A veces se empieza desde cero, la temperatura justa que dijo alguien. Un año y un día de blog hoy, y todo comienza de nuevo ahí, siempre ahí, a cero. Pero también cabe menos: se puede estar a menos que cero en todos los sentidos posibles.
Libertad y palabra son términos intercambiables a veces, un espacio propio, no pretender nada más que escribir, aunque también era cierto que eso te preparaba para otro comienzo a cero o a menos que cero de algún modo. Así es la vida, empezar no desde el principio, sino con nada o con menos que nada, una y otra vez.
Aprender primero de otros y de muchas maneras. Ya se lo has dicho a algunos, a otros ya se lo dirás, hay tiempo. Donde menos se la esperaba saltó la liebre. Zas, internet, una ventana a otro mundo, a otro orden o caos, tono, temas. En aquella ocasión caíste en la cuenta: ahí estaba, era eso, justo eso que tú sentías y veías y no podías llegar a expresar, era eso. La palabra ajena a veces sirve para ver esa propia que no llegabas a poder formular por falta de contraste, ese silencio interno que posiblemente protege pero que también uniformiza y no facilita nada la palabra, nada. Al verlo tan bien escrito todo encajó y mucho se te acabó por desmoronar.
Muchos, muchísimos y bien diversos “ahí está, es eso” han sucedido desde entonces desde otros lados. Ahí está esa lejanía elegante o esa proximidad cálida, un modo de decir algo o también de no decir nada, ese giro, un arranque o un final, un tema mínimo o un gran tema, resistencia o avance, la persona y también un personaje, espacio y ritmo. Eso que tanto te gustaba o precisamente eso otro que odiabas y te acaba por gustar, novedad y tradición, brillantez y también esa penumbra que te atrae, el ingenio o hasta el genio duro y puro, mucho oficio al escribir a veces, lo notas detrás, respira oficio y tiempo dedicado, otras no hace ni falta, va de otra cosa y no pasa nada. Gracias a todos ellos, muchas gracias.
Muchos, muchísimos y bien diversos “ahí está, es eso” han sucedido desde entonces desde otros lados. Ahí está esa lejanía elegante o esa proximidad cálida, un modo de decir algo o también de no decir nada, ese giro, un arranque o un final, un tema mínimo o un gran tema, resistencia o avance, la persona y también un personaje, espacio y ritmo. Eso que tanto te gustaba o precisamente eso otro que odiabas y te acaba por gustar, novedad y tradición, brillantez y también esa penumbra que te atrae, el ingenio o hasta el genio duro y puro, mucho oficio al escribir a veces, lo notas detrás, respira oficio y tiempo dedicado, otras no hace ni falta, va de otra cosa y no pasa nada. Gracias a todos ellos, muchas gracias.
Luego de bruces tú con la escritura, porque cuando no se busca es cuando encuentras. E igual que ocurrió con dar clases, otro regalo inesperado en la madurez, así ha ocurrido ahora. De frente y de repente atreverte con la ficción y saber que no sabes nada, también que estás aprendiendo, pasándolo mal y bien. Enfoca aquí, allá pon sombra, demasiada luz nunca es buena, ahora duerme lo escrito, límalo en este momento, luego olvídalo otra vez un tiempo. No quieras nada más que contar una historia, una mentira bien hecha, perfila los personajes y déjalos luego que crezcan, elimínalos con decisión o déjalos más en sombra cuando sólo distraigan aunque tu tengas que empezar casi a cero, no tengas miedo de volver a empezar casi de nuevas, no es de nuevas. Escribir es elegir y tirar incluso lo que te parece bueno, dejarlo para otra ocasión si no sirve más que para entretener, si emborrona. Cuidado con el roce y el conflicto que planteas, pon más distancia, sé más fría, más laboriosa, viga y bordado, las dos cosas. Atrévete en cambio ahora, no seas ahí cobarde, previsible, complicada, cómplice tampoco. Siente el ritmo de la historia, deja que ella te envuelva y que salga a veces sola y, sin embargo, piensa mucho más en ella, no cedas jamás en pensar 300 veces las cosas, las que hagan falta. Y observa, siempre observa y toma nota. Pon fecha y rutina de oficinista al escribir y a la vez no tengas prisa alguna ni costumbre, no seas vaga, aprende también cuando no lo estás siendo porque estás trabajando la novela de otra manera. Imponte y a la vez no te impongas jamás, sólo narra una historia, nada más que una historia donde manda la narración, no tú.
Una seguridad aplastante en lo que estás escribiendo y a la vez dudas constantes, una soledad añadida y más dura que la que habías conocido nunca. Ya si llegas a publicar será la caraba, una gran alegría, pero sin eso ¡qué gozada ya y qué regalo! Toda escritura trabajada es siempre un regalo, atreverse a abordar una novela es, con todo el esfuerzo que supone, un estupendo regalo que la vida te da y que se inició a través de una bitácora: quizás no hubiera surgido sin ese entrenamiento diario. Y contra lo que parezca, es más soberbio el que no le importa nada llegar a publicar jamás que aquel que no escribe si no tiene editor o visos de tenerlo. Al primero le sobra con la satisfacción interna de haber podido, el orgullo está más metido dentro, quizás con otras cosas que no son solo soberbia: necesidad de escribir, obligación casi, un compromiso con esa historia que luego da igual si llega al papel o no, mucho menos si la leen o no ¿qué más dará ya? Una cosa es que te guste y apetezca, que lo agradezcas, y otra que sea lo más importante. Lo más importante es siempre llegar a saber contarla, es el proceso lo que tiene algo de droga, esa es la droga, una lucha constante desde el quiero, hasta el puedo y luego el sé.
Vuelta a la bitácora, álogos y comentarios, exponerse siempre porque cuanta más carne en el asador, cuanto más esfuerzo y más se escribe o se dice, más se puede equivocar uno, claro. Miedo a ver el contador, ni verlo quieres. A la vez otro miedo, a ser frívola al comentar en otras bitácoras. Y no quieres hacerlo. Quisieras pedir disculpas primero a quienes molestaste incluso con un requiebro no medido, con un halago que sonó a lo peor hueco, precisamente porque no quieres clubs, coros, círculos de iniciados ni de expertos, colegueo o enfrentamientos vanos, hacerte omnipresente o saltar sin ton ni son de un lado a otro, nada de eso. Por respeto, sólo por respeto, sabes bien que no todo es igual aunque todo pueda ser bueno y tenga siempre su valor, pero no quieres decir lo mismo o comentar por comentar, ni siquiera por saludar, ni siquiera eso a veces. Juega el cariño y la simpatía, claro, la admiración y el simple agradecimiento también, bien está todo, pero no: cada persona se merece tu verdad -nada más que tuya, mínima- o tu silencio -solo tuyo e insignificante también- cuando comentas o cuando no lo haces. Y no porque tengas peso alguno con lo que dices o dejas de decir, es precisamente por un profundo respeto a cada casa, a la escritura de cada uno y al peso que tienen ellos, cada uno, cada vez que escriben: cada entrada es diferente y se merece ese respeto, una palabra con peso, nunca resolver un comentario de un plumazo, o un silencio también con su peso distinto, nunca igual, nunca lo mismo o con el mismo significado. Nunca estar por estar, ni pasar por pasar, ni discutir por discutir, ni estar de acuerdo por estarlo, jamás contemporizar o hablar por hablar, eso no.
El silencio tiene un triple filo, puede que más: el de no me interesa o no me gusta lo que (te) leo hoy -por el contenido o por el estilo - y por eso no comento; el de no tengo realmente nada que decir en esta ocasión porque no conozco el tema o me pilla muy lejos, es demasiado para mí en uno o mil sentidos; y otro, mucho mejor y a veces desconocido, que puede ser me encanta tanto esto que escribes que mientras no sea capaz de decirte bien y con hondura lo mucho que me gusta no voy a hacerlo, quizás no puedo hacerlo, no me sale hoy, o ya hay tanta gente que yo no te voy a decir nada nuevo, etc. Nunca intentar quedar bien, ni formar parte de nada, ni a favor ni en contra, ni coro ni voz cantante, ni siquiera corresponder, tampoco eso, ni caer bien o mejor o menos mal, sabes lo fácil que es el mamoneo en la vida, estás harta de distintos mamoneos, y aquí por razones muy diversas, todas muy humanas y comprensibles, se puede dar, y tú no quieres caer en él. Y has podido caer a veces sin querer: mis disculpas.
Pero lo peor no es eso, bien lo sabes: has caído más veces en cosas peores. Difícil equilibrio ese otro del respeto y decir lo que piensas de algo que dice alguien y que te parece injusto, frívolo y sin ningún peso ni fundamento, de demostrárselo de modo contundente porque sabes, puedes y lo que más pesa, el cuerpo es como si te lo pidiera, zas, pero sin perder jamas el tono ni hacer daño aunque nunca sea de modo intencionado. También de defender tu propia casa contra viento y marea de la ligereza reinante o del barullo creciente, de trolles, críticos y correctores de estilo o pelmazos que hay muchos y muy diversos, tú misma lo puedes ser, bien lo sabes, esto tan largo es la muestra. Difícil equilibrio con un balance final que arroja eso: menos, muchísimo menos que cero. Así es. No importa nada por uno mismo, importa por la herida que se puede causar a alguien, por un público escarnio que no merece nadie o su alejamiento a lo realmente importante, nunca la reputación o fama, el blog o quien está detrás, que es siempre lo de menos y que te importa muy poco o nada, no pretendes jamás ni compañía ni adeptos. Sólo escribir y hacerlo mejor.
Sin querer, sin darme cuenta, he podido caer en la frivolidad de exponer aquí a quienes más quiero, a mi familia, nada importante suyo, bien es cierto. Jamás contaría algo que les dejara en mal lugar, además de que es que no existe, pero es lo muy bueno incluso que cuentas lo que les puede poner en un extraño riesgo, y por eso a su petición quité un par de entradas de más de doscientas treinta y modifiqué otras tantas, como se ve por las etiquetas muchas, muchísimas sobre familia, pero ahora con un doble cuidado: les agradezco que me ayuden a afinar cuando ya no doy más de sí, que sean sinceros y me lo digan cuando lo ven.
Sin querer, sin darme cuenta, he podido caer en la frivolidad de exponer aquí a quienes más quiero, a mi familia, nada importante suyo, bien es cierto. Jamás contaría algo que les dejara en mal lugar, además de que es que no existe, pero es lo muy bueno incluso que cuentas lo que les puede poner en un extraño riesgo, y por eso a su petición quité un par de entradas de más de doscientas treinta y modifiqué otras tantas, como se ve por las etiquetas muchas, muchísimas sobre familia, pero ahora con un doble cuidado: les agradezco que me ayuden a afinar cuando ya no doy más de sí, que sean sinceros y me lo digan cuando lo ven.
Por todo eso, muchas gracias a todos, perdón en su caso a algunos y a comenzar siempre de nuevo aquí o en otra parte, da igual, se piensa y se verá.
Resumen del año y del blog: a menos de cero, a mucho menos que cero. "A menos que cero", creo que puede ser un buen título de un libro, un buen resumen de 366 días de esta bitácora. En fin, veremos.
PS: Pero además 14 amigos y conocidos nuevos y muchos más epistolares o de teléfono a través de la bitácora, increible. Son también una gran alegría inesperada y no buscada al empezar, tampoco se entiende mucho cómo ha podido suceder ni como pueden mantenerse y siguen a pesar de los pesares. Gracias a ellos, siempre, y en fin.
29 comentarios:
Gracias, felicidades, querida Master!
Bueno Aurora... Esta vez, con una lectura atenta he tenido suficiente. Estoy algo torpe últimamente. Felicidades por esta bitácora que cumple un año y ha quemado tantas etapas en tan poco tiempo.
Me gustaría que mi comentario fuera algo más que un enhorabuena. Te querría también dar las gracias por "Elimine los debería"... que me sirvió e ignoras la de veces que lo he leído para discernir entre esa palabra que es como una piedra en el zapato y lo que realmente significa la conciencia.
Gracias también por "Las mujeres ratón". Un gran post que arrojó en su momento mucha luz...
Gracias por las veces que has dado las gracias y por saber perdonar... tú sabes;)
También gracias por haberte atrevido a cambiar de registro y lanzarte a la piscina con unos cuantos poemas que yo, "erre" que "erre", siempre quería interpretar. Pesadita... deformación profesional.
Est blog ha sido y es una ventana distinta, rica, trepidante, en la que he metido la nariz casi todos los días desde que la descubrí... Más tarde descubrí la voz de su autora... fina... qué contraste con mi ronquera cazallosa de fumadora empedernida. "Esta chica escribe como habla y habla como escribe".
