Bitácora de Aurora Pimentel Igea. Crónicas de la vida diaria, lecturas y cine, campo y lo que pasa. Relatos y cuentos de vez en cuando.

lunes, 29 de agosto de 2011

La luz en el aire y el zorro desgarbado (Los colores del verano, 6)

Una vez que el sol se oculta tras el horizonte, queda todavía luz en el aire.

Al volver de Urueña a Boecillo intento viajar justo entonces, en esos cuarenta minutos en los que se ve todavía, cuando los colores cambian y los animales salen.

Me acuerdo de algunas películas del oeste americano, de la fogata, los caballos y los vaqueros cansados acampando para dormir al raso.

La noche empieza ahí, en esa luz ambiental que pasa del violeta del atardecer, que describió Colinas y que da nombre a la editorial de Pilar, a un azul cada vez más amoratado. Un azul que acaba por ser oscuridad, noche cerrada. Cada día un minuto antes.

Un zorro me ha salido al encuentro a esa hora varias veces.

Vive entre la Santa Espina y Urueña. Es desgarbado y flaco. Se me queda mirando mientras paro el coche. Ahora sé que me está esperando. Es lo contrario a un zorro de Walt Disney.

Quiero quedarme con el zorro en esa luz que tiene el aire. El mirándome. Yo mirándole. Y el tiempo parado.

3 comentarios:

Retablo de la Vida Antigua dijo...

El encuentro con un zorro siempre produce asombro. Dicen que hay muchos más de los que pensamos y nunca los vemos.

Reciba un saludo de su lector.

Irene dijo...

Que curioso en haya veces en que nos reconforta la mirada de un zorro (ironías aparte), de cualquier otro animal, planta o incluso sensación. La melancolía de un atardecer ayuda. Leer esta entrada unos minutos después del amanecer también reconforta.
Los colores del amanecer también se sienten en el ambiente.

Cuando estés por Madrid dame un toque y nos tomamos algo, que yo, como ves, ya he vuelto de las vacaciones, ya estoy instalada en la capital, y ya me estoy volviendo a poner al día de tu blog.

Un beso enorme!

Máster en nubes dijo...

D. Retablo, gracias por su lectura, yo también le leo aunque a veces no comente ya que todo lo que sabe me deja pensando... ¿y qué le puedo decir yo de esto tan interesante y de lo que no sé nada? Pero me lo paso muy bien. El pasado es a veces más interesante que el presente salvo el zorro, claro. Quede el zorro a salvo,y de momento lo está porque como dice Vd.hay muchos y se atreven incluso a entrar en los patios de algunas casas.

Irene, guapa, tengo que proponeros a tu taller de escritura un fin de semana en Urueña para escribir a tope, un encuentro de escritores aficionados.... ¿te hace? Lo hablamos, estoy mirando precios, fines de semana y actividades para vuestro taller, quizás os interese subiros y hacer un "intensivo" de escritura y trabajo.