"Venga chicas, arriba esos brazos, ese trasero, a ver ese ritmo, uno, dos, uno, dos, y no os quejéis... que vamos a estar prohibidas este verano"
Así no se puede dar una clase de aerobic. Te entra la risa, claro, sólo pensar en pasar a formar parte de las mujeres calificadas como "prohibidas". Quizás para animar no está mal. Y para hacer unas risas todavía mejor.
Me lo contó mi prima Concha en una de esas conversaciones de sala de damas.
Yo hace mucho que he dejado ese tipo de ejercicios, pesas incluídas, y me he pasado al yoga y al pilates. Menos prisas, movimientos lentos y concentrados, precisos, las profesoras o instructores van de rollo zen y no te gritan. Sales agotada pero flotando, bueno para el cuerpo, mejor para la mente. Ganas en flexibilidad y para las que queremos engordar -así es la vida- es mejor.
El caso es que por marzo el personal femenino nos ponemos las pilas a marchas forzadas. No sé si será la operación bikini o lo que sea, pero es como una fiebre, estés como estés. Hala, hala, todas al gimnasio.
Pasar de Madrid barrio de Chamartín al Boalo tiene muchas ventajas. Entre otras que cambias un gimnasio con actrices y modelos de impresión a otro con señoras normales, como una. Y ganas algo en autoestima. Como en otras cosas, depende del contexto donde te mueves. "Context is all" dicen los ingleses.
En la Casa de la Cultura del Boalo hay clases de aerobic, pilates, yoga, pintura, música, de todo. El que toca jazz en el pub de Cerceda, el Artesanado, Jorge, es el profesor de música, además de manager de grupos. Aquí todo el mundo tiene pluriempleo.
Puri, la misma que canta en misa, es la portera, la encargada, de la Casa de la Cultura. Me encontré en el veterinario a la instructorade aerobic, rubia y enérgica. Aunque me animó a apuntarme la vi demasiado marchosa. Estoy para mucho relax, seguí con yoga y pilates.
Por la sierra hay bastantes "alternativos", personas que no creen en convencionalismos sociales o culturales, en mayor o menor medida. Como mi profe de yoga, Tamara.
Es muy discreta y no hace proselitismo, pero está por encima del corte de pelo, de la cosmética y de la química.
Yo creo mucho en el corte de pelo. Soy una firme defensora de la depilación también. Y confío en la cosmética aplicada con moderación pero con entusiasmo, constancia y fe. También soy partidaria de ciertos productos químicos, especialmente de los utilizados para la fumigación contra hormigas y orugas procesionarias.
No hace falta coincidir en muchas cosas para apreciar a la gente. A Tamara no es que la aprecie, es que la quiero. Y la admiro mucho.
"Namasté" decimos al finalizar la clase de yoga. Quiere decir "saludo la luz divina que hay en ti".
Me gusta. Porque es verdad. En cada persona hay una luz. Una luz diferente.
Y en Tamara es tan potente que por eso es tan pacífica y tan suave. No necesita imponerse.
Gracias, Tamara. Hoy iré a yoga 2 horas porque me perdí la clase del martes y eso no puede ser.
Un placer.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ay, Suso, otra luz la tuya tan potente que por eso no necesita imponerse, por eso eres tan suave y tan pacífico (al menos escribiendo ;-)
ResponderEliminarEl gusto y el placer es mío, la verdad.
Y que sepas que cumplimos años el mismo día, con Karenn Blixen que también nació dicho día...
Me encanta, Máster, ese sitio donde vives, en el que todos hacen de todo. Yo me apuntaría a pintura. Eso sí me da envidia. Coger un lienzo y pintar, al aire libre. Pero quizá cunde más el ejercicio suave.
ResponderEliminarUn beso, guapa.
Optimismo primaveral........... aborrezco el gimnasio y especialmente, las clases compartidas.
ResponderEliminarNo me extraña que en la pica dle monte en la que vives todos hagan de todos: no hay otra cosa que hacer............
Con Dios.
Qué va, Sunsi, somos muy pocos, muy pocas, en la Casa de la Cultura y de hecho el pobre Jorge tiene 2 o 3 alumnos como mucho. Los profesores son buenos pero al final la gente no se apunta o deja las clases. Y los hombres, en su mayoría, "práctican" el bar, el mus, y, como mucho, el caballo -aquí hay mucha afición y la gente tiene su caballo-.
ResponderEliminarJorge, que es un buen músico, me animo a lo del piano pero es que la vida me da de sí lo que me da, a ver en verano...
No sé si te refieres, Pepa, a lo de hacer "actividades de ocio", en cuyo caso no es así, como he explicado a Sunsi, o al pluriempleo habitual en muchos pueblos.
ResponderEliminarNo es que no haya otra cosa que hacer, es que lógicamente el tipo que está en el supermercado... a la vez te ayuda en la fontanería si tienes un apuro, es lo habitual en sitios así...
En todo caso no estoy muy segura de si sabes dónde vivo. Estoy a 50 km de Madrid, hay gente que sube y baja todos los días, yo no, puedo permitirme no tener que bajar, es un lujo, creo ;-) Y vivo al borde del Parque Natural de la Cuenca Alta del Manzanares, espacio protegido que dicen. O sea, no está mal, pienso. Pero hay gustos, claro...
En todo caso ¿estás enfadada? Lo digo por el tono, no sé...
Un abrazo y tómatelo con calma.
Pues, eso, Namasté.
ResponderEliminarBuen sitio, parece, donde vives. Y buena gente.
Cada vez que me llega una multa me entran ganas de vida "alternativa" ,mandar todo a freír espárragos y subir al árbol, de donde nunca debimos haber bajado.
ResponderEliminar¡Feliz Viernes!
Parece que sí, poco a poco voy conociendo gente, me está costando porque estoy un poco apartada ...
ResponderEliminarY sí, al final el Namasté engarza con el ver en los demás a alguien, para un creyente es ver a un Hijo de Dios redimido. Para Tamara es esa luz. Lo importante es ver a alguien, no algo ¿no?
Suso, tengo que contarte cosas de los alternativos de "dinero". Tamara no es de esos, es de los de verdad. Me refiero al spa que tengo aquí... que no está mal, pero que va de vida alternativa 'y facturas nada alternativas! Ya contaré, ya...
ResponderEliminar"(...) vivo al borde del Parque Natural de la Cuenca Alta del Manzanares (...)"
ResponderEliminaro SEA, EN LA PICA DEL MONTE.
EN ABSOLUTO ENFADADA, ES MI PARTICULAR SENTIDO DEL HUMOR, UN POCO RETORCIDO Y NEGRO, NEGRO, NEGRO.