Bitácora de Aurora Pimentel Igea. Crónicas de la vida diaria, lecturas y cine, campo y lo que pasa. Relatos y cuentos de vez en cuando.

sábado, 22 de noviembre de 2008

"La mujer", ese tema. 2) Mínima inteligencia y mujeres normales


Lo cierto es que hay mucho machismo todavía. Lo hay. ¿Y cuál puede ser el mejor antídoto para esto? Una parte, no toda, es cuestión de dos condiciones: mínima inteligencia por parte del hombre y haberse rodeado de mujeres normales.
No suelen ser machistas los hombres que tienen dos dedos de frente y que han contado con: a)una madre, b)hermanas, c) amigas, o, todavía mucho mejor, c)una mujer a su lado, que simplemente sean mujeres normales, ni impresionantes ni malonas 100%.

Con ser una mujer normal, y que el tipo sea un poquito listo, tampoco un lumbreras, ya se dará cuenta él de que ser machista es una estupidez. Lo podrá ser por comodidad, pero no por convicción, y ese es otro tema.

Sabrá que la mujer que tuvo o tiene al lado es una persona. En general como él: grande y pequeña según le dé, limitada, de vez en cuando con aciertos, otras con fallos.

Como además, da la casualidad de que es persona-mujer, verá ese hombre que la tía en cuestión tiene algunas capacidades y limitaciones propias de su sexo, pocas en ambos casos.
Y será consciente también de otras capacidades y limitaciones de esa mujer que le vienen no por el hecho de ser mujer, sino por el tipo educación que tuvo, qué le pasó en la vida, lo que ha aprendido u olvidado, dónde se ha movido, en fin, un largo etcétera debido a la trayectoria vital. Es decir, como él, exactamente igual, aunque sean distintas esas capacidades y limitaciones.

Verá ese hombre que sea capaz de pensar un poquito, la igualdad esa radical entre hombre y mujer. Notará -esto sin pensar- también la diferencia. No solo de sexos, porque cada uno viene de su padre y de su madre. A nivel privado le hará una gracia enorme esa diferencia a veces, otras le desesperará, como a ella.
Y resolverán ambos esto de modo doméstico como mejor puedan. De modo público, habitualmente con chistes, conversación, algo de literatura y cine -porque se presta - y cachondeo, bastante más sano que un ministerio, de verdad. Sin dejar que nadie nos mangonée: ni los poderes públicos, ni tampoco un jefe o un colega, sea hombre o mujer.
Ahora bien, como el tipo sea tonto de remate y/o haya tenido la desgracia de no haber caído con una mujer a) b) c) o d) del tipo normal -que ya es mala suerte-, y haya dado siempre con tontas, regañonas, materialistas, frescas, canallas, Antoñita la Fantástica, insoportables, princesitas, o machistas ellas mismas -que las hay- eso desemboca fijo en un machista.

Tenemos unas expectativas y valores asentados en lo que hemos vivido, fundamentalmente en nuestra familia. También, y especialmente, por dónde pusimos el corazón tempranito. Cuesta desmontar a un machista si no tuvo alguna mujer normal en su vida. Y si la tuvo, pero el tipo es un idiota integral, entonces es un machista irrecuperable y un ministerio no hará nada por él.

Se puede decir: oye, pues con todos los machistas que hay, o hay pocas mujeres normales, o hay tipos que no dan el dos, o han tenido muy mala suerte. Pues sí, un poco de las tres cosas puede haber a veces, aunque creo también que comportamientos que identificamos como machistas no son cuestión de machismo, sino de otra cosa.
Precisamente porque las mujeres no somos mejores en sí, podemos ser malas todo el tiempo, ya es mala suerte para el que le toque, lo sé. Como los hombres.
El poder que ejercen esas malas o malos permanentes es fascinante. Y más el que ejercen a veces especialmente en el sexo contrario.

