Esto va mejor poco a poco.
Cada sesión de entrenamiento con Tana a solas, luego con Tana y con Rocío ("Rocío, ay mi Rocío" me gustaría cantar), veo que avanzamos y digo "Yes, we can" como Obama. Por poder y por can, de perro. Llevo casi una semana de entrenamiento intensivo por inmersión, es como la academia Berlitz pero más barato. Necesitaré casi un mes y luego recordatorios.
Tengo un pantalón y botas como de militar, me destrocé los pies con una sandalias planas, cómodas, pero totalmente inapropiadas para estos menesteres. Con Tana hay que vestir como Rambo, ir como igourney Weaver en Alien, un horror. Qué ganas de ponerme los tacones y un vestido, por Dios.
Salgo todos los días una hora por la mañana y otra por la noche con Tana. Y para que Olimpia no se quede triste, no se sienta ignorada, la dedico a ella más tiempo que nunca, media hora al menos de paseo ella y yo, también solas. Con Oli da gusto, salvo lo de comer basuras, el resto como la seda. Qué verdad es el refrán de "otros vendrán que bueno me harán".
Y en medio de todo esto preparación de clases, un plan de igualdad que me trae loca, y muchas otras cosas: cuanto menos tiempo tienes, mejor lo aprovechas.
Yo me desperezaba habitualmente por las mañanas al ritmo que me imponía ... nada, nadie. No trabajo con un horario definido y, salvo los días de clases o viajes por trabajo -unos seis al mes, más o menos- que me levanto antes de las 6 con despertador, lo de levantarse "a lo católico" (o sea, cuando Dios quiere, que acaba siendo cuando te pete) era una verdadera tentación. Como lo era tomarse tranquilamente el té en la cama, Olimpia aguantaba tranquila.
Ya admiraba a los padres y madres de niños pequeños antes. Ahora los entiendo. Joé.
Lo primero del día es que Tana haga el primer pis del día fuera, se mea en cuanto se pone en pie. En el Boalo basta con abrir la puerta, aquí hay que vestirse a toda prisa sobre las 7 y salir con las dos una media hora, festivos incluidos, da igual. Con lo que me gustaba a mí quedame entre las sábanas y hacer las cosas con calma. El cielo debe de ser algo así, un ángel que te diga "todavía tienes media hora más", y a la media hora, otro ángel que te lo vuelva a decir, así hasta el infinito. Ahora será en el cielo, espero, porque lo que es aquí se me acabó por una buena temporada.
Desayuno a eso de las 8 o antes, ellas también, sigo con 2-3 horas de curro, salgo con Olimpia de nuevo a solas un ratito y con Tana también a solas. Cuando vuelvo puedo trabajar otras 2 horas antes de comer porque ellas, las dos, están muertas y yo, increíble, me encuentro en plena forma mental. A eso de las 6 de la tarde de nuevo paseo, con ambas ya juntas, más relajado, hay otros perros y Tana tiene que socializar. Le encanta jugar, es incansable. Olimpia en cambio pasa de perros, es como una actriz ya mayor, consagrada, que puede elegir muy bien sus papeles y con quien quiere estar. Es la Lola Herrera de las perras, piensa esta perra, tiene corazón, estoy segura.
Ceno rápido, a las 11 o así otra vez clase con Tana y Rocío, la entrenadora. Caemos rendidas pasada la medianoche. Estoy con un suplemento vitamínico, otro para abrir el apetito y doble ración de comida porque realmente lo necesito. El miércoles me comí un pollo entero, el jueves filetes para parar a un regimiento, pasta en abundancia, devoro. Y ahora mismo estoy pensando en un bocadillo de jamón ibérico, o de lo que sea.
"Yes, we can", esto del adiestramieno "en positivo" es un esfuerzo continuo. Tengo que imponer mi deseo con mi cuerpo y mi actitud porque soy el líder de esta peculiar manada y lo mejor para los perros no es ni el enfado ni el cariño tal y como lo entendemos los humanos -y en especial algunas humanas entre las que me encuentro-, es la disciplina constante, el orden.
