Bitácora de Aurora Pimentel Igea. Crónicas de la vida diaria, lecturas y cine, campo y lo que pasa. Relatos y cuentos de vez en cuando.

martes, 14 de abril de 2009

Lo malo del vino bueno




El vino bueno tiene solo una cosa mala.

Lo tengo comprobado. Me regalan vino estupendo. "¿Llevamos algo para comer?, ¿Necesitas el postre, aperitivos, algo?" Casi siempre digo que no porque suelo tenerlo todo preparado y cubierto. Y si te traen comida a menudo sobra y estás comiendo restos un par de días, me horroriza tirar nada de comer.

En cambio el vino siempre viene bien, así que digo que vino. Gracias a eso en mi casa casi siempre hay buen vino (es un decir, ejem).

Me encanta el vino tinto, no es que el blanco me disguste, para verano y algunos platos está estupendo, pero soy bebedora de vino tinto. Rosados y claretes lo mismo, estupendos para el verano, pero son otra cosa.

Tinto preferentemente en compañía, me da terror beber sola, lo vi en Canadá y en otros países, la gente bebe sola y eso es malísimo para el cuerpo y el espíritu, para todo.

Beber es conversar.

Una mala sustitución es llamar a alguien por teléfono si estás sola y quieres beber, o escribir o comentar en el blog, pero no deja de ser una mala sustitución nada recomendable. Especialmente lo segundo. Si a la rapidez y precipitación habitual de teclear llena de faltas se le suma el alcohol el resultado puede ser bochornoso. Y como dicen algunos "eres lo que escribes". Uf, no, no, mejor si escribes no bebas o viceversa que luego lo que escribes es el desastre que eres.

Vino siempre al comer y cenar o, al menos, con algo en el estómago.

No me he emborrachado jamás. No es control, el cuerpo me rechaza automáticamente el alcohol como otras cosas en cuanto empieza a sentarme mal. Pero en alguna boda el cocktail que precede a la cena y que te pilla sedienta puede ser mortal si no logras alcanzar el canapé o la gamba: bebes sin darte cuenta de tanta sed que tienes y al sentarte a la mesa estás ya para el arrastre, no tienes el punto ni estás ya graciosa, simplemente te mueres de sueño, mala cosa.

Lo malo del vino bueno es una sola cosa.

Se acaba.

Se acaba prontísimo.

Más rápido que un vino medianillo.

Te lo bebes rápido, en un pis-pas, plaf. Cae 1, caen 2, caen 3 botellas en una comida y ese cálculo de media por persona se va al garete.

Y si estás sola y abres la botella pese a la teoría de que no se debe beber sola -las teorías están para romperlas de vez en cuando- te sorprendes el jueves finalizando una botella que abriste el martes.

Es lo que tiene el vino bueno: que se bebe antes, que apetece más, que una copa no te basta y quieres otra y otra. Y que no eres consciente de que se acaba, tan contenta estás bebiéndolo.

Pues eso, a ver si cogéis la indirecta: que se me ha acabado el vino y que este sábado me subáis más, que seremos muchos.

Y que aunque suelo tener, esta vez no tengo, se me acabó, me lo bebí, nos los bebimos.

Es lo malo del buen vino.

Que se bebe mucho más rápido y mejor que el mediocre o el simplemente malo. Sin darte cuenta. Aunque hoy no hay casi vinos malos en España, esa es la verdad. Así que entre los buenos y los mejores los últimos se acaban, ay, antes.

Pero aunque duela esa rapidez puestos a elegir entre lo bueno y lo mejor, siempre lo mejor.

22 comentarios:

Suso dijo...

Tengo la suerte de no distinguir,en vinos, entre lo malo y lo muy bueno: comprobado con un tetrabrick y un Carrovejas. Nada.

Así que no bebo vino.

Pero reconozco que hay gente que verle paladear un buen caldo es un gozo por comprobar cómo lo disfrutan.

Modestino dijo...

Me pasa un poco como a Suso, me faltan con ocimientos sobre el vino. Eso sí, de vez en cuando bebo un tinto que me doy cuenta que es buenísimo .... ¿me parecería tan bueno si no supiera a priori que es vino de "prestigio"?, imagino que también.

Me quedo con tu frase de "beber es conversar", ¡claro que sí!.

