Sí, todo es muy poético
y muy profundo
desde la mesa de tu despacho
mirando al monte
o a las musarañas
y escribiendo vaguedades.
¿Quién dijo qué?,
¿y dónde?,
¿y cuándo?...
Citas, autores, ensayos,
novelas, películas, poemas,
recuerdos, filósofos,
y hasta datos,
intentando armar un texto
incierto,
buscando eso: arraigo.
Pero yo te digo, boba,
que quién mejor conoce una casa
metafísica y, por lo tanto,
poéticamente hablando,
es quien desvela
el espacio y los objetos
de suciedad,
ese polvo que
no sabes por dónde ha entrado,
y vuelve luego a velarlos
con la limpieza
y el orden,
luz en medio del caos,
y los trae así de nuevo
a su ser exacto.
Es decir, dos puntos:
quien limpia
esa casa.
La casa (del ser) es si es habitable.
Pero Heidegger no debía de pasar
el polvo
ni hacer él el cuarto de baño.
Nota: (Dedicado a mi prima Concha, de la que me estoy acordando en este preciso momento de zafarrancho... y de mi santa madre, qepd, poniendo orden en los armarios)
1 comentario:
Gracias, si creo que los rincones( en general ) se conocen limpiando,ordenando😉 un beso prima
Publicar un comentario