Bitácora de Aurora Pimentel Igea. Crónicas de la vida diaria, lecturas y cine, campo y lo que pasa. Relatos y cuentos de vez en cuando.
lunes, 22 de diciembre de 2008
La casa de las viudas 1)
Sigo otro día con el individuo y la comunidad, hoy me toca hablar de una comunidad especial, la comunidad de vecinos de mi madre. La casa de las viudas. Son legión.
Las viudas han debido de ser importantes a lo largo de la historia en algunas culturas. En otras se tenían que quemar en la pira funeraria con el difunto. Leo a San Pablo y alucino, las menciona todo el tiempo. Joé con el apostol y las viudas ¿le financiaban, le daban acogimiento o tenía él una tía viuda y estaba muy mentalizado?
En casa de mi madre son unos 75 vecinos, de ellos calculo que el 80% son viudas. Y las hay de todos tipos.
Blanca es viuda sin hijos. Desconsolada siempre, y eso que hace más de 20 años que murió su marido. Tiene muchos sobrinos nietos y una hermana, la única que le queda ya, Machús, que la anima y no deja que decaiga. Machús es mi ídolo, de mayor quiero ser como ella: lleva sombrero vaquero, es divertidísima y me pide que le informe si su hermana se puso el traje del año pun. Me chivo sin que me pague, aunque me da unos abrazos que me deja medio muerta. Blanca lleva con santa paciencia los desvelos y cariños de su hermana, pero ella lo que quiere de verdad es estar en su casa, que es donde está tranquila y donde los recuerdos de su marido, que fue un santo varón, le arropan más.
La viudedad discrimina a los hombres y no se ha montado una plataforma que reivindique por qué las mujeres vivimos más en general y los tipos la diñan antes, a veces con una diferencia de 20 o 30 años. Llamaré a Bibiana y se lo comentaré. Si hay igualdad, que sea para todos.
El desconsuelo de una viuda no es directamente proporcional al amor o buena vida que le proporcionó el finado. Ni de broma. Hay una viuda en mi casa cuyo marido no fue precisamente ejemplar, al menos en público. De hecho, una vez nos le encontramos haciendo manitas en Embassy con una que no era su mujer. Ni se inmutó el tío, siguió como si tal cosa. Pues bien, en el recuerdo de su mujer fue un marido y un hombre ejemplar. Es enternecedor oírle hablar sobre su difunto.
Maria Jesús, presidenta de una asociación de viudas, vive también en mi casa. Y es del tipo viuda de armas tomar. Lleva la voz cantante en la asociación, en la parroquia y donde se ponga por delante. Me cae bien, tiene arrestos, si le dieran el ministerio de economía salíamos adelante seguro.
Hay viudas que lo fueron jovencísimas. Marca quedarse viuda, con hijos y sacarlos adelante. Es una fortaleza que no está clasificada y debería estarlo: fortaleza de viuda. Es una fortaleza diferente, especial, tanto de empuje como de aguante, admirable siempre, incluso cuando te dejan protegida financieramente, mucho más todas esas que se quedan con una mano alante y otra atrás. Y las hay, muchas de la generación de mi madre.
Algunas viudas reviven. Es así. Era una mujer poquita cosa, se muere el susodicho, y comienzan a pasárselo bomba y a tener como personalidad propia a veces: a viajar, salir, entrar, hacer planes a diestro y siniestro. A veces esto es resultado de una larga enfermedad que las enclaustró al cuidado del marido. Otras es cuestión de una verdadera liberación, la verdad, porque de todo hay en la vida, y hay hombres que se las hacen pasar canutas a sus mujeres, como lo contrario, mujeres que hacen pasar el purgatorio o el infierno en vida a sus santos.
Entre esas viudas, que reviven como reacción, y las que no quieren enterrarse en vida, porque no les da la gana, se mantiene, por ejemplo, el teatro en Madrid y gran parte de nuestra oferta cultural que se nutre de quienes vienen de fuera y de las viudas.