Pasear a buen ritmo, hacerles andar, jugar con ellos también, ignorarles totalmente cuando hacen algo mal, en casa o fuera, no pasarse demostrando alegría por sus logros tampoco, anticiparse a lo que van a hacer. Tú eres más listo, tú eres mujer u hombre y debes de saber que ese niño que se acerca va a ser un atractivo enorme para Tana y hay que prevenir qué puede pasar. Es fundamental canalizar el entusiasmo y la fuerza de una cachorra boxer. No hace falta hablarles tanto. En casa ni caso, en la calle pendientes de ellos, y siempre mucha autoexigencia personal para mantener esa disciplina. Si tú no te valoras, no entiendes tu propio poder, ellas tampoco.
"Yes, we can", una perra, una cachorra, no siente tu cariño "a lo humano", por supuesto que necesita contacto físico, mucho, y darle palmaditas, pero el abrazo y otras cosas no significan nada para ella. Es otro contacto físico el que aprecia. Es un animal de manada, necesita que haya orden, jerarquía, disciplina o está perdida. Por supuesto que nota tu voz, pero da igual que la recites "Veinte poemas de amor y una canción desesperada" de Neruda que la guía de teléfonos, es el tono lo que cuenta, no lo que digas. Y con una vez que le digas "Tana, buena perra" basta, más allá de tres o cuatro palabras tuyas y el tono en que lo digas ella pasa de todo, la lías.
¿Qué valora? Fundamentalmente el premio alimenticio: un trocitín de salchicha, continuo, de cada vez que hace algo bien, al principio de cada vez que la nombras y te mira. El contacto visual es vital siempre entre perra y amo. Y que digas su nombre: nombre y premio cuando te responde mirándote, así muchas veces. Más adelante su nombre, la orden que quieras que siga, y, seguido, cuando obedece, el premio alimenticio para que lo asocie al acto que quieres que haga. Actuará por premio, no por nada más, y por hábito de hacerlo, algo por tu tono. Salvo su nombre y 6 órdenes claras y reconocibles -ven, aquí, lado o junto (para que ande a tu lado)- poco más va a entender. No hay más, es todo mucho más simple, mucho más fácil.
"Yes, we can", tengo que dominar mi enfado y desesperación cuando no se porta bien -casi siempre- para que me tome en serio, no entiende un cabreo salvo que yo la mordiera, y tampoco es plan, quedaría raro una tipa mordiendo a una cachorrita, seguro que me denunciarían.
La autoridad no pide palabras, es un tema de simple y llana presencia, nada más, en el ámbito animal, no sé si en otros, me temo que también. Una vez que se ha meado Tana en casa no hay nada que hacer, ya no. En la calle tengo que sentir la correa suelta y en cuanto ella tire me paro, no debe de haber lucha, tensión, ni que ella se acostumbre a andar tirando. El líder se supone que manda de modo fluido, que se comunica de modo constante y sin tirar ni tú ni el perro.
Mi cuerpo siempre recto, no irla a buscar jamás ni seguirla, tampoco pegarla, la correa siempre a la izquierda, sueltecita. ¿Tira ella, aún levemente? Me paro de modo suave pero inmediato, no me enfado, no digo no, me paro y no sigo, así 800 veces: la tendencia de Tana es a tirar de la correa. Tiene tanta fuerza que en menos de un mes me derribará si quiere, por eso tengo que dominarla y ya, frenar su impulso de saltar de alegría que le entra al ver a otro perro, a las personas..Mi pierna izquierda (o derecha, según lleve la correa) siempre delante de ella, ella siempre detrás de mi cuerpo, me tiene que seguir y estar ella pendiente de mi ritmo, no al revés. Así otras 700 veces, rectificando de modo continuo.
El otro día casi me echo a llorar, estaba agotada y no cogía el truquillo de llevar la correa sin tensarla y evitar a la vez que la perra no tirase, no se adelantase, me siguiera a mi ritmo. El miércoles ya pude.
Yes, I can. Tengo que poder.
La quiero, me está costando mucho, no por ella, es por mí, soy consciente que soy yo, no ella, el problema.
He aceptado a una perra, una boxer, que es todo un desafío de raza para alguien como yo, nerviosa, entusiasta, vital, activa y con mucha energía pero sin orden, caótica, impaciente e inconstante, nada disciplinada. Se ha juntado el hambre con las ganas de comer, pájaros de un mismo plumaje. En qué estaría pensando aceptando una cachorra boxer como regalo. Me doy cuenta, soy un ciego guiando a otro ciego, pero soy la responsable, la humana, y quiero intentarlo con todas mis fuerzas, una boxer tiene que obedecer y estár muy controlada o es un peligro público.
