Les contaré cómo empezó todo.
Me llamo Inmaculada Torredelmar y un día decidí darles una lección, un buen susto.
Estaba harta, muy harta, de todos mis hijos. Me tenían fríta. Para empezar, me quitaban las cosas o las cambiaban de lugar.
Los peines por ejemplo. Me decía mi hijo Antonio que es calvo que cómo él me iba a quitar el peine. "No tengo ni idea, pero tú siempre has hecho cosas muy raras, así que da igual, has sido tú". Nada, se sonreía, y con esa voz de autosuficiencia que tienen algunos calvos insistía una y otra vez con que él no podía haber sido. Yo, naturalmente, no le creía. Era él, como también eran mis otros hijos quienes me cogían las cosas o no las colocaban en su sitio.
Sartenes en otros estantes distintos en donde yo las había puesto, toallas en otro armario diferente al que yo las asignaba desde hacía 50 años. Nunca estaba nada donde lo había dejado. Se trataba de una conjura. Ellos siempre respondían con esa actitud de perdonavidas y su falta de respeto habitual "¿No habrás sido tú, mamá, quien no te acuerdas?"
Luego estaba mi hija mayor, la peor de todos con diferencia, con esa manía del cuarto de baño, con tanto "no te encierres, te lo pido por favor". O con el dinero, por Dios, el dinero. "Venga, mamá, dime cuántos son 200 euros". Como si yo fuera idiota. "Nena, 200 euros son eso, 200 euros" respondía yo, a ver la tonta si creía que me iba a pillar. Y ella dale que dale, seguía insistiendo"Te digo en pesetas, mamá, que es que no sabes el valor del dinero, que te has olvidado y crees que cuando das 200 euros das 2.000 pesetas y son más de 30.000, es que no te das cuenta". Para matarla, como comprenderán Vdes. una impertinente completa.
Eran todos muy pesados, me daban la lata constantemente y yo no podía más. Así que decidí escaparme un día y darles un susto morrocotudo, para que aprendieran. Aunque luego fue más que eso, mucho más.
Salí de madrugada, ni me oyeron. También me tenían totalmente prohibido que saliera sola jamás a cualquier parte, por si me caía. Yo no me había caído nunca, bueno, una vez solamente, pero ellos insistían que habían sido más veces. Me daba igual, llegué hasta donde quería llegar, y allí esperé.
Me imaginaba sus caras de espanto al ir a la habitación y ver que yo no estaba, el mal rato, los remordimientos. Hala, ahora todos contentos, ya no estoy en casa y no os doy tantas preocupaciones, ahora llorad, llorad, removed Roma con Santiago.
Me reía sola. Se me saltaban las lágrimas ahí, tan cómoda que estaba, esperando a que me encontraran. Me lo pasé bomba el ratito ese. Qué descanso perderles a todos de vista por unas horas.
Y me encontraron finalmente. Estaba en el cementerio. Sentadita encima de la que será mi tumba. La tengo preparada para cuando me entierren, pagada con lápida y todo.
Se suavizaron las cosas. Entendieron que yo con chiquitas no me andaba ya. Y empezaron a dejarme en paz. Me cogieron cierta prevención, algo de miedo.
Pero es que, además, pronto me di cuenta que con ese simple gesto había iniciado sin pretenderlo algo mucho más grande que una escapada de noche al cementerio.
Había puesto en marcha todo un movimiento social, perdonen que sea grandielocuente, pero así ha sido.
¡Abuelitas Malditas!
Soy, tras una reñida votación, la presidenta de honor de la sección española. Estamos generando pánico en nuestras familias, atrayendo la atención de los medios, en fin, mucho más sobre lo que les iré informando en la medida en que sepa, soy de toda la vida de ciencias y los números se me dan bien pero no así las letras.
Nunca pensé que con mi escapada nocturna pudiera lograr tantas cosas, para empezar mandarles a la porra y reirme de ellos. Eso era y es lo más importante, lo primero.
Lo dicho, permanezcan atentos que van a oir hablar y mucho de Abuelitas Malditas, entidad sin ánimo de lucro, Wicked Grannies en inglés. Ahora nos vamos a federar a nivel europeo, seremos Abuelitas Malditas Sin Fronteras.
10 comentarios:
No tengo ni idea de cómo esta señora se ha metido en mi blog.
Mire, no la conozco de nada, y me puede parecer fenomenal todo lo que dice y hasta lo que hace, pero si no le importa, salga fuera o abra Vd. su propia bitácora.
En fin, si alguien sabe cómo ha podido hacerlo, y cómo la puedo echar fuera, no sé, me siento rara, incómoda, creo que esta señora puede ser hasta peligrosa. Bueno, si alguien me dice si se puede denunciar en blogger una intrusión como ésta, no sé, no la quiero denunciar, pero tampoco quiero que se haga fuerte...
