Bitácora de Aurora Pimentel Igea. Crónicas de la vida diaria, lecturas y cine, campo y lo que pasa. Relatos y cuentos de vez en cuando.

miércoles, 29 de julio de 2009

Mi madre y la tumba




Lo de la tumba a mi madre le da mucho juego.

No sé, quizás es que es de Valladolid, quizás es que no quiere dejarnos ningún lío, pero llevamos ya un par de años con la tumba arriba, tumba abajo. Primero fue lo de la lápida y luego lo de tener sitio, por Dios, cómo si la fuésemos a dejar como los indios esos, al aire. Pues nada, no se fía y lo ha querido dejar todo listo, por si acaso.

Quiso sacar un dinero para estos temas. Yo pensaba que era mejor dejar el dinero donde estaba, dio igual, es suyo, vendió no sé qué y ya tiene seguro el sitio, bueno, el suyo, el de mi hermana Luisa y el de mi padre.

En fin, todos juntos por si acaso el día de la resurección no se encuentran. Ellos juntos a todas partes.

Ya lo decía mi padre, "por favor en la Almudena no me enterréis que es muy grande y va a ser mucho lío, a mí en un cementerio pequeño". Le hicimos caso y está en Pozuelo. Pero por mi madre ahora, ay Dios, que está empeñada, tenemos que hacer no sé qué traslados de restos. En fin, ya los haremos cuando se pueda.

Mi madre piensa en la muerte, lo normal, son 85 años.

Pese a lo que piense y, sobre todo, lo que diga, morirse no quiere, aunque se aburre ya un poco.

Mi madre tiene las llaves del cementerio de Boecillo. El otro día fuimos a dejar unas flores a mi tío, mi prima Asun, su hijo Serguei y yo. Había un gran cerrojo y 40 grados a la sombra. Cuando creíamos que ya no íbamos a poder entrar al llegar a casa nos dijo mi madre "Yo tengo unas llaves".

Y allá que fuimos otra vez, quería acompañarnos, pero le dijimos que ni hablar por si la dejábamos allí. El calor era para acabar con cualquiera y no hay que acelerar nada en esta vida, todo siempre a su tiempo.

Ayer al sentarnos en el cine mi madre sacó el monedero y el llavero y los volvió a colocar como hace siempre unas veinte veces dentro del bolso (si está en un taxi lo hace cuarenta).

Creí ver de refilón la llavecita esa del cementerio.

Josianne, mi sobrina Candela y yo compartíamos palomitas, pero me puse a pensar en la tumba, en mi madre y en el cementerio.

Joé, es que así no voy a poder descansar (aquí, digo).

Y luego dicen que el verano es frívolo, pues será en el sur.

21 comentarios:

María dijo...

Uff... a mí no me gusta nada pensar en eso. Me resulta muy curioso la gente que paga durante años el seguro de defunción ("el muerto" como dicen en algunos sitios). Viene el tío de Santa Lucía por casa a cobrar el muerto... Y lo más curioso es que los abuelos se lo pagan a los nietos... como vale poquita cosa cuando son niños...
Yuyu me da... qué quieres que te diga.

Capitán dijo...

Muy divertida la entrada, yo escribí una parecida.

Siempre hay dos posturas, la del que no quiere saber nada y la del que siempre piensa en ello.

Un saludo.

Toi dijo...

el verano, en el sur, es muchas cosas, pero no frívolo: es mortal, es demencial, es pa salir juyendo, es terrorífico, es agotador, es una burrada.... bueno, y también, afortunadamente, por las noches, frívolo.
Deberías venir por comprobarlo

Mirna dijo...

¿Y qué quieres con 85 años, por Dios? Es normal que la pobre lo quiera dejar todo atado y resuelto. Mi madre, que no tiene nada, también me cogió un día para informarme de todo lo que ella consideraba importante. Para ella, todas las navidades son las últimas, no lo puede evitar.
A mí este tema, no me da repelús. La muerte es compañera de la vida, y la única certeza que realmente tenemos. En fin, ¿qué le vamos a hacer?
Lo de la llave del cementerio me parece algo extraordinario. Es la primera vez que sé de alguien que la lleva a todas partes en el bolso.
Un besazo.

sarracena infiel dijo...

Pues no te creas, la mía -más joven- lo ha dejado solucionado.

Y cabemos todos (mi padre, ella y nosotros, los retoños)

Claro que, olvidaba, que viene de Burgos, que es casi como venir de Valladolid, pero mucho más cabreado.

Con Dios..................

Yo dijo...

¡Ay dios! El entierro dichoso y dejar el dinerito y todo todo preparado... Y lo del monedero ya pá qué... ¡No imaginas cómo te entiendo!.