Quizás Dios me ha enviado a Tana para que aprenda algo y no sólo de perros, necesito ver esto más allá de mis narices y con sentido del humor o tiro la toalla. Creo que tengo cabeza suficiente para llegar a dominarme y para educarla, más bien para instruirla, pero a veces dudo, la verdad.
Tana es buenísima según me dice Cristina, otra amiga propietaria de una dálmata, Tara, a la que mantiene a raya. Habla Cristina, se mueve, y su perra la sigue a rajatabla. Cristina, yo quiero ser como tú, no por el dominio del perro, que me es igual, es por mi propio dominio.
En vista de todo lo cual me voy a tomar un día libre y me voy a Córdoba porque Manolo, que ya tengo ganas de conocerle, me ha invitado y necesito un día de descanso. Sé que me va a tratar de maravilla y que lo voy a pasar genial como me pasó con Toi en Sevilla. ¡Ay ese salmorejo que me estará esperando! Y Manolo, ese el primero, tengo muchas ganas de conocerle en persona.
Será sólo un día pero voy a disfrutar a tope, Josianne sacará a Tana, la ha entrenado conmigo y con Rocío. Y lo hará, por un día, veinte veces mejor que yo. Porque Josianne tiene mucho más autocontrol y corporalmente comunica mucho mejor también, no en vano es brasileña. Y eso lo respira la perra, lo nota.
No soy ni de broma la mejor dueña posible de Tana, hay muchas mejores, soy totalmente consciente. Pero intentaré hacerlo mejor cada día. Con estos bueyes hay que arar: mi familia lo sabe, mis amigos también, mis colegas otro tanto, y Rocío, la entrenadora de Tana, casi la que más. Hasta Tana lo sabe, esto es lo que hay, le podía haber tocado otro ama, pero ésta es la que el destino ha dispuesto, pobre. Tendrá que aguantarse.
Yes, we can. Yes, I can. Y sobre todo, yes, I hope.
Buen fin de semana a todos.
Me parece Aurora, que eres de las que se complican la vida. ¿A quién me recuerdas? Decides tener perro y no te basta con el golpe de periódico en el suelo cada vez que se mea en casa. No. Tú decides tirar por la vía dura. Ja, ja. Me he quedado alucinando con todas las cosas que hay que tener en cuenta a la hora de adiestrar un perro (de hecho, he tomado nota, pues creo que alguna me valdrá también para mis hijos).
ResponderEliminarSuerte y ánimo. No me cabe la menor duda que tus perros tienen la mejor ama a la que cualquier perro querría aspirar. Dentro de poco nos contarás que Tana te sirve el té en la cama, jajaja (oye, no sería mala idea).
Un besazo y buen fin de semana.
Que pases un estupendo fin de semana en tierras cordobesas y que a la vuelta Tana te reciba firme, con todas las lecciones totalmente asimiladas, aprehendidas firmemente.
ResponderEliminarSE MUY FELIZ.
Buen fin de semana, Aurora.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Pd. Te pones a escribir, escribir y escribir, y, genial mujer.
Eres la mejor dueña de Tana, indiscutiblemente. Una gata educando perros;-) Coincido con Javier, te pones a escribir y es como escucharte hablar...
ResponderEliminarUn beso y que pases muy feliz día, Aurora.
P.S.: Por cierto, te escribí un comentario muy sentido y muy largo en mi hora de la comida sobre la prohibida Ava, pero no pude pasarlo al ordenador en el trabajo. Ahora es tan largo que no se me deja publicar desde casa;-( Seguiré intentándolo o te lo enviaré el lunes desde el trabajo. Contigo siempre se queda una atrás, yo no puedo seguirte:-)))
Aurora, genial,me ha venido muy bien la lección para educar un perro, aunque mi Laika, tiene unas costumbres muy arraigadas yá ...
ResponderEliminarTe he llamado a casa varias veces, pero creo que no estás ahí .
Un beso y yá hablaremos
Bueno, con los tacones y el vestido ayer por la tarde lucías bastante espléndida a pesar de todo. Tana es por algo, como todo lo que nos cuesta demasiado,seguro.