Y a ver si me apunto a un curso de esos de catas de vino ... va en serio.

Un post desengrasante¡.

Un beso, Aurora.

Olga Bernad dijo...

PUes yo tampoco entiendo de vinos (menudo plan, Aurora:-)
Pero me encanta también el vino tinto. Ese olor tan fuerte, un poco dulce, y el color en la copa transparente. Le aplico la intuición o algo así, como a todo en mi vida (soy muy de algo así) y decido si es bueno o malo. Es bueno si me gusta. Me suelen gustar el bueno.
Ayer estabas igualmente acertada.
Don,t worry, guapa.
Yo estoy triste como si hubiese bebido. Una resaca de tristeza o algo así (¿ves?). Igual me vendría bien un vinillo esta tarde.
Saludos.

sunsi dijo...

Yo creo que sí lo empiezo a apreciar, Aurora. Pero el blanco seco me gusta mucho y el cava brut nature (catalán)...sin palabras.

Os dejo un enlace muy curioso. Una enóloga , creo que de Burdeos, explica cómo se degusta un buen vino. Cuando lo vi entendí por qué mis primos, que han tomado el relevo a mi tío y han sabido actualizar el negocio del vino, agarran la copa por donde la agarran, le empiezan a dar vueltecitas, meten literalmente la nariz ... Todo un ritual del que fuimos testigos la familia Farré al completo. Nos reíos un buen rato y ellos no entendían tanta ignorancia.

http://www.youtube.com/watch?v=63fhp1hyVds

Besos

ana dijo...

Yo sólo puedo sacarle bondades al vino. No le veo nada malo... pero es que nada... nada de nada. ;))

También me quedo con eso... con lo de beber con vino es conversar.

Ayer tuve un ratillo de esos, de esos que anclarán para siempre en la memoria. Vino y conversación.

Un buen vino... una estupenda tapa... de mis padres... y la conversación... El escenario, ¡la cocina!.

Y aunque se hubiera caído el mundo... ni nos hubiéramos enterado... oye.

NADA PUEDE ROMPER UN RATICO ASÍ.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Me encanta el vino Aurora.

Suelo beber buen tinto, en invierno y en verano.

Te recomiendo Aalto, es genial.

Ahora me he acostumbrado a una copilla de vino blanco fresquito antes de almorzar.

Manías.

Si quieres te envío unas botellillas.

Un fuerte abrazo.

Máster en nubes dijo...

Suso, voy a aclarar algo aquí que es que parece que entiendo de algo o soy una exquisita y no es cierto ;-)

Suelo comprar vino de unos 4-5 euros, si lo compro yo, para diario. Para amigos compro un poco mejor que ya me parece excelente, unos 9-12 (por eso me quedo con Rioja y no con Ribera de Duero que hay que ver cómo se ha subido a la parra)

O sea, ya el de 12 euros me parece estupendo, porque por encima de los 25-30 -digo en tienda no en restaurante- yo ya no aprecio. Y los he bebido, pero mi umbral de paladar se detiene en los 25.

Un abrazo
Aurora

Máster en nubes dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Máster en nubes dijo...

Olguita, lo dicho, entender no entiendo o entiendo hasta 25 euros, luego ya no, no me da para más... ni el bolsillo ni el paladar.

Yo creo que en este país hay unos vinos buenísimos por 12 euros, pero buenos buenos. Repito lo de los Ribera de Duero y soy de la zona: es un escándalo que cantaba Rafael.


Un abrazo
Aurora

Máster en nubes dijo...

Ay, Ana, bebimos bien ¿no? Y podíamos haber bebido más... pero estuvimos muy comedidas.

Un abrazo, y en León hay vinos buenos, recios, me encantan algunos del Bierzo, la verdad.

Aurora

Máster en nubes dijo...

Aalto... tomo nota, creo que no lo conozco. Y por supuesto que a ese tipo de ofrecimientos una siempre dice que sí... si me dejas corresponderte con otro envío ;-) o de Rueda, blanco, o de tinto, si eres más bebedor de tinto que blanco... o un Cigales que para verano está muy bien...

Gracias, Javier, y un abrazo.

Aurora

Máster en nubes dijo...

Sunsi, guapa, que te vi y luego no te veía.

