Bitácora de Aurora Pimentel Igea. Crónicas de la vida diaria, lecturas y cine, campo y lo que pasa. Relatos y cuentos de vez en cuando.

martes, 17 de marzo de 2009

El jardinero inglés



Acompañé a Ruth al rastrillo en la rectoría y no me defraudó. Fue un día de sol y calor, apenas nubes, envolvimos pasteles y bizcochos, los metimos en la camioneta azul y allá que nos fuimos. En Castletownbere Ruth acudía al servicio dominical protestante en la residencia de ancianos mientras Sean, católico, venía a misa, al parecer la paz religiosa era posible. Pero en cambio le sentó fatal que acompañase a Ruth a la rectoría.

Tenderetes y señoras con sombrerito, el señor obispo en persona con su esposa, actividades para los niños, comida -dentro del limitado ámbito que este término tienen en estos lares- y moneditas que se iban juntando, ambiente igual que en una novela de Agatha Christie.

Y allá en el fondo sentado con su sobrina caballuna, él, el jardinero inglés.

Algunos británicos, descendientes de los señores impuestos por Gran Bretaña ancestralmente, siguen viviendo en esa zona de Cork. Tal era el caso del jardinero inglés, un noble venido a menos, ochenta y tantos años. Me senté tras pedir permiso y comenzamos a hablar. Oh sorpresa, le entendía todo lo que decía, quizás por eso confraternicé.

Botánico y encantador me invitó a conocer su jardín y fui a los pocos días. En un recodo antes de llegar a Glengarriff se encontraba el desvío que daba al terreno del jardinero inglés. Me esperaba encontrar con una mansión al estilo de Bantry House, quizás otra belleza escondida como el castillo de Castletownbere, Puxley Mansion, en aquel entonces derruido y hoy desgraciadamente transformado en un hotel de campanillas.

Y no, entre la maleza y tras perderme 3 o 4 veces fui a dar con el lugar. El jardinero inglés vivía en una caravana, una casa móvil de esas como las de los pobres de EEUU. Rodeado de un desorden espeluznante el antiguo explotador me acogió amablemente. Me enseñó el jardín, lo último que quedaba del viejo esplendor inglés, cartelitos como de niño, una caligrafía preciosa, los nombres de cada planta puestos a los pies de las distintas especies. Me conmovió.

"Nosotros nos portamos mal, pero ellos nunca olvidaron". El jardinero inglés con una taza de té, la sobrina parecida a un caballo, yo sentada observándolo todo.

Al dejar el jardín, tan bonito y triste en su soledad y humildad, me pasé por Mossies, otra inglesa afincada en la zona con un Bed & Breakfast y un restaurante preciosos en Adrigole, jardín cuidado, vistas espléndidas. Luego volví a Tir-Na-Hilan, bordeando la costa y Hungry Hill , de nuevo territorio agreste y católico.

Dios bendiga Irlanda hoy, día de San Patricio, especialmente a Beara.

Por cierto, San Patricio nació en Escocia y fue raptado por piratas irlandeses.

21 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que S. Patricio es el patrón de los policías de N.Y.
Una escusa para un cuento...

NYPD
(New York Police Departament).

Mi nombre no importa.
Mi trabajo sí.
Soy un halcón peregrino. Vivo en la ciudad de los rascacielos.

El departamento de policía del distrito de Manhattan me tiene grabado en su escudo.
Soy joven, veloz y poseo una vista excelente.
Normalmente me ocupo de las tareas propias de un ave.
Pero cuando hay problemas me llaman.

Ésta es una ciudad espectacular. Me gusta volar libre entre los rascacielos.
Son altísimos. Pero yo soy más fuerte que el acero de susuvigas.Vuelo más alto.
Planeo por todos los distritos: Brooklyn, East River Bridge, Harlem, State Islan, Bronx, Queens y por supuesto Manhattan.

Cuando la cosa se pone fea me llaman mis amigos los policías.
Les hace falta mi nítida visión y la rapidez de mi vuelo.

El lunes se produjo un robo con arma a la hora del atasco.
Salieron los patrulleros.
Los malos se lo tenían estudiado. El atraco lo organizaron en día de tormenta y con un terrible atasco. Los helicópteros, con el vendaval no podías hacer bien su trabajo.
Los patrulleros, a pesar de las sirenas y del curso de conducción avanzada, no llegaban a tiempo.

Así que tuve que tirarme desde el Empire State Bulding y hacer un picado a 180 km/h.
Localicé a los malos y, dando giros entre la quinta y la sexta, marcar a las patrulleras su localización.

Como soy un ave curiosa, esa noche fui a cenar al Departamento de mi distrito favorito.
Y allí aprendí algo. Los patrulleros hacían su trabajo en la calle. Pero en el Departamento habían unos jefes jóvenes que volaban a 200 km/h.

El crimen está ahora muy organizado. Y la mejor forma de combatirlo es con equipos multidisciplinares. En Manhattan, los magistrados, los fiscales, los criminólogos y los patrulleros juegan juntos al juego de siempre. Forman equipo.

Y amigo, palabra de ave, he visto a los jóvenes criminólogos hacer tanto daño a los delincuentes, que cuando los veo salir del Departamento con sus cazadoras azules claras, no puedo sino sentirme orgulloso de ellos.

Son jóvenes, son veloces y tienen una preparación excelente.

Son los halcones de la Quinta Avenida.

En su cuello llevan una medalla de S. Patricio.

Hombres de ley.

Atentamente: Driver.

Máster en nubes dijo...

Bienvenido, Driver, esta es tu casa y tus cuentos ya sabes que me encantan.

Excelente día para el que mandas, no sé si es patrón de los policias de NY, ahora el NYPD está lleno de hispanos que sustituyen a los "antiguos" polis irlandeses, pero da igual: que San Patricio les proteja. Y la Virgen de Guadalupe ;-)

Un abrazo, amigo
Aurora

Anónimo dijo...

Correspondo a tu generosidad con lo que me gusta hacer, te dejo otro:

EL PARTIDO DE DOBLES.

Cuando voy a una iglesia me gusta mirar y escuchar.
Si alzas tu cogote hacia las cúpulas los ves.
Un ángel, un león, un toro y un águila.
Son las imágenes potentes con las que nuestros ancestros representaban a los evangelistas.
Mateo, un ángel, porque su evangelio empieza con una lista de los antepasados de Jesús.
Marcos, el león. Su evangelio comienza con la predicación de Juan Bautista en el desierto.
Lucas, el toro. Comienza con el sacrificio que Zacarías está ofreciendo en el Templo.
Juan, mi favorito, un águila. Un ave capaz de volar muy alto, como el lenguaje elevado que utiliza.
...
Pero los evangelios nunca nos han contado lo del partido de dobles.
Hoy puede ser un buen día para hacerlo.
...
Hubo una vez, en la antigua antigüedad, que al señor Dios se le ocurrió organizar un partido de tenis entre los Cuatro Evangelistas.

Su equipamiento deportivo era un poco arcaico, pero el ardor que desarrollaron los jugadores en el torneo era lo suficientemente apasionado para que los detalles no fueran significativos.

Allí habían ido a jugar. Y eso era lo importante.

Los Evangelistas se dejaron la piel en la pista de tierra batida.
Restaban con gran potencia. Los saques, espectaculares. Las dejadas, de premio. Las remontadas, memorables.

El público observó el torneo con suma atención. Ya no se trataba de ganar. La cuestión era hacerlo bonito. Y allí estaban los cuatro, compitiendo para triunfar.
Esforzándose para jugar cada versículo de forma más potente, más divina.

Cuando el torneo acabó, se escribieron crónicas deportivas. Unas se conservan todavía en los Libros Sagrados. Otras se transmitieron oralmente de generación en generación.

Y ahí voy.

Llevo tiempo observando el fenómeno.
Hay veces que estoy en misa, el sacerdote desarrolla su homilía y yo me acurruco entre los bancos de madera de pino.

Mi hija pequeña, la Sarita, se ríe al ver a un adulto asustado.

"¿Papá, por qué te escondes entre los bancos?"

Y yo le digo la verdad a mi hija.

"Observa al sacerdote, hija. Coge el Evangelio de San Juan, lo eleva sobre su cabeza, describe una armoniosa parábola, y ¡zasss!, le pega un raquetazo de tal calibre, que la bola sale despedida a la velocidad de la luz".

"¿Qué peligro hay papá?"

"Esas bolas hija van tan rápidas, porque se pensaron en su día para atravesarte"

"¿Atravesarte?"

"Sí hija, atravesarte el corazón".
...

Juan Carlos Garrido dijo...

Bonita y alegórica semblanza.

Saludos.

Modestino dijo...

Formidale la descripción del jardinero inglés. Efectivamente, tu descripción invita a recordar las novelas de Mrs. Marple, el ambiente de St. Mary Mead.

Máster en nubes dijo...

Gracias Driver, siempre esta casa es la tuya y me gusta mucho que dejes tus cuentos. Nadal... ¿por qué no le mandamos el cuento a Nadal? Un abrazo, colega
Aurora

Máster en nubes dijo...

Uy, qué gente tan educada que te devuelve la visita, Driver, echa un vistazo al blog de Sombras Chinescas, a su derecha tiene unos "consejos" para escribir cuentos que ya sé que a ti no te hacen falta, pero están genial. Y el caballero es amable, lo de las sombras me recuerda a cuando éramos niños y las hacía mi padre cuando ya estábamos en la cama con la lamparita de noche.,

Gracias por venir y espero que vuelvas.

Aurora

Máster en nubes dijo...

Modestino, yo de mayor quiero ser una de esas viejecitas inglesas vestidas de malva. Inofensivas y a la vez letales, capaces de desvelar un misterio o envenenar a alguien sin que se les mueva un pelo. Arsénico por compasión o algo así ;-) Claro está que a ti te corresponderá averiguar que la inofensiva ancianita fue la culpable, Sherlock...

Un abrazo

Anónimo dijo...

Fíjate que andaba yo pensando

¿y a quién me recuerda esta chica?

¡Pues, claro, tonta!

¿A quién va a ser?

¡A Miss Marple!

Te pega todo, allí en el pueblo, en tu casa, triscando por los montes y, después, el te con pastas, las perrillas, los vecinos, el lógico interés por la vida de todos.

Y tú allí, nada cursi - por cierto - con tu calceta, las tazas de porcelana, la copa de después del te con algún amigo, una buena conversación.....

y ¡zas! crimen que te echas p'al cuerpo, con las neuronas y la materia gris (más de Poirot, ya se) a todo volumen........

Bueno, bueno, bueno ¡la bomba!

¿Podré visitarte? ¿Sí? ¿Serás buena conmigo?

Lumroc dijo...

El relato es precioso.

No obstante, llevo toda la mañana intentado imagirme a la "sobrina caballuna". ¡Madre mia..., qué cosas me aparecen ....!

¿Cómo es una mujer caballuna?

Lumroc dijo...

En el diccionario de la RAE no encuentro nada que despeje mi duda.

En internet acabo de ver una definición (no sé ni en qué diccionario o similar) que dice "mujer alta y de aspecto y movimientos desgarbados".

Yo, sin embargo, me imagino una mujer más bien sonriente, algo simple, grandota y muy dentuda.

Máster en nubes dijo...

Pepa, te invitaré a tomar el té y unos ricos scones que prepararé con mi receta secreta y no digo más ;-)

Máster en nubes dijo...

Lumroc, entre los muchos defectos que me adornan se encuentra que me invento palabras o, quizás, al utilizarlas en mi familia asumo que son de uso general ;-)

Me pasó con zaforas y el pobre Suso Ares que tampoco lo encontró (zaforas: desastre, persona desastre en el arreglo personal, que la da igual, un Adán, vamos)

Y ahora con caballuna. Mujer caballuna: dícese, como bien apuntas, a la que tiene apariencia equina, por tamaño y sobre todo dientes.

Ana de Inglaterra de tanto montar a caballo es una mujer caballuna ¿no te parece? No es despectivo, es una apariencia que se les pone a algunas británicas que son como deportistas, todo el día con la yegua o el potro y tal, y se pega.

Los que tenemos perros acabamos pareciéndonos a nuestros perros o ellos a nosotros, es muy curioso.

La sobrina del jardinero inglés era encantadora, por cierto. Cuidaba a su tío que vivía como un Adán... (ella vivía en una casa como los humanos ;-)

Lumroc dijo...

Inventarse palabras, comparaciones, etc., es enriquecer el lenguaje. No es, pues, un defecto.
---

¡Ana de Inglaterra!. Eso es. ¡Qué horribles sombreros!

sunsi dijo...

Realmente, es una suerte conocer otras vidas y otros lugares.

Se nota en tu relato que te quedaste un poco en Irlanda o Irlanda se quedó un poco de ti.

Me gustaría visitar este país. Dicen que de mis antepasados...

Besos

Modestino dijo...

Si te gustan las ancianitas, te recomiendo "Se anuncia un asesinato", de Agatha Christie, salen unas cuantas....

Modestino dijo...

Por cierto una mujer caballuna es ..... pues eso, una mujer caballuna, yo no lo sabría describir, pero lo tengo bienclaro....

Máster en nubes dijo...

Lumroc, yo enriquezco así ¿no?, no cuezo solo, como el Avecrem ;-)

Y Ana de Inglaterra a mi me parece que con esos sombreros, como su señora madre, le va a las catedrales y eso, ¿no te parece?

Por cierto, mira, para caballunos los Habsburgo (lo habré escrito más seguro), los Austria.

Máster en nubes dijo...

Lumroc, yo enriquezco así ¿no?, no cuezo solo, como el Avecrem ;-)

Y Ana de Inglaterra a mi me parece que con esos sombreros, como su señora madre, le va a las catedrales y eso, ¿no te parece?

Por cierto, mira, para caballunos los Habsburgo (lo habré escrito más seguro), los Austria.

Máster en nubes dijo...

Beara en el corazón, siempre Sunsi. En el cajón de recuerdos y proyectos. Espero volver. Es un lugar estupendo para vacaciones sola, acompañada, con familia, con amigos. Es EL lugar. A ver si te animas otra vez ya que Dublín no podrá ser contigo...

Un abrazo, hermosa
Aurora

Máster en nubes dijo...

Ay, Modestino, me gustan las ancianitas vestidas de malva pero con perversas intenciones ;-), a ello voy...

Y sí, tú sí que sabes que es una mujer caballuna, porque es una derivación de algunas anglos un poco grandes, desgarbadas, mandíbula grande, dientes grandes. Luego hay otras: ideales de la muerte, delicadas rosas inglesas, piel preciosa y como salidas de Jane Austin.

Hay mujeres que deberían estar prohibidas. Mañana más...