Bitácora de Aurora Pimentel Igea. Crónicas de la vida diaria, lecturas y cine, campo y lo que pasa. Relatos y cuentos de vez en cuando.

jueves, 26 de abril de 2012

Del trabajo forzado al de forzarse (Con el yo y contra él)

Leo el último libro de ficción de un conocido sociólogo. Me apetece el tema y él me parece un hombre con fundamento, que diría Arquiñano. Y quiero leer a mis contemporáneos, no sólo a muertos. Encargo la novela a Gema de la librería Letras de Ávila. Cuenta cosas interesantes, desde luego. Muchas, quizás. Es posible que tantas pidieran más un ensayo que esta novela, que me parece muy forzada.

Aprendo algo importante: escribir una novela es dificilísimo, incluso para personas con experiencia, con muchas lecturas y costumbre de escribir, como es éste el caso.

Una novela se va de las manos fácilmente. Es mucho el tiempo y el trabajo que demanda, y no solo de técnica o mental, también de otra clase. Lo digo como lectora aficionada y en relación a lo que a mí me gusta en literatura, con lo que disfruto más. No soy ni filóloga ni crítica profesional.

Tengo la sensación de que la novela es un trabajo interior de titanes, desde el yo y contra el yo a la vez.

Un yo que permita escribir. Da igual la voz del narrador desde la que que se haga. Interior fuerte y rico, recursos, trabajo mental, técnica y diálogo con uno mismo -sí, no, fuera esto, mal esta trama, quítalo todo, así no hablaría, buscar un adjetivo en toda una tarde, etc.-.Es un yo esforzado por hacerlo mejor, una vez, y otra, y otra.

Y un yo que se quede fuera de combate, ko ahí mismo, en la mesa, acabado. No por agotamiento del trabajo, que también, sino porque lo que se cuenta no es el autor, es otra cosa, aunque le haya utilizado.

Como lectora de novelas no veo ese trabajo del yo esforzado y del otro yo que se ha forzado para difuminarse. Cuando están ambos son subterraneos, ocultos, no se notan. Sé que están detrás por el resultado: me gusta o no me gusta lo que estoy leyendo.

Mea culpa siempre. Lo ves y caes. Y no es solo un tema de principiante. Le pasa a gente muy avezada. Consuela un poquito.

3 comentarios:

José Miguel Domínguez Leal dijo...

El duro banco de la galera turquesca de Góngora es una buena imagen para ese ímprobo trabajo literario del que hablas, Aurora, pero, al menos a ti, parece que ánimo no te falta.
Un abrazo.

tomae dijo...

...a mi me has hecho pensar en una partida de Ajedrez de uno contra uno mismo, blancas juegan y ...¿qué pasaría si empiezo con las negras?

...y para saber como empieza algo y luego sigue quién sabe. igual ayer fuiste un año mayor y no sabes porqué alguien te felicita. Pues eso ...

Máster en nubes dijo...

´Hola, JM, tenemos que hablar. Estoy leyendo Suite francesa y estoy impresionada. Ya me lo decías tú...

Gracias, Tomae, por la visita y la felicitación del 17 de abril, hace ilusión siempre.