¿Sabes? A veces me pareces excesiva, a veces me aterra tu ausencia de pudor, muchas veces me haces sonreir, otras me agotas. En ocasiones no coincido nada -pero nada- contigo. Y otras muchas te siento cerca. Y luego está lo de Tana...ayyy...que digo yo que tal vez igual lo debías haber pensado antes..no sé, digo yo..aunque igual me equivoco y te pudo el impulso y el sentimiento, no me gusta juzgar, que sé yo...

La cuestión es que te leo, ni yo misma sé porqué, porque no me va el tema blog, pero te leo, como la radio matutina y su despertar, pués igual, te leo y siento curiosidad por tus cosas, las que escribes, y las que esconden tus letras.

Me caes bien, aún a pesar de lo que nos separa.

Pero hoy, hoy...¡hoy!. Hoy me he visto retratada y te he sentido muy muy cerca. ¡Y ese sentido del humor que te has marcado pero tan genial! No hay otra forma de enfrentarse a eso...o te ries o vas pá la tumba tu primero, aunque eso sí...con todo bien pagado arreglado...¡faltaría más!.

En fin...un saludo desde el Sur, y gracias por haberme hecho hoy sonreir, y desengrasar...

Aprendiz dijo...

jajaja lo de las llaves del cementerio es genial!!

A mí la verdad no me gusta pensar nada en esos temas, aunque no estaría mal elegir mi lápida. Entiendo que cuando se llega a cierta edad, el tema te tiene que rallar...

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Mucha vida a tu madre.

Gracias.

Margot dijo...

Me ha sorprendido tu post.
Pero ciertamente es así, para los mayores es imperioso pagarse el entierro, mi madre hace años que tienen ahorrado el dinero para tal menester.
Por Dios! ¿que sera de mí cuando sea "mas" mayor?¿pensaré igual?
Que horror!;))
Encantada de leerte.
Besos para las dos...
Margot

Suso dijo...

La ventaja de estar enterrado en Boecillo es que tienes cerca el Casino y algo te llega de esa marcheta.

Máster en nubes dijo...

Rocío, te entiendo y es cierto que algunos mayores tienen esa preocupación, ya conozco más de un caso del seguro ese de entierro. En cualquier caso, qué quieres que te diga, pienso bastante en la muerte, cosas de familia ;-)

Capitán, me encantó tu entrada (pero luego ya lo de tu mitad complicada y la tuya simple está de muerte ;-), en fin, el humor negro siempre es ¿agradable? No es el adjetivo, no, pero bueno...

Toi, ya me gustaría bajar otra vez, mientras tanto un abrazo a los Tois.... y no sabes lo que me alegro lo de los libros, figura.

Mirna, igual que tú pienso. Repelús nada, presente de una manera suave siempre está. En todo caso me he permitido alguna licencia literaria en esto (la llave del cementerio digo que creí verla... y luego la tienen algunas personas en algunos pueblos porque para evitar el vandalismo se cierra a cal y canto el camposanto... pero por un euro te dan la llave para que puedas ir a rezar, ver cómo va la lápida, etc...)

Sarracena, lo de ser de Burgos también tiene su aquel, lo sé. ¿Conoceré a tu señora madre?

Yo, me ha hecho mucha gracia tu comentario. Todo lector, toda lectura, es siempre un halago para el que escribe, creo, un regalo también. Y si es fiel a pesar de todo ;-) pues figurate. Gracias.

Aprendiz, lo ya dicho, la muerte es un tema eterno (nunca mejor dicho) que hoy se evita demasiado no vaya a ser que toque. Pero es que nos toca, en todos los sentidos.

JSM, que Dios te oiga. Gracias por estar ahí siempre, sol de Caí.

Margot, bienvenida, en general creo yo que íbamos muy bien servidos pareciéndonos a nuestros padres, manías incluidas. Y no te digo ya con la vejez que, con todo, tienen algunos. La nuestra ¿será con menos apoyo? Dios dirá, mira, ahí sí que no le doy más vueltas...

Suso, toda la razón. Siempre te puedes ir como espíritu a jugar a la ruleta un ratín. Y no sabes cómo era de bonito el Casino antes de ser Casino, era la casa de los Condes de Gamazo, el Conde nuestro Señor, que decía mi padre. Una maravilla de jardín, una preciosidad que arrasaron para hacer el aparcamiento del casino, en fin.

sunsi dijo...

Llego tarde, para variar. Mi madre igual. Parece mentira la importacia que se le da al lugar donde vas a ir a parar. Como la familia es muy extensa le he dicho que me haga un plano del cementerio de Tarragona.

