Bitácora de Aurora Pimentel Igea. Crónicas de la vida diaria, lecturas y cine, campo y lo que pasa. Relatos y cuentos de vez en cuando.

miércoles, 13 de mayo de 2009

El placer de enseñar y apoyar 2)



El caso es que ya sólo doy clases en posgrado y algunos otros cursos y máster. Para la Fundación Ortega y Gasset, la Fundación Luis Vives, la Complutense, la Francisco de Vitoria y alguna otra institución, además de cursos de formación a empresas u organizaciones, pero esa es otra historia. Al final, unas 200 horas al año como máximo. Sé que no puedo con más o me rompo.

Echaba tanto de menos ese trato más permanente y constante con los alumnos que creo que empecé a formarme como coach hace dos años porque descubrí que ese proceso de acompañamiento es muy similar al que yo desarrollaba cuando daba clases en licenciatura. No tanto en la clase en si como en las tutorías donde estás, entre otras cosas, para escuchar y hacer de espejo. Para animar, alentar y confiar.

Hablo, claro está, de personas que han cumplido los 20.

Sí, sé que el coaching es en parte sustituto y en parte complementario de las clases, de la consultoría también, que suele ser complicada porque te contratan para que digas lo que piensas, lo que ves. Y busques una solución, una vía, para que seas capaz de decir "por aquí".

En coaching estás para que el otro se pregunte, pueda formularse preguntas a veces, y se dé sus propias respuestas, para apoyar un cambio que él tiene que realizar, o una permanencia, es igual.

En las clases das algunas respuestas y orientaciones, un poco de conocimiento, claro, pero debes plantear más preguntas, creo yo. Y al final compartes más que impartes. Yo por lo menos.

Disfruto tanto cada vez que doy clases, lo paso tan bien, que me compensan las papillas que a veces devuelvo, todavía me pasa. Vaya todo por el placer de enseñar y aprender en comunidad.

Y por los alumnos que quedan como amigos, a pesar de lo que les exijo y de la marcha a la que les someto a menudo.

En mitad de Cariño, pueblo en Galicia, de una calle, o de repente en internet, zas, ahí están, con una sonrisa visual o de tono, lo notas. "¿Te acuerdas de mi?" Pues claro, aunque no me acuerde en ese momento, a los diez minutos de conversación es como si hubiera estado ayer en clase con él, con ella.

No obstante, he abierto otro blog para ellos, actuales y pasados, y colegas, por supuesto.

Esta bitácora de aquí ya tiene demasiada variedad. Voy a ir haciendo "spin off" que dirían los anglos, o sea, extensiones, salpicaduras, derivaciones. Y a ralentizar el ritmo, quizás la extensión de las entradas de ésta, no sé. Más que nada para no cansar a la gente, "más vale que te echen de menos que de más" es un lema. Como necesito escribir, he pensado que quizás es bueno abrir otros frentes sin agotar siempre a los mismos lectores que son muy buenos y muy pacientes, pero a quienes puedo marear un poco si sigo a este ritmo e intensidad.

La bitácora de coaching la estoy remodelando, necesitaba un tiempo para ello, leer más, pensar más y asentar algo de conocimiento y práctica, tanto como persona que la están "coacheando" (vaya palabra) y que está "coacheando" a otros.

La de aprendizaje en comunidad la acabo de lanzar. Es para alumnos, pasados y presentes, y colegas. Me va a apoyar en las clases -durante, después- y a mantener esa comunidad de aprendizaje en la que tanto creo.

Y tengo otra bitácora para placeres varios, de los cinco sentidos, espero que será coral. De esos placeres también vivimos entre las muchas alegrías y algún que otro disgusto que el trabajo da.

Todo se andará. Y se transformará.



6 comentarios:

lolo dijo...

Hoy...la canción.

Olé tu canción, Máster.

Y la de ayer, también.

sarracena interesada dijo...

máster del universo, hedbanna amapola ¿nos dejarás cotorrear en tus nuevos foros? ¿nos dejarás arrinconados? ¿nos abandonarás en las nubes?

¿Qué será, será?

Toi dijo...

millones de veces mejor en persona

ya me gustaba esta maestra con forma de letras en una pantalla

ahora además me enamora

es un delicioso terremoto
un correcamino que si te descuidas solo oyes el bipbip y solo ves el humo que deja
bipbip

sunsi dijo...

Opino que hablamos solos... un monólogo bastante triste. No hay calor. Sí chispas de luz... pero que no calienta.

A la que escribe le cuesta tanto decir como callar. Espero tu misericordia y sepas filtrarlo con recta intención.

Un beso

ana dijo...

Anda... vaya trajín que te traes... y me pregunto lo mismo que la sarracena... ¿podremos meter las naricillas?... ¿un poco? ;))

Máster en nubes dijo...

He estado de viaje y con el portatil que funciona mal. Perdonad que no contestara casi. Voy por orden:

Lolo: La canción de Antonio Vega y el Arrebato siempre me ha encantado y la he puesto en varias entradas ya. Y a veces una no está a la altura en la que besa la otra persona, así es la vida ;-)

Pepa, por supuesto que vayas donde quieras y comentes. No, abandonar no, pero sí creo que debo de bajar la intensidad o ritmo o extensión, no sé. Y lo de la bitácora con los alumnos era importante para mí. Iremos viendo poco a poco

Toi, le escribi a Marga, y tengo una entrada sobre "los tois"... ;-) para cuando esté un poco menos agotada, pero para adelantar diré que Antonio del Junco es una persona genial, un hombre guapísimo, un padre de unos hijos divertidísimos y un marido de una mujer que me encantó porque Marga, tela, Marga. Cenar los yankis y yo de improviso casi, traernos y llevarnos, movil que me dejo en tu casa y me lo traes, en fin. Una hospitalidad de no creer y de agradecer mucho. Y encima que nos enseñases el barrio de Santa Cruz, me llevases en moto, en medio de trabajo y cosas que tenias que hacer. Te lo agradezco mucho, os lo agradezco mucho. Espero que esto sea el principio de una gran amistad que diría Renault ;-)

Sunsi, ya hemos hablado. Te mando un fuerte abrazo.

Ana, tú puedes venir siempre a cualuqier casa que compre o alquile ;-), física o virtualmente hablando. Con Dios