Bitácora de Aurora Pimentel Igea. Crónicas de la vida diaria, lecturas y cine, campo y lo que pasa. Relatos y cuentos de vez en cuando.

sábado, 1 de febrero de 2025

Gatos, pensiones y caldo


Disney es estupendo mientras no creas que el mundo es Disney. 

Hace unos años leí  "God is not nice", un buen libro de Ulrich Lehner que tradujeron al español como "Dios no mola" en Homo Legens.  Lo he regalado y recomendado con frecuencia (aquí para los que no son sucriptores). Lehner se hace entender estupendamente.Para mí fue un acicate porque una es hija de Dios, pero también de su tiempo. Es un libro de divulgación teológica y un excelente diagnóstico cultural. Hasta se puede leer en clave ascética. 

Que vivimos una época sentimental con poco seso lo ve cualquiera. Queremos anestesiar nuestra conciencia, nuestra razón también, con lo goloso a veces. 

Si el Imagine o el We are the world son retratos de una época también lo es aquel Lanza perfumes de Rita Irasema (encantadora ella, por cierto). Es un modo de estar en Babia, el pensamiento Alicia, en fin, un largo etcétera.  

Todo eso nos impregna. Hay un caldo global, cultural, en el que nadamos y que afecta -es trazo gordo esto y lo sé, pero es que si no escribiría una tesis- tanto a esa izquierda que ha derivado en lo woke como a ese otro campo del campo, valga la redundancia, conocida como derecha, sea lo que sea eso. 

Nadamos todos en el mismo caldo con algunos ingredientes diferentes, sí, pero el mismo. 

***

En el ámbito religioso es  evidente. Una anécdota tuitera al respecto... 

Independientemente de cómo sucediera, hay matices en todo (cómo se lo dijo el interfecto profesor de religión en un colegio católico, en qué tono, cómo lo contó el niño luego a la madre.. y cómo lo cuenta la madre luego en X),vi con gran sorpresa hace unos días cómo se constituía en gran piedra de escándalo decirle a un niño en clase de religión católica que su gato no está en el cielo...

¡Sea reo el profesor por decir a un niño que su gato no está en al cielo! ¡Qué falta de delicadeza! ¡Qué malíisma persona! ¡Pobre niño! Ecétera, etcétera, etcétera. 

Pero es que, si uno es católico, y cree lo que la Iglesia, madre y maestra, custodia (conserva y transmite, enseña), no puede decir otra cosa salvo que el ánima, ese hálito de vida, de un animal no es igual al alma de un ser humano, creado a imagen y semejanza de Dios. Tampoco lo es su cuerpo. 

Y si uno es profesor de religión o catequista cumple sencillamente con su deber cuando no se inventa nada y dice sólo lo que la Iglesia enseña aunque sea políticamente incorrecto. Ok, otra cosa es el tono, cómo se diga, etc. Pero la verdad siempre. Los niños "pueden" con ella, los adultos también. 

***

De acuerdo a lo que la Iglesia enseña no sabemos si en ese Cielo nuevo y esta Tierra nueva habrá animalitos, plantas, etc.  No lo sabemos. Sólo sabemos que ni ojo vio ni oído oyó lo que tiene preparado Dios para aquellos que le aman, la visión beatífica y eso...

Lo que sí sabemos es que aquí y ahora  no podemos afirmar con la Iglesia que los gatos o los perros van al cielo y quedarnos tan panchos. Sencillamente: no se puede. 

Y no podemos confundir un deseo personal, "ideas", nuestra imaginación, con la doctrina católica. Vaya por delante que personalmente me gustaría mucho que hubiera ríos, mar, montañas, una dehesa y encontrarme con las tres perras que he tenido y los gatos diversos: pero es mi deseo, no lo que la Iglesia enseña. Intuyo además que con la visión beatífica el resto me va a importar un soberano bledo, pero bueno, son cábalas que me hago cuando tengo tiempo...

De hecho, y aún diría más, como Hernández y Fernández en Tintín: salvo cuando la Iglesia declara santo a alguien no podemos ni siquiera afirmar cosas como "mi abuelo está en el Cielo", que ya sé que es lo frecuente en funerales y como consuelo, pero es que no lo sabemos. Por eso rezamos por la almas del purgatorio y ofrecemos misas, funerales, etc. Y, en su caso, esperamos que si están ya en el Cielo intercedan por nosotros... 

***

Y, curiosa asociación de ideas, oyendo el otro día a Jano en  el podcast "En Libertad" y leyendo a otros diversos caigo en la cuenta de la necesidad que tenemos de abordar el tema de las pensiones. 

No caerá esa breva, porque la política es el arte de que te voten, no el de liderar (que implica explicarle a la gente ese "sangre, sudor y lágrimas" entre otros temas, la vida es eso).

Sin necesidad de ser economista cualquiera entiende que con la pirámide de población que tenemos el gran problema, el fundamental casi, es el demográfico— es imposible sostener esto. Que sí, que hay mucho gasto inútil, desde luego. Que se ha cargado al Estado con gastos que no podemos. Que hay que eliminar mil chiringuitos lo primero. Que roban (mucho e impunemente). Todo eso es verdad, pero incluso sin todo eso, corregido todo eso, no es sostenible el sistema (la pirámide de nuevo).

No lo dirá el PP. Tampoco hará nada. No tengo ninguna duda al respecto. Porque el tema viene de lejos y son los dos grandes partidos, incluso cuanto tienen mayoría, los que no quieren perder esos votos de ninguna manera. 

Tampoco creo que Vox se atreva a poner este tema en la palestra, aunque ha puesto otros y ha sido muy valiente. Así que pueden darnos una sorpresa, veremos. 

Yo sólo sé que es verdad, aunque me duela y me perjudique personalmente a estas alturas de la vida (63). Es una verdad que tengo delante cercana ya mi jubilación, aparte de la gran verdad de la muerte también más cercana por simple cuestión biológica, puedo hacer como que no las veo, pero seré idiota. Como ven, empiezo febrero con fuerza. 

Ya sé que no se ganan elecciones con eso, que será muy difícil por razones diversas no ya cómo acometerlo (conjugar justicia y prudencia, tela), sino también explicárselo a la ciudadanía. Porque como lo del gato "que está en el cielo" vivimos de Disney, es el caldo en el que nos cocemos todos, progres y no progres. Pero cuanto más tarde se aborde, como otros muchos temas, será peor, mucho peor. 

No hay comentarios: