Tienes unos ojos casi sin pestañas, las cejas finas y delgadas. Un pelito corto y rizado, pelusa clara, ya te nace bajo el pañuelo que tapa tu cabeza desde que te la afeitaste.
Eres de piel delicada y transparente. Algunas venas azuladas se asoman por el cuello y la frente, dibujan tu craneo.
Tus manos finas y alargadas sujetan el libro que estás leyendo con calma. Pasas una hoja, y luego otra, concentrada.
Pareces una dama medieval salida de una antigua tabla. Y no tendrás más de 30 años.
Eres guapa, muy guapa.
Has vencido al caballero que se presenta sin previo aviso y te reta en duelo. Como Juana de Arco, con armadura tú te has puesto al frente del ejército y has luchado. Él ha retrocedido. Está tocado y se arrastra por el suelo, como un cangrejo, hacia atrás.
Cierras tu libro ahora, te dispones a bajarte. Es tu estación, pero es sólo una parada más en tu viaje.
Y lo vuelvo a decir por lo bajo mientras aprietas el botón para que la puerta del vagón se abra:
"Dama blanca, dama blanca. Tú eres una dama blanca muy valiente y muy guapa".
PS: La foto es de un cuadro de Petrus Christus. "Joven dama", 1470. Gemaldegalerie, Berlin, Alemania.
(Texto perteneciente a "Metro de Madrid informa" que publico de nuevo hoy 4 de febrero, sábado, día Mundial del Cáncer. Con cariño y admiración.)
12 comentarios:
JM: Intuiciones y esperanzas, el pelo nuevo que sale, a veces distinto al que se tenía antes, es una señal de que la batalla o el torneo ha sido ganado.
Nicolas: Feliz Pascua para ti, y bienvenido. Pero el metro no es tan malo, es peor el tráfico en superficie con pitidos y todos parados... pero hay gustos para todo, desde luego.
Muy sugerente, Aurora. Además, venía a darte la enhorabuena por tu libro en Álogos; Javier acaba de colgar la portada en el blog de Siltolá. Pronto nos veremos en la misma colección, todo un honor.
Besos
JA, el honor es mío, el que Vd. me hace viniendo a mi bitácora, muchísimas gracias. Y desde luego que doble alegría saber que voy a estar en tan buena compañía en la colección Álogos, yo, toda una novata. Ni sé cómo me he atrevido, en fin, pero me hace mucha ilusión, la verdad, y que estoy feliz aunque temblando.
¡Qué bonito Máster!! Conozco algunas damas blancas que han luchado y han vencido, y en el camino adquieren una belleza inigualable, por fuera y por dentro, frágil y sólida a la vez, evocadora de ese áura casi sobrenatural que las asiste en el duelo.
¡Enhorabuena por tu libro, Aurora! Parece una edición muy bonita. Felicidades y un abrazo.
Elena, gracias por venir, yo también las conozco, aunque ésta era una completa desconocida con quien me crucé en el metro. Y el aura se la notas, así es, en fin, admirable... Un abrazo, guapa.
JM: gracias a ti por eso de estar a distancia. Escribir es un gran placer, pero que te lean lo hace doble. La edición es preciosa, el contenido mío menos, pero en fin, digamos que así pasará más desapercibido y se notará menos. Un abrazo mío y para Quequi Olimpia manda un lametón, la muy sinvergüenza ¡está dormida ya encima de mi cama!
Que bonito como escribes Aurora, encuentras belleza hasta en el metro...
Yo es que le temo, quizá porque ya me ha tocado correr un par de veces de los cacos, si observo también, pero esperando de donde me puede venir...
Esto no quita que he disfrutado mucho con estas entradas tuyas, son muy bellas. Que afortunada eres de sentir y poder expresarte de esta manera. Para mi leerte, un placer!
Mar, perdona, he estado con otro ordenador y me liaba con el correo. Muchas gracias, eres muy amable, seguiré con los relatos porque creo que gustan. Y no te creas ¡no todos van a ser en plan bonitos! Hay alguno que otro duro, vamos, un par de ellos: los escribía en el metro a veces, los bosquejaba más bien, y sobre esas notas, recuerdos, ficción o no ficción, los voy sacando... Tengo más de 30 ya ;-) en un cuaderno.
Bonito homenaje.
Te echo de menos.
Besotes!!!!
Hermoso texto sobre un tema del que es difícil escribir sin caer en los tópicos.
Saludos.
Prima, a ver si nos vemos. JC, estoy con trabajo, escribo menos aquí, pero más fuera. A ver si puedo sacar tiempo. Gracias por leer siempre.
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