Bitácora de Aurora Pimentel Igea. Crónicas de la vida diaria, lecturas y cine, campo y lo que pasa. Relatos y cuentos de vez en cuando.

domingo, 11 de abril de 2010

Gorriones al sol de la primavera



Domingo en Madrid, hace buen tiempo, raro en esta ciudad una temperatura tan buena. Solemos pasar del frío a un calor duro con pocos respiros en medio. Pero estamos en pascua florida y hoy es uno de esos insólitos días de suave primavera.

No hay dinero, y sin embargo el sol es gratis, como muchos parques, como el Caixa Forum y otras salas de exposiciones o las mismas calles llenas de gente (todavía no hay que pagar por pasear en ellas).

En días como hoy se ve mejor lo que hay si miras fuera: emigrantes agotados de la semana entera que salen con carritos y niños a darse una vuelta; personas en paro, él y ella, que no compran ni pipas a la kioskera; mujeres solas y ancianos que quieren contar su vida o sus penas, a veces ambas, a quien se pare un momento; un síndrome de down sonríe a su madre que tira de él andando por la acera.

Al vuelo una conversación en ese bar de mala muerte con un tufo de calamares y aceite... "Hace 30 años que me lo diagnosticaron... (...) y echo tanto de menos la compañía femenina el fin de semana..." Un hablar y un andar muy lentos, la mirada perdida y ausente, y entre esas palabras que tan despacio suelta una observación certera, sentido del humor, melancolía, inteligencia, bondad, delicadeza, y, de vez en cuando, un poco de mala leche. La humanidad de nuevo aquí entera.

La humanidad siempre entera, pobre, herida o doliente, y por eso más entera.

En mitad del ruido de Atocha, la Cuesta Moyano de frente, el Reina Sofía más abajo y un autobús que no llega, hay tiempo para contemplar a los gorriones, a tantos como cobija Madrid, Villa y Corte, o lo que sea.

Pequeños y mínimos, invisibles a veces, muchos gorriones piando al sol de esta primavera.

14 comentarios:

Las hojas del roble dijo...

LOs gorriones son muestra de vida y alegría, y al sol, qué delicia.

Jesús Dorda dijo...

¡Que nos duren los gorriones! que si se mueren algo de Madrid morirá.
La cuesta de Moyano es de lo que más echo de menos de Madrid. De lo poco.

sunsi dijo...

Precioso y doliente post, mi querida Aurora. Me ha dado la sensación de que la soledad, la pobreza y la humanidad sufriente la has succionado ... te la has quedado en el alma.
Dios te bendiga por esa sensibilidad tan especial.

Un beso desde Tarraco

lolo dijo...

Los ojos abiertos, los oídos atentos, el corazón alerta, hasta los gorriones mínimos se ven y se oyen y avisan... pasear o comer pipas es privilegio de pobres. Y de bienaventurados.

Olga Bernad dijo...

A mí me parece una entrada más bien dulce, llena de aceptación. Humanidad, gorriones, vida. Un poco de sol. Con su parte triste, con su calor.
Saludos nocturnos.

Aurora Pimentel Igea dijo...

Perdonad, tengo clases y salgo pitando and speaking in english already...

1. Hojas del roble: sí, son vida, pero allí ya estáis a ¡25 grados! Y el amor sinfónico me gusta;-) Un abrazo.

2. Dorda ¿es cierto que hay durante un mes o así más gorriones que personas y que luego mueren y se "igualan" nuestras poblaciones respectivas?

3. Hola, hermosa, te llámé, y en el alma se lleva lo que cabe, me gustaría tenerla más grande como alguna que me conozco, GUAPPPPPPPPA!

4. Bienaventurados los pobres siempre y que estemos entre ellos, los que lloran, por ejemplo... Lolo,un beso, necesito ir a Valencia ya, invítame, (como ves en directo lo hago, es que me da igual)(bueno, es que no tienes correo, que está estropeado...)

5. Olga,´y así es, todos gorriones piando, pequeñitos, intentado llevarse algo a la boca... Un abrazo, guapa

Juan Carlos Garrido dijo...

Hay quien considera a los gorriones cucarachas plumíferas.

En todo caso, tras este invierno riguroso y levítico que hemos padecido, hay ansia contenida de salir a la calle. A mi me recuerda a una vieja película, creo que se llamaba "Calle sin sol", o algo así.

Saludos.

Toi dijo...

Sol gratis... hermoso concepto.
Tambien mirar los gorriones, y escuchar el cristal de tu risa.
Las cosas que merecen la pena son gratis.

Conocí a un tío tan pobre que solo tenía dinero.

Alonso CM dijo...

Precio retrato, muy emotivo.

Miguel Baquero dijo...

El sol es gratis pero no lo digas muy alto que seguro que a alguien se le ocurre privatizarlo. y sí, da gusto pasear por esta primavera todavía algo fresquita

Aurora Pimentel Igea dijo...

Contesto a todos juntos que tengo clases y no sé ni quién soy ya:

Hombre, Sombas, la palomas son guarrillas, pero los gorriones, no sé, nunca pensé en cucarachas ;-)

Toi, informado el alto mando de tu casa dejole recado a la interfecta de que siempre se os espera y alegreme de saber tu ánimo y todas esas fotos metreras y otros pormenores que no relato. En cualquier caso antes de que las comuniones os asolente, a vuestros pies quedo.


Huy, miradme al menos, alegría de tu visita que es la primera ¿no? Yo te leo, me gusta el verde ese del título que tienes... Bienvenido y vuelve.

Baquero, estoy convencida de que acabaremos pagando por pasear ... al tiempo. Un abrazo.

José Miguel Domínguez Leal dijo...

A mí me gustan mucho los gorriones, y les echo miguitas de pan en mi terraza (a lo que dediqué un poema en una de mis primeras entradas, que se llamaba "mañana de domingo"), lo que no gusta aquí en casa, pero me puede.
Un fuerte abrazo, Aurora.

Máster en nubes dijo...

Un abrazo, JM, lo de dar de comer a los gorriones te retrata. Voy a pasarme por tu casa a ver qué cuentas ;-)

Jesús Dorda dijo...

Perdona Aurora, he tardado en leer tu pregunta, llevas tal ritmo de entradas que se me pasan los comentarios con facilidad.

Los gorriones pueden hacer dos o tres puestas entre la primavera y el verano con una media de cuatro pollos, imagínate. Pero el invierno, los gatos, los coches, ... imponen su ley y a la primavera siguiente la población ha vuelto a sus números.
Pero eso ocurre con todos los animales en realidad. Fíjate los carboneros y herrerillos, lo mismo sacan ocho pollos adelante.