Hay mucha manipuladora, tantas como manipuladores. Y de esto va la siguiente y última entrada: de manipuladores y manipuladoras y otro par de cosas que me he dejado en el tintero. Y dije que "la mujer" no era un tema (¿?!!), joer si lo llega a ser.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Efectivamente,abstracción hecha de un par de cenutrios, la diferencia entre un machista y un tío normal, es precisamente, haberse encontrado a una mujer normal.

Y, si, abstracción hecha de las obvias diferencias biológicas, el resto vendrá determinado por herencia, familia, educación, como cualquier otra persona.

Machismo/feminismo, cada uno desde su propia trinchera ideológica, no deja de ser otra forma de control sobre las personas.

Espero con mucho interés tu próxima entrada.

Anónimo dijo...

Por aportar algo.
Lo que yo he vivido es sobre todo la amistad entre hombres y mujeres.
Y apunto una sensación que tengo: cuando la amistad entre un hombre y una mujer es intensa, sin temas de atracción ni nada, ganan los dos un montón.

El porque descubre los matices infinitos del mundo femenino.

Ella porque encuentra recovecos de la mente que sus amigas no pueden darle.

Me he pasado media vida buscando amigas, y las que he logrado conseguir no las suelto ni de coña.

Me han enriquecido más que mis amigos. Aunque todavía no soy capaz de reconocerlo delante de ellos. Al tiempo.

Máster en nubes dijo...

Pues sí, Pepa, excepción hecha de un par de animales de los que hablaré.

Hay más diferencias entre personas en el mundo... por la pobreza, que por el "género": no ver esto y querer construir un discurso de hermandad mujeril... es de risa.

Jo, Driver, qué bien, a mí me pasa otro tanto, la verdad. Tengo mucha suerte en esto, me da vergüenza decirlo pero es así: tengo amigos de 10, ellas y ellos.

Y reconozco como tú que, aunque cualquier amigo es insustituible y no se puede hablar en bloque ni de ellos ni de ellas, junto a mis amigas necesito también a mis amigos hombres, individuales, que me ayudan a ver muchas cosas, me aportan aparte de manos para colgar cuadros o arreglar el lavaplatos y cosas varias cuando yo no puedo, una visión, una palabra que siempre es diferente a la mía.

Como oro en paño intento cuidar a los amigos y a la familia: hoy tengo a ¡16 personas a comer! (6 niños, 10 adultos)

Anónimo dijo...

Vamos a ver. Si la diferencia entre un machista y un tío normal es haber encontrado una mujer normal, la diferencia entre una feminista y una tia normal será haber encontrado un hombre normal.

Al final acabamos hablando de una normalidad, en los comportamientos y las actitudes de cada uno, que parece difícil de conseguir por lo exhacerbado del enfretamiento machismo/feminismo que existe hoy día.

O no existen hombres y mujeres normales (no me lo creo), o hay mucha gente interesada en fomentar la diferencia para beneficios incomprensibles y absurdos.

La amistad hombre-mujer es algo increible cuando se alcanza. Me uno a vuestras percepciones sobre esto porque lo tengo experimentado.

Reconocerlo o no ante los amigos es lo de menos, uno se siente bien y ya está. Pero como dice Driver, si lo reconoces te pueden mirar raro, y es que hay mucho machismo aún.

Anónimo dijo...

Pues no cordobés,no.

Sería así si las relaciones hombre/mujer se hubieran establecido en plano de igualdad.

La cuestión es, creo, que existe machismo porque a la mujer se la ha tenido como una categoría diferente de persona.

Fíjate sino:

1) La mujer siempre ha trabajado; durante el siglo XIX y la primeras mitad del XX, a las mjeres y a los niños se les denominaba "fuerzas medias de trabajo" en contraposición a la "fuerza completa" que era la que desarrollaba el hombre. Y CUMPLIAN LA MISMA JORNADA LABORAL. SU SUELDO, EN EL MEJOR DE LOS CASOS, LA MITAD.

2) Hasta el año 1.981, en nuestro país, las mujeres NO TENIAN CAPACIDAD LEGAL PLENA, perdían su vencindad civil al casarse, no podian realizar determinados actos de disposición sin la autorización de su representante legal (padre, hermano, marido)

3) Hasta 1.931 en nuestro país una mujer NO PODIA VOTAR, el derecho al voto fue ganado en dura lid.

4) La declaración de independencia norteamericana, declara como verdad evidente QUE TODOS LOS HOMBRES SON CREADOS IGUALES. Y lo hace en sentido literal, pues habla de HOMBRES no cómo un término genérico, sino en sentido masculino. Aún hoy, con grandes avances, han preferido a UNA PERSONA DE COLOR QUE A UNA MUJER.

5)Aún hoy, una profesional, en nuestro país, suele ganar menos que un profesional, por el mismo trabajo.

Avanzamos cuando logramos trascender nuestros prejuicios y consideramos a las personas, independientemente de su condición, lo cual, curiosamente, incluye a muchas más categorías que las de hombre/mujer (orientación, elección...) aunque ese es otro huerto.

Anónimo dijo...

De acuerdo con todos.

Todos los prejuicios de considerar a la mujer como un tema aparte vienen
o impuestos desde ideologías preconcebidas que parió Simone de Bauvioire bebiendo de Sartre

o por toparse con la clásica mujer-mujer de revistas del corazón, victimista y chantajista emocional.
Con la ideología de género y la discriminación positiva, este tipo de mujeres han afilado aún más si cabe su colmillo y consiguen "maravillas" cuando se presentan en los juzgados. Y el hombre a callar, que tiene todas las de perder.

Otro asunto es el tratamiento de la mujer a lo largo de la historia, como apunta Pepa.

Buen tema, Máster.

Máster en nubes dijo...

Pues sí, cordobés, aunque yo creo que soy en cierta medida feminista -si tenemos por feminista la idea de igualdad de sexos en sentido de derechos y tal, no en otros- sí que creo que muchas mujeres hablan horrores de los hombres porque a) no han dado con uno bueno b) simplemente queda bien hablar mal y quejarse, se lleva mucho esto hoy. Esto es cultural hoy: echa un vistazo a algunas series de tv, a revistas femeninas, "y si somos las mejores bueno y qué" es el slogan. Los tíos que aparecen muchas veces son flojos, tontos o malos, nada en comparación con el dechado de virtudes de las tías. Salvo los gays que son los únicos tíos que
se salvan.

Hay mucho victimismo hoy en día, mucha víctima cara dura, las de verdad las pobres no aparecen como víctimas muchas veces. Es la queja como retórica.

Lo que dice Pepa lo suscribo al cien x cien, es nuestra historia y por eso, y en ese sentido me declaro feminista, aunque el término más correcto sería "humanista": creo en las personas, en sus derechos, también en nuestros deberes... Queda un gran trecho que recorrer todavía, pero es mucho mayor en países donde la mujer es una propiedad, sin derechos, en fin, sólo hace falta echar un vistazo hacia el sur. El desarrollo económico y el cristianismo son dos factores que ayudan a la mujer, pienso, tendría que madurar esta idea. Pero claro, yo creo también que "ayudan" a los hombres también.

En el caso español, personalmente me preocupa más que la discriminación salarial hombre - mujer, la discriminación por edad y muchas otras cosas antes. Y me preocupa mucho más el tema de los malos tratos que llegar a sentarte en un consejo de administración que personalmente me trae al pairo.

Creo que hay más discriminación hoy por edad en determinados ámbitos - a partir de los 40 o 50- que por sexo, aunque todo esto va por sectores de actividad económica, hasta regiones y más.

Y luego en cambio como decía Leguina no hay como tener 30 años y ser mujer para que te den algo en política: así es. Ser mujer "mola" en política, valgas o no. Lo digo como lo veo. Claro está que el número de inútiles varones en política todavía excede al de mujeres, a lo mejor hasta que no haya igual número de tontas y tontos no vamos bien (ironía)