Me puede. Puede conmigo todo el panorama que tenemos. Y no puede ser ni por mi alma ni por mi cuerpo. Habrá que acudir al Espíritu Santo, aquí oraciones, algunas las desconocía, vendrá la ayuda a raudales.
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En la misma línea, aunque diferente. Discuto con una persona encantadora que me insiste sin conocerme. Y le tengo que decir que, por favor, no me insista más.
A mí todo me parece estupendo. Lo digo de corazón. Son riquezas de la Iglesia, carismas, dones como los de profecía o lenguas, como los que sean, todos importantes.
Pero lo imprescindible y necesario creo yo que son los sacramentos -confesión y Eucaristía-, oración, intentar cumplir los diez mandamientos y practicar las obras de misericordia corporales (7) y espirituales (7), todas las que se puedan, caridad ardiente. Y el amor a la Virgen, confiar en María, intercesora siempre.
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A eso anterior -lo imprescindible, lo necesario- uno, personalmente, "añade" lo que buenamente ve y puede. Que la confesión sea frecuente. Tener dirección espiritual, que siempre ayuda, esa persona que te orienta y que puede o no ser el mismo confesor. Que la misa sea diaria, porque sin Eucaristía no podemos. Y, por lo mismo, Adoración, toda la que se pueda. La oración de Alabanza, que es algo "nuevo" y que puede ayudar a algunas personas, a mí desde luego. "Demuestra que eres madre", Rosario diario. Estudiar lo que amas, esos tesoros inmensos, porque con la cabeza también se puede servir al prójimo y a Dios.
Para otros es (además a veces) la coronilla de la Misericordia, la comunidad Z, irse todos juntos en verano, un curso de Sagrada Biblia, etc.
Afortunadamente hay mucho y variado. Todo está bien. Todo es respetable. Todo... mientras lo imprescindible y necesario esté...
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Un retiro de Emaús (que mira que habré escrito encantada yo esas cartas que te piden para amigos que los hacen) no es un imprescindible para un católico. Y, vaya por delante, que me parece de muerte que los haya. Muchos amigos y no amigos se han acercado a Dios a través de ellos. Ole, gracias, Espíritu Santo, siempre. Eres Tú quien lo haces, Tú.
Pero uno, una, lo piensa, lo medita, y no te cuento si se trata, como era el caso, de "insistir" a un tercero. La conciencia propia y ajena es un lugar sagrado, a ver si lo entendemos: sa gra do. "De momento no lo veo" creo yo que es una respuesta razonable.
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Cuando una es ya de por sí ¨"sentimental", cuando las emociones las tiene a flor de piel, una puede creer que a ella no le hace falta añadir de momento más sentimiento. Y al contrario igual: si el sujeto es un ser masculino que no "cuenta" ni media, si ya la Alabanza no le "llega", no le conmueve, si todo lo que sea "contar en público" le repele, quizás puede no ser lo más apropiado. Sin cerrarse, simplemente un "Mira, esto no lo veo de momento".
Por la misa dominical -imprescindible, necesaria- uno "se empeña", también por recibir a Cristo en gracia, por la confesión, por las obras de misericordia, por la devoción a la Virgen. Pero no por caminos concretos, por modos específicos, que pueden ayudar a unos y a otros no, salir rebotados, lo que sea. Siendo buenos, útiles herramientas, hay caminos que no son para todo el mundo. Y no pasa nada.
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Viva Hakuna. Viva el Opus Dei, los Neocatecumenales, la Acpd, RC, CyL, me es igual. Tengo amigos, familiares, gente a la que quiero muchísimo y gente que me puede caer mal, así somos (yo, no ellos), no pasa nada.
No seré yo quien ponga el más mínimo pero a ninguna institución cuando veo milagros diarios y personas que me han acercado y me acercan a Cristo continuamente con su ejemplo, personas de todos los anteriores "whatever" (movimientos, iniciativas, llámalo zeta).
Cada uno tiene su camino, también su tempo y tiempos, por favor, respetémoslo, respetémonos.
Y hay católicos "marca blanca" que hacen lo que pueden. Son dignos de respeto también.
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Y no pensemos, algo que puede colársenos a veces, que hasta que "Z" (rellene Vd. con lo que quiera) llegó a la Iglesia, los católicos no eran tan auténticos como ahora somos.
Que aquel era un catolicismo "peor" que el "nuestro"... Que tu padre, tu madre, tu abuela, tu prima la del pueblo, no rezaban "de verdad", no creían "verdaderamente", no tuvieron un encuentro con Cristo como el que hoy "tenemos" en... Que hoy somos "mejores" que antaño...
No es decirlo abiertamente, claro, hay aun cierta consciencia o vergüenza torera al menos. Pero se puede llegar a pensar.
Un poquito menos de adanismo entre los propios católicos nos vendría estupendamente. Ser un poco menos bobitos, vaya. Ni pelearnos entre nosotros -que vaya espectáculo damos a veces- ni pensar que somos mejores que quienes nos precedieron.
1 comentario:
Sa gra do. Absolutamente. Lolo
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