Yo sí he comentado, a veces demasiado. Ah... la incontinencia verbal.
Este verano has dejado de ser un blog y una voz. Un verano en el fragor de tu pelea con las palabras... inmersa en la escritura. Pasional como tú sola.
Hasta ahí, todo lo que se puede decir en público...
Gracias, guapa.. un beso, un abrazo y un guiño. Que te va a ir bonito... Que empieza otra cuenta atrás... Y contigo nunca se sabe, fuguilla...
Que te quiero mucho.
Felicidades, y más mucho, más muchos.
Un abrazo
Reflexión arrolladora, mezclada, viva. Eso he visto siempre en tus entradas. Más allá de acuerdos o desacuerdos, una mujer estupenda buscando algo, pensando en voz alta.
Ah, y aquellas mujeres prohibidas...;-)
A menos de cero debes colocar el sufrimiento que a veces causa exponerse, qué le vamos a hacer; todo lo demás está muy bien. Epistolario incluido,of course.
Felicidades y un besazo, Aurora.
Por mi parte, hedbanna, nada más que decir o que añadir, a la tía de mis hijos ......
En cuanto a tu blog:
http://www.youtube.com/watch?v=SSPK7Ayuw3s
Y que te dure y que lo disfrutemos....
Hala, con Dios....
Bueno, Aurora, esta entrada está llena de energía; más bien nos cuentas la energía que tienes escribiendo. Reflexionas a fondo sobre este mundo extraño y apasionante que nos tiene subyugados.
Muchas felicidades por tu año y un día.
Mafalda, has entrado otras veces, creo recordar, gracias por estar, leer y en su caso comentar.
Sunsi, a ti siempre gracias y por todo, no sólo por comentar que es lo de menos. De incontinencia no hablemos, por favor, mejor no hablemos. Aunque la urinaria no tengo todavía, y eso que me gustaría porque mira que las "chicas" esas de oro en malva todas del anuncio en la tele en plan rockero molan mucho y yo quiero subir en globo o tocar la guitarra también ;-), jo ya me enrollo, en fin... mejor ni hablar casi ¿incontenencia? por Dios, por Dios, ni la menciones. Un abrazo, sigue en general aquí y ahí en tu blog y con la ficción ¿eh? Que me gustó mucho lo de ayer, ya he visto que hoy seguías...
Capitán, gracias a ti porque aburro a las ovejas, I know. Bah, bah, black sheep, are you...etc.
Olga, ya lo hemos hablado y te lo agradezco, buscar lo que se dice buscar buscar buscar... es más exploración sin mapa y de vez en cuando un machetazo a la selva, aunque no haya rinocerontes, que además están protegidos y no se debe... En fin, en fuan que diría Tip, buen finde.
Sarracena, boba, boba, boba, que me has hecho llorar y a mí no me gusta la opera, pero esta vez sí, mira por dónde. Tía de tus hijos y a ver si compañera de Camino que me voy a liar la manta a la cabeza, creo, me va a venir de cine.
Sr. Ridao:
Mi nivel energético en este momento es el de una cucaracha anestesiada por el insecticida. Escribir agota. ¿O se puede escribir como quien juega al billar, el único deporte de caballeros donde no se suda?, qué envidia me dan esos del billar del eurosport. Un abrazo y a mandar.
Mis mejores deseos de felicidad.
Y que sean miles más.
Lo de álogo me encanta, y ¿me suena?
Aurora, el mundo del Blog, no existe sin tu Cuaderno.
Perdona, Javier, que el "palabro" es tuyo y yo sin citar la fuente, ahora lo cambio.
Lo de miles... vamos a dejarlos en cientos que ya es bastante y sobre todo más cortos, por Dios, que mira que soy pelmaza...
Lo que más me gusta de tu blog, es la posibilidad que me dió para conocerte cara a cara.
Eso es lo que más me gusta de tu blog.
Tú.
Igualmente, atenta-la-mente, atentamente, tú sin duda alguna, y eso que Che bella ragazza ;-) y otros tantos, Driver, me emocionan como el primer día que los leí. Un abrazo.
Estaaaaaaaaaaaaaaaaá bien.
Te lo regalo para siempre.
Al fin y al cabo..., es tuyo.
