Murió esta semana Blanca Suances, una de las muchas viudas de esa casa que ya he descrito: casi todo mujeres solas. Blanca, además, era viuda sin hijos. Cuando su marido se le adelantó, ella se quedó muy triste. Estaban muy unidos Santiago y ella. Y siguieron así en la distancia, ella desconsolada, echándole mucho de menos .
Ha vivido todos estos años, creo que casi veinte, ya sin muchas ganas, animada por Machús, su hermana pequeña, que ha estado pendiente de ella. Salvador, Pilé, sacerdote, otro hermano de ambas, murió hace unos años. Creo que era el último de los chicos Suances.
Blanca era especial y tan buena como su santo esposo, que era de los de altar. Machús la liaba un poco, como me ocurre a mí con mi madre: "que no te pongas ese traje del año pun", "que te cambies", "que te arregles".... No lo hacemos por molestar, sino por animar, aunque podemos llegar a ser muy pesadas.
Machús tiene uno de los secretos de estado mejor guardados: su edad. Y otro todavía mejor: no he visto mujer más alegre y mas divertida. Esa sí que da abrazos que te tumba y te deja sin aliento, ¿qué tendrá por dentro que es así, incombustible?
Machús tiene uno de los secretos de estado mejor guardados: su edad. Y otro todavía mejor: no he visto mujer más alegre y mas divertida. Esa sí que da abrazos que te tumba y te deja sin aliento, ¿qué tendrá por dentro que es así, incombustible?
Blanca, lo siento, pero me he chivado todos estos años a Machús cuando te ponías el traje aquel de chaqueta de los años 60. He sido yo, te lo confieso, ahora que estás en el cielo y que no puedes enfadarte. Si te veía con él, y luego a tu hermana, se lo decía: "Machús, tu hermana Blanca se puso otra vez ese traje, que lo sepas". Y luego ella iba y te reñía. Ay, qué mal, qué remordimientos.
Blanca no quería salir mucho, no se animaba, quería estar en su casa. Venían sobrinos a verla, la sacaban también. Ha tenido muchos, habían sido 11 hermanos creo. Y ella se resistía levemente, suave, como era Blanca, delgadita, pero firme.
Un día de calor horroroso hace un par de veranos me dijo que ella donde estaba bien era en su casa, que les agradecía mucho a todos todo, pero que no, que no quería tanto lío, que se aturdía. Carmen y otras vecinas han estado pendientes de ella, acompañándola a misa cuando ya era un suspiro. Blanca se ha ido quedando transparente, todavía más blanca.Una Blanca cada vez más blanca.
Un día de calor horroroso hace un par de veranos me dijo que ella donde estaba bien era en su casa, que les agradecía mucho a todos todo, pero que no, que no quería tanto lío, que se aturdía. Carmen y otras vecinas han estado pendientes de ella, acompañándola a misa cuando ya era un suspiro. Blanca se ha ido quedando transparente, todavía más blanca.Una Blanca cada vez más blanca.
Cuando mi madre me dijo que había fallecido pensé que por fin estará acompañada.
Nunca más sola, Blanca, nunca más. Con Santiago por fin, ¿eh?, tú siempre con tu marido al lado has estado y estás, pero ahora más. Un abrazo, Blanca, y no me tengas en cuenta lo de chivarme, por favor te lo pido.
Nunca más sola, Blanca, nunca más. Con Santiago por fin, ¿eh?, tú siempre con tu marido al lado has estado y estás, pero ahora más. Un abrazo, Blanca, y no me tengas en cuenta lo de chivarme, por favor te lo pido.
9 comentarios:
Bonitas palabras Aurora, un cálido hasta pronto...
1 abrazo, Raquel
Un beso muy fuerte, Aurora, y otro para Machús. Una entrada entrañable, preciosa.
Blanca.... No la conozco. Pero la has descrito con una delicadeza...
Una oración para ella.
Que se cumpla su deseo de estar para siempre, siempre con quien tanto ha amado y , por supuesto, con el Amor.
Besos, Aurora
Qué cosa más preciosa.
Raquel, tenemos que vernos sin falta, te llamo. Y de viudos también podrías tu hablar, ¿qué me dices de tu abuelo en la dehesa en el mes de enero cuando me contaba cosas de tu abuela? Era para hacerle un monumento... ya sabes lo mucho que me gustó tu abuelo, la encina que envejece con dignidad, sabiendo tanto, tan trabajado el hombre...
Mirna, de viudas tú sabes algo ¿no?, en fin, podíamos hacer una serie de cuentos de viudas, se me ocurre. Un abrazo, Babette, os echo de menos ya. El lecturas de Navidades de recetas ¿lo has comprado? Im-pre-sio-nante.
Sunsi, ya sabemos cómo suelen ser las Blancas ;-), pues sí hija, ésta era de las mejores, echando de menos tanto a su marido que de verdad ... pues eso, que ya lo tendrá a su lado (espero, vamos). Y otra que de viudas pues también, oye, que estamos rodeadas ¿te has dado cuen...?
Hojas de roble, ¿alguna viuda cerca? Porque son legión. Mira, otra modalidad, la viuda sevillana, que seguro que tiene sus características propias, hasta su idiosincrasia.
Oye, que se me acaba de ocurrir una idea, cuentos de viudas, nos forrábamos, teníamos lectoras seguro. Ay, que no, que me vuelvo a dispersar y tengo que acabar Abuelitas Malditas, que algo de viudas ya cuenta.
Maldición, es que me gusta todo y todo me divierte, Houston, tenemos un problema. Foco, foco, foco, centrarse, centrarse, centrarse. Hala, hasta luego a todos, gracias por venir y leer y comentar. Muchas gracias. A corregir más...
Venga, hedbanna, que tengo muuuuuucho 9nterés en leer abuelitas; de viudas, información de primera, oye: en casa se juntaron tres generaciones (madre, abuela, bisabuela)
Fuera bromas, una oración por Blanca, descanse en paz.
Bueno Aurora, bueno.
¡Y esos Panchos!
Descanse en paz. Conocí a don Pilé, un sacerdote estupendo con muy buen humor.
Soy JV. Ahora puedo comentar pero sólo como anónimo.
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