Ella insiste en que nosotros ya tenemos edad para ir pensando en este tema. Guarda el presupuesto de "Ocaso" (ojo las connotaciones del nombre)para cuando nos decidamos. Yo le digo que, de momento, los dineros los necesitamos para vivir... no para pensar en el día que nos metan en el hoyo.

Justo hace poco bromeaba y le decía que a mí, primero, que se agencien con los órganos que les parezcan potables, después que me incineren... y las cenizas que las esparzan en el Mediterráneo. No quiero salir cara cuando ya no esté. Me dice que le parece que la Iglesia no permite eso de las cenizas al viento. ¿Tú lo sabes, Máster?

Besicos, bonica

sarracena infiel dijo...

Ya te digo, en vivo, en directo y sin anestesia......................

Jesús Dorda dijo...

¡Y a mi que me gustaría darle de comer a los buitres!
Pero no me van a dejar, ¡lástima!
Bien pensado, más vale pasar a ser carne de buitre y volar sobre las nubes que no de gusano y enterrarse en la inmundicia.

Jose dijo...

Y a mí que lo que más me preocupa es no morirme en Alemania porque, si lo hago, me enterrarán entre guiris.

Máster en nubes dijo...

Sunsi, qué vas a llegar tarde tú, por Dios, a tu hora llegas ;-) Y no sé lo de las cenizas, de verdad, me ha sonado lo tuyo a Serrat y en la cadera de un monte más alto que el horizonte ...
Y lo de los nombres de las aseguradoras son geniales, bueno es que los orígenes de varias de ellas que ahora hacen de todo... eran esos seguros que a algunos mayores tanto preocupaba. Lo cierto es que morirse ¡es hasta caro!

Jesús, yo es que te entiendo, fíjate, total, qué más dará dar alimento a unos u a otros, y ya puestos, prefiero el buitre yo también. Pero debe de ser una cosa como por sanidad y luego que estar a la vista pues debe de molestar mucho (no a uno, a los demás).

José A., pero tío, joé, qué te han hecho a ti los guiris que encima vives allí, y qué más dará resucitar rodeado de guiris en el último día a hacer rodeado de nacionales. Mira, incluso estoy segura que más orden habrá, que aquí va a ser como en las colas de ¡comulgar! joé, que la gente a veces va dandose codazos y dan ganas de decir "que hay pa'toos, tranquila señora, no empuje" ;-)

Modestino dijo...

Los planes para tener bien prevista la tumban han dado lugar a obras de literatura y teatro francamente tiernas y, en ocasiones divertidas,

Y hay una película que me pareció deliciosa: "Por amor a Rossana".

Lumroc dijo...

En el único cementerio en el que me gustaría reposar es en el de Deia (en mallorca). Allí está enterrado Robert Graves.

He estado muchas veces allí. Es el único camposanto en el que he sido capaz de pensar en la muerte sin ansiedad. La imagen más parecida a la palabra "paz" que se me ocurre.

Si quieres ver ese sitio tan especial, te pego un enlace:

http://www.mallorcaweb.com/fotos-de-mallorca/deia/lugares-interes-cultural/cementerio-municipal/

Anónimo dijo...

Hola, hola!
Aquí una frívola del Sur de España:)
Bueno, frívola no se, pero asfixiada, en grado sumo.
El tema de la tumba es serio. Mira que en serio se lo toma tu madre y tu haciendo post con la vena humoristica y tal:)
Yo no tengo resuelto ni lo de mis padres-ellos creo que sí- ni lo de nadie,nadie.
Fijate tu que a mí la idea de los indios, de subirte a una balsa y tirar unas flechas encendidas y que prenda en la mar, me parece un recurso aceptable y hasta me hacía ilusión.
Un salu2
Luisa

Máster en nubes dijo...

Modestino, qué alegría, has vuelto. De la peli, ni idea, miraré a ver si me la bajo... (cuando sepa).

Lumroc, me ha encantado, pero si no te importa prefiero ir de viva y disfrutar del lugar o más bien los alrededores bien viva. Un abrazo ¿descansáis ya o sigues currando?

Luisa, lo de lo la balsa también me gusta, y creo que lo he visto en alguna peli, me parece. Gracias por venir y comentar.

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

La entrada, ¡de muerte!.

Nunca me ha gustado la palabra cementerio. No creo que sea por estar asociada a la muerte. Para mi que es porque me recuerda al cemento.

Prefiero el nombre de campo santo que, antes al menos, le daban en Castilla a tan recoleto recinto.

Aunque, bien mirado, lo mejor de lo mejor es: el santo campo. El de toda la vida.

Salud-os