A mi el cava me cuesta, y el champan francés pues tampoco me mola en exceso, la verdad.Lo he tomado alguna vez y me parece rico, pero soy de vino y tinto.

Y los rituales ... yo creo que como bebérselo a veces en compañía no hay ritual mejor ;-)

Un abrazo, guapa

Aurora

pepa dijo...

Hedbanna casi-nunca-pastoril, que sepasa que el vino bueno no tiene NADA de MALO.

Yo empecé a beber a los 30, ahora no beno nada por cuestiones ajenas a mi voluntad.

Dicho lo cual: me encanta el vino tinto, solo o en compañía de otros.

Mi umbral de paladar está en el mismo sitio que el de los euros: pasada una cantidad, no aprecio.

¿Nos llevamos un par a Dublín?

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Por supuesto que acepto, pero debes probar Aalto.

Un abrazo.

Sinestesia Gastronómica dijo...

Di que sí, que el vino nunca está demás; nos hace brindar, abrir boca, potenciar sabores, nos pone coloretes encima es un disfrute para el paladar... qué más se puede pedir, pues más vino.

Eso sí, suerte la nuestra, en España hay muy buenos vinos y con un gran abanico de precios: un buen vino no es malo por ser barato, sino que hay que saber disfrutar del vino en cada momento, es como todo.

Y no me quiero yo acordar de los vinos "de 6 a 10 euros" franceses, los de 2 euros de aquí le pasan de largo.

Besin. Una vez más, me encanta lo que escribes, qué grande!!!s

sunsi dijo...

Máster... te cuento una cutrada...
En el Área de la Guisona venden un vino turbio que vale 0'90. Está rico, es suave. Fresquito pasa bien. Me gusta más el Blac Pescador, pero ya te digo, este turbio no está nada mal.

Besos.

Máster en nubes dijo...

Pepa, soy como Sofía Loren en Mortadela, viajo siempre con aceite de oliva, jamón y vino cuando voy a estar largo tiempo, para estancias cortas ... me freno ;-) puedo aguantar 5 días...

Máster en nubes dijo...

Muchas gracias, Javier, lo probaré, seguro que está estupendo y que son palabras mayores.

Un abrazo y hacemos el intercambio de botellas (qué tío más rápido eres, más que yo, no doy crédito ;-)

Aurora

Máster en nubes dijo...

¿Te acuerdas Raquel? Vaya m. y tanto hablar, tanto hablar; mil veces mejor los nuestros. Como la carne de Bazas; que si las vacas las acunan cada noche, que si cadena de distribución exclusiva ... y vas y la pruebas ¡y no sabía a nada!

Los framceses tienen cosas muy buenas pero sobre todo un excelente marketing, compañera...

Y si el jamón que tenéis en Barcarrota lo conocieran en EEUU os lo quitaban de las manos (así que mejor que no)

Aurora

Máster en nubes dijo...

Sunsi, de cutrada nada porque yo bebo vino de pitarra encantada de la vida. Así que no pasa nada, cada cosa su momento ¿no?

Un abrazo (y acabé las clases, soy speedy)

Aurora

Mirna dijo...

Aurora, ahí me has dado. No entiendo yo tampoco de vinos, pero lo disfruto como la que más. No concibo una reunión con amigos si no es alrededor de un vino que nos haga disfrutar. Me pasa como a ti: prefiero que traigan vino a más comida que luego no conseguimos terminar y me deja la nevera llena de sobras, para disgusto de mis hijos; pero cuando me traen un vinito, eso lo agradezco muchísimo.
Lo único es que yo sí he logrado disfrutar también a solas del vino. Me encantan las noches de verano, cuando me salgo al jardín a leer con una copa de vino, o simplemente a oír los grillos y oler la dama de noche, un lujo para los sentidos.
Brindo por ti y por esta entrada. Me ha encantado y también la música.
Un beso.

Máster en nubes dijo...

¿Verdad que es un horror tener sobras que no puedes tirar?
Luego sale el hermano pollo disfrazado de croquetas o de ensalada o de lo que sea, y tienes pollo hasta morir.

En fin, que no, vino siempre, a ver si lo han leído quienes lo tiene que leer... aunque mira, indirectamente y porqure hay gente encantadora me va a caer un vino ¡que me lo voy a beber feliz!

Un abrazo, y copié lo de los brownies para este fin de semana, ya te contaré.

Aurora