Bitácora de Aurora Pimentel Igea. Crónicas de la vida diaria, lecturas y cine, campo y lo que pasa. Relatos y cuentos de vez en cuando.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Vida de pueblo

Me ha dejado hecha polvo el último diario de Màrai. Necesito otra lectura en vena y rápido. La vejez asusta, pero en soledad, esa soledad estadounidense, aterra. Creo que hay una soledad estadounidense como hay otra europea.

Ayer hice vida de pueblo. Salí de misa y me fui al bar. Clarete y pulga, lectura de periódicos. El festival de Hay está en Segovia. Hablé con las vecinas, un corrillo de ellas sentadas al solecito en La Parra. "Me dice el médico que salga". A mí no me lo dice, pero como si me lo dijera. Lo mismo en Urueña. Hay que salir, no meterse en casa.

Es difícil el equilibrio entre el sosiego para poder concentrarse en lo que haces, lees o escribes, y el no ensimismarte en exceso. El teléfono e internet pueden ayudar, pero lo mejor es verse y escuchar. Hay mucho ruido a veces, y no siempre es de fuera.

Hoy vinieron Carlos y su mujer a verme. El abono de sus ovejas le ha venido al jardín muy bien, lo agradece. Crecen los membrillos. Carlos le va a hacer un injerto a uno con una rama de peral, veremos.

Hay una soledad urbana como hay otra rural. Escucho a Olga Román  y me animo inmediatamente. Dice ella que es lenta. Por eso es tan bueno lo que hace. Bendito sosiego.

13 comentarios:

Irene dijo...

Aurora, te cuento una breve historia sobre la soledad.

En el Metropolitan de Nueva York hay un cuadro enorme que casi me hizo llorar.

Un trabajador se me acercó, sonriendo. Me preguntó si me encontraba bien. No contesté. Se sentó a mi lado y no dijo nada más. Pensé en los que no quisieron acompañarme al museo. En la que estaba en la otra sala, durmiendo.
Y en ese hombre.

Una receta contra la soledad: Mira a tu alrededor.

Un beso

Irene

Anónimo dijo...

Sí, hay que seguir caminando Aurora. Me ha encantado esta canción de Olga Román, que no conocía, muchas gracias por el enlace. Leo esto y siento una nostalgia inmensa de los pueblos de Castilla en otoño. Mmmm, ese membrillo....

Juan Carlos Garrido dijo...

La soledad urbana siempre es más cruel, por irracional.

Saludos.

Máster en nubes dijo...

Besos, Irene, y gracias, guapa. La historia tuya me ha gustado. Espero tu visita y hacemos maratón de escritura, ¿vale?

Sara, escucha el disco entero, te va a encantar. Yo en cambio tengo nostalgia por Irlanda ;-), un abrazo y gracias.

Sombras, no estoy segura de qué soledad es más grande. En los pueblos de Castilla hay personas que están muy solas, hay de todo, como en todas partes. Pero el bar es una gran institución, me encanta.

A todos: blogger está haciendo cosas raras y a veces no puedo ver ni leer los comentarios hasta pasados unos días, no sé qué pasa. Así que mis disculpas.

Retablo de la Vida Antigua dijo...

Los norteamericanos, con todo, tienen una larga tradición comunitarista. ¿Recuerda usted La Casa de la Pradera?. Es una visión idealizada, y un tanto dulzona, de la vida de los granjeros del medio oeste que tiene, con todo, un fondo de verdad. Cabe preguntarse cuánto queda de todo esto en los actuales EEUU. Más opresiva, parece, sin embargo, la soledad que parece existir en los países escandinavos.
La soledad de EEUU está también en el western, con todo su fondo ético y épico.

No estoy de acuerdo con la idea de que la gente de las ciudades es más egoísta y menos altruista que la de los pueblos.

Saludos, doña Aurora.

Saludos doña Aurora.

Jaimemarlow dijo...

¡La de cosas que descubro en tu blog! La última, Olga Román, gracias por traerla.

Y hablando de soledades... Yo he conocido la soledad de un pueblo y la soledad de una ciudad, y la primera me resultó más "llevadera"... tal vez porque al ser más "total", te das cuenta de que, en el fondo, todos estamos solos.

Máster en nubes dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Máster en nubes dijo...

Jaime, Olga Román canta muy bien y además las letras son muy buenas. No sé respecto a la soledad, yo es que lo que no aguanto es el ruido y el trasiego. Supongo que si me dedicara a la agricultura tendría un trasiego diferente, pero para escribir y estar conectada en el campo se está bien, siempre con una ciudad grande -con cines, teatro, etc- cerca y con la posibilidad de moverte cuando quieras, de viajar...

Máster en nubes dijo...

Tiene Vd. razón, D. Retablo, la tradición comunitaria es interesante y es real, aunque como escribió Putnam muchos americanos se encuentran hoy "Solos en la bolera" por razones diversas. Envejecer sin embargo me parece a mí que es más solitario, tengo la sensación de que se ven menos las familias, de que se ven poco. Quizás haya de todo.
Y es cierto lo de los pueblos porque los malos rollos se diluyen menos a veces, los encontronazos o las peleas esas de muchos años que ya no sabe nadie quién dijo qué, qué pasó y porqué están enfadados. También creo aquí que hay de todo, y que el anonimato en algunas ciudades tiene su parte buena y mala. En todo caso ciudadano viene de ciudad y será por algo. Saludos cordiales, paso a su casa ;-)

Jaimemarlow dijo...

Si no soportas el ruido, mejor que no intentes dedicarte a la agricultura, por lo menos a la de secano; no sabes el ruido que meten los tractores, cosechadoras, etc.

Un beso desde aquí.

Máster en nubes dijo...

Pues me encantaría montarme en un tractor para probar cómo se va, Jaime...

Jaimemarlow dijo...

Pues un día quedamos, vamos a Tierra de Campos, y te pego un paseo...

Máster en nubes dijo...

ok, por supuesto, mi correo está en el perfil, quedamos si os parece por esa vía...