Bitácora de Aurora Pimentel Igea. Crónicas de la vida diaria, lecturas y cine, campo y lo que pasa. Relatos y cuentos de vez en cuando.

martes, 24 de abril de 2012

La laguna del oso

Casi terminada la tarea decido darme un descanso. Necesito campo. Cojo el coche y nos vamos Olimpia y yo a la laguna del oso del pueblo con el mismo nombre en mitad de la Moraña.

Gredos y la Serrota me tiran, pero si miro al sur no hago más que ver cumbres borrascosas y estoy de cumbres borrascosas hasta el alma. No puedo más de lluvia, viento y frío.

El domingo vi 2 golondrinas que no entiendo cómo han llegado. Me acordé del cuento del Príncipe Feliz de Wilde y volvi a leerlo, tan triste, tan ... ¿Wilde?

Cojo la carretera más secundaria. Voy por Vega de Santamaría y luego Navares, un camino precioso y sin nadie. Llego al Oso, naturalmente me paso, no veo la señal.

-Perdone Vd. que le moleste... ¿La laguna?....

Un paisano mayor, aunque mayor ya soy yo, él es anciano, está en la parada del autobús esperando a nada. Me da conversación. Hablamos del frío, claro.

Hace una tarde preciosa pero con un viento que tira de espaldas. Dos mastines ladran a Olimpia hasta cansarse. Seguimos andando. Naturalmente sigue sin haber un alma.

Necesitamos que llueva más, hace falta más agua.

Vuela lo que creo que es una imperial, luego otra a mi izquierda. Me he dejado los prismáticos y es a ojo y gafa como reconozco algunos patos y otra rapaz gris, ¿lagunera? No sé, creo que sí. Hago un par de fotos con el móvil.

Volvemos sobre nuestros pasos. Intento tomarme algo en el pueblo, no encuentro el bar. Vuelvo por el otro lado. Llegamos a Ávila, muchos vencejos en las murallas. En Madrid según mi informante llegaron el 9 de abril. Pobres pájaros, qué frío están pasando.

4 comentarios:

Jesús Dorda dijo...

Hola Aurora.
Tengo entre mi colección de pendientes, no de los colgar de las orejas, sino de los sitios que me quedan por visitar, esa laguna de tan bonito nombre. A ver si voy pronto.
Sí, las golondrinas vienen antes que otras aves de la familia y mucho antes que los vencejos.
En Las Rozas (desde el tren) vi las primeras golondrinas el 15 de marzo y los vencejos llegaron al Museo la últimos días del mismo mes.
Un abrazo.

Máster en nubes dijo...

Cuando queráis, ir con vosotros, con personas que saben -y no yo, que soy una simple aficionada- me gustaría mucho.
¿15 de marzo y última semana? Muy temprano, ¿no? Pensaba que llegaban en abril. Un abrazo.

Retablo de la Vida Antigua dijo...

Águilas y mastines. Eso fue Castilla.

Máster en nubes dijo...

Huy, qué bonito, no lo conocía. Me sabía lo de una colegiata en mitad de ninguna parte, pero lo de aguilas y mastines me gusta más.