Ya hablé de las mujeres prohibidas, esas en las que nos vamos a transformar antes del verano a base de gimnasio, dieta o, si no hay manera, yendo a Lourdes. Uy, qué emoción me entra.
Pero hoy inauguro etiqueta de mujeres ya prohibidas, de esas que son de parar la circulación por nacimiento, sin esfuerzos. Como diría Driver, hay veces que hay que aplaudir no sabes muy bien a quién, pero aplaudir y quizás pedir "autor, autor". Pues eso, aplaudamos.
Pero en vez de empezar esta sección con Carol Bouquet, Candice Bergen, Monica Belluci o una de las muchas mujeres prohibidas que tengo en lista (admito sugerencias), voy a empezar con una amiga, dónde va a parar, cien veces mejor.
Ella es mujer prohibida de las de ya, sin necesidad de esperar al verano o ir a clase de aerobic. Y lo es especialmente hoy.
Creo que para querer a alguien no hace falta conocerle o conocerla. Casi mejor a veces no conocerse mucho. Por eso internet está tan bien. Es una maldad esto, lo sé, y además no es del todo cierto. Rectifico. Digamos que nos conocemos de otra manera que no está mal.
Me parece que para querer a alguien hace falta admirar de algún modo y, a la vez, ver pequeño a ese alguien.
Sólo con admiración una va a ver cómo opera un famoso cirujano, oh, ah. Lee fascinada a un poeta, oh, ah. Contempla la obra de un pintor, más de oh y más de ah. Incluso de un rico admira una la cuenta corriente, el ferrari o la finca en Extremadura, no seamos puristas. O se queda prendida en unos ojos azules que son una virtud como otra cualquiera. Y ya.
Porque si sólo hay eso, tras admirar te vas a tu casa y dejas al cirujano con el bisturí, al poeta o al pintor con su obra de arte, la que sea, al rico con su dinero, el ferrari o la finca, por mucho cerdo ibérico que tenga, y al de los ojos azules con sus gafas.
Una siempre donde hay calor y puede darlo. Por eso creo que es difícil querer a quien solo despierta admiración, pero es sólo una opinión, claro.
Me parece que uno empieza a querer cuando, tras ver a alguien grande-grande-grande, como en la canción italiana, comienza a verle, a verla, también pequeño, pequeña.
Esto pasa en el amor por antonomasia, ese de boy meets girl, pero también en la amistad. A mí por lo menos me pasa.
No hay cariño de amigo o de amiga que no haya atravesado algún tipo de admiración y ese verle, verla luego, pequeño, pequeña. E incluso a alguno a veces miserable y mete patas, no pasa nada.
Creo que con los hijos debe de ocurrir que se les quiere de verdad enseguida porque se les ve muy pequeños de inmediato. Y, a la vez, se sigue como enamorado de ellos luego. De alguna manera esa desmesura que es toda vida, su vida, desprendida de la de sus padres, no desaparece jamás.
Por eso, tras el enamoramiento de pura admiración que tiene lugar de algún modo cuando lees a alguien que te encanta cómo escribe, sucede también a veces que se pasa a un cariño real, cuando ves alguna debilidad que te inspira ternura. Y es entonces cuando comienzas a querer y dejas esa historia de enamorarse, de admirar, que es pasajera siempre y muy poco o nada importante en cualquier tipo de amor, me parece.
Esto, en el mundo de las bitácoras, sucede a veces cuando se tiene la oportunidad de intercambiar correspondencia privada, de hacer un cierto aparte de emails o telefónico. Porque sale, le nace a una y a la otra, y las cosas fluyen con normalidad. Y no sabes muy bien por qué, pero se encaja. Y ella te da su tiempo que es lo que menos tiene. Generosa siempre. Tanto como es en público en su bitácora o en otras.
Entonces empiezas a mirar a esa mujer, tan sólida y tan de admirar como lo es su poesía y su prosa. Pero pequeña también. Con dudas. Con prisas. Débil. Y nos contamos tonterías y frivolidades que unen mucho.
Las tonterías de la vida diaria son de las cosas que más unen, más a veces que la cosmovisión o el "y tú ¿de quién eres?". Detrás del no llegar, del reírse de una misma, de los agobios, de la naturalidad, hay siempre una mujer muy interesante, prohibida. Como ella.
Y no es que al escribir sea otra cosa distinta. Es que, como lo hace tan rematadamente bien, la condenada, te quedas prendada de su escritura. Y si eres poco versada (nunca mejor dicho), como es el caso, no ves el fondo ese acuático de piedras chiquitas, tan sólido es el estanque de lo que escribe. Tan trabajada y limpia es su agua, sus palabras.
Y ella es las piedras y es el estanque. Las dos cosas.
En fin.
Cumplir años es una tontería. Bueno no, de hecho es genial. Uno más, so what? Años a ti, vamos anda, guapa, los que te caigan este año y el otro, y el otro y el otro. Tú ni caso.
Como dice esta canción donde cantan Carmen Paris, Ana Belén y otras más, con el tiempo que pasa podemos desafinar en algunas notas que antes se daban con más facilidad. Pero creo que con los años también se dan otras bastante mejor. No diré que se llega a la armonía, ni se me ocurre, pero pienso que se amplía algo el registro. No te digo tú, que lo tienes ya tan amplio: Jesús, niña, lo que sabes de todo. Todavía estoy leyendo la entrada de Sedeisken, me sigo riendo con la del tu mens sana o doy vuelta de página tras una derrota contigo.
Especialmente cuando se es medusa o iceberg cálido, como te han dicho, actriz italiana o griega pasada por Zaragoza y la educación clásica, pero no de monjas (que ni lo sé), sino clásica de los griegos y romanos. O sea, la fetén.
Y ahí el gimnasio o la cosmética poco pueden añadir o decir ya, amiga. Al menos nada sustancial. Eres mujer prohibida por naturaleza, así es la vida. Porque Dios no es el Ministerio de Hacienda y reparte sus dones como le pete. Y a algunas les cae mucho y variado.
Lo tienes ya todo, y todo ganado. Hasta las oposiciones.
Quedas emplazada para una sala de damas, chicas solas, o mixta, me es igual, pero de amistades cuando vengas a Madrid.
Tú todo esto ya lo sabes, ya lo sabías, ratona colorada.
Pero creo que a las mujeres nos gusta que nos digan que nos quieren. Siempre y quien sea. Especialmente cuando cumplimos años.
Felicidades, Olga.
Y con estas palabras queda inaugurada, con lujo, esta etiqueta: prohibidas. Digo.
PS: Mi regalo es un bono sueño, no de soñar, sino de dormir que sé que te hace falta. Cuando quieras te pasas por el Boalo y te lo doy, o te lo mando donde me digas. No caduca, tú tranquila.
26 comentarios:
Felicidades, Olga... Máster dice que estás prohibida. Pero de guapa y de maña (conozco esta especie de humanos ¡auténticos!).
Un beso de una que pasa por esta casa cada día... y te lee.
Precioso post, Aurora grande, Aurora pequeña...
Felicidades Olga, debe ser un placer que Aurora escriba algo tan bonito sobre uno.
Un abrazo Aurora.
Cuando este iceberg cálido deje de llorar, escribirá algo decente (confiemos:-)
Es que un iceberg cálido tiene muy mala solución, creo que está condenado a derretirse...
Estoy muy emocionada, en serio.
Sunsi, que te voy a regalar el bono sueño a ti también, por Dios. Que duermas, insomne. Y yo que voy a eso, a dormir. Y sigo sin haber entregado lo que tenía que haber entregado ... Ya me conoces.
Un abrazo, Sunsi, guapa.
Aurora
Javier:
Es que te conozco poco todavía. Pero ponte a tiro, que a mi me nacen estas cosas en cuanto te descuides, o sea, no me cuestan nada, nada. Es un placer siempre.
Y además yo es que hago méritos para la isla esa como sea. Voy de cocinera, ya que no de poeta, voy de animadora cultural o de conductora.
Ya ves, el interés siempre lo que me mueve.
Un abrazo a otro ¿insomne o simplemente nocherniego?
Aurora
Oye, Olga, que no era mi intención, es que me lo pusiste a huevo, con perdón, cuando me lo dijiste hoy. E incluso se me cayó la entrada a las 5 y algo, escrita está de un tirón en media hora ;-)
Como diría Cotta, ex corde siempre. Luego la cabeza se añade, pero es secundaria, o vamos, está arriba, pero no en el centro.
Un abrazo y, en cualquier caso, las ampollas de vitamina C son fantásticas incluso para una mujer prohibida. Por 2.45 dime tú qué encontramos que ilumine más la cara. Bueno, se me ocurren un par de cosas absolutamente gratis pero no las voy a decir aun habiendo traspasado el horario del menor.
Un abrazo siempre, guapa
Aurora
Enhorabuena a las dos: a la ensayista, Aurora, y a la "ensayada", Olga.
Olga, te vas a derretir, esperamos tus palabras, tus versos, tu emoción.
Un abrazo.
Aurora, gracias. Tardo en dormir, simplemente.
Según tu teoría de Las Prohibidas, todas somos un poco prohibidas lo sepamos ó no. Tú la primera.
Bs
Lane
Aunque no sea muy dada, no puedo por menos que unirme al coro y entonar, mal, un feliz cumpleaños, por eso, por los años y por estar unida a tí en la desgracia, es decir, ¡a régimen!
Felicidades Olga... hoy seguro qe hay algún ratillo especial.
Se feliz.
Felicidades Olga... hoy seguro qe hay algún ratillo especial.
Se feliz.
Ay, Lane, que te "tengo" que contestar en el otro lado, te llamo esta tarde sin falta.
A ver, las mujeres "comunes" (que no ordinarias) mayormente somos Mujeres ratón
, o al menos a ratos, o al menos nos gustaría serlo, como "concepto" y realidad...
Y luego, de vez en cuando, o más de cuando en vez te encantaría ser de las prohibidas, pero bastante menos. Sólo un ratín. En el resto, mujer ratón... siempre.
Pepa, el régimen es una cosa muy mala, muy triste, el de engordar te puedo asegurar que no es fácil... y que te lo saltas con la misma facilidad.
"no hay mayor embeleso que la carne sobre el hueso" decía mi abuela. Y tenía razón. Ay, Dios, mío, 10 cm más de todo tipo de perímetro pedía yo y de altura también...
Ana, Ana, que ya nos queda menos ...
Un abrazo, guapa
Bueno, aún no he podido contestar ni en mi propia bitácora, pero aprovecho este momento del día, ya sin llorar ni nada, para esconderme y decirte gracias y algo más.
Primero, inaugurar las "prohibidas" conmigo es muy inteligente por tu parte porque la sección ya sólo puede ir a mejor:-) Yo voto por Monica Bellucci, las más guapa del mundo junto a Ava Gardner y Vivien Leigh . Pero tú mandas.
A ver, este gesto me sorprendió de verdad, Aurora. Es difícil, por desgracia, encontrar esta generosidad gratuita entre mujeres (y ésa es nuestra condena, pero en el pecado llevamos la penitencia). Desde que “apareciste” en la entrada de la derrota hubo conexión, eso está claro. ¿Por qué? Pues ni idea. Yo creo que sabemos no preguntarnos algunas cosas y no dejar de preguntarnos otras. Creo que tú, en lo fundamental, no juzgas demasiado a los demás, y eso hace sentirse cómoda y facilita que salga lo mejor. Yo estoy segura de que voy con coraza muchas más veces de las necesarias, y aun en las necesarias suele ser inútil.
Tiene que haber, en el amor y en la amistad, una admiración tan dispuesta a no desmoronarse que resista ver al otro pequeñito a la vez que grande, capaz pero necesitado. Bien mirado, eso lo somos todos y entonces sigo sin saber explicarme esto de “conectar”. Me da completamente igual. Es verdad y ya está.
Me gusta hablar de cosas cotidianas y escribir de cosas especiales. Me parece ridículo agarrarse a un tono supuestamente poético y no soltarlo ni a punta de pistola, me pone nerviosa, pero siempre busco la belleza y por eso a veces encuentro gente como tú. Dicen que la mediocridad es estar al lado de la grandeza y no reconocerla, por no saber o por no querer. No me va a pasar eso contigo, no me da la gana.
