Bitácora de Aurora Pimentel Igea. Crónicas de la vida diaria, lecturas y cine, campo y lo que pasa. Relatos y cuentos de vez en cuando.

sábado, 23 de julio de 2011

Tierra, adobe (Los colores del verano, 5)


“El color tierra es muy elegante” decía mi madre. Yo me quedaba escuchando sin entender bien.

¿De qué tierra hablaba?

¿De qué color es el color tierra si tiene tantos?

¿Tierra rojiza, arcillosa, caldera o color terracota como algunos cacharros?

¿Tierra blanca, caliza, como la de los Torozos?

¿Tierra amarilla quizás? ¿Ese amarillo ocre que se hace gris cuando se seca para luego cuartearse?

Tierra blanca de arena de los pinares, no hay apenas humus debajo.

Tierra negra de los bosques, al lado del río, húmeda, vida muchos centímetros abajo.

Tierra abonada por Carlos, intentando aprovechar los excrementos de las ovejas.

En apenas unos metros la tierra cambia, su calidad, color, olor y textura, polvo o piedras, terrones apelmazados o que se deshacen. Con más agua o sin ella, dejando que entre el aire entre las grietas que hacen pequeños animales o el mismo agua, más ligera o compacta, pesada.

De suelos empobrecidos, polvorientos y agotados, que no pueden ni dejar pasar el agua, la escupen casi, hasta los suelos en barbecho, oreándose, cogiendo color de nuevo al darles un descanso.

Tierra del cementerio con los cipreses bien altos.

Adobe, paja mezclada con tierra, arcilla o arena, el color de muchas casas de antes que a veces quedaba oculto tras la cal blanca.

No sólo vivimos sobre la tierra, ésta nos acoge como una madre, la habitamos como hicimos en el útero, en su regazo. Su abrazo es el de un padre, su beso el de una hermana.

Tierra que se hace invisible de tan constante.

PS: In memoriam: José Joaquín Pimentel, (nacido a la tierra en 1926, vivo en ella y en el cielo desde el 21 de julio de 1988); Luis Pimentel Igea (nacida a la tierra en 1968, viva en ella y el cielo desde el 12 de abril de 2001); Concepción Igea (nacida a la tierra en 1924, viva en ella y el cielo desde el 22 de julio de 2010).

In God's own time we shall meet again.

4 comentarios:

Montse Viver dijo...

Qué bien estas cossideraciones sobre la tierra...

Un beso,
Montse

Anónimo dijo...

Hola muy bonita la descripción del verano y de la tierra.Hace tiempo que no entro por aquí, buen verano!

Montse Viver

Anónimo dijo...

Hola muy bonita la descripción del verano y de la tierra.Hace tiempo que no entro por aquí, buen verano!

Montse Viver

Máster en nubes dijo...

¡Qué alegría, Montse! A ver si te gusta el resto de lo que voy escribiendo, buen verano para ti también.