Voy al teatro y estoy rodeada siempre de mujeres, o casi siempre. Entre semana, siempre. La Asociación de Vecinos de Leganés, que más bien es de viudas, todas en el teatro. La de Orcasitas Sur, también llena de viudas y en el teatro. El teatro debería hacer un homenaje a las viudas, son un público seguro y fiel.
Hay más tipos de viudas, seguiré mañana.
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27 comentarios:
Me parto con la entrada y con Massiel; años que no oía esa en concreto.
Yo soy hija de viuda, 39 años y tres hijos de 16, 15 y 11.
Guapa a rabiar (le llega hasta sus 68 atuales) inteligente y divertida.
Cuando se quedó viuda, se juntaron tres genraciones: abuela, madre e hija. Todas viudas.
"Ay, hija, con lo que los cuidamos y como se nos mueren" Bisabuela (83) dixit.
Sigue viuda, viudísima.
Mandando.
Cabreando a sus hijos.
Cabreando a sus nietos.
Respetada. Querida. Mimada.
Buenos dias, Master.
Joder, qué gracia me ha hecho imaginarme un batallon de viudas todas delgadas, de negro y con perfil aguileño recorriendo los teatros en parlanchina caterva!
Por otro lado, cuidado con lo de la igualdad: a veces Dios puede tener un sentido del humor particular y, en una de esas, igual decide unificar viudas y viudos por lo bajo y empiezan todas a espicharla mas jovenes.
No pidas, no pidas, no vaya a ser que te concedan...
Un abrazote
Pepa: dile a tu madre que vaya a darle lecciones a la mia, porque lo suyo no es justo.
Mi madre tambien quedo viuda. En mi casa era la que ejercia la autoridad frente a los hijos (me he llevado cada ensalada de sopapos que para qué!)
Sin embargo, aunque a mi me sigue cabreando, a los nietos les dedica toda la dulzura del mundo. Eso si, cuando le da el telele me pone a todos los sobrinos firmes en 0.4 segundos; ni rechistan. Tambien yo colaboro en ello: a alguno ya le he dicho eso de: " 'amama' (la abuela) es mi madre: como me entere yo de que haya alguna contestacion desfasada, te arranco las muelas de un h*****n" Lo cierto es que con ella son muy majetes. Se lo ha ganado.
Por cierto, creo que para el año que viene me la traigo aqui a vivir (ya tiene 80 primaveras y sé que sola se aburre). Por suerte no han sido necesarias muchas negociaciones; como le digo a mi chica, "a ti te quiero muchisimo, pero a mi madre la conoci antes".
Siempre me encuentro con la misma respuesta: sabéis lo que dicen aqui de los españoles? Dicen que descienden directamente de Jesucristo, porque a los treintaitantos siguen convencidos de que su mama es virgen.
(espero no ofender a nadie diciendo lo que dicen, oiga).
Un saludo a todo el personal.
Cuánto sabes de viudas, hija mía...Desde luego, la pena para ellas porque la entrada es divertidísima.
Una viuda que supo vivir : mi abuela paterna(e.p.d.). Era más joven que todos sus nietos. Se casó en segundas nupcias. Y volvió a enviudar. Ha recorrido España de punta a punta, no se ha perdido ni un sarao. En las fiestas... su cigarrillo y a bailar... "Hija, los viejos tenemos que pintarnos, ponernos guapos para no dar asco" Y se plantaba sus zapatos de tacón, que yo me hubiera caído, a sus ochenta y tantos. Perdió la vista y a los dos días ya se había agenciado una señora muy simpática para pasear por la Rambla y tomarse su tónica.
Recuerdo que cuando me quedé embarazada de Blanca, la cuarta, me dijo muy seria: "Esto a Dios no puede parercerle bien". "¿Tú cuándo piensas vivir?"
Era de esas que a las penas puñaladas.
La viudedad intensa y dolida no la he visto hasta que murió "el abuelo". Mi suegra no levanta cabeza. Veremos estas Navidades...
Saludos. Supongo que no os ha tocado la lotería. A mí tampoco.
Sunsi, la viudedad intensa y dolida después de muchos años de matrimonio es un "palo" para el que se queda, creo que debe ser por la edad, y esos muchos años (de cariño) en común.
Cuando una mujer queda viuda relativamente jóven, y con hijos a los que situar en la vida, se siente de otra manera. Seguramente intensa y dolida también pero con la necesidad de salir adelante. Hay otra perspectiva. Lo sé por experiencia con mi madre.
Y mandan mucho, y cabreando a sus hijos, pero dejando vivir y viviendo todo lo que puede, eso también por experiencia.
Los hombres en idénticas circunstancias no sabemos apañarnos solos, somos "más débiles" y necesitamos otra mujer en la vida. Aquí no tengo experiencia propia, es lo que veo.
Y NO, no nos ha tocado la lotería.
Se puede?
Queria dejarte aqui (a ti y a todo el resto) un christmas que me acaba de llegar de una amiga de tiempos de instituto y universidad y que ha sido un sorpreson porque le habia perdido la pista (anduvo mucho en programas de cooperacion y ahora me he enterado de que trabaja en Caritas).
Alla va. Feliz navidad a todos (bueno, a todos no; solo a los que esten aquejados de buena voluntad)
"Te deseo primero que ames, y que amando, también seas amado.
Y que, de no ser así, seas breve en olvidar
y que después de olvidar, no guardes rencores.
Te deseo también que tengas amigos, y que,
incluso malos e inconsecuentes sean valientes y fieles,
y que por lo menos haya uno en quien confiar sin dudar.
Y porque la vida es así, te deseo también que tengas enemigos.
Ni muchos ni pocos, en la medida exacta, para que, algunas veces,
te cuestiones tus propias certezas. Y que entre ellos,
haya por lo menos uno que sea justo,
para que no te sientas demasiado seguro.
Te deseo además que seas útil, más no insustituible.
Y que en los momentos malos, cuando no quede más nada,
esa utilidad sea suficiente para mantenerte en pie.
Igualmente, te deseo que seas tolerante, no con los que se equivocan poco,
porque eso es fácil, sino con los que se equivocan mucho e irremediablemente,
y que haciendo buen uso de esa tolerancia, sirvas de ejemplo a otros.
Te deseo que siendo joven no madures demasiado de prisa,
y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer,
y que siendo viejo no te dediques al desespero.
Porque cada edad tiene su placery su dolor
y es necesario dejar que fluyan entre nosotros."
PD: A Pepa; no te me enfades, que creo que eres de las que no gustan demasiado del pasteleo; yo tampoco, pero a menudo es grato.
Te deseo que descubras, con urgencia máxima,
por encima y a pesar de todo,
que existen, y que te rodean, seres oprimidos,
tratados con injusticia y personas infelices.
Deseo también que plantes una semilla, por más minúscula que sea,
y la acompañes en su crecimiento,
para que descubras de cuantas vidas está hecho un árbol.
Te deseo que acaricies un perro, alimentes a un pájaro
y oigas a un jilguero erguir triunfante su canto matinal,
porque de esta manera, sentirás bien por nada.
Te deseo también que ninguno de tus afectos muera,
pero que si muere alguno, puedas llorar sin lamentarte
y sufrir sin sentirte culpable
Si todas estas cosas llegaran a pasar,
no tengo más nada que desearte.
¡FELIZ NAVIDAD Y FELIZ AÑO NUEVO!
Siempre quise escribir un cuento que se llamara "La viuda alegre".
Es la frase lo que me llama la atención.
Parece que "viuda" es sinónimo de pena, lo contrario que "alegre".
Pero sólo lo parece.
...
Pero como sólo escribo de lo que vivo, pues eso, que no tengo experiencia en el tema; solo...
Que una vez fuí a una boda; y una tía mía había enviudado hacía menos de un año; y no quería bailar aunque sus hijos (mis primos, intentaron sacarla a bailar).
Creo que estoy un poco pirado.
Lo cierto es que me dí cuenta que le daba vergüenza, que no quería bailar delante de la familia, que su corazón y su cuerpo no estaban preparados.
Me senté a su lado. Le dí la mano. Puse mi pie izquierdo debajo de su pie derecho.
Lo moví al ritmo de la música, eso sí, sentados.
Al cabo de un rato, con el suave balanceo de nuestros pies, la pena se elevó, diluyéndose en el sonido de una orquestina cutre de boda pueblerina.
Tengo una tía viuda. Bailo con ella a escondidas.
Delante de todos.
...
Parece que "viuda" es sinónimo de pena, lo contrario que "alegre".
Pero sólo lo parece.
Hola, Pepa, gracioso lo de las 3 viudas a pesar de todo, desafortunadament a veces duran más a quienes se les da peor vida.
Asier, tranquilo que yo sólo he hablado de Bibiana Aido, así que no hay cuidado, no es Dios y simplemente la iba a comentar a ver si su ministerio...: o sea, no hará nada, que es lo que hace el ministerio en general. Uf, razón tiene tu chica, Asier, mira que se ponen pesados algunos hombres con sus mamás, joé... ¿No serás de esos, verdad? Te lo pido por Dios o por quien quieras: el arroz siempre mejor el de tu chica, y todo lo demás.
Yo querría ser como la abuela paterna de Sunsi, aunque no sea viuda, me ha encantado tu descripción.
Manolo, tu madre debe de ser un ejemplo, pero no todas las viudas son así, pena.
Y gracias por la felicitación, Asier, me ha ENCANTADO. Joé, que la voy a copiar y mandar a amigos con tu permiso...
Driver, Driver, que ya te echaba de menos aquí, microcuento estupendo, de verdad... ¿Así que eres bailón? Porque mira que hay tíos que no los mueves ni pa'trás... haciendo barra y mirando, pero salir a bailar ni muertos...
Feliz y familiar navidad a los que escribís en cá la Aurora, que he comprobado que les une una espléndida bonhomía y mejor educación.
Da gusto leer este blog, es inteligente y reposado.
Me da calma, cosa que no consigo en todos los lugares que visito.
Siendo yo chico la vecina de la puerta de enfrente, Anita, enviudó con cinco críos enanitos.
Esos niños que crecieron sin padre salieron muchísimo más espabilaos y responsables que el resto de chavalería del barrio.
Evidentemente no es deseable la viudedad, y menos tan joven, pero por buscarles algo bueno, o alguna arista positiva, realmente te hace tomar conciencia de tu individualidad, y a los hijos los hace madurar, demasiado rapidamente.
Un beso, Aurora, y a todos, de verdad que gocemos, lo más en paz posible, de nuestras navidades.
Gracias, Toi, sin conocernos es como si algo tuyo fuera familiar, no sé qué.
Ya sabes lo que me gustan tus paredes naranjas.
Y Diego, que ya considero amigo, me ha dicho que es amigo tuyo y me ha hablado maravillas de tí. No ha hecho un microcuento de tu persona pero estoy seguro que estará a punto.
No estaré a la altura de la felicitación de Asier, pero...
Te deseo que Marga y tú + los 6 (os van por Navidades?) lo paséis estupendamente estos días. Que si os gritáis u os cabreais -como hacen las familias que yo conozco-, se pase pronto. Y en fin, que el nuevo año, aparte de la crisis ésta, nos traiga más amigos, nuevos intereses de los importantes (no de los bancarios, aunque para los que tengan hipoteca que baje el euribor ese), y luz y calor. Viviendo en Sevilla creo que ya tenéis como mucho ganado.
Un fuerte abrazo.
Jajaja! Qué va! Soy mas bien un poco durete con mi madre (ella lo ha sido y mucho). Mi chica y yo no somos demasiado convencionales... creo que en diez años no me ha planchado ni una camisa (tampoco tiene por qué hacerlo) y en casa el arroz lo hago yo.
Lo que ocurre es que la madre anda pochita y sé que no se siente segura sola. Simplemente, se trata de una cuestion de reciprocidad.
Ademas, la Isabelita es lista y sabe que no hay que meterse en determinados barrizales. Las pocas ocasiones en las que hizo algun comentario sobre sus concepciones del deber conyugal se llevo un par de bufidos por mi parte que le marcaron muy clarita la linea roja.
Por lo demas, la segunda parte contratante solo pide a cambio que si algun dia pasa algo parecido en la familia politica, también apechugue. Me parece justo.