No puedo decir de tú a tú cosas más bonitas, pero las pienso;-)
Tu regalo ha sido un regalazo. Mil gracias, Aurora.
Olga
P.S.: Y gracias también a Javier, que es un encanto, y a Sunsi, Pepa y Ana, a las que estoy conociendo gracias a ti. Y a Suso, cuya bitácora ya leí antes de tener la mía propia, tal vez él recuerde a una Betty B. que le comentaba alguna vez, aunque pocas. Timideces. Qué te crees, Aurora, no soy tan medusa;-)
Maravilloso homenaje. Un beso para las dos.
Da gusto convivir con escritoras como vosotras.
SOY RESTAURADOR
Mi trabajo consiste en reponer mediante resinas sintéticas las cornisas y las molduras de los monumentos antiguos.
En estos momentos estoy trabajando en París, en la iglesia de La Madelaine, que se configura como un templo griego, emergiendo como un buque fantasma en medio de la ciudad de la luz.
Estoy colgado a 15 metros de altura, con mis arneses de seguridad y mi casco homologado, junto a dos compañeros.
Desde aquí arriba se ve Paris desde una perspectiva diferente.
Como no es fácil mantener el equilibrio, los tejados y las avenidas se mueven cadenciosamente al ritmo de una bella balada.
Este trabajo está muy mal pagado, pero a mí me compensa.
Estar tan cerca de estos monumentos me permite acariciarlos tiernamente cuando nadie mira.
Me emociona su tacto, imagino a los canteros que perfilaron las dovelas de los arcos, siento el olor a madera aserrada y resinosa de las cerchas que sustentan los entramados de las cubiertas, se me llenan los ojos con las sucesivas capas de encalados pigmentados que cubren las bóvedas.
…
Hoy, este curro de “colgados”, me ha regalado una perla.
Eran las seis de la tarde. La luz de París rielaba entre las nubes.
Era ese momento de la tarde, en el que las golondrinas se van a hacer la cena.
Me avisa mi compañero. Ha encontrado una extraña inscripción en la parte posterior de un alfeizar; un sitio inaccesible e invisible a los ojos de un mortal que se mueve a ras de suelo.
Pero nosotros estamos aquí arriba, y tenemos la oportunidad.
Limpiamos la piedra y leemos en un arcaico francés:
“Esta juventud está loca, no escucha a los dioses ni a los hombres. De seguir así, esta civilización pronto perecerá”
Praxímedes. 2.500 A.C.
…
Soy restaurador.
Un trabajo como otro cualquiera.
Driver, no sé lo que eres, pero eres un sol. ¿Y tú por qué no tienes bitácora, hombre-por-Dios?
Hace 2.500 años que ésto es el acabose, pero con cada generación vuelve a ser el empezose del acabose.
De todas maneras, como ya no estoy entre los (muy)jóvenes - treinta y todos es para dudar- recordaré una frase de mi abuelo, que anima mucho:
"Para viejos, los de ahora; para jóvenes, los de antes"
Aun así, escuchemos a los dioses y a los hombres de vez en cuando.
A mí me ha encantado escucharte;-)
Un besazo.
No doy más de mí, necesito el bono de sueño...
Perdón, perdón, ayer fui al teatro y a cenar y por eso no contesté.
Olga, guapa, muchas gracias. Para nada es generosidad, yo en todo caso soy derrochona, fue un "y ya que..." de esos que me entran a menudo. Vivo de muchos " ya que...", unos estupendos, creo, otros un poco peores ;-), otros fatales!
No creo que mejore en calidad la etiqueta de prohibidas. Pero ya sabes que vivimos en un mundo muy goloso ;-) donde las golosinas visuales (y de las otras) sustituyen lo que alimenta de verdad y no entretiene la vista o el paladar tan solo.
Prohibidas será una concesión a la golosina visual pero desde el punto de vista de una mujer a la que le gustan los señores pero que entiende -y comparte- que las señoras guapas y estupendas son unas aGraciadas (de gracia, joé y de Gracia, y gracias y bueno en fin) y que, oye tú, pues qué bien ¿no? Y que ve quizás otras cosas -sin conocer a la tipa- que el poster que te mueres de la Belluci en Man.
Porque en las mujeres especialmente en las espectaculares hay mucho y más siempre.
Olga, llegará un punto -y está cerca, ya lo verás- en que discutiremos con calma o sin ella porque yo discuto "algo" ... y no hay tema prohibido o vaca sagrada (salvo mi madre que yo puedo decir que está pelma pero no tú-)
Y no serás tú una excepción de amiga o amigo.
Más te digo: incluso cambio a veces de opinión o la matizo, es increíble ;-). Y hasta lo reconozco públicamente, Ana lo sabe y mis amigos y familia igual. Me equivoco con la misma seguridad con la que acierto, siempre con mucha firmeza ;-) y entusiasmo.
Lo que ocurre es que hay que dejar siempre una salida honrosa a las personas, hasta en las discusiones, es más elegante y sobre todo mejor.
Y saber también que algunos necesitamos dormir para reconocer que metimos la pata en el fondo, en la forma o que, mira tú, ahora veo algo que antes no vi... O de un modo que no vi.
Más: vuelvo a la generosidad entre mujeres. Con toda sinceridad te lo digo. Estar cerca, incluso virtualmente hablando, de personas (hombres y mujeres) con luz propia-y cada persona tiene su luz, la suya, hace falta ser bobo/a pa no verlo - ilumina no sólo el ambiente (se ve mejor), o a ella misma (es evidente) sino que nos da unos reflejos más bonitos a los demás. Del Namásté que te conté tan sabio de las clases de yoga (o del descálzate cuando entres en casa/alma/persona) a la idea de, jo, mira tú que ahora veo mejor ¡y me veo mejor! Y mucho más que la vitamina C esa que te he dicho que por 2.45 la tienes en la parafarmacia del Corte Inglés y que no hay nada mejor.
Juan Antonio, gracias por venir, yo te leo casi todos los días y no comento porque hay ya gente "mu curta" y muy interesante haciéndolo y yo tengo mi timidez también que me da de cuando en vez.
Pero siempre eres bienvenido y a ver si me atrevo...
Un abrazo
Aurora
PS: Gracias por lo de escritora en mi caso. Soy una pobre bloguera, ná mas.
Driver, éste no lo conocía yo, ¡me ha gustado mucho!
Uy, Olga, tiene muchos más, yo tengo un manuscrito aquí lleno de cuentos (aunque es 1 cuento) que me dio a cambio de unas entradas para Laura Pausini. Bueno, nadie es perfecto y él tampoco ;-) Por eso digo que a los amigos hay que quererles cuando tienen razón y cuando no la tienen, cuando tienen buen gusto y cuando tienen un gusto peor... (pero joé, ¿qué digo yo si a mí me gusta Bisbal???)
Driver es un camionero y Diego es realmente Driver, porque lo que es él es el personaje que es en las bitácoras de por aquí. El día que le conocí me di cuenta de esto y empecé a creer mucho más en la literatura. Ya creía, pero fue como otra conversión.
Y escribió de encargo un cuento para un directivo de una empresa para la que estaba yo haciendo consultoría porque había que decirle algo al tipo que no se le podía decir de una forma mejor que a través de un cuento...
Porque ahora lo más de lo más es el "story telling" empresarial. Que lo sepáis. Y toos los que escribís cuentos os vais a forrar así, toos, toos....Contando historias pa empresas. Otro día lo cuento...
la verdad es que todas las mujeres sois inalcanzables y prohibidos sueños
Felicidades Olga y gracias a Aurora por abrirnos la posibilidad de admirar y querer a alguien.
Toi, tío fino, esa era - es la idea general del "prohibidas", jo que mira que lo has cogido a la primera ¡será tu parte femenina!
Y esos 32 años junto a tu mujer, de nuevo felicitaciones, todas. Uf, 32: casi nada. Qué suerte y qué bien.
Un abrazo
Aurora
Modestino, esta chica, Olga, es de Zaragoza. Tiene ya mucho ganado con esto, creo ;-) Un abrazo, jurisconsulto
Aurora
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