Lo has hecho tuyo.
BELLEZA IMPREVISTA.
Estadísticamente hablando, es del todo punto improbable, que en un taller de chapa y pintura ubicado en Bolonia, se produzca un milagro estético.
Así es.
Pero el caso es que estaba esperando para pagar la factura de un bollazo en la trasera de mi Volvo, y de pronto apareció conduciendo una cangú.
Veinticinco le calculé. Italiana. Traía piezas de recambio en la furgoneta.
Neumáticos, baterías y embragues.
Resolví que la abuela de su abuela, había sido la causa de una estrepitosa vendetta entre dos parroquianos hacía muchos años. Aquellas vendettas de verdad; que se regaban con sangre roja, y que muchos justificaban por la sujeta del pleito, la calor, y otras razones que siempre empezaban por el artículo determinado, la.
Ya que había que defender el honor, que fuera por una causa determinada por el artículo, la.
La susodicha entregó la mercancía, le firmaron el albarán rosa, y entonces se produjo el milagro.
Plantada como estaba ella enmedio del taller gris, de pronto floreció en su rostro una sonrisa etrusca; definamos pues sonrisa etrusca.
La sonrisa etrusca es un gesto de poder, que de forma ancestral es heredada por algunas hembras de la península itálica, que encuentra sus orígenes en las ceremonias iniciáticas de juventud que se celebraban por aquellas tierras hace cientos de años, y que para entendernos en romance paladín, vienen a decir:
"Vale, yo estoy aquí y ahora; pero mañana puedo ser la reina de tu vida; siempre que a mí me de la gana, claro. Yo soy el poder, porque yo soy la vida".
Esa frase, tiene una relación directa con la sonrisa, pero me resulta más fácil escribir la frase que describir la sonrisa.
"!Ma que bella la ragacha¡".
Me quedé un rato pensando en el concepto de belleza imprevista, de belleza universal, de belleza ancestral.
Reaccioné e hice amago de intentar entablar contacto humano.
La cangú arrancó y se llevó dentro a la Reina de Sava.
Yo me quedé pasmado, igual igual que cuando ví por primera vez la bahia de Strómboli.
¿Cómo podía caber tanto sol en la mañana?.
No sé donde descansa Dios, pero algunos días dan ganas de aplaudir.
Aplaudir en general a algún lugar indeterminado.
Así, en general.
Le has puesto vida a lo virtual, que para mí era un engendro electrónico.
Llevo unos meses remasterizada, enganchada, removida.
Me río con más facilidad, y lloro menos.
He aprendido mucho y he escrito lo que me ha salido...del pie.
Una casa en tu casa, es lo que me has dado.
No te vayas.
Pero sigue siendo libre.
Si pudiera ser breve te diría sólo gracias.
Driver, ay, mira, he soñado con Italia, ya ves tú, qué buena noche ;-)
Lolo, gracias, esta casa sí que no sería igual sin ti, muchas dudas, muchas, en fin, ya veré.
Hay una escritura muy trabajada, mucho, dormida y vuelta a despertar, limada, eliminada, sí y luego no, etc. que es la de la novela, en silencio, oculta ya, es una droga "buena" ;-) que me hace escribir mejor y no me impide ser (espero) mejor persona.
Y otra cosa es el blog que aunque muy currado, pero muchísimo, de modo constante, tiene un ritmo y una exposición que agotan más que la novela (droga "mala" ;-): me ha ayudado a escribir mejor, es cierto, pero quizás no me ayuda nada a ser una mejor persona: incluso me hace peor. Me enreda de mala manera por multitud de cosas y circunstancias que no vienen a cuento. Lo digo como lo veo. Y eso a mí no me compensa porque me encanta escribir pero mucho más me importa ser persona.
Y eso es lo que estoy valorando ¿vale la pena? No lo sé, realmente no lo sé... ¿giro? ¿Hacia dónde y cómo? ¿lo dejo por una buena temporada?
(Javier, no vi tu último comentario y no, justo lo que es la blogosfera precisamente es exactamente igual sin este blog, por Dios, nada se pierde, nada se gana)
Felicidades, y espero que sigas escribiendo
¡Un año!,¡norabuena!
Se te sigue de cerca.¡Felicidades!