Bien Aurora, bailemos.
Partamos de la realidad: no somos buenos bailarines,no estamos en una fiesta y no suena música.
Soluciones: nos creemos ser buenos bailarines, nos imaginamos que estamos en una fiesta y suena la música.
Tatarí, tatarí, taatá, taatá (las trompetas).
Ting, tong, tang, ting (el pianista está sembrao).
Toco toco chó; toco toco chó ( el de la batería, como siempre, un poco "payá")
Ahora to junto.
Tararí, ting, tong, toco toco chó, taaatá, taaatá.
A estas alturas da igual bailar bien o mal.
Ahora lo único importante es seguir el ritmo.
Y divertirse.
Driver: estas como una chota.
Me alegro
Muy bien, Asier, buen hijo y buen compañero.
Driver, es lo que me pasa: no hay que bailar bien, hay que perder el sentido del ridículo que el personal español lo tiene clavado dentro, dentro. Joé, si sólo hiciese lo que hago bien ¡no haría casi nada! Y de eso me quejo, que algunos hombres tienen un sentido del ridículo horroroso y dejan de hacer cosas sólo por eso.
Asier, tienes que conocer a Driver, te va a encantar. En persona es como aquí. Come poco, pero nadie es perfecto.
Ya me encanta
¡Aurora!, pero si a Toi le he escrito la Bíblia en verso, lo que pasa es que nos conoces desde hace poco.
Es el único ser vivo al que le permito que me llame mariquita.
Y eso es porque tenemos un pasado, real o inventado; a estas altura de la película, da igual que da lo mismo.
A las pruebas me remito.
¡Agua va!
Estimado Toi:
Próxima está la fecha de tu cincuenta cumpleaños. Llevo treinta y dos años guardando el secreto del viaje que hicimos por Alaska, allá por el año 1.975, cuando tú tenías 18.
Me acuerdo de la promesa. Hasta que no cumplieras los cincuenta, no soltaríamos ni media.
¿El motivo? Creo recordar que nos saltamos algunos artículos del código civil y del reglamento de emigración de la época; también hicimos caso omiso de algunas recomendaciones que el sentido común y las buenas costumbres, aconsejaban respetar.
En aquella época remota, pensábamos que si se enteraban en España de nuestra aventura, acabaríamos en un reformatorio, nos obligarían a hacer el servicio militar en el Sahara español, o tal vez acabarían nuestros huesos descansando en el penal de Cádiz. De ahí el secreto.
Pero qué quieres que te diga, con dieciocho años el mundo era una esfera perfecta, donde el centro de gravedad estaba en un indeterminado punto entre Anchorage, capital del estado de Alaska, y el barrio de Triana en Sevilla.
Nuestros padres, amigos, profesores y vecinos, nunca se enteraron de la aventura. Es posible que incluso ahora, si leen la historia, alguno piense que se trata de una fabulación de adolescentes.
Pero lo que a mí me importa es que tú y yo sabemos que cada una de las palabras, todas las imágenes, y sobre todo los recuerdos, están todos tan vivos, como si hubiese pasado ayer.
Como si hubiese pasado ayer……..
ALASKA
Conocí a Toi el verano del lejano año de Nuestro Señor, mil novecientos setenta y cinco.
Por aquel entonces la sociedad española estaba convulsionada, muy convulsionada. Al general Franco le quedaban dos telediarios, la democracia era un sueño próximo y lejano a la vez, no existían móviles, ni Internet, en la radio se oían a los Bee Gees, el sonido de Filadelfia era un chorro de aire fresco, en las discotecas ponían lentas y los adolescentes nos agarrábamos a Marta, prima de Manolo, que todo el mundo quería bailar con Marta, en todas las capitales de provincia había una librería maldita donde si te conocían te vendían libros prohibidos, los toros y el fútbol eran las dos principales manifestaciones de la cultura popular, las ideas progresistas eran ideas para que se progresara, nadie quería hacer el servicio militar, y Marta, la prima de Manolo, se quitó un domingo la parte de arriba del biquini, y se bañó en Alicante en tetas, con un par.
