creo. <br /></p><p>En cambio, sí me gusta la comunidad, es diferente. Y los amigos, de a pocos preferentemente. Y la familia. </p><p>Tengo comunidad en la parroquia como catequista y con otras actividades diversas. </p><p>La comunidad es importante, la familia también, pero sin comunidad nos deshacemos. </p><p>Y gracias a la Providencia -y a personas que creen que puedo hacerlo- me han encargado una traducción sobre algo que me interesa. </p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>Máster en nubeshttp://www.blogger.com/profile/09425749752334721449noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2225653761888917580.post-40148217167381551822023-12-10T11:05:00.007+01:002023-12-10T18:54:34.032+01:00Las beatas <p> </p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuVPgrzIFaAZi7t_yfnDgVroBtnrzq6MnOyiiT-b-XLiLt7ANpsAaPzYuWetKqrV5EzU29Kl26oaruXZB71G2f6PQG3XWcSJLXf0yBar2isq0V808CGha3m3q1dr_r4G3Xo2vP7eKHRhEtffLiHbbHvu1Ri3oXBp8WWiWQqkSwJ2ZqIu6N2JsFUfqRoDbJ/s500/15705.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="500" height="428" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuVPgrzIFaAZi7t_yfnDgVroBtnrzq6MnOyiiT-b-XLiLt7ANpsAaPzYuWetKqrV5EzU29Kl26oaruXZB71G2f6PQG3XWcSJLXf0yBar2isq0V808CGha3m3q1dr_r4G3Xo2vP7eKHRhEtffLiHbbHvu1Ri3oXBp8WWiWQqkSwJ2ZqIu6N2JsFUfqRoDbJ/w428-h428/15705.jpg" width="428" /></a></span></div><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><br />Hoy a raíz de un tuit de Javier Rihuete volví a recordar un tema en
el que llevo pensando hace tiempo. Se trata de las "beatas" y esa especie de
condescendencia hacia ellas que a veces incluso puede notarse en gente creyente.
<o:p></o:p></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Las Jornadas Mundiales de la Juventud son una cosa muy buena.
Este verano fue una alegría, por ejemplo, ver que la capilla de Adoración de
Ávila (Las Nieves) se llenaba con jóvenes australianos o neozelandeses de
camino (y vuelta) a la JMJ. Bien está todo esto, por supuesto que la fe en los
jóvenes me importa, cómo no va a importarme.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Sin embargo, personalmente creo que si hay algo escalofriante en
estos tiempos es la falta de fe en quienes nos acercamos, por razones puramente
biológicas, más a la muerte. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Por eso a mí las beatas, las viejecitas (los viejecitos
también, pero hay menos, se mueren antes) en las iglesias me encantan. Y las
necesito. Espero acabar en beata musitando avemarías y padrenuestros y suspirando mucho. Es
mi aspiración. ¿Tú que quieres ser? Beata mayormente. Esto es todo un
entrenamiento para acabar en beata y morirme luego. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Que los jóvenes se distraigan tiene, hasta cierto punto, su explicación, no lo justifico, pero el despiste es habitual cuando tienes pocos años. Dios es misericordioso y nos espera a los veinte o a los ochenta.
Pero ver a los mayores pendientes de Telecinco o Antena 3 o preocupados por el
cuerpo creyendo que sólo la
salud es lo importante da mucha pena, la verdad. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Lo normal es que a medida que cumples años pienses más en la
muerte, que tu piedad se acreciente, que pidas más perdones a Dios y al resto, prepararse. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Menos naricitas levantadas y deditos señalando a las beatas,
menos creer que son los jóvenes los que tienen que volver a la Iglesia. Lo
realmente preocupante es cuando los ancianos están a por uvas, síntoma absoluto
de nuestra decadencia. Pasa como en los funerales: sintomáticos de cómo estamos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><o:p> </o:p></span></p>Máster en nubeshttp://www.blogger.com/profile/09425749752334721449noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2225653761888917580.post-39805552955570369102023-12-07T13:16:00.002+01:002023-12-07T13:18:44.470+01:00Lucas quiere un perro <p> </p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisqqrfqNSctJIoh1ZXZRbDhoqNwfUfodmwbAa0usVcuVJEPLA8RVAB0Ukwfs1RHIFD3M0SyqC97favAFp5BOQrRmK3ND0ssyMrXq_GXGj36wRt9eVlSdWzcOB6rwTf0SSce_w5eBzFlaKSBiCl47nmIoPyGsrK8UeFMeUUmck0uLKsR-EyC6zXPgAS_YEE/s1280/foto%20de%20Chico.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="853" data-original-width="1280" height="324" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisqqrfqNSctJIoh1ZXZRbDhoqNwfUfodmwbAa0usVcuVJEPLA8RVAB0Ukwfs1RHIFD3M0SyqC97favAFp5BOQrRmK3ND0ssyMrXq_GXGj36wRt9eVlSdWzcOB6rwTf0SSce_w5eBzFlaKSBiCl47nmIoPyGsrK8UeFMeUUmck0uLKsR-EyC6zXPgAS_YEE/w487-h324/foto%20de%20Chico.jpeg" width="487" /></a></div><br /><br /><o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="text-align: left;">Desde que Lucas recuerda su mayor ilusión ha sido tener un perro. “Un perro” pide en su cumpleaños. “Un perro” escribe ahora y lo dibuja al lado en la misma carta para que así Sus Majestades puedan hacerse una mejor idea o por si no entienden bien el español, porque ellos vienen de Oriente donde se hablan lenguas muy raras.</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">La madre de Lucas le vuelve a dar esa
larguísima explicación de que a los perros hay que cuidarlos. Que mean y cagan.
Que Lucas es aún pequeño. Que no quiere ella acabar ocupándose. Y que lo más
seguro es que los Reyes Magos tengan en cuenta todas estas “consideraciones” </span><span style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-char-type: symbol; mso-hansi-font-family: Calibri; mso-hansi-theme-font: minor-latin; mso-symbol-font-family: Symbol;"><span style="mso-char-type: symbol; mso-symbol-font-family: Symbol;">-</span></span><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">una palabra muy rara</span><span style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-char-type: symbol; mso-hansi-font-family: Calibri; mso-hansi-theme-font: minor-latin; mso-symbol-font-family: Symbol;"><span style="mso-char-type: symbol; mso-symbol-font-family: Symbol;">-</span></span><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"> y crean que es mejor esperar unos
años a traerle un perro.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">El padre de Lucas escucha callado. Y
como ve que Lucas se queda triste, le guiña un ojo y le propone algo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-char-type: symbol; mso-hansi-font-family: Calibri; mso-hansi-theme-font: minor-latin; mso-symbol-font-family: Symbol;"><span style="mso-char-type: symbol; mso-symbol-font-family: Symbol;">-</span></span><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Se me ocurre que tengas un perro
invisible, imaginario, que tú te lo inventes. Así te puedes ir entrenando en lo
que supone cuidarle y demuestras a mamá que eres responsable...<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">A Lucas le parece fantástico. Dicho y
hecho. “Voy a llamarle <i>Chico</i>” dice. Y decide que no será ni muy grande
ni pequeño, más bien mediano. Y sin raza, un chucho de esos “que son los más
agradecidos y simpáticos”, como opina su padre. Con el pelo marrón claro, las
orejas puntiagudas y los dientes pequeños y afilados. De unos tres años, que ya
sepa hacer sus necesidades fuera de casa.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Las primeras horas de<i> Chico</i> son geniales: Lucas le hace una camita con una manta vieja, le pone dos
cuencos para agua y pienso y salen los dos a dar un paseo. Luego es más difícil.