Hala, gracias a todos.
hola, mona, mira, es que las Abuelitas Malditas sabemos de todo, de blogs e internet también, iremos donde nos plazca, hoy ha sido aquí, mañana allá, en fin, no te ofendas, eres muy mona, pero no sabes nada.
Este es un movimiento de agitación social, somos todas las Abuelitas Malditas unas activistas que ni te imaginas, riete tú de Greenpeace colgándose de los barcos, tú espera, guapa, espera...
Fdo:
Inmaculada Casavieja
Presidenta de Abuelitas Malditas
Sección española
Triste y esperanzador a un tiempo
Un saludo
No sabría como ayudarte, Aurora.
Estas "chicas" se están organizando muy bien.
Como sabes paso mucho tiempo en la carretera.
Y las veo.
Van en grupos de cinco a diez motos.
LLevan cascos de colores, con adornos de corte y confección, y su nombre de guerra escrito con una delicada letra inglesa.
DEMASISDO JOVEN PARA MORIR.
EXPERIENCIA Y RIESGO.
ASFALTO Y LIBERTAD.
Cosas así.
Corren que se las pelan, con viejas Harleys que hacen más kilómetros que el carracuca.
Cuando me las cruzo les hago el signo internacional de saludo motero. La uve de victoria con los dedos índice y corazón.
Algunas me responden con unas ráfagas.
Ráfagas de libertad.
Señor Driver:
Le agradezco mucho su intervención, todavía no nos conocemos pero estoy segura de que nos caeríamos bien.
Sin embargo, y si no se molesta Vd., me creo en la obligación de hacerle una importante precisión teniendo en cuenta al movimiento, ong o lo que sea, que yo represento.
Mire Vd., joven, las Abuelitas Malditas NO queremos ser jóvenes, NO pretendemos parecer jóvenes. Es cierto que alguna de nosotras monta en moto, pero no va de esto ni la asociación ni el movimiento ni nuestra acciones. Auqnue es cierto que alguna abuelita motera puede ser además Abuelita Maldita, o viceversa, pero no son intercambiables, y de hecho hubo una secesión (como han ocurrido varias) en nuestra asociación al poco de fundarse, pretendían crear otra cosa, algo así como Abuelitas Pretendidamente Jóvenes a imitación un poco, discúlpeme Vd., de la puñetera publicidad que pretenden que seamos como los jóvenes para hacernos más simpáticos.
Y ni de broma, Señor Driver, por ahí sí que no.
No queremos ir de crucero... aunque luego algunas a título individual podamos ir y pasárnoslo de ciner.
No pretendemos tocar en una banda de rock como el anuncio ese de higiene femenina y pérdidas urinarias, leves o graves, que parece que se creen que las mujeres en general y las mayores y viejas en particular somos lelas.
No. Y no, y no, y no.
Abuelitas Malditas nació con un gesto de corte de mangas, se lo recuerdo, de hacerte la mala porque no te da la real gana de ser buena como ellos (tus hijos, mayormente) pretenden: tenerte ahí presa, controlada, no hagas, no hagas, protegida. Minimizada. En segundo lugar.
En fin joven, habrá tiempo de que le explique a Vd. el movimiento, cómo me encontré con otras Abuelitas que querían ser Malditas, cómo acordamos el nombre de la asocíación (hubo mucha discusión, no crea), nuestros estatutos, nuestro plan estratégico de "agitación", las sucesivas secesiones que se produjeron (una fue Abuelitas Moteras, algunas de nosotros militan en ambos, no pasa nada, pero son distitnos; otras crearon Abuelitas Santitas porque les entraron remordimientos y quisieron volver al redil)
Mire, es muy largo y yo me acabo de echar mi siesta.
Otro día se lo cuento.
Le agradezco su buena intención y sus palabras.
Pero vuelvo a insistir y le aclaro.
Abuelitas Malditas es una asociación federada ahora internacialmente que fundamentalmente pretende el corte de magas, reirnos de nuestros hijos y de paso de otros (publicitarios, empresas -que tiemble Telefónica y otros, tengo escrito todo-todo-ytodo-, hasta algunos médicos y enfermeras, otros nos caen de muerte, los que nos dejan hacer nuestra santa voluntad dentro de un orden; y los políticos, ya verán los políticos de todos los colores lo que tenemos que decirles...)
Pues eso, Sr. Driver, que gracias y que hasta luego.
Fdo. Inmaculada Casavieja.