Mis padres me habían mandado a pasar el verano en un campamento de los Scout en Cádiz. Aquello fue un descontrol, pues por aquel entonces los monitores gaditanos de los Scout que yo conocí, estaban más interesados en la partida de ajedrez político que se estaba jugando en España, que en los menesteres propios de un campamento de verano.
Toi era un adolescente con cabeza renacentista. Si te fijas en las fotos de la época, su prominente melón andaluz dibujaba las proporciones clásicas que ilustran los estudios anatómicos de los apuntes de Leonardo da Vinci.
Aquello me llamó la atención, y me apeteció conocerle. El primer día ya me metió una paliza sobre la teoría de la belleza. A día de hoy sigue con la misma murga. Creo que este muchacho tiene para rato con el tema. El día que venga alguien y se lo resuelva para siempre, flaco favor le va a hacer. Necesita tener ese tema sin resolver. Esa teoría es gasolina, su gasolina.
Toi y yo nos hicimos socios. Esto es un grado de amistad que traspasa el concepto de tiempo. Me explico. Un amigo está bien para las juergas, las confesiones, compartir el día a día, irse de cañas, ligarse a Marta (¡No logro quitármela de mi mente!, ¡lo que son los mitos!), y para muchas cosas más…
Pero un socio es otra cosa. Un socio/a es un ser humano en el que confías de por vida, por el que eres capaz de mentir en un juicio, sacar pasta del cajero y regalársela porque la necesita sin esperar que te la devuelva, un socio es aquella persona que cuando se meten con su hermana pequeña se te olvida sumar y te lías a hostias contra cinco, cuando tu socio y tú sólo sois dos.
Un socio es aquel con el que te escapas de un campamento de verano, te embarcas en un carguero canadiense, cruzas la mar océana y acabas en Alaska viendo la aurora boreal.
Luego pasas treinta y dos años sin verle. Y el día que lo vuelves a ver, sigues la misma conversación que quedó interrumpida, y la sigues en el mismo punto, y con el mismo alma. Un alma de dieciocho años.
La cosa fue así.
En el campamento había un bareto. Y en el bareto un póster de la Aurora Boreal. Allí se desarrollaban las tertulias después de la comida. Los monitores, que eran mayores que nosotros, hablaban de partidos de izquierdas y de derechas, de ideas, de progreso.
Un día Toi se quedó mirando el póster, muy fijamente.
“Es bonita. Me gustaría verla”
“Pues vamos”. Le contesté.
Cuando en España el torbellino político era un cocido a medio hervir, cuando los jóvenes navegaban por un río de izquierdas por la mañana, y coqueteaban con la democracia cristiana por la tarde; Toi y yo hicimos una elección que marcaría nuestras vidas.
Elegimos la búsqueda de la belleza.
Para evitar que nuestros padres se dieran cuenta, escribimos 10 cartas, con fecha de diez domingos consecutivos; Manolo el del bareto se encargaría de enviarlas puntualmente cada semana.
“Querida mamá: este campamento es estupendo……”
“Mi Señor padre: esta semana aprendimos a tirarnos por la tirolina…”
La segunda dificultad que hubo que salvar, fue la de atravesar el Atlántico.
Para solventar esta empresa nos fuimos en autobús a Cádiz, localizamos un carguero canadiense, nos enrolamos como ayudantes de cocina, y doce días más tarde desembarcamos en América.
Cruzar el Atlántico con dieciocho años fue como hacer el amor con Marta. Una experiencia para todos los sentidos. Los colores del horizonte eran limpios, la lluvia en el Atlántico norte era copiosa, el cabeceo de la nave era acompasado. Como Marta: limpia, copiosa y acompasada.
Cuando avistamos tierras canadienses y vimos por primera vez América, Toi se limpió las gafillas para ver el contorno del continente mejor, y me dijo una cosa que nunca olvidaré:
“Te debo una, chaval”.
Atravesamos Canadá en dirección Alaska recorriendo valles y llanuras en un tren de pasajeros que tenía dos pisos.
Acomodados en el piso superior recibimos una lección bíblica, concretamente nos empapamos del Génesis. La creación del mundo.
