Bitácora de Aurora Pimentel Igea. Crónicas de la vida diaria, lecturas y cine, campo y lo que pasa. Relatos y cuentos de vez en cuando.

domingo, 30 de mayo de 2010

Sed y agua





Pide agua mi sobrino. Los armarios de los vasos están altos. La jarra en la nevera pesa demasiado para él, no puede con ella. Bebe Javier y me mira por el rabillo del ojo mientras le observo, nos reímos los dos y casi se atraganta.

Olimpia también bebe constantemente. A veces viene y me pone la pata encima de la pierna, se le ha acabado el agua y la reclama. Es curioso ver beber a un animal, la lengua trabaja para hacer subir el liquido haciendo entre cuchara e impulso. Lo vi una vez a cámara lenta y era impresionante.

Me encanta el gesto humano de hacer cuenco con las manos para coger el agua cuando estás en el campo y no hay vaso. O beber del caño directamente, poniéndote de lado, siempre acabas mojándote. Otras veces metes la cabeza entera debajo si hace calor, da mucho gusto.

Los ancianos, como los bebés, no piden agua, pero la necesitan. Hay que estar al tanto, se deshidratan con facilidad. Los primeros muchas veces no sienten ni siquiera la sed. Por lo visto es algo normal con la edad, la sensación de sed se pierde a menudo. Según me dicen, van al hospital a veces y lo que les pasa, entre otros males, es que están deshidratados muchos de ellos, se han olvidado de beber. Veo en el parque a niños de los que no hablan todavía y sus madres o quienes les cuidan llevan un biberón con agua.

“Qué buena está el agua” decía mi abuelo Felix, “no hay nada mejor”. La agradecía siempre. La sorbía poco a poco, paladeándola, como si fuera un tesoro. Luego seguía leyendo el ABC, página a página, hasta que lo acababa. A veces añadía "Ni Onassis vive así de bien, vamos, ni Onassis con Jaqueline...".

6 comentarios:

lolo dijo...

Mi padre cogía agua de la fuente y nos la daba a beber en el cuenco de su mano. Es la mejor que he bebido.
Mojar los labios de un enfermo, de un anciano; la que más feliz me ha hecho.

Retablo de la Vida Antigua dijo...

Y el gesto alegremente descarado de beber agua, con gesto de jaque, de un botijo.

Otra cosa: en el siglo XIX, las personas de buena crianza ofrecían a sus visitas un vaso de agua. Y a veces un azucarillo.

No hacía falta más.

Saludos.

jaimemarlow dijo...

Cuando hace calor, un vaso de agua fresca en una casa de esas de adobe, que en verano son tan fresquitas también... ¿Para qué mas?

Off topic. Te acabo de oír en el programa de la cope que tienes enlazado más arriba... Me ha encantado oír tu voz.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Me bebo un vaso de agua fresca a tu salud, a la de Javier y a la de Olimpia. Y voy a bajar del altillo el botijo. Por cierto, busco ese enlace tuyo de la radio y no encuentro. Un beso.

Sinestesia Gastronómica dijo...

EL Agua de la noria, en el campo de mi abuela es un regalo en un día de verano, te llena de vida, de salud. De pequeñita siempre corría hacía allí para refrescarme y mi madre detrás para que no me cayera, jejeje

Máster en nubes dijo...

Lolo, hermosa, qué gusto aliviar la sed propia y ajena, y qué gusto hasta cuando se siente sed y hay agua cerca ;-). Hoy perseguía yo a mi madre para que bebiera, me dice que bebe y no bebe, y así estamos, discutiendo, "que sí que bebo", "que no te he visto", en fin, el eterno ...

Gómez de Lesaca, señor, muchas gracias. Estuve a punto de mencionar ayer el botijo, no lo hice para no ser demasiado extensa... y porque tú los has dicho más bonito, ese descaro de beber del botijo... y ese anis con el que se mojaba el fondo, el barro.... Oye, nunca he sabido qué era un azucarillo, y eso que hay hay una zarzuela "Agua, azucarillos y aguardiente" ¿son como lo que se pone al mojito a veces, a algunos cóctele, que van desprendiendo el caramelo? Acláramelo cuando puedas, muchas gracias...

Jaime, la casas de adobe pobres de Castilla ... son fresquitas por dentro en verano, muy frescas ;-) Gracias por escuchar el programa, a mí mi voz me parece horrorosa, hablo con las esesssss, qué espanto...

Jesús, a la tuya va ahora un té helado con menta. A Javier le cuido cuando le veo y a distancia, rezo por él, le quiero, en fin, yo lo mejor para tus hijas, la que sea ;-) Fue su cumpleaños el otro día, le regalamos unas gafas de espía con cámara incorporada, una tontería que le hizo feliz. El enlace de la radio está a la derecha, pero te envío si quieres en correo, me han dicho que a veces el enlace se rompe... Hablé de ti y de otros cuantos, los que me dio tiempo ;-). Un abrazo a R y a las dos prendas.