Bitácora de Aurora Pimentel Igea. Crónicas de la vida diaria, lecturas y cine, campo y lo que pasa. Relatos y cuentos de vez en cuando.

jueves, 23 de julio de 2009

De todo, el doble


Calculé qué dinero iba a necesitar para el viaje, comer, transportes, alguna invitación y, como siempre hago, multipliqué por dos. La experiencia de viajera me dice que hay que moverse con la mitad de cosas pero con el doble de dinero, así es la vida.

Y con el doble de otras muchas cosas, de casi todo también el doble.

Espacio. Siempre el doble.

Notas la estrechez de lugares, el límite de las paredes, techos bajos, te ahogas. Casa grande o, si no se tiene, pocos muebles, poco de todo. Hacer más espacio teniendo menos cosas.

Por dentro igual. Todo lo que está atestado, como un armario lleno de ropa al abrirlo, se te echa encima. No hay que tener fondo de armario, sino ver el fondo del armario, del almario también.

Como las dimensiones son las que son, lo de dentro es lo que se puede reducir, sacar, tirar o incluso, ay, ordenar para hacer espacio, más, el doble. Así se ve mejor y al abrirse no se asusta ni se abruma.

Distancia. También siempre el doble.

Para estar cerca hay que poder estar algo lejos. Poner con cabeza distancia a veces, incluso cuando no apetece nada ponerla que suele ser cuando hay que hacerlo, cuando uno se embala.

Hay personas que necesitan quizás un tipo de cercanía y, además, constante. Otros, para estar más cerca, próximos, realmente a mano, necesitan un tipo de distancia, o un juego de distancias al menos. Es como las plantas, algunas se pueden plantar más juntas, otras requieren más distancia unas de otras no para crecer ellas, que también, sino porque saben de su fuerza, de su propio poder invasor, raíces que se extienden por el fondo o la superficie y pueden llegar a ahogar al otro. Por eso algunos agradecemos el doble de distancia.

Tiempo. A veces la tendencia natural es a acortarlo para hacer más cosas, también porque los seres humanos somos los únicos seres vivos que aceleramos, que tenemos prisa, es curioso.

Y salvo para algunos trabajos que se pueden hacer igual de bien en la mitad de tiempo, para la mayoría de todo el doble de tiempo es un regalo. Holgura de tiempo, tiempo perdido que nunca lo es. Se encuentran cosas interesantes, inesperadas, pero hay que darse eso, tiempo, el doble habitualmente de lo que se calcula.

Y en medio de todo ello siempre el doble de amigos, es la consecuencia natural a menudo.

Cuando se hace el doble de espacio, se pone el doble de distancia y se cuenta con el doble de tiempo, hay un hueco enorme que sólo puedes llenar, sin llenarlo, con la amistad.

Sé que necesito el doble de amigos y el doble de los amigos. Con espacio, distancia y tiempo.
La foto es de A. Schifferstein.

10 comentarios:

Driver-Diego dijo...

Sé que necesito el doble de amigos y el doble de los amigos. Con espacio, distancia y tiempo.
...
Ok,Aurora.

¿Dónde? Tarraco.
¿Cuándo? Primer fin de semana de agosto.
¿Tiempo? El que tú puedas.
¿Distancia? Madrid-Tarraco, unos quinientos kilómetros.

Vamos los cuatro de Barcelona a Valencia.
Tenemos la intención de parar en Tarraco para ver a Pepa, Capitán y Sunsi.
...
Sé que necesito el doble de amigos y el doble de los amigos. Con espacio, distancia y tiempo.
...
Intento darte lo que necesitas.

Aprendiz dijo...

Llevo unos días merodeando por aquí leyendo tus últimas entradas y está bien el blog.

Yo soy mucho de todo el doble, cuando voy de viaje; el doble de ropa, el doble de dinero, el doble de tiempo (no me gusta ir con prisas)... pero eso sí, la mitad de gente, no me gusta el bullicio.

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

De todo el doble...¿el doble de edad?. Mejor un Martini doble.

Saludos por duplica-dos.

María dijo...

"No hay que tener fondo de armario, sino ver el fondo del armario, del almario también".

Lo del almario me ha llegado al alma!!! :-)

Qué gran complemento a la entrada de ayer, Máster. Genial.

Máster en nubes dijo...

Gracias, Diego, eres de cine ;-), ya hemos hablado, un besico, guapo.

Bienvenida, aprendiz, me alegro de que te parezca bien este blog, vuelve cuando quieras.

Fco. Javier, mira lo del martini doble ha estado bien, lo de la edad tampoco querría tener la mitad de la que tengo, con sinceridad lo digo.

Hombre, Rocío, genial, lo que se dice genial no es ;-), pero eres muy amable, gracias.

He estado unos días viajando y he tenido bastante desatendido el blog y mis visitas a otros un tanto, a ver si me centro ahora.

Gracias por estar.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Ya tienes el doble de amigos.

De la mitad al doble, pasando por "cuarto y mitad".

Me gustan mucho Aurora tus dos últimas entradas.

Montse Viver dijo...

Tus interesantes reflexiones dan mucho de sí, lo de tener prisa es algo que hemos aprendido no se sabe cómo pero que nos domina, un vicio a eliminar.
En la cuestion de las distancias, juega un papel importante la perspectiva amplia que ofrece un viaje para pensar en alguien más friamente, relativizar, sopesar y evaluar.
Y en las distancias cortas, la "proxémica" analiza con detalle lo que está permitido o no en cada cultura, segun la costumbre del país que se trate.
Lo del doble de dinero siempre es así tanto en viajes, como en presupuestos, compras o cualquier estimación de gasto a priori.
En cuanto al espacio físico, no sé, supongo que en invierno se está mejor en sitios reducidos y el verano invita a ocupar más espacio.
El tiempo perdido, que no lo es, haces aquí una descripción muy buena de nuestra sociedad apresurada siempre...

Gracias por sugerir temas tan interesantes y cotidianos a la vez.

Capitán dijo...

Muy interesante, y me temo que por mucho que se doble, siempre falta dinero y sobran cosas.

Un saludo

sunsi dijo...

¡Ah! Si es el doble de lo que explicas... mejor el triple.

Interesante idea para darle a las neuronas: la mitad y el doble... depende de qué y para qué.

Besos, Aurora.

Máster en nubes dijo...

JSM, me alegro que te gusten, siempre hace ilusión. Y lo del cuarto y mitad me recuerda al mercado, "deme cuarto y mitad de chopped pero finito finito" ;-)

Montse, mira, no sabía lo que era la proxémica, ahora ya sí, gracias por venir, un beso, guapa.

Capitán, más que dinero faltan personas, ¿no? yo siempre echo de menos a personas, en fin.

Sunsi, tú de todo tienes y das el doble, así es... un beso

Hala, a currar ya que si no no habrá dinero ;-)