Allí estaba todo lo que Dios había creado: las tierras, las aguas, los bosques, la fauna, la vegetación.
…………………………………………
Tras catorce días de aventura llegamos a Alaska.
Es ésta una zona del mundo mundial grande, enorme. Su superficie triplica la de España, su cordillera alcanza las alturas máximas de América del Norte, vimos los montes Kenai y San Elías cortados por fiordos y grandes glaciares, cruzamos la meseta avenada por el río Yukon y sus afluentes, adentrándonos más tarde en la zona de tundra siberiana.
Aunque la población era en su mayoría de blancos inmigrados, pudimos hablar con grupos de amerindios, esquimales y aleutas.
En nuestro periplo recuerdo nítidas las imágenes heladas de la capital Anchorage, los contornos azules de Fairbans, y los enormes renos que vimos en Ketchikan.
…………………………………………..
Todas y cada una de aquellas imágenes, de aquellos colores, de los infinitos tonos del helado azul, me han acompañado el resto de mis días.
Y creo que a Toi también.
…………………………………………..
Pero lo mejor estaba por venir.
El día 10 de agosto de mil novecientos setenta y uno, a las cinco de la tarde, y tras veintiún días de aventura, la vimos.
La Aurora.
Este fenómeno lumínico es capaz de marcar un surco imborrable en el cerebro de un adolescente. Cuando el sol se acuesta, cuando las tinieblas hacen su aparición, cuando los últimos rayos de sol rozan tangencialmente las capas altas de la atmósfera, va el JEFE y te hace un regalo.
Surgen en la cúpula celeste colores imposibles que, formando una gran ese vertical, se elevan al infinito, pellizcando de forma atroz tu pequeña alma de humano.
La Aurora Boreal.
Estaba Toi de pié, en medio de la tundra, absorto.
Y de pronto, se puso muy serio, muy serio.
Miró al cielo, y así sin avisar, se puso a aplaudir, a aplaudir con energía.
……………………………………………………………….
Con dieciocho años el mundo era una esfera perfecta, donde el centro de gravedad estaba en un indeterminado punto entre Anchorage, capital del estado de Alaska, y el barrio de Triana en Sevilla.
Atentamente. Driver.
Joe, y con todo lo que leo en blogs ajenos éste se me pas leérlo?
El caso es que me suena pero no caí que era Toi, no sé... Debo de estar mal de la chaveta o simplemente que tengo la memoria del pez de Disney ese, ya no me acuerdo si era de la Sirenita u otro, el que tenía la memoria de microsegundos...
Cuento muy interesante, en fin, es como veros en Alaska, y casi igual de jóvenes, en ese viaje cruzando Canadá y con la Aurora Boreal que es impresionante.
Una vez, cuando viví en Canadá, reservé un trekking en las Rocosas, parte canadiense, llegando luego a la costa de la British Columbia, pero el destino cambió y no pude hacerlo con mi hermano. Otra vez será. Mira tú, así es una de las cosas que tengo pendiente hacer en esta vida.
Diego, eres un mariquita.
Algún día volveremos a Alaska.
Y nos llevaremos a la Aurora.
O más bien ella nos llevará a nosotros.
Y por aquí entran seres humanos que me da que serían buenos compañeros de viaje, too.
Por partes:
1) No me ha tocado la loteria, pero sí algún que otro premio: trabajo, me han pagado un par de facturas y, además, he pasado por una tesina con cieta holgura.
2) Yo quiero ir con vosotros, porfaaaaaaaaaaaaaaaaaaa.
3) Asier, colega, las madres con mando en plaza son, en sí mismas, el catálogo completo de traumas freudianos. A sus hijos no nos queda otra que madurar y asumirlo y, si se dejan, quererlas.
4) D.- porfavvvvvvvvvvvvvvvv, TAMPOCO SE BAILAR.
5) Hedbanna no-tan-pastoril, porfaaaaaaaaaaa, sigue con las viudas.
Pepa, tus deseos son órdenes para mí, como puedes ver. Ay Dios mío que harta estoy a veces de la queja o el reproche ese mudo, casi peor...
Qué razon llevas en lo del catalogo, Pepa!!!