ResponderEliminarYa te he dicho mi opinión
ResponderEliminary cada vez que te leo sobre Tana me reafirmo más
Y mira que te quiero
ìdem de lo que te dije por telf...
ResponderEliminarMe agoté sólo con leer lo que haces con Tana. Ahora toca decir: Auroraaaaa...por Dios del Siaííí...
Con lo bien que tú estabas con tu perra (en singular), con la Señora Olimpia...
Desde luego, hay que tener ganas para todo esto.
En Córdoba te habrás liberado.
Besos
Hola,
ResponderEliminarMadre mía, lo tuyo es un sin parar todo el día; no me extrañas quetermines agotada, quién no. Pero, veo que poco a poco lo estás logrando, Tana estará muy agradecida, jejeje.
Besines y buena tarde.
Sí...bueno...¿el pantalón es de camuflaje, dices? Verde, ¿no?.
ResponderEliminarBueno, da igual. Tú eres superior, tienes el poder, eres el ama.
A mí me parece imposible ese plan de madrugones y a la calle, no enfadarte con ella, no gritar, no...sé a qué me recuerda.
Ah, sí, me acuerdo de Alabama, ya lo siento.
Pero vamos, que puedes seguro.
Uf, perdonad todos por esta entrada ¡tan larga! A ver si esta semana lo hago mejor porque cuento unos rollos macabeos, mil perdones y gracias por leer.
ResponderEliminarMirna: tienes razón, me complico la vida, pero en cualquier caso ... si quieres a Rocío de entrenadora te la mando. Tiene sobrinos y los tiene, también, a raya ;-) En cualquier caso precisamente lo que preocupaba de la perra no es tanto las cacas y los pises... es su entusiasmo ... y los niños. Creo que como madre entenderás que NO puedo tener una perra que se lanza a los niños aunque "sólo quiera jugar" ;-), eso el niño no lo sabe, la madre tampoco... y jugando podemos tener un disgusto de los gordos. De ahí mi preocupación con la perra: es un tema de seguridad.
Un abrazo, guapa.
Ana, gracias, a ver si hablamos,lo he pasado genial, me ha tratado Manolo de cine, la feria es TOTAL!
Ay, Javier, perdona el rollo, tienes toda la razón, demasiado largo, espero hacerlo mejor la próxima vez. Un abrazo
Olga, vamos a dejarlo en que soy la dueña de Tana y ya ;-) Y sí, es el problema, que a veces escribo como hablo. En cualquier caso, vamos a ver si puedo con otros registros ;-). Un abrazo, guapa.
Maripaz, voy y vengo, estoy de entrenamiento y hoy y mañana clases a lo bestia. En cualquier caso hablamos, tengo ganas de saber de ti. Y Laika, como Olimpia, no necesitan entrenamiento porque no son "entusiastas" ;-), y tu perra es chiquita, no será el caso de Tana que va a ser enorme.
Patricia, tendrás morro ¡tú sí que llevabas tacones! Ibas guapa-guapa-guapa, pero primero lo eres, y segundo es que el negro y el rojo hacen muy elegante, y esa blusa te la voy a copiar. Lo pasamos bien ¿eh? Como pinta Alberto, me quedé con el cuadro chico, el más "infantil" de las ballenas, cedí el "otro", el de la invitación a mi prima porque su marido tenía el antojo y a mí me importa más que alguien se quede contento que que yo me lleve el mejor cuadro, la verdad.
Sunsi, estás de acuerdo con Toi, y con Miriam y co 200 amigos más: me complico la vida sola. "Te atas para no correr" me dijo ayer una amiga, cierta razón tiene. En fin. Ya nada puedo hacer salvo apechugar y tirar pa'lante.
Toi, que sí, que ya lo sé, que metí la pata, y si solo fuera en esto... pero es que la meto en otra cosas peores, en fin. Nos vemos, recibi lo que me mandó Javi , hablamos.
Raquel, voy a llamarte hoy, podíamos comer juntas.
Lolo, eres genial, sí, el caso, como me dirían, es complicarme la vida. En fin, a ver si aprendo, pero creo que no... Yo ya no aprendo o aprendo poco.
Un abrazo y a ver si esta semana lo hago mejor.
Aurora