Hay en mi barrio un vivero que se llena los domingos de gente, especialmente ahora, que viene el buen tiempo. Está detrás del asilo de ancianas, el de los Condes del Val, en el mismo alto que la parroquia de San Jorge. A veces paseo por él con Olimpia. Tiene una parte de plantas de interior, otra de exterior muy grande, libros, muebles, muy bien puesto todo. Hasta tortugas hay en un pequeño estanque donde han puesto un cartel avisándonos que no debemos ni cogerlas ni tirarles nada porque "se estresan". Las miro un momento, nadan y están gordas. Al parecer, hacemos caso.
El estrés animal existe. Cuando te traes a un perro de una protectora se pasa al principio durmiendo días enteros en tu casa porque ha dormido mal los años que estuvo en la perrera, ladridos toda la noche siempre de algún perro. Durante el día luchan por atraer la atención que no tienen, o entre ellos por el territorio, por la comida, por lo que sea. Nada como un amo y un territorio propio para un perro. Recuerdo a Olimpia, y antes a Pepa, en esa fase de adaptación a la nueva situación mediante el sueño que les liberaba del estrés perruno y, a la vez, sin saber utilizar las escaleras o meterse en un ascensor, con miedo a los coches, a la gente, un poco como Paco Martínez Soria en una película de aquellas que llegaba del pueblo. Y después cada vez más sueltas, dominando el terreno, contentas.
Quiero poner flores en el balcón orientado a sur que tengo. Pero ¿cómo voy a sujetarlas para que no se caigan? A veces hay mucho viento en mi calle, me da miedo que se caigan las macetas. Me paseé un rato y decidí volver otro día a Casla y que me expliquen cómo hago y si pongo zenias, petunias, geranios o tagetes.
Otro día iré a la feria del libro. Hoy tocó flores, preparar clases, leer correos y disfrutar con "Pink Martini", un grupo distinto, singular, que se atreve con todo y lo borda, con mucho sentido del humor, además. Me han regalado "Splendor in the grass", que contiene un CD y un vídeo con otras canciones, entre ellas este "Hey, Eugene" que me ha hecho mucha gracia (fiesta, borrachera, contacto en fase avanzada, alguien pide el teléfono ... y jamás llama, un clásico como otro cualquiera). China Forbes, la vocalista, es fantástica, y es la que compuso esta canción, también la de "Over the valley" en plan romántico y vieja orquesta. Tienen muchos registros diferentes, los iré poniendo esta semana.