Joder, qué razon llevas!
Queridos hermanos y hermanas:
Gozo de alegría con mi último descubrimiento; siendo por consiguiente un placer compartirlo en la más noble de las intimidades que los siglos venideros hayan de ver,con todos vosotros ustedes.
Supongamos que la vida es seria.
Y creemos firmemente que los adjetivos y sustantivos han sido creados para su más noble función; definir, adornar y señalar las partes o el todo.
Y hete aquí herman@s que no está bien que nos adjudiquemos calificativos, licencias y dispendios, no aptos para los oidos y las mentes correctamente formadas en el buen hacer y el mejor entender.
Dicho esto y a modo de resumen digamos que...
¡ES TREMENDAMENTE ABURRIDO SER SERIOS!
Así que obremos en consecuencia y formemos el puzzle de la vida, sin prisas pero sin pausa.
Veamos la regla de oro: Consintamos que cada una de las personas que apreciamos nos regale con una barbaridad. No se trata de insultar, sino de que la sal de la vida corra por la ensalada diaría, con el sano fin o destino universal de atenuar la rigidez mental y/o física que la realidad nos dispensa de forma gratuita.
Me pierdo. Hora de los ejemplos.
Amo a Laura Pausini. Pero vive Dios que Pepa puede ponerla en solfa, crítica o incluso público escarnio, sin que me sienta mal al ver a la italiana, golpeada por las uvas de la ira.
Me gustan las mujeres, mucho. Pero hete aquí amigo, que permito a Toi que lance calumnias públicas y notorias, capaces de arrojar sombras oscuras sobre mi hombría camionera. A él se lo permito. Sin más.
Aurora me llama tímido. Golpe directo a la línea de flotación. Master en psicología nubera. Acaso la persigo cual Inquisidora Mente, dispuesto a quemarla en pública plaza, bajo los leños ardientes del escarnio. No. Se lo permito. Dijo verdad cual neoyorquina en pública encuesta en la esquina de la quinta con Madison (seguro que no hacen esquina, pero bueno).
Y Sunsi..., mi paciente anfitriona; qué decir de la gaviota que me da cobijo en su nido tarraconense; si llegado el día, que, lo dudo, lance sus hueste filólogas en pos de mis pobres huesitos en un ataque de ira sin contemplaciones; acaso he de responder a su ira con más ira, acaso no mereceré algún rapapolvo si mi alma y la suya han viajado juntas por largas trayectorias ornitólogas. Mi amiga merecería mi paciencia Jobbiana o jobbianense.
Amig@s, finiquito la perorata: Insisto en que nos dejemos vapulear un poco por las armas de la espada de la amistad, por los puñales de la pasión, por las hogueras de las vanidades.
Más que otra cosa porque así nos conocermos mejor a nosotros mismos.
Si nos nos partimos antes las cabezas, como latinos que somos.
Que tó pué ser.
Aunque va a ser que nones.
Mismamente. Driver.
Pareces un coach, has pedido permiso...
Yo el mío ya lo tenéis. Podéis llamarme
-pelma, pelmaza (de cualquier tipo, lo soy de todos)
-egocéntrica
-pretenciosa
-acelerada, spdica
-asesina de la ortografía y la gramática (acentos, leismos, laismos, en mi disculpa diré que escribo de un tirón siempre o casi siempre)
-despilfarradora de pelas (desastre soy)
-maniática
-habladora
-desordenada
-jacket of many trades, master of none (traducido creo que sería aprendiz o interesada de todo, maestra de nada)
-improvisadora en exceso
-vaga
-mal genio
-soberbia
y mucho más, pero esto es lo evidente
impaciente, rápida en exceso, no pensar las cosas, apasionada y entusiasta en exceso...
TU CAAAASA... TELÉÉÉÉFONO...
Que a gusto se está.
Gracias, Máster del Bolao.
qué gusto da leeros... !!!
Driver... Toi... Mater... Sunsi... Pepa... y demás...
...yo también quiero ir con vosotros... al infinito... y más allá!!!
Os leo después de unos días de fiebre y malestar general... !!!
Uff... ya va pasando...
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