Bitácora de Aurora Pimentel Igea. Crónicas de la vida diaria, lecturas y cine, campo y lo que pasa. Relatos y cuentos de vez en cuando.

viernes, 9 de enero de 2009

Vida perra. VI) Animales de costumbres


Buenas, señoras y señores. Aquí estoy otra vez.

Me miró esta tarde y me dijo: "Donde yo voy hoy, tú no puedes venir"

Jo, Ama, evangélica me suenas. Luego soltó una historia muy larga, larguísima, como Ella acostumbra, Vdes. saben, que también la aguantan. Resumida era: "Habrá mucha sangre, demasiados olores, estoy invitada y no puedo llevarte conmigo. Es la matanza, Olimpia".

Pues como no sea una matanza de osos polares, con la que está cayendo, no sé yo, Ama. Pero la dejé ir ilusionada con que la voy a echar de menos.

Un aire desvalido cuando cerró la puerta. Antes la miré tristísima mientras metía tres o cuatro cosas en una bolsa, ni dos minutos tardó. Puse esa cara de "¿te vas?". Me sale perfecta.

No hay nada como la literatura para mentir y como perra esa es mi literatura: el gesto.

La tengo engañada, en la gloria que me quedo.

Aquí en casa de su madre, con Josianne además. Mola un montón que te saque de paseo una mulata, dónde va a parar. Te hacen más caso en la calle. "¿Come carne esta perra?" Uno que intenta ligar, el pobre. No sabe dónde se mete. "Principalmente humana" contesta Josianne zumbona. Te está bien empleado, gracioso.

Estoy hecha a que me lleve mi ama a todas partes, casi.

En Misa me deja a la puerta con un mendigo. Me encantan, son todo olorcillos muy interesantes. A la salida soy la sensación de los parroquianos. De hecho ya saben que está dentro mi ama, porque me ven fuera. Como si fuera un converso todavía no bautizado, en el atrio que me quedo.

Suelo visitar las casas de familia y amigos. Soy como una señorita de compañía de las de antes. Da igual a la hora que vuelva Ella, ni que no haya un alma en el Boalo o en Madrid.

"Perro muy peligroso" está avisado en la puerta del jardín. Ladro todas las mañana y tardes por si acaso. Pegada a mi ama impongo, toda negra y colmillos.

Bueno, la verdad es que la echo un poquito de menos.

Duermo en su cama y vago por la casa, doy vueltas sin acabar de asentarme en un sitio.

Como perra que soy, no tengo sentido del tiempo.

Me da igual que salga una noche que dos días. Si no está, pues no está.

La echo bastante de menos.

Es la costumbre, saben, nada más.

Los perros y las personas somos animales de costumbres.

11 comentarios:

Máster en nubes dijo...

Yo también te echo de menos, Olimpia.

Hace un frío pelón, pero el viaje fue estupendo.

Te llevaré choricito que sé que te gusta.

Anónimo dijo...

No se quien me da más envidia, Olimpìa, sin tú o tu señorita, hedbana nada-pastoril.

Anónimo dijo...

Querida Olimpia:

Lo haremos así.
Tate atenta.
Llegaré con la máquina.
Dos toques de claxon.
Te me saltas el vallado.
Abro la portezuela.
Te subes al ferrari.
Me lo llenas de pelos.
Gafas de sol.
Musiquita.
Sonido de motor que alucinas, vecina.
Ni Tom, Tom, ni Tam, Tam.
A la aventura.

Tú y yo solos.
Velocidad y un paquete de galletas.
Las dos cosas que necesitamos para alcanzar la felicidad.

Donde la aguja llega a la marca roja.

Outsider friar dijo...

Huy, cuidadín con la Josianne!

sunsi dijo...

Olimpia... sí te podía llevar. Lo que no quiere es que te comas los manjares de la matanza... Es muy lista tu Ama.

Anónimo dijo...

Olimpia. Gracias por el día tan estupendo que me has regalado.
Eres una copiloto estupenda.
Creo que el truco reside en tu fino oído.
Menejas las frecuencias con soltura.
Por debajo de los 15 decibelios eres una reina.
Discriminas todo. Ordenas lo que te llega.
Adivinas lo que nos viene por delante.
14 decibelios: un camión de frente a 300 metros. Un ladrido. Reduce.
7 decibelios: un turismo a 600 metros. Dos ladridos. Acelera.

Hemos recorrido juntos 800 kilómetros y no has cometido ni un error.
Nunca había conducido con tanta seguridad.
Entre la música que hemos puesto y tus ladridos avisadores, el placer de conducir lo hemos multiplicado por tres.
Gracias, chica lista.

Ahora estamos en Finisterre.
Queda nieva en la playa.
Paseamos juntos como dos enamorados.
No se si devolverte a tu ama.
No se si darle un disgusto.

De momento vamos a perseguir unas gaviotas por esta playa.
Es lo mejor que se nos ocurre.
Correr un rato.
Decibelios compartidos.
..
Tras el sonido del viento.

Antonio Azuaga dijo...

Me has hecho recordar a mi añorado "Rama", del que nunca llegué a saber si fui su "amo" o su sorprendido interlocutor.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Master, vuelve! Olimpia no es la unica que te hecha de menos!

victor Rocco dijo...

"Las musas cuando duermen despiertan la pluma de quienes las dibujan con palabras y las aman en el papel"
"SUEÑO DE MUSA"

VICTOR ROCCO

TIERRA DE LETRAS SUR

Máster en nubes dijo...

Perdón a todos, he estado fuera y acabo de llegar.

Friar, Josianne es mucha Josianne, no hay palabras para describirla.

¡Cómo es Olimpia! me doy la vuelta y se va con otro. Pero por una temporada se quedará conmigo porque tengo muuuchas cosas de la matanza.

Antonio, buen nombre para un perro, como el dios hindú ¿no? o una de sus manifestaciones, creo.

Lo he pasado fenomenal, ha sido una experiencia estupenda. El calor de la vida.

sunsi dijo...

Me alegro mucho de que lo hayas pasado bien ... y de que ya estés de vuelta.