jueves, 4 de diciembre de 2008
Un brillante disfraz
Hace unos días Toi hablaba de las palabras. Me encantan las palabras. Leer y, en segundo lugar, escribir. También hablar, el arte de la conversación.
Me gustan incluso los buenos discursos de políticos, empresarios o líderes de todo tipo, que no son hueros o puramente emocionales. Aquellos bien construidos, que transmiten sin necesidad de electrizar a la audiencia o ser tramposos. Otro arte en extinción en nuestro país, desafortunadamente. "Ich bin a berliner" (John F.Kennedy), "I have a dream" (Martin Luther King), "No tengáis miedo" (Juan Pablo II), son algunos ejemplos de decir algo con cabeza y corazón.
Hasta los discursos de los brindis de las bodas o celebraciones me encantan. Los anglos tienen un nombre para esto: toastmaster. En Madrid hay gente que se reune para aprender a dar un discurso, en español o en inglés, y lo hacen bajo dicho nombre "Madrid Toastmaster Club", debe de ser una gozada.
Nos comunicamos con palabras, pero no sólo con ellas. Miradas, gestos, abrazos, besos, cuando damos de comer a alguien o le traemos un regalo: todo son formas de comunicar. Y hay muchas más.
El silencio, la elipsis, es otra de las formas más elocuentes de decirnos cosas cuando las palabras sobran. Y sobran a menudo.
La palabra escrita nos ayuda a pensar mejor, a definir una posición o, simplemente, aclararse uno mismo. Leer lo que otros han escrito te abre horizontes y te puede ayudar a encontrar tu camino. Hay que dar las gracias por ello, siempre y de nuevo. Nadie sabe el bien que se puede hacer a veces escribiendo porque a uno le chifla, sin segundas intenciones.
La palabra hablada nos acompaña, el simple murmullo de una conversación en la habitación de al lado mientras trabajas te hace sentir menos solo.
Pero además y a la vez de todo lo anterior, me aterran las palabras muchas veces. Especialmente las escritas.
Sé lo vacías que pueden estar de sentido. O el sentido tan opuesto que luego tienen las acciones de quienes las dicen. Yo incluída.
Como un disfraz brillante o pobre, las personas podemos ocultar nuestro yo real en ellas. Fascinarnos con el artificio, con el resultado, bebernos las palabras sin preguntarse si aquello corresponde a algo real, más allá del vehículo que son las palabras. Porque éstas son medio de la verdad, sea ficción o no ficción. A veces lo más verdad es la literatura, por sí misma, pero también en relación al autor. Uno a veces dice más en la ficción de cómo es, que cuando escribe un diario. Hoy me he dado cuenta de nuevo.
Internet y otros lares son lugares propicios para algunos disfraces. A veces no son intencionados siquiera. Otras sí. La red facilita el anonimato y, por tanto, cierto disfraz. También algunas personas necesitan protegerse de lo que sea con el anonimato o un seudónimo, es comprensible y prudente también. Otras veces puede haber algo más: cobardía del anónimo o, también, personas que piensan que si no es con un disfraz, con mentiras o artificios, no les querrán o, simplemente no les harán caso. Otros se permiten más libertades si firman como anónimo o bajo otro nombre. Hay de todo, por supuesto. Personalmente el día que decidí poner mi nombre en el blog sentí una gran liberación, como si me quitase un gran peso de encima.
Hay tantos blogs como personas, tantos como estilos o razones por las que abrirlos, mantenerlos, cerrarlos, moderarlos o no, hacerlos privados o públicos, utilizar seudónimo o nombre real, alimentar el debate o no, escribir corto o largo, todos los días o de vez en cuando, con fotos o sin ellas, con música o no, etc. Miles de razones también para entrar en ellos, entrar y leer o no, entrar y comentar o no, etc.
Para algunos es un espacio de libertad y de comunicación. De palabras compartidas, de mensajes metidos en una botella y lanzada al oceano de la red.
Pero sucede también que una se alegra un montón cuando a esos momentos compartidos on line se suman una conversación telefónica más o menos frecuente, un correo electrónico donde alguien te da ánimos en privado o te cuenta un chiste. O también, te da la oportunidad de verse un día cara a cara.
Y todo esto no porque no se tenga una vida bastante intensa off line donde no faltan los amigos o la familia, sino porque siempre está bien tener más gente a la que apreciar y querer.
Soy de la opinión que nunca se tienen "suficientes" amigos, la verdad. Con su voz, con su cara, sabiendo los gestos que hace. No será posible siempre, y no se debe de forzar nada, pero a veces las cosas fluyen con naturalidad. Pues bienvenidas sean estas ocasiones, siempre.
Sucede que, cuando quien escribe o participa en un blog lo hace con corazón y cabeza, sin una misión, sin una pose o un personaje para ocultarse -sea el personaje de atizador oficial o del guardian de la ortodoxia que sea, pero no los personajes literarios, que son los más reales que hay- pues pasa que al verse en persona es como si, tío, te conociera de toda la vida. Te llevo leyendo tantos cuentos que es que eres tú.
Driver, ha sido una gozada conocerte en persona, aunque eres tan Driver como Driver, eres Driver 100% y más. También algo de Bruce Springsteen tienes. Y el ferrari mola mazo. Gracias por llevarte a Olimpia a dar una vuelta: le encantan la velocidad y los coches deportivos.
Cordobés, Sunsi, Ana, y Toi hoy por cortesía de Driver, vuestras voces presagian lo mejor. Y con Asier y su chica cocinaré, pero ellos que pongan el foi que aquí está muy caro (50 euros, ni de broma).
Creo que me he enamorado de Olimpia.
ResponderEliminarEs guapa y cariñosa.
Madura y tranquila.
Tiene clase.
...
Pero lo más sorprendente ha sido que he descubierto que ama la velocidad.
Cuando hemos llegado a los doscientos por la carretera de la Coruña, me ha mirado inquisitiva y lo he comprendido.
Sus ojos brillaban con la velocidad.
Quería más.
Más velocidad.
Olimpia es así.
Te sorprende agradablemente.
Y su dueña también.
Es que conoces poco a la perra, no sabes lo varas que puede ser. Como la dueña casi. Nos pillaste en un buen día.
ResponderEliminarTe lo agradecemos ambas, mucho.
Pues si Master, las palabras pueden estar vacías de sentido, y tener un sentido distinto para quien las lee porque interpreta algo que nunca quiso expresar el que las escribió.
ResponderEliminarEn lo escrito hay que puntualizar muchas veces si es broma, si es serio, si es ironía,.... para no dejar lugar a dudas o malas interpretaciones. Lo digo por experiencia.
Que razón tienes. Leer un blog y participar en él, compartiendo tus sensaciones y experiencias, además de hacerte crecer en lo personal, es como conocer a esa gente desde siempre. Sobrarían muchas convenciones al poder estar cara a cara.
Gracias por dejarme compartir tu casa virtual, y la real en cuanto pueda, y por los presagios de mi voz.
Máster, las palabras son enormes porque sabemos que siempre hay alguien que las recoge, alguien que está deseando mirarlas...
ResponderEliminarAl igual que Cordobés, me alegra infinito porder permanecer en tu blog.
... y bueno... qué decir de la cháchara telefónica... es como mastercard... NO TIENE PRECIO.
Master,ultimamente, estas en vena ...
ResponderEliminarQue escritos mas buenos ...
Voy leyendo con pasion, devorando tus palabras ...Es verdad que tengo la sensacion de conocerte desde toda la vida ...
Cada uno, al leer, se queda con lo que necesita , lo que le llega a su interior , la afinidad que le une ´,a las ideas expresadas en el relato ...
Cada lector, sacara unas consecuencias , de lo leido y pueden coincidir ,con las de los demas ,pero sera unico e irrepetible ,su contenido, como los mismos seres humanos ...
Jo, como se lo pasa Olimpia ...
pues sí, Ana ¿Qué sería de algunas mujeres sin el teléfono? Si la casa tiene calefacción, agua caliente, una cama, puedo cocinar y TENGO TELEFONO, lo demás se puede caer, o faltar media casa por poner.
ResponderEliminarMaripaz, gracias, eres muy amable. Olimpia es una disfrutona, vive el presente.
Palabras que esconden, palabras que enseñan, palabras que disfrazan, palabras.......
ResponderEliminarEl que esconde, el que enseña, el que disfraza... no importa que sus palabras sean escritas o no
La clave, creo, está en la intención. Claro que es más fácil en un lugar tan irreal, a veces, como la red.
En todo caso, pienso que las personas, normalmente, somos cautelosas al socializarnos y solemos mostrar nuestra mejor cara.
¿Engaño, doblez, hipocresía? No lo creo.
Por otra parte, entrar en casa ajena tiende a volvernos cuidadosos y entrar en foros abiertos, por lo menos a mí, me produce esa sensación y, en consecuencia, pues hombre, tratas de no ser el elefante de la cacharrería, aunque eso no quiere decir que cada uno se muestre como es.
Ps. Para Asier: me he vuelto loca (un poco más) tratando de encontrar la referencia del otro día; no he podido, por si alguno tiene más experiencia en búsquedas de internet, a uno de los autores (dos) del libro o estudio (catedrático de la Universidad de Oviedo), le hicieron una entrevista en La Vanguardia (en La Contra, de Amela, Amiguet y Sanchís) hará un año, más o menos.
Un saludo y mis disculpas.
Me alegro por Driver, puesto que si hay una sintonia entre Driver y Diego, podra ser, seguramente, un tio mucho mas feliz que si existiese una separacion de roles.
ResponderEliminarDigo esta petardez a cuento de lo que comentas sobre la pose o la impostura que pueden esconder las palabras y actitudes de aquel que las manifiesta.
No creo que necesariamente haya que señalar a esas personas con el dedo, en la medida en que esas disonancias, si bien a veces pueden señalarnos abiertamente la existencia de un soplagaitas sin limite, otras veces pueden hablarnos de una pequeña tragedia cotidiana.
La del que vive una distancia intima entre lo que es y lo que le gustaria ser. O la del que no se quiere. O la del que se equivoco de camino creyendo que los caminos estan marcados y no hizo caso de aquello de las estelas en la mar.
Me meto en este berenjenal porque me da pena ver a gente que vistiéndose de tales roles caen en prisioneros de si mismos y, por mucho que se esfuercen, su impostura la huelen quienes lo tratan. Me dan pena sobre todo porque a menudo se encontraran con valoraciones muy duras de quienes le rodean. Creo que en casos asi, a pesar de no ir yo mismo de Teresa de Calcuta por la vida, lo primero que hay que hacer es evaluar quien sufre las consecuencias de la impostura del que tenemos delante. Y creo que cuando uno solo hace victimas de si mismo, hay que ser indulgente con él. Bastante tiene.
A mi menda lerenda le toco, como a muchos, jugar un rol para el que no estaba preparado. Lo jodido del asunto es que ese rol era autoadjudicado. pero calculo que muchos de los que leen esto y millares de los que no lo leen sufren o han sufrido de lo mismo, en silencio, como dicen que pasa con las hemorroides,calculo que por lo mismo. Por que el malestar se situa en un lugar tan intimo que toda exhibicion del mismo seria impudica.
Supongo que el secreto esta en asumirse, tarea muuuuy ardua en la que uno puede ser su Sisifo de todos los dias.
Dicen que la juventud es divino tesoro y yo no soy viejo. Pero lo cierto es que solo me he sentido dueño de mi mismo y bastante contento de lo que soy a partir de los treinta.
Mis excusas no sentidas por la derivacion del comentario respecto a tu entrada, pero es que me ha dado por ahi.
Un saludo sincero, Master.
Pepa: simplemente el hecho de que hayas buscado la referencia porque un honorato te lo pide a través de un blog, ya es casi casi como si la hubieses encontrado. Gracias.
ResponderEliminarEstás en tu casa Asier, y puedes decir siempre con respeto y cariño (que lo haces siempre) lo que quieras, como si quieres dejar un cuento como hace Driver, una palabra o 300, es igual.
ResponderEliminarSe aprende mucho de los comentaristas, muchíiiiisimo.
Quería señalar ayer nada más que internet es un "lugar" ¿? estupendo ... para conectar con gente con la que jamás hubiéramos conectado de otra forma y que cuando escribimos -como blogger o comentarista-, si lo hacemos con "honradez", el conocimiento personal luego nunca defrauda, al revés. Es mi experiencia. Y estoy contenta por ello.
Disfraz, brillante disfraz, son las palabras que te disfrazan