Bitácora de Aurora Pimentel Igea. Crónicas de la vida diaria, lecturas y cine, campo y lo que pasa. Relatos y cuentos de vez en cuando.

martes, 26 de diciembre de 2023

Mucho trato

Andamos M, su hija, mi perra y yo hasta Brieva. Son casi 9 km de camino entre dehesas. A veces empezamos Anita y yo por abajo, al lado de casa, en el cementerio. Toco la tapia y subimos a encontrarnos con M.

Vamos por un camino de "servidumbre de paso" en una finca bien cuidada, da gusto verla. Acabamos hora y media o tres cuartos después, depende de la velocidad y lo que nos cansemos, en la cárcel de Brieva donde nos recoge Gonzalo. 

Vemos ganado, conejos, casa abandonadas, la vía férrea, abejarucos en verano, los rabilargos en todo tiempo, los milanos, un par de águilas. 

Es un paseo estupendo con hitos clave: muerte, compañía, conversación, campo, cárcel. 

No estamos hechos para estar sentados. Mi cuerpo me pide andar. "Poca cama, poco plato y mucha suela del zapato". 

O la otra versión, de la que soy más partidaria aún, "Mucho trato, poco plato y mucha suela del zapato". 

***

Comunidad. 

Repaso mi vida estos meses de otoño y cómo he intentado "rellenar" (malamente) esa pérdida de haber acabado el Máster en Humanidades en la Francisco de Vitoria en septiembre. Echo mucho de menos a mis compañeros y a los profesores. 

Sigo estudiando; ahora "Escritura creativa" en la Unir, y en la Ulia "Siglo de Oro" y, en breve, "Pensamiento e Ideologías Políticas", los dos últimos se basan en lecturas concretas, luego haces un trabajo si quieres. Lo paso bien, aprendo, también me desespero a veces por razones que no vienen a cuento, pero no es la comunidad que tuve estos dos años pasados en el Máster. 

Soy independiente. Creo que no pertenezco a ningún grupo según mi concepto de "grupo", que es más -lo sé- el de grupete o camarilla. Tengo una especie de resistencia al "grupo" que me viene de familia, creo. 

En cambio, sí me gusta la comunidad, es diferente. Y los amigos, de a pocos preferentemente. Y la familia. 

Tengo comunidad en la parroquia como catequista y con otras actividades diversas. 

La comunidad es importante, la familia también, pero sin comunidad nos deshacemos. 

Y gracias a la Providencia -y a personas que creen que puedo hacerlo- me han encargado una traducción sobre algo que me interesa. 





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