Hay que sacarle cada día varias veces y no un rato, media hora, y llevar las bolsitas esas y recoger siempre su caca. En casa
su madre insiste en que el perro suelta mucho pelo. La Roomba tiene que
funcionar todo el rato y a <i>Chico</i> le encanta la Roomba y la persigue ladrando
como si fuera su enemiga, "a ver si la va a romper", dice su madre. </span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Lucas enseña a <i>Chico</i> a jugar al pilla-pilla, al escondite
y a rodar por el suelo como si fueras una croqueta. </span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Hay momentos de mucha risa
con <i>Chico</i>, hay momentos inolvidables. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Así pasa un mes largo con las ventajas y los
inconvenientes de tener un perro, con lo bueno y con lo malo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Es la mañana de Reyes y Lucas se
despierta de un lametazo. Hay un perro que no es <i>Chico</i> al lado de su
cama. Y el primer pensamiento de Lucas es “¡Vaya lío que
vamos a tener ahora con dos perros en casa, a ver qué dice mi madre!”<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">------------</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">(Nota: este un cuento "ejercicio" o práctica para el Máster en Escritura Creativa que estoy haciendo, asignatura de Literatura infantil y juvenil (gracia, Rocío Arana). He descubierto que a mí lo que "realmente" me gusta es escribir y escribir para niños en concreto. Bueno, también cocinar, la dehesa de detrás de casa, los pájaros, mi marido [<u><i>no</i></u> en este orden, Esperanza, claro...], mis amigos y que venga gente a comer a casa.)</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Seguiré colgando cuentos y textos una vez me los hayan calificado. Tienen que ser, oh-ah, ·"inéditos" o no les valen, ay, mi madre... </span></p>Máster en nubeshttp://www.blogger.com/profile/09425749752334721449noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-2225653761888917580.post-32402918885965714962023-08-01T10:48:00.005+02:002023-08-01T17:05:06.383+02:00Teresa, la amiga de Jesús<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBX8MGzOigh6upJ8FDemR4mRxLgEYKp3WsHMGyIdoX8XHIC9m9X7-M9rhb6vwZ3tYIbcrK6dQGfzMY8ZzYVkOJxd-zBRTfzH_cCGO2YVt68L7DuC6zSH-5TCuLggJ4zLDBMT2yRV1MrO-aeM1F3Av3nDZ_mg_sO3gfIGPX3p2bmUBq6QbkR-tGo1eMUv64/s275/images.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="275" data-original-width="183" height="275" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBX8MGzOigh6upJ8FDemR4mRxLgEYKp3WsHMGyIdoX8XHIC9m9X7-M9rhb6vwZ3tYIbcrK6dQGfzMY8ZzYVkOJxd-zBRTfzH_cCGO2YVt68L7DuC6zSH-5TCuLggJ4zLDBMT2yRV1MrO-aeM1F3Av3nDZ_mg_sO3gfIGPX3p2bmUBq6QbkR-tGo1eMUv64/s1600/images.jpg" width="183" /></a></div><br />Me llama Rosy esta mañana y me cuenta que Teresa ha muerto. Así, de repente. Ayer por la tarde. Que no me lo dijo ayer para que durmiera. <p></p><p>***</p><p>Teresa y Rosy han sido mis compañeras de aperitivo de los miércoles. </p><p>La idea fue de Teresa. </p><p>Yo conocía a Teresa de misa, de la parroquia. Nos dábamos la paz muy sonrientes en misa de 7.30 o en la de los domingos. Nos mirábamos a distancia si estábamos lejos. Hablábamos al salir. Nos teníamos mutua simpatía, cariño, pero un cariño inicialmente "abulense", o sea, a distancia. Hasta que un día ella...</p><p>-"Aurora, he pensado que por qué no quedamos y nos tomamos algo..." </p><p>La idea me pareció estupenda. No tengo muchas amigas en Ávila. Y quedamos que los miércoles a la 1 nos venía bien, sería nuestro encuentro semanal más allá de las misas y eso. Y sumamos a Rosy. </p><p>***</p><p>Teresa era "la amiga de Jesús". Este título le viene porque ella lo decía. Así me preguntaba mi marido por ella cuando yo volvía del aperitivo los miércoles. "¿Cómo va la amiga de Jesús?"</p><p>Teresa "se puso" ese nombre un día de discusión teológica. Porque las señoras, cuando nos reunimos a tomar al aperitivo, hablamos de lo que vamos a poner para comer ese día, de la oferta del Tífer, de nuestros maridos, de los hijos, de España y de teología como se tercie. Y se tercia. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2LXn6gI0_9bIGTqiSVITzf0j65NVdP3AXqv7bAM2EyXIOU5OWhbtaWpcpLQhSS97xoTjIxAE4z_yto2L-IER2AVdkg8r5uRezy7f2krRKobyzLXpOMICxs7zo8GWtRplJwdr2sMXHMYpPECk6Pw_dKvp2P4vnvcBFc2zWNi_wTQWqSRu8NUdDLvNwkgEo/s322/cafeteria2.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="212" data-original-width="322" height="211" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2LXn6gI0_9bIGTqiSVITzf0j65NVdP3AXqv7bAM2EyXIOU5OWhbtaWpcpLQhSS97xoTjIxAE4z_yto2L-IER2AVdkg8r5uRezy7f2krRKobyzLXpOMICxs7zo8GWtRplJwdr2sMXHMYpPECk6Pw_dKvp2P4vnvcBFc2zWNi_wTQWqSRu8NUdDLvNwkgEo/s320/cafeteria2.jpg" width="320" /></a></div><br /><p></p><p>-"Yo, como soy amiga de Jesús, y estoy hablando con Él todo el tiempo..."</p><p>Línea directa tenía. Y la discusión teológica, que ya no me acuerdo de lo que era, se zanjó inmediatamente. </p><p>***</p><p>Teresa ha sido una gran escuchadora. </p><p>Una estupenda confidente. </p><p>Una mujer muy buena. </p><p>Pendiente de los demás, ella no existía. </p><p>La operaron este año y le dolía, pero ella no se quejaba. Sonreía siempre. La sonrisa de Teresa era permanente, de cariño, de verdad. </p><p>Lo hemos pasado genial en nuestro aperitivo de los miércoles. Nos hemos reído incluso cuando queríamos llorar a veces, como ahora. </p><p>La voy a echar mucho de menos. </p><p>Teresa era la amiga de Jesús en vida y ahora ya plenamente. </p><p>Que Dios la tenga en su gloria por todo el amor que ha repartido a diestro y siniestro. <br /></p><p><br /></p>Máster en nubeshttp://www.blogger.com/profile/09425749752334721449noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2225653761888917580.post-34217984073491131102023-07-08T09:30:00.004+02:002023-07-08T13:47:13.649+02:00La estación más cruel <p></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhS59G7XYzGWMa8nJamTtB5qoekaWbdL3aMsvwh0JoZYbGB_arWuNnASrNqb6PClep4gAFQ2oxfwRndU_LU2KVo1OCWtWhCVB9e2VUNxLnjSl_ORnToMpeli34FUMPOo3ITod-UagtqD20v4IiSc0YbL4kSbo_Qj8GqG1YaeGtn5_tn4sen8N0mc7soYZSP/s500/ortiz%20echague%20universidad%20de%20navarra.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="323" data-original-width="500" height="376" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhS59G7XYzGWMa8nJamTtB5qoekaWbdL3aMsvwh0JoZYbGB_arWuNnASrNqb6PClep4gAFQ2oxfwRndU_LU2KVo1OCWtWhCVB9e2VUNxLnjSl_ORnToMpeli34FUMPOo3ITod-UagtqD20v4IiSc0YbL4kSbo_Qj8GqG1YaeGtn5_tn4sen8N0mc7soYZSP/w581-h376/ortiz%20echague%20universidad%20de%20navarra.jpg" width="581" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">"Castilla, cerros y nubes", foto de Ortiz Echagüe (Museo de la Universidad de Navarra) </td></tr></tbody></table><br />Puede que, como escribía Eliot, abril sea el mes más cruel, pero la estación más cruel yo creo que es el verano. <p></p><p>El verano tiene muchas caras. </p><p>Una alegre y luminosa: las vacaciones, la playa, la montaña, el descanso. Tener tiempo, poder leer, la posibilidad de volver a ver amigos o familiares a quienes no vi casi en todo el año salvo en bodas, funerales o Navidades.</p><p>Otra definitivamente zafia, porque al calor nos mostramos con todas nuestras debilidades. Más discusiones, más gente, a veces un espanto. Más gritos, peor educación. El verano no es la estación de la elegancia salvo que te encierres en una casa con patio y una parra o versiones similares. Me lo dijo un compañero joven de Máster: mi ideal de verano es irme al pueblo de mi abuela en La Mancha y pasarme leyendo todo el mes con ella al lado. </p><p>Pero hay otro verano, esa cara cruel que empieza por verte más débil, más mayor, el declive del cuerpo y la cabeza (por decimosexta vez en el día ¿dónde habré puesto mis gafas?). </p><p>Al principio era con tus padres, a quienes veías en la piscina o en la playa cada verano. Pero luego eres tú misma. Y recuerdas la frase "algún día otro te ceñirá e irás donde no quieres ir".</p><p>Murió Ignacio el 30 de junio. Mis padres lo hicieron también en dos veranos, 1988 y 2010. Lo recordaba el otro día con un hermano mío. El calor, la llamada en la madrugada o el buscarte en mitad de un congreso, primos interrumpiendo sus vacaciones para acompañarte, la luz cegadora, el llanto inconsolable, la soledad, saber que esa delgada línea de tierra se hace aún más delgada y el cielo, como en las fotos de Ortiz Echagüe, más grande y más alto. </p><p>Ha muerto también el padre de una buena amiga y no me ha dicho nada para que no bajara al entierro.</p><p>"Rezamos los unos por los otros" es desde hace años mi despedida con muchos amigos cuando hablamos. </p><p>****</p><p>Y con todo, hay muchas alegrías y hay esperanza. </p><p>Mi hijastro y su mujer esperan su primera hija, Julia, para agosto. Vienen unos amigos a comer y soy feliz. Nos invitan a Gonzalo y a mí a comer por decimocuarta vez Leti y Manel y sé que lo pasaremos bien. Una amiga se acercará desde Toledo con su hija y su marido a visitarnos. Otra amiga me cuenta que ha alquilado una casa en un pueblo cercano a Ávila. </p><p>F creo que ha encontrado trabajo. </p><p>P está haciendo el Camino de Santiago y pensando. </p><p>Y, A y su bebé salen adelante. </p><p>E está de viaje y quizás Dios llame a su puerta y cene con él y él con Dios. </p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>Máster en nubeshttp://www.blogger.com/profile/09425749752334721449noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2225653761888917580.post-43343866246093542752023-03-16T12:55:00.003+01:002023-03-17T21:16:11.287+01:00Mejor con dos piernas <p>Me dan envidia mis compañeros de Máster, los jóvenes. Se lo dije a un profesor: van a aprender algo que a mí me hubiera venido muy bien a los treinta. </p><p>*** </p><p>Dar una conferencia sin consultar un sólo papel, a mi entender, es digno de admiración. Es otra de las características, a menudo, de un buen profesor: ser capaz de "sostener" una clase con su sola palabra y que a los alumnos no les haga falta más. Sé de lo que hablo como alumna. </p><p>***</p><p>No somos conscientes de la gran carencia de formación que tenemos. No ya los de veintipocos o adolescentes, los mayores también.</p><p>Llevamos décadas de una deriva de la educación escolar y universitaria. Formalmente hemos sido escolarizados, pero carecemos de las herramientas más básicas, que son, entre otras, la de una formación filosófica adecuada. Sí, también en literatura. En general en Humanidades. </p><p>Te das cuenta cuando lees Pedrito Andía u otras novelas de adolescentes "de antes". Un adolescente, sí, de colegio de jesuitas (si mal no recuerdo) antes de la guerra civil española era capaz de escribir una obra de teatro. El pastor de Tir Na Hilan (Sean O´Sullivan) hablaba griego, aún lo recuerdo recitarme trozos de la Iliada y yo sin caer en qué era. </p><p>Y aunque es cierto que mucha menos gente accedía a la educación, también lo es que el contexto facilitaba que sin escolarización formal se supieran cosas elementales como lo que es, es , y lo que no es, no es, el principio de identidad, la nada no es... Sentido común se llamaba. </p><p>Precisamente porque eso ha desparecido hoy, hace falta empezar enseñando que en muchos ámbitos la opinión, interesante, no puede sustituir a lo que las cosas son. </p><p>***</p><p>Aceptar que no tenemos ni idea de lo más básico es clave. Querer entonces formarse. Querer aprender. Estudiar. Poner los medios. </p><p>Esto, para la formación religiosa, me parece que es también clave. </p><p>Pero claro, es "reconocer" que no sabes en algo en lo que hasta el tato opina. Y pasar por un proceso que ya no es el del "yo opino", "pienso", "creo", "me parece"..., sino dedico tiempo a saber qué es lo que es y quiénes, antes que yo, una mindundis, lo han explicado y su explicación, o sus argumentaciones. </p><p>La Iglesia siempre ha creído en la razón. ¿De qué, si no, iba a fundar las primeras universidades?</p><p>Lo testimonial o experiencial, que es importante, no puede sostener por sí sola la fe. Precisamente porque el contexto hoy es el que es. Y porque la fe sobrenatural no implica no profundizar en lo razonable de algunas cosas. </p><p>"Yo, que fui a colegio religioso..." como coartada del "enterado" en temas "religiosos".</p><p>... Perdone, ir a un colegio religioso o confesional hoy -y ya desde hace décadas- no "garantiza" no ya que Vd. sepa algo de religión católica, es que no garantiza en absoluto que Vd. tenga idea de lo más básico filosóficamente hablando (que es clave para también para lo religioso). </p><p>Y si en el mejor de los casos Vd. sí recibió ambas -una buena educación religiosa y una buena educación en humanidades- , es bastante posible que, tras dejar el colegio, Vd. (y su entorno incluso religioso, familiar, social, etc.) hayan obviado -minimizado, olvidado, no prestado ninguna atención- a cualquier formación en el área desde aquel entonces. </p><p>Así que, en el mejor de los casos (el de de haber recibido una buena formación religiosa y en humanidades en su infancia y juventud), casi con total seguridad Vd. se habrá quedado en aquello... sin alimentarse de formación en serio en el área acorde a sus años... y al contexto actual, que no es ya contrario a la fe, es que es totalmente irracional, puritito sentimiento y ligereza.</p><p>Ya lo decía en "Dios no mola" (God is not nice) Ulrich Lehner hace años, bien que perseguí que se tradujera el libro (y luego se tradujo milagrosamente, cosas de la vida). </p><p>Creo en lo testimonial y experiencial, en el ejemplo, en muchas otras cosas, pero creo que, sin formación en serio (para empezar siendo conscientes de que la necesitamos... y la busquemos, la pidamos, es derecho y es deber de todo cristiano), honradamente nos quedamos en un entorno no infantil (que niños hay que ser siempre), sino infantiloide. </p><p>Andar sobre las dos piernas creo que es mejor: razón y piedad/caridad/ etc. </p><p>Pero es mi opinión, sí, claro: tras la experiencia del Máster y otras experiencias recientes sobre la impresionante ignorancia en la que nadamos. Y sobre el pedaleo. </p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>Máster en nubeshttp://www.blogger.com/profile/09425749752334721449noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2225653761888917580.post-85603904600876363822023-03-09T07:08:00.013+01:002023-03-16T11:11:18.509+01:00El mordisco y las "raras"<p>Mientras le daban los puntos Anita temblaba. </p><p>Llevé a la perra al veterinario por la mañana, tenía que vacunarla. Con tan mala fortuna -mi perra es como Paco Martínez Soria, la ciudad no es para ella- que tuvimos que volver por la tarde. </p><p>***</p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-nHyef_SoNrxUpuWiiVX7kTyjF9BLkyZSpVFLbOxyB9gu5uR2J0wbKEAMKSKa9BeQ4AHluktgMmSRpYwxNukH-WJThVG-Q__vCocmysv3V8fLHYVsEnyCkxMu2EBEMOlBMKu2oxHHAwWwMlPyea15gNlOzHjy9Nurpe8wxA3n01MLTPhBNXRLCBQlbg/s225/descarga.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="225" data-original-width="225" height="254" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-nHyef_SoNrxUpuWiiVX7kTyjF9BLkyZSpVFLbOxyB9gu5uR2J0wbKEAMKSKa9BeQ4AHluktgMmSRpYwxNukH-WJThVG-Q__vCocmysv3V8fLHYVsEnyCkxMu2EBEMOlBMKu2oxHHAwWwMlPyea15gNlOzHjy9Nurpe8wxA3n01MLTPhBNXRLCBQlbg/w254-h254/descarga.jpg" width="254" /></a></div><br />Estaba hablando con uno de mis hermanos. Anita andaba tan contenta por el descampado. Es amigable mi perra y nunca se pelea con nadie. Dos perros, quizás dos perras, se le acercaron y pensé, desde lejos, que era una simple escaramuza territorial. A veces sólo hace falta unos gruñidos y los perros se mantienen a distancia unos de otros, no hay que intervenir, hay que dejarles. <p></p><p>Llegamos a casa y yo tenía cita con <i>las chicas de oro</i>, ni me di cuenta del mordisco, salí pitando. Al volver a casa vi la dentellada, unos 3 cm de piel y pelo levantado y sangre. Tuve que esperar a que abriera Joaquín por la tarde. </p><p>Los puntos, antibióticos, un collar de esos como de los Austrias, taparle la herida con una camiseta. Para decir verdad no parece muy afectada .</p><p>***</p><p>Un día ayer para no oír nada. Hice mal en entrar a trapo, es perder el tiempo para nada. Pero no soporto la petardez del feminismo, el "yo también soy feminista", esa especie de marchamo hoy generalizado. Es una coartada, una declaración vacía, o peor, con un contenido de espanto. </p><p>Hoy puedes ser feminista, ecologista, consumista, activista, materialista, el pack completo, un <i>metoo</i> de aceptar la agenda dominante sin poner en la más mínima duda el marco. El feminismo de las mechas<i> balayage</i> o de las californianas, todas las llevan, no hay quien no se tiña el pelo, no hay quien se atreva. </p><p>Deberíamos dejar que se arreglaran entre ellas. O, como suele pasar, y la experiencia demuestra en tantos movimientos sociales, que se peguen entre ellas las dentelladas. Hay mucho trabajo para perder el tiempo con tanta plasta. Creo que hay estar en otro lado, no jugar con un tablero lleno de trampas. </p><p>Pero no: hay tanto complejo, que se les sigue dando cancha. Quizás pensando que hay algo recuperable: ingenuidades. Pero sobre todo, y muy especialmente, hay caraduras. </p><p>Sólo hace falta entrar en Linkedin -o ver la propaganda de todo el Ibex- para darse cuenta de que parte de "la carrera" es apuntarse "al morado". Es como un epígrafe clave de los historiales profesionales para poder subir, progresar, para estar a <i>la page. </i>Si te mueves fuera de ese marco, no existes, no sales. Automáticamente te descartas. Eres rara, no ya facha, que también: <i>rara</i>.</p><p> <i>Sic transit gloria mindundi.</i></p><p>No ser feminista es el nuevo punk. </p><p><br /></p>Máster en nubeshttp://www.blogger.com/profile/09425749752334721449noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2225653761888917580.post-1458445268623014062023-02-26T15:40:00.007+01:002024-01-29T09:27:20.755+01:00"El viento que atraviesa", de José Julio Perlado<p><span></span></p><div class="separator" style="clear: both; font-family: trebuchet; text-align: center;"><span><br /></span></div><span><br /><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; font-family: trebuchet;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgn3DdpdF5NmtN0FVmZzxqVgBDjDe-Mv-vQhtS0eJ11QTkba8mOJQhXk9WwVmHFNI9072PZor_7QJmq9WMhd8iR5I4ELVX3YclMzYzzTIzr2mwxPIErwedWhr0K779wURL0KIEZd_qdspydH6bbbCHJZcDsvOX2kHlIK2_fleP0DEiSxCyAFe-TosnPXA/s1200/senoritas-de-la-gran-via.jpg" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="953" data-original-width="1200" height="223" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgn3DdpdF5NmtN0FVmZzxqVgBDjDe-Mv-vQhtS0eJ11QTkba8mOJQhXk9WwVmHFNI9072PZor_7QJmq9WMhd8iR5I4ELVX3YclMzYzzTIzr2mwxPIErwedWhr0K779wURL0KIEZd_qdspydH6bbbCHJZcDsvOX2kHlIK2_fleP0DEiSxCyAFe-TosnPXA/w281-h223/senoritas-de-la-gran-via.jpg" width="281" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Foto de Catalá Roca (Las señoritas de la Gran Vía) </td></tr></tbody></table><span style="font-family: georgia;">La empecé el viernes yendo de copiloto hacia Valladolid y la he acabado esta mañana. </span></span><p></p><p><span style="font-family: georgia;"><b><i>El viento que atraviesa </i></b>era, creo, la única novela que me quedaba por leer de José Julio Perlado. La escribió entre 1964 y el 67, entre Madrid y Roma, ciudades ambas donde transcurre la narración. Sólo se encuentra en Iberlibro, hay que darse prisa. </span></p><p><span style="font-family: georgia;">No tengo mucho tiempo para escribir esto, pero quiero compartir mi entusiasmo y mi agradecimiento porque es preciosa. </span></p><p><span style="font-family: georgia;">¿Podríamos llamarla una novela de iniciación? De esas del paso de la juventud a través de diversas encrucijadas hacia esa otra edad (supuestamente) más asentada. </span></p><p><span style="font-family: georgia;">Es una solidísima narración, muy agustiniana (y todos</span><span style="font-family: georgia;"> somos Agustín, hallamos </span><i style="font-family: georgia;">tarde </i><span style="font-family: georgia;">a la Belleza y estamos inquietos, a los 20 o a los 40) que tiene como protagonista a un chico de provincias que se va a estudiar a Madrid en los años 60. </span></p><p><span style="font-family: georgia;">Estudiar, lo que se dice estudiar, no estudia mucho. En fin, como tantos. Gran retrato de tipos diversos de esos años, entre el barrio de Salamanca y Gran Vía, de niños bien y <i>bon vivant</i>s, también de algunas miserias de aquel tiempo, y ese run-run interno en el interior y que no se consigue acallar aunque se acalle.</span></p><p><span></span></p><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; font-family: trebuchet;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgixLK8D4m01Rj9YMcQQbRldTWGeemGWtvOsStpYJIJswJjaTdRUQUBpU9Y7kD-0c_u9G4BPfYsJ_HMiFjc-WcJZKXjPQd1CCsOhCQv_KOQMxSjH0ZRaVGGx9ybKHETq80uyKO9HW32Taswyc5djVeZazvXMryssIlLUmGffq7AwvyHyXB4_0cdyGSxdg/s550/una-foto-del-ristorante.jpg" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="362" data-original-width="550" height="196" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgixLK8D4m01Rj9YMcQQbRldTWGeemGWtvOsStpYJIJswJjaTdRUQUBpU9Y7kD-0c_u9G4BPfYsJ_HMiFjc-WcJZKXjPQd1CCsOhCQv_KOQMxSjH0ZRaVGGx9ybKHETq80uyKO9HW32Taswyc5djVeZazvXMryssIlLUmGffq7AwvyHyXB4_0cdyGSxdg/w297-h196/una-foto-del-ristorante.jpg" width="297" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Autor desconocido (Trip Advisor) </td></tr></tbody></table><span><span style="font-family: georgia;"><br />Luego viene Roma, viene Italia. Roma justo después del Concilio, con esos comunistas tan ¿elegantes?, la <i>gauche divine</i> a la italiana, tipos fascinantes, la <i>macchina</i>, la Cúpula de San Pedro al fondo, las catacumbas, en fin... </span></span><div><span><span style="font-family: georgia;"><br /></span></span></div><div><span><span style="font-family: georgia;">Y ser joven. Y estar enamorado. O no estarlo. Y caer en la cuenta. O caer simplemente. Ser humano. Tener pliegues. Tener recovecos. No tener cabeza. O tenerla a ratos. Ser de una crueldad como sólo podemos serlo los hijos con los padres cuando somos jóvenes. En fin, la vida misma. </span></span><p></p><p><span style="font-family: georgia;"><span>Yo quisiera que esta novela la leyeran personas más jóvenes que yo, porque quizás en mí ha resonado por lo que sea, pero es posible que a alguien de veinti pocos años hoy le resulte Daniel, su protagonista, algo extraño. </span></span></p><p><span style="font-family: georgia;"><span>Me pasa como con <i>Rosa Krüger </i>o <i>Pedrito Andia</i> y otras, que son novelas que a mí me parecen apasionantes, pero que me pregunto si a una persona joven le llegan, le dicen tanto como a mí. </span></span><span style="font-family: georgia;">Aunque c</span><span style="font-family: georgia;">reo más bien que sí, que es cuestión de sensibilidad y educación, o a veces ni de eso, resuenan , pero querría asegurarme. </span></p><p><span style="font-family: georgia;">Salvando las distancias, creo que es una novela como otras de iniciación, que nos cuenta ese paso incierto de los veintialgo. Que quizás hoy se prolongue hasta los treinta. Pero cuenta ese paso, esos tropezones y esa Gracia. Un tema eterno, vamos, constante. </span></p><p><span style="font-family: georgia;"><span>En esta novela, y he caído en la cuenta, ya está ese Perlado de los mil colores ocultos del fondo del mar que sólo Dios conoce aunque no lo vea nadie y que él nos explicaba en clase de escritura. </span></span><span style="font-family: georgia;"><span>Está ya ese Perlado con quien tanto se disfruta en su blog <a href="https://misiglo.es/">Mi siglo</a>, esa constancia del artesano. Y e</span></span><span style="font-family: georgia;">sa ristra de descripciones luego a borbotones, maravillosas, plásticas, que te envuelven , y tantas cosas que pasan. Porque siempre pasan muchas cosas en la ficción de Perlado. Y los</span><span style="font-family: georgia;"> mil velos de la realidad que se te abre, esa maravilla de un día, de una tarde, de cualquier momento o detalle. Es como si estuvieras tú en la montería o en las catacumbas y olieras y oyeras y vieras lo que ven los personajes. Y, sobre todo, los pliegues, recovecos, huequitos, luces, sombras, también colores, que es, que somos, cada alma humana. Eso último, para mí, es casi lo más importante. Nuestro nombre de verdad sólo lo conoce Dios. Y esta novela va de eso también. </span></p><p><span style="font-family: trebuchet;"><br /></span></p><p><br /></p></div>Máster en nubeshttp://www.blogger.com/profile/09425749752334721449noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2225653761888917580.post-86687622193836374782023-01-12T07:25:00.006+01:002023-03-16T11:04:03.940+01:00El cortavientos de Ignacio<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxooyi58Br9_K7uREN1RToy1hDBray_doWub5PVFdiitvFSbJPfgksuSTm63i15HsrCcvIqhsyV9-NBDztWAW1VHLh5jof8_hjcZRveI2kN6CqhjiNW97ZeWOc58b6MEINxDrB43yU7uy3VE_b8gwCK_c0CY2DJ6lyoBHC26PNsSA6bPddeE8wgMw3bA/s1728/PHOTO-2022-12-15-12-12-25.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1296" data-original-width="1728" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxooyi58Br9_K7uREN1RToy1hDBray_doWub5PVFdiitvFSbJPfgksuSTm63i15HsrCcvIqhsyV9-NBDztWAW1VHLh5jof8_hjcZRveI2kN6CqhjiNW97ZeWOc58b6MEINxDrB43yU7uy3VE_b8gwCK_c0CY2DJ6lyoBHC26PNsSA6bPddeE8wgMw3bA/s320/PHOTO-2022-12-15-12-12-25.jpg" width="320" /></a></div>Tengo un buen amigo. Lo somos desde hace casi treinta años. <p></p><p>Hace unos veintialgo, vivía mi madre aún, me regaló un cortavientos que los Reyes le habían puesto. Por lo visto, él ya tenía uno y no le hacía falta. Es hombre de pocas cosas Ignacio. Debió de pensar que para mis paseos buscando pájaros me iba a venir bien su cortavientos. </p><p>El cortavientos de Ignacio es verde por fuera, de tela impermeable, ligerísimo. </p><p>Un cortavientos tiene que ser ligero, pesar poco. Se pasa mal en el campo si algo te pesa. Además, los plumas me acaban dando un calor insoportable cuando ando. Prefiero un buen polar y una camiseta debajo y encima, siempre, el cortavientos de Ignacio.</p><p>El caso es que el cortavientos me estaba, y me sigue estando, bastante grande. Pero no me importa nada. Me recojo algo los puños, les doy la vuelta, y arreglado. Y además así voy comodísima. Me gusta ir ancha, que me sobre la ropa. Así que llevo años con ese cortavientos que me viene a todas luces grande andando por el campo. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1iKvU0S03-tXkeL5SndXYm69o60_Q9PYGnTI1gh7gcnoOzQqBRGDE4mBoce0VoGOZRfvyElSDy7CzDwlJUrMVS4KugI-y2KSnDD3xCNgofMn4BOkkIkgDIbEFWjmU9KNgtR6SxI9TvNfua3-7kZy1-uq19JFBbx9nOKfKcV9nbiLj025wTD1HiL60Kg/s1728/PHOTO-2022-12-15-12-12-25%20(2).jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1296" data-original-width="1728" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1iKvU0S03-tXkeL5SndXYm69o60_Q9PYGnTI1gh7gcnoOzQqBRGDE4mBoce0VoGOZRfvyElSDy7CzDwlJUrMVS4KugI-y2KSnDD3xCNgofMn4BOkkIkgDIbEFWjmU9KNgtR6SxI9TvNfua3-7kZy1-uq19JFBbx9nOKfKcV9nbiLj025wTD1HiL60Kg/s320/PHOTO-2022-12-15-12-12-25%20(2).jpg" width="320" /></a></div><p></p><p>Murió mi hermana. </p><p>Murió mi madre. </p><p>Hice diversas mudanzas en estas casi tres décadas. Muebles y libros. Trabajos. Me casé y me vine a vivir a Ávila. Alquilamos una casa en Carnota hace ya nueve años. </p><p>Hizo también Ignacio varias mudanzas. Ligerísimas todas, como su cortavientos. </p><p>Murió su madre. </p><p>Se jubiló. </p><p>Seguimos hablando y viéndonos. Somos amigos del alma. Una de nuestras grandes alegrías es tenerle a comer en casa. </p><p>Con su cortavientos, que sigue impecable, he andado por Guadarrama, por Campoazálvaro, hasta la playa de Carrofeito o subido hasta Bico do Santo. Y con ese mismo cortavientos vi hace un par de años a una gineta subida en un árbol que se me quedó mirando de hito en hito, como diciéndome ¿y tú qué haces ahí, maja, con ese cortavientos que te sobra por todas partes? Los animales ven cosas que no vemos los humanos. </p><p>El cortavientos de Ignacio y sus casi treinta años de ligereza y cálida compañía, cortando el viento en pleno campo. </p>Máster en nubeshttp://www.blogger.com/profile/09425749752334721449noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2225653761888917580.post-70735788443443401592022-12-19T20:21:00.009+01:002022-12-19T20:39:36.543+01:00El hombre curvado sobre si mismo<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCDY9bm1tT_K0Qiv0xQS4JvTd_5zPB24JWsljqJd9vi7n3LOiyKGcJ9uW6v66rCNo9xg_V_qwJK0NMlmJr77Vs9L7PWWPadzR5ZtdhOE5lYd1CocrxPMEYOJ2DZIQwzYJFM2nWzYV0swixpNS_3L22OaJrtuKfcCxPHp14r3pY3Tk-bshOJhKosViHkg/s1366/1366_2000.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="910" data-original-width="1366" height="330" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCDY9bm1tT_K0Qiv0xQS4JvTd_5zPB24JWsljqJd9vi7n3LOiyKGcJ9uW6v66rCNo9xg_V_qwJK0NMlmJr77Vs9L7PWWPadzR5ZtdhOE5lYd1CocrxPMEYOJ2DZIQwzYJFM2nWzYV0swixpNS_3L22OaJrtuKfcCxPHp14r3pY3Tk-bshOJhKosViHkg/w496-h330/1366_2000.jpg" width="496" /></a></div>Hace muchos años alguien me contó que fue Lutero quien había escrito que el hombre era un ser curvado sobre si mismo. Este verano leyendo a Luri vi otra vez la referencia, si mal no recuerdo. A mediados de noviembre en clase de Estética volvió a salir el tema, y el profesor Bueno, que se educó en los agustinos (además de más cosas), me dijo que la frase no era de Lutero, sino del mismísimo San Agustín. <p></p><p>El caso es que lo de curvarse sobre uno mismo es un tema que me ha preocupado de siempre. Tenemos necesidad de mirar para dentro, de una vida interior (ascética y no ascética, con nosotros mismos, con nuestra conciencia, un largo etcétera, vida interior en sentido amplio del término). No se puede vivir sólo para fuera. <br /></p><p>"Entrad en vuestra habitación interior" les decimos a los niños en catequesis. Se lo decimos para enseñarles a rezar, pero sabemos que les servirá más allá de la oración.</p><p>A la vez, creo que hay un cierto peligro en ese volverse hacia dentro... no sé si por exceso (creo que no), sino más bien por desvío, deriva, llámalo zeta. Un desvío que puede causar ¿la enfermedad?, ¿la caída -original o la frecuente-? En fin. Nuevo largo etcétera. Los años casi seguramente. </p><p>Vi hace unos años dos series que me gustaron, nihilistas ambas, pero decentes. Hay un nihilismo decente, creo. Bueno, vale, un poco de postureo también, pero ambas me parecieron bastante honradas. Me reí bastante con las dos y me hicieron pensar. </p><p>"After life", británica, con Ricky Gervais, un viudo inconsolable que no quiere vivir sin su mujer (muy comprensible esto). La otra es "El método Kominsky", esta con Michael Douglas y con mi adorado Alan Arkin que le roba a Douglas media serie y que hace un personaje genial ("spoiler": es un ser "fastidious", ver más adelante...) <br /></p><p>Las dos series van sobre la vejez. Quizás la primera más sobre la soledad en el envejecimiento. En ambas salen ese tipo de personas que ya han pasado los 50 (y muchos en la segunda) y que a veces ya no entienden el mundo en que viven, no les gusta. Es una mezcla de sentirse "fuera" y otra mezcla de cosas.</p><p>Algunas tienen que ver con esa tentación tan frecuente de pensar que casi todo el mundo es imbécil. Está mal esto, porque a veces el imbécil es uno. Pero el caso es que, no sé, un ejemplo, enciendes la tele o la radio o lees a h o b y dices "no cabe un tonto más". Pero caben. </p><p>Chesterton dice que esto es comprensible porque todos hemos odiado a la humanidad cuando estamos enfermos o en un autobús lleno de gente, que el problema es cuando creemos que esto es un signo de "aristocracia" (él pone a Nietzche como ejemplo) y ahí si que no: entonces es un signo de los débiles de nervios. En fin, eso. Ser "fastidious" (petardo, que todo te moleste, quisquilloso, en fin, hay mucha variedad en esto) se permite, pero no que se crea uno que eso es porque uno es mejor que otros. </p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8KSvTly_0snwkOX_h9c_VCuOIXJs_UhlLC4kjPvxWZHsIOq6x-Ix00n65zEUdo3Z7an6kq2nTKNNSO4KocxU13_gNdm1GxkDhM2YUBm_-WE_ADhtFh_2PE7YFOIhnSS7IeSoKy8V3hdKRjsrjY5EHbUvz4rj20oDDuoqCrropvxpoAGgN2k2_2eScEw/s1024/la-belle-epoque-4-e1634931814353-1024x495.webp" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="495" data-original-width="1024" height="197" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8KSvTly_0snwkOX_h9c_VCuOIXJs_UhlLC4kjPvxWZHsIOq6x-Ix00n65zEUdo3Z7an6kq2nTKNNSO4KocxU13_gNdm1GxkDhM2YUBm_-WE_ADhtFh_2PE7YFOIhnSS7IeSoKy8V3hdKRjsrjY5EHbUvz4rj20oDDuoqCrropvxpoAGgN2k2_2eScEw/w407-h197/la-belle-epoque-4-e1634931814353-1024x495.webp" width="407" /></a></div>El otro día vi una película que me encantó, "La belle époque", con Fanny Ardant y Daniel Auteuil. Salvo una cosa horrorosa sobre el aborto -da mucha pena- y unas "escenitas" que no hacían falta (estoy como mi madre, Dios la tenga en su gloria), la película creo que aborda ese <i>demonio del medio día</i> -esto es muy francés, como la peli- que, creo, es el más frecuente en algunas edades, pongamos a partir de los 50 y bastantes. <p></p><p>Es el demonio del no entiendo el mundo, no me gusta y en consecuencia me hago un ovillo, ea. Aparte (o antes, oh, cielos), al mundo tampoco parece que yo le interese para nada -ni mi opinión, ni lo que pienso, ni lo que sé, ni nada-. Ajá, puede que esté ahí el tema o gran parte del tema en algunos casos. </p><p>Re-cordar es volver a pasar por el corazón. </p><p>Es algo que hay que hacer a menudo en el matrimonio, en la amistad, en la fe. En todo, creo. Para re-encantarnos (y re-crear/nos, los "mundos posibles" se hacen así) no en plan lelo, pero sí para no acabar siendo el inmenso petardo (comprensible, pero petardo) que es Daniel Auteuil o Alan Arkin. Para pasarlo uno mejor. También para que con-vivir con nosotros sea más fácil; y porque la vejez tiene ese enorme peligro de curvarse sobre uno mismo no en exceso -nunca hay exceso de vida interior, creo-, sino malamente. Y no. No se puede vivir así. </p><p>¿Que hay una parte de curva sobre uno mismo "causada" porque el mundo te aparta -y media humanidad es imbécil (incluyéndonos)- ? No voy a negarlo, es evidente y más en nuestro país donde a partir de los 40 y no digo los 60 estás fuera de todo lo "laboral", hayas hecho lo que hayas hecho. Es igual. Hay otros datos que añadir a esto, pero no hace falta. </p><p>No se lo demos en bandeja. Ni al demonio ni al mundo. </p><p>Volví a recordar a René Girard esta mañana. El deseo mimético y la violencia que nos hace ya no fuera -que la hace-, sino por dentro. En la vejez está también ese deseo mimético (como en el feminismo, como en tantas cosas). Pero esto da para otro post.</p>Máster en nubeshttp://www.blogger.com/profile/09425749752334721449noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2225653761888917580.post-2855364671920500322022-10-24T11:18:00.010+02:002022-10-24T11:29:01.373+02:00Del estilo remordimiento español al frío uniformizador<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgs6dmnNWM_bN7K9J9FDFTIjHq2w2OfIDkeify9AxOQWjMzYeLN1eFpud3G80-a7KZFFdO3XhCXebMhzfyrBAVzMOrBkR6WVyb06JRzrgE3V7K-iQlJk6IAJbe6zV-W0G6BaBvUgLh1wgd5EgAReg5IjGPpjQfco7EsjRI2aEEf9bn9paRAhx4FqwUT5A/s396/10c837fb-43cc-401c-94c7-7cc0aef6e335.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="223" data-original-width="396" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgs6dmnNWM_bN7K9J9FDFTIjHq2w2OfIDkeify9AxOQWjMzYeLN1eFpud3G80-a7KZFFdO3XhCXebMhzfyrBAVzMOrBkR6WVyb06JRzrgE3V7K-iQlJk6IAJbe6zV-W0G6BaBvUgLh1wgd5EgAReg5IjGPpjQfco7EsjRI2aEEf9bn9paRAhx4FqwUT5A/s320/10c837fb-43cc-401c-94c7-7cc0aef6e335.jpg" width="320" /></a></div>Mis primas por parte de madre y yo acuñamos el término "remordimiento español" para llamar así a aquellos muebles de nuestra abuela de rotunda y pesada madera, oscuros, difíciles de mover, a veces con curiosas formas talladas, incluso creo que recordar unos del comedor con patas con esculturas de senos femeninos. ¿Cómo podía tener nuestra abuela semejantes muebles? <p></p><p>El caso es que desde los 50 hasta finales del siglo pasado la cosa del confort hogareño ha mejorado notablemente en España. Para todos afortunadamente. Pero mientras mejoraba, también permanecía un estilo que podemos llamar "burgués" de personalización y calor: butaquitas tapizadas con telas elegidas cuidadosamente, mueblecitos heredados o encontrados en algún chamarilero, regalos de boda incluso, compras a lo largo del tiempo. Así recuerdo la mesa de comedor de mis padres, que ahora tiene mi hermano Paco, la pequeña librería con puertas ahora en casa de Juan o la mesa de comedor de Boecillo que yo tengo. </p><p>En este siglo todo es más uniforme, en mi opinión a menudo más frío y más feo. Me gustan el espacio y la luz, pero me espanta la frialdad que veo. Ni la acumulación ni la celda. Y eso que me gusta el Císter... para visitarlo, no para vivir en él. </p><p>Entre ese oscuro estilo remordimiento español y esa cosa a veces tan heladora nórdica hay más posibilidades. Pero hay que dedicar tiempo. El ojo se educa. Como el corazón. No, no es sólo dinero ni principalmente. </p>Máster en nubeshttp://www.blogger.com/profile/09425749752334721449noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2225653761888917580.post-67908995996718201522022-10-11T14:41:00.009+02:002022-10-11T15:27:27.314+02:00Lo personal es político. Lo político es personal. <p>Lo personal es político. O, más bien, lo político es personal en muchos
casos.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Lo hablé con X hace años. Detrás de muchas posiciones sobre
temas "políticos" –así, en amplio- <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>hay
biografía. Simple y llana biografía: anécdotas, sucedidos, dardos, heridas,
encontronazos. Vida pasada. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Yo, como Jiménez Losantos, no puedo con el comunismo. Él
porque fue comunista. Y yo, qué cosas, confieso: más allá de temas de
profundidad, que claro, “básicamente” es que tuve un novio comunista. Que era
imbécil y me dejó plantada. Por eso intento no escribir sobre comunismo. Porque
sé que no soy yo quien critico: es la Aurora casi adolescente y dolida por
aquel daño.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Aún. Sí, aún. ¿Qué pasa? Soy una romántica. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Más. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Leo (podría ser escucho también) a alguien que me parece furibundo.
Y, sobre todo, que me parece terriblemente injusto en lo que concluye. No puedo con
lo que creo injusto. No puedo con lo desmesurado. Y eso que me mola la cosa ignaciana o española de o todo o nada.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Hay que criticar. Es sano. La crítica bien hecha suele
servir siempre. Pero también a los toros hay que torearlos. Y no todo el
mundo puede. Ni, desde luego, sabe.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjubrP6fBwvhOfN4TxU47r8AKRF8nbjOprQvby7BdHZnPTSU4I3Twi_OdckPCoci4xMQBcPE3jshvGpB-u38xqGANdjsjS1nqa-rD6bM9dbK2eMUQvbKxxWwQcF6p6YsXUMsRVDaQYTTS2fSo4M-hVfriQJTB0eikeT0hgjXfNrHYVX4QCT_Y-gpv9zQw/s4032/ENSALADA%20PATATAS%20PIMIENTO%20ACEITUNAS%20NEGRAS%20GUISANTES%20Y%20AT%C3%9AN%202.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3024" data-original-width="4032" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjubrP6fBwvhOfN4TxU47r8AKRF8nbjOprQvby7BdHZnPTSU4I3Twi_OdckPCoci4xMQBcPE3jshvGpB-u38xqGANdjsjS1nqa-rD6bM9dbK2eMUQvbKxxWwQcF6p6YsXUMsRVDaQYTTS2fSo4M-hVfriQJTB0eikeT0hgjXfNrHYVX4QCT_Y-gpv9zQw/s320/ENSALADA%20PATATAS%20PIMIENTO%20ACEITUNAS%20NEGRAS%20GUISANTES%20Y%20AT%C3%9AN%202.jpg" width="320" /></a></div><p></p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Cada uno valemos para una cosa: yo cocino maravillosamente,
otro escribe que te mueres y otros son capaces de hacer algo con 267909
personas diferentes, de su padre y de su madre, dando la vara, con sus egos,
con sus historias… en fin, "algo": llámalo departamento universitario, empresa, partido…
no sé, "algo" que conlleve "algo" más que yo y el folio en blanco o que yo y las patatas, que nos lo guisamos y nos "lo" comemos solos. </p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Cuando leo a quienes admiro caigo en la formidable labor de
decantado que conlleva tanto la escritura de ficción como… <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¿el columnismo, el ensayo? Rellene como quiera.
Da igual. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Escribir es una labor (creo, tengo poca experiencia) de
mucho silencio (exterior e interior) y poco público inmediato. De medirse uno mucho.
Y no por resultar “centrado”. Sino por ser “ajustado”, no digo ya "justo". Para que no
te puedan las tripas. Bueno, sí, hay cosas escritas con las tripas que tienen
mucha, muchísima, gracia. Pero en general, ay… ¡qué gran labor de ascesis es la
del escritor! Sea ascesis religiosa o sea de otro tipo. Menudo trabajazo. La distancia a veces es necesaria.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Detrás de muchos mandobles (que nos pueden hasta chiflar,
según gustos o espantos) hay un florete elegante esperando a ser
descubierto por alguien que se dé tiempo. Más eficaz. Más noble. Más certero. Menos, quizás y también,
biográfico.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Yo todavía estoy esperando a poder escribir sobre el
comunismo –un decir, para esto está JLS, me río sola- sin aquel novio que me rondaba a los
20 años. Rondaba, digo, ya me gustaría… llamarle novio o algo. Lo dicho. Al escribir el ajuste de cuentas vital en directo o en diferido –somos humanos- es fácil.
Pero detrás hay algo más grande. Creo. Me parece. No sé, me puedo equivocar con
esto. Va en gustos. Y va, desde luego, en patios. </p><p class="MsoNormal">Y esto mismo es un ejemplo de un formidable cabreo momentáneo. Con distancia lo escribiría mejor y más ajustado. </p>Máster en nubeshttp://www.blogger.com/profile/09425749752334721449noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2225653761888917580.post-33093094633222829332022-09-25T10:10:00.006+02:002022-09-25T13:15:32.085+02:00Bien es bien<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgyVw_gQzxhwZ_vIl1_5emMvejlMEDVRdQXPF0RxBSNEXiMN0v1XESDZ627uzseupsSv2dNHC6bgeVEVmsVke4sHxffyuHBt2KUqRy74J-S1ish7I9UTL90Z3nWRpqYl-yy3gYuYIwZOFJjhil7ioPS07AfBSU1FzZ0XY1686DLC_SpKl88LiktSaZNnA/s1104/limpiar_las_manchas_de_un_mantel.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="408" data-original-width="1104" height="148" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgyVw_gQzxhwZ_vIl1_5emMvejlMEDVRdQXPF0RxBSNEXiMN0v1XESDZ627uzseupsSv2dNHC6bgeVEVmsVke4sHxffyuHBt2KUqRy74J-S1ish7I9UTL90Z3nWRpqYl-yy3gYuYIwZOFJjhil7ioPS07AfBSU1FzZ0XY1686DLC_SpKl88LiktSaZNnA/w400-h148/limpiar_las_manchas_de_un_mantel.jpg" width="400" /></a></div> -¿Cómo te parece el redondo?<p></p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Le pregunto a Gonzalo sobre la carne que estamos tomando <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">-<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Bien</i>…<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Me contesta así mientras sigue comiendo. Me sienta,
francamente, a cuerno quemado. Qué curioso esto. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Puede ser el tiempo o las ganas que pongo en cada comida que
preparo. Pero puede ser también esa servidumbre que re-descubro de la
mano de Sherry Turkle en su libro “El arte de la conversación” cuando cita la
paradoja de la elección, la teoría de Barry Schwarzt. Vamos a ello. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">****<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Barry Schwarzt (resumo mucho esto) explica que nos dividimos
entre “maximizadores” (optimizadores dicen otros) y “satisfizadores” (lo han
traducido así, ya lo siento). Los primeros buscan la mejor alternativa, la mejor
posibilidad. Serían, sólo en cierto modo, perfeccionistas. Los segundos no se detienen tanto en buscar “lo mejor”,
suelen estar contentos con lo que se les ofrece e intentan maximizarlo.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Turkle menciona esta teoría para explicar cómo hoy el mundo
digital nos hace desarrollar la psicología del maximizador, dado el amplísimo
mundo de posibilidades que se nos ofrece a través de las pantallas. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Y lo aplica, en concreto, al contexto del ligoteo o las
relaciones amorosas y cómo determinadas aplicaciones, así como la exposición
propia y ajena continua, han ampliado la (supuesta) posibilidad de “encontrar alguien
mejor”, lo que lleva al mariposeo, a una permanente insatisfacción y a una
(agotadora) adolescencia. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">*****<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Más allá de la referencia a dicho ámbito, no menor, caigo en
la cuenta de que frecuentemente y en diversos campos llego a pensar que un
simple “bien” no es suficiente. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Tal ha sido mi caso ante el bien por “mi” redondo, para el
que yo esperaba… ¿pero qué narices esperaba?, ¿una vuelta al ruedo? En fin. Soy
hija de mi tiempo. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">*****<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Una primera explicación es que en general la aprobación
ajena nos sea muy importante hoy. Otra que un simple <i style="mso-bidi-font-style: normal;">bien</i> ajeno o hasta propio –sí, también y sobre todo propio– no nos
baste. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Voy a dejar la primera cuestión de momento fuera. Y me
centro en la segunda.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Efectivamente, hoy un
bien no nos parece “bien”. Y si no, atención a las expresiones siguientes<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">¿Es guapa? Está bien…<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">¿Cómo lo pasasteis? Bien…<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">¿Cómo te salió el examen? Bien… <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">¿Qué te pareció el libro? Bien…<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Un <i>bien</i> nos suena a menudo a poco. Nos suena insuficiente. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Pedimos, damos… y, lo más importante, <u>esperamos</u> de
nosotros mismos… más de un bien en eso que hacemos porque ese escueto<i> bien</i> hoy es,
chocantemente, como hacer de menos. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Es, por un lado, la sociedad de la hipérbole, el agotador <i style="mso-bidi-font-style: normal;">hype</i>, como lo es, a la vez, de la simple
ceguera: no vemos todo el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">bien</i> que
hay en un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">bi</i><i>en</i>. No lo reconocemos. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Un <i>buen </i>hombre es ya bueno. Una casa que está <i>bien</i> ya es
algo para estar contenta. Escribí esto y está <i>bien</i>, sencillamente. ¡Qué <i>bien</i>!
¿no? <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y al redondo, o este vino, hay que
darle un simple, estupendo, escueto y ya expresivo… <i>bien,</i> ¿cuál es el
problema?<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Estoy esperando las clases de Ética de este año. Confío que
la excelencia y la virtud sean compatibles con un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">bien</i>… <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">De momento, por intuición y también por experiencia, creo que parte
de nuestros males modernos provienen de no ver el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">bien</i>, todo el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">bien</i>, en todos
esos (muchos) <i style="mso-bidi-font-style: normal;">bienes</i> que consideramos
hoy insuficientes. En el necesitar o echar de menos un “entusiasmo
indescriptible”, que diría un humorista español, un “esto es la repera” en y
ante todo lo que acometemos. Insisto: no en la mirada de los demás siquiera, en
nuestro propio ojo o juicio. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Por no encontrarnos con un simple <i style="mso-bidi-font-style: normal;">bien</i>, tal es nuestro miedo, a veces no hacemos algo: algo que vamos
a hacer sencillamente <i style="mso-bidi-font-style: normal;">bien</i>, sin más.
O no lo acabamos. O saltamos de una actividad a otra. O de una persona a otra. Sucede.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Es una mesa <i style="mso-bidi-font-style: normal;">bien</i>
puesta. Es un artículo que está <i style="mso-bidi-font-style: normal;">bien</i>.
La boda estuvo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">bien</i>. Ese vestido te
queda <i style="mso-bidi-font-style: normal;">bien</i>, sencillamente. Están <i style="mso-bidi-font-style: normal;">bien</i> esos zapatos que llevas. Es un
político que está <i style="mso-bidi-font-style: normal;">bien</i>. Esto que has
dicho o hecho está <i style="mso-bidi-font-style: normal;">bien</i>. Nuestra
amistad está <i style="mso-bidi-font-style: normal;">bien</i>. Mi matrimonio está
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">bien</i>. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Bien está <i style="mso-bidi-font-style: normal;">bien</i>. <i>Bien </i>es <i>bien</i>. Y no es conformarse. Es no estar ciego ni ser un petardo adolescente.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>Máster en nubeshttp://www.blogger.com/profile/09425749752334721449noreply@blogger.com0