Gracias másteatro, tú sigue escribiendo, por fa ¿algo bueno aparte de lo que ya me dijiste para ver esta temporada?
Suso, majo, ya sabes lo que te agradezco tantas cosas. Te leo y te admiro por muchas cosas. También creo que no estoy de acuerdo en otras muchas (y con la contundencia y posiblemente la falta de mano izquierda que me caracteriza ya te lo he dicho en alguna ocasión). Espero que nos conozcamos algún día en persona y podamos hablar -no por hablar, de verdad-, sé que lo haremos con un vino por delante, a ser posible Ribera de Duero. Espero que hayas visto mi defensa de Valladolid, mira es que hay cosas en las que no voy a transigir, y esa es una de ellas ;-) Un abrazo, Balú
Aurora
Muchas felicidades Máster!!!! Que sigas con el blog con la ilusión del primer día y que aún conozcas a mucha más gente.
Besos!!!
Felicidades por un año de pensamientos, reflexiones, divagaciones, discusiones y por poder plasmar tu esencia desnuda y sincera en la pantalla de nuestras vidas.
Un abrazo
Gracias, Aprendiz, por leer y comentar. Te he dejado un comentario, el debate ese me interesa aunque no tengo una posición pro o contra, la verdad. Un abrazo guapa.
Aurora
Y a ti Carlos Alfonso, qué te voy a decir además de gracias.
Que me equivoqué, ya te lo he dicho en privado, pero que conste ahora en público.
Que gracias por tu magananimidad.
Y que la esencia, la mía, es esta: bozacas a menudo, metepatas, borrica, también otras cosas, pero mucho menos, la esencia es lo que tú has visto y ha quedado patente en general, es que me da igual que se sepa y sea público y notorio.
Y eso. Que gracias de nuevo.
Discutiremos más y espero también que en otras cosas estaremos de acuerdo y nos reiremos.
Tu magnanimidad, vuelvo a repetirlo porque es una virtud hoy totalmente olvidada, y tu generosidad me han conmovido.
Un abrazo, y a tus pies (bueno, tampoco nos pasemos que ni de coña yo a los pies de nadie, en fin, ya lo sabes que no)
Aurora
PS: Oye, el Pago de Carraovejas del 98 que me has hecho mandarte como penitencia ¿a dónde te lo tengo que mandar?
Yo quisiera felicitarte también por todo este año, pero no puedo. Yo no estaría orgulloso de haber escrito lo que aquí he leído, no por el contenido, sino por la forma. Sé que también hay cosas buenas. Aún así, lo siento. No te puedo felicitar.
Pues muchas felicidades Aurora. Un año son muchas entradas y mucho darle al coco... Por cierto, que si te sobra alguna botella de Pago... ya te doy yo mi dirección si eso... !que me gusta! Besos
Gracias, Rocío, intentaré hacer las cosas mejor.
Y era broma lo del envío, (no que no vayamos a brindar, que lo haremos ¿eh? con el citado vino) Y joé, qué tía, oyes vino y ahí que vas, creía que lo tuyo era la ginebra esa tan sofisticada de la que hablaste y cuyo nombre, como no podía ser de otro modo, ya he olvidado, mecachis ...
Un abrazo
Sólo por el esfuerzo, por tu constancia, el trabajo que te tomas y por cómo has mejorado al escribir, muchas felicidades.
Te lo mereces.
Pero no dejes lo importante.
Mamen (ex compañera de lo innombrable)
¿A quién no le gusta un buen vino (y ese lo es, sin duda). La ginebra era Citadelle, Aurora, Citadelle... pero puede dejarse para la sobremesa... Un abrazo
Oye, que si te pones a repartir Pago de Carraovejas del 98 (aunque sea otro año, no importa) estooooo, que la madre de tus sobrinos está aquí ¿eh?
Máster en Nubes es toda una institución en la blogosfera. Un año de blog es como la confirmación. Un beso.
Pepa, Sarracena, me hice del Club del Vino ese de tu santo... y ná de ná, tendré que volver a llamar y reclamar lo que es miooooooo, mi tesoro (con voz del Señor de los Anillos ;-) del personaje cuyo nombre, claro está, no recuerdo)
Cotta, gracias, eres muy amable y muy bueno, pero lo de ser institución me supera, con ser persona me bastaría, y sobraría, la verdad.
Un abrazo a todos.
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