Bitácora de Aurora Pimentel Igea. Crónicas de la vida diaria, lecturas y cine, campo y lo que pasa. Relatos y cuentos de vez en cuando.

lunes, 27 de abril de 2009

Craic y descanso


Acabó el corto viaje a Dublín ayer.

Pena, penita, pena. Habrá que volver, claro. Es lo bueno de haber dejado el tour literario por pubs para otra ocasión. Tenía que coger el avión y me coincidía con la misa del domingo, lo dejé para la próxima vez. Siempre dejo algo pendiente, porque me descuido, pero también aposta, para tener una, dos o tres buenas razones para volver a los lugares. A las personas y a los libros también.

Lo mejor de Irlanda son los irlandeses, así dicho en general, como si les conociera a todos.

Y luego ya en especial poetas y escritores apasionantes, soy Wildeana a tope, ya sé que suena algo decadente pero me encanta. Wilde, también Yeats y Newman, ¿se permite el eclecticismo, por favor? Vaya retrato de Newman tan bonito en la National Gallery, le han pintado como si estuviese sordo, con esa mano en la oreja de los ancianos. Luego también actores fascinantes, siempre interesantes.

Y hasta esos tipos de pub tan variados, unos pinta de poca cosa, el típico irlandes flaquito, con facha de jockey, mirada burlona y guasa, ligan por el interés que ponen los tíos, y por las risas. La próxima vez quiero ir a las carreras de caballos y a las de galgos, dos aficiones muy irlandesas.

Y luego hay otros tipos más grandes, pinta de estibadores de puerto, ya con esa barriga cervecera -joé qué capacidad para beber tienen estos tipos, los flacos y éstos, todos-.

Y luego más, muchos más, sobre todos esos músicos, vaya pedazo de músicos que tiene este país, guitarra, violín, banjo y esas voces rotas, tan auténticas. tan reales.

Este país es lo que es, real pese a los tópicos, con feos, con viejos, con gordos, con borrachos, con poetas, ese es su atractivo, su realidad, sobre la que se ha construido el tópico. Lo que ofrecen los irlandeses es realidad.

La mezcla de edades y tipos distintos en los pubs donde nunca te sientes fuera de ambiente es de las cosas más agradables a mi entender.

Y lo peor el tiempo.

Pero nada ni nadie es perfecto, y si Irlanda tuviese un tiempo agradable sería uno de esos paraísos terrenales que acaban siendo insoportables.

Gracias a ese tiempo tienen esos jardines verdes y tan inmensos como Phoenix Garden, a ver si la próxima vez lo podemos andar y no mirar desde los cristales de un autobús mientras llueve y llueve.

A pesar del tiempo las irlandesas se acicalan y salen con palabra de honor o tirantitos y sandalias los viernes y sábados por la noche. Te parece encantador aunque pronosticas un alto nivel de cistitis y enfriamientos.

Aprovechamos el sábado para una excursión al castillo de Malahide, al centro de interpretación de la batalla de Boyne y a Howth, llovía y soplaba el viento de lo lindo, pero al llegar a Dublín lucía el sol.

Tomamos una cerveza en el International Pub, caoba a tope con el humillo que se quedó pegado de cuando dejaban fumar. Un pub sin grasilla ni un poco de suciedad no es un pub que se precie a mi entender.

El viernes volvimos al Gogarty, pero el sábado nos retiramos a casa a beber con menos ruido y ya no pintas, sino un vino australiano que no estaba mal.

No, ney, never, no more... que dice una de las canciones más típicas de los pubs, será para mí sí, por supuesto, siempre y alguna vez por favor... quiero volver a Dublín (y recorrer Irlanda del Norte, volver de nuevo a Beara, viajar también a condados de dulce nombre como Mayo y más, mucho más).

Especialmente en tan buena compañia. Pepa es como comenta, directa y divertida, su marido se da un cierto aire al Capitán Hadock pero en joven y sin decir "pedazo de Xhhgg", ambos muy fáciles para convivir. Han soportado que me comiera el bote común (como el doble que ellos, ay) y que les hiciera perderse dos veces en el mismo sitio, eso sí, con mucha seguridad.

Nota: Craic quiere decir juega, diversión, bebiendo habitualmente pero con música también. Y no puedo poner blanco. Pero quiere decir Irlanda ;-)

4 comentarios:

Sinestesia Gastronómica dijo...

Jejeje, Aurora ya de vuelta de una nueva aventura eh, se ve que te encanta Irlanda... tengo que decir que nunca estuve, pero es una ciudad que te pega.

La verdad es que el tiempo pasa muy pronto y, más aún, si uno se lo está pasando bien.

Espero que nos veamos prontito.

Besin

sarracena infiel dijo...

Debo decir que Máster es, también, como aparenta: inteligente, directa, pelín obstinada y muuuuuuuuuuuuucgo más que, por razones obvias, me callo.

Debo decir, además, que lo pasamos de cine; que Irlanda es tan así como cuenta, tan gráficamente.

Sobre quien bebió que o quien comió más o menos, se impone la discreción.

De capitán, oh mi capitan ¿que deciros? Se impone, también, la discreción.

Por último, debéis traducir a Máster:

directa = borde

divertida = chistosa

En consecuencia ¡ojo al canto!

Don't touch me, Lady!

Mirna dijo...

Me alegra que estés aquí de nuevo. Vaya paseo te has pegado por esas tierras irlandesas, verde, verde, snotgreen, para Joyce. Ains qué envidia, y la verdad es que no sé si sana o chochina; pero sé que aunque sea la segunda me la vas a perdonar. Preciosa también la canción que has elegido.
Un beso y bienvenida.

Toi dijo...

verde Irlanda, verde envidia