Presidenta
Abuelitas Malditas ONG
Federada en Wicked Grannies Interantional
A
Aurora, se me ocurre que podríamos reintegrar a las abuelitas secuestrándoles falsamente nietos: o usted vuelve a casa o su nietecito se olvidará de usted. Por lo demás, fantástico.
Ay,Jesús, estoy preocupadísima con esto de Abuelitas Malditas, como mi madre lo oiga se afilia, por eso quiero echarla del blog y no sé cómo lo voy a hacer.
en fin, veo que vuestro viaje ha ido bien ¿no?
Un abrazo a los 4 y los 6 niños...
Aurora
Estimado Sr. Cotta:
No tengo el gusto tampoco, pero en fin.
Mire, nosotras nos fugamos y luego volvemos, faltaría más, hombre. No es que nos vayamos para siempre, ni hablar.
Lo nuestro es la agitación, el dar cortes de manga y volver a hacer lo que nos sale de un pie vía el activismo de abuelita. No es que pensemos que vamos a cambiar nada, sabe Vd., pero por lo menos les metemos caña y nos cogen un poquitín de miedo, de eso se trata.
Ni sueñe Vd, que no vamos a ver a los nietos, suelen ser sólo nuestros hijos los que son unos pelmazos, los nietos salvo que sean adolescentes y pasen de nosotros -cosa que suele suceder menos, sólo pasan de sus propios padres- nos parecen bastante bien.
Y perdone joven que le diga que me recuerda Vd, a mi hijo Antonio un montón.
Su madre de Vd. no se querrá afiliar ¿verdad? A lo mejor está en otra asocaición ya como la de Abuelitas Santitas, no sé, me da en la nariz... que no se desmanda nada y les dice a todo que sí.
Mire Vd. si encuentra abuelitas dispuestas a ser malditas, necesitamos una mayor base social aunque ya somos un montón.
Suya affma
Inmaculada Casavieja
Presidenta
Abuelitas Malditas
Sección española de Wicked Grannies International
or without borders
Mi muy estima y de momento desconocida abuelita.
Ya había percibido cierta arbitrariedad y comportamiento nada sectario en el comportamiento de las abuelitas moteras.
En mi absoluto desconocimiento de las costumbres de estas señoras, me he limitado a saludarlas a todas, al unísono y sin apreciación de singularidad-
Una v de victoria y yastá.
Cual fue mi sorpresa al ver que las abuelitas me devuelven el saludo de dispar forma.
Unas me gritan alguna apreciación aguda sobre sus hijos, seguramente bien intencionadas, pero está claro que confunden mi careto camionero con el rostro de sus hijos.
Cosas como, "mevastuapillar JAAAA",
o el más habitual "laherencia para el que se la TRABAJEEEEEEEE", donde la última sílaba nadie sabe si pertenece a la palabra "trabaje", o más bien pertenece a una interjección risueña y onomapéyica de carácter consecutivo, tipo "JE, JE, JE, JE".
Hubo una que debía estar en periodo de duda o arrepentimiento, pues me hizo parar en camión, con la consabida pérdida de mi tiempo así como de mi escasa fortuna, y tejiome una funda de punto de cruz para mi volante, objeto inútil donde los haya.
Pero la que más confusión provocó a mi ya de por si confundido eetado mental, fue una abuelita que me obligó a escuchar el parto, con pelos, señales, comentarios, advertencias, etc., de cada uno de los 16 nietos que esta vida a tenido a bien otorgarle,
Está claro que este movimiento tiene futuro, pues son impredecibles, difíciles de organizar, suelen hacer lo que les sale del pie, en fin, unas chicas encantadoras.
Cada una de su padre y su madre.
Lo que debe de ser.
Al fin y al cabo estas señoras se están ganando el respeto de propios y extraños.
No se te ocurra contradecirlas.
Te pueden echar las cruces.
Y eso no, nunca.
Faltaría más mi señora.
Aurora, esto está pasando de castaño a oscuro.
Una cosa es que la abuelita se meta en tu blog, y altere su habitual curso pausado y personal.
Con tu pan te lo comas y San Pedro te lo bendiga.
Pero otra cosa muy distinta es que las abuelitas moteras se apoderen de mi camión, hagan limpieza general en mi varonil y habitualmente desordenada cabina, ordenen mis cds alfababéticamente, me hagan unas fundas para los asientos y limpien mis pringosos retrovisores con Cristasol.
No conozco ya a mi querido camión.
Incluso me han regalado un mono de "azules de vergara", con mi nombre y todo.
No creo que pueda aguantar esta situación por mucho tiempo.
Antes de tu entrada de hoy, mi vida era normal. Ahora vivo una impoluta pesadilla de orden, limpieza y sabios consejos que nunca pedí.
Te dejo, las abuelitas han descubierto mi botella de whisky, y están organizando una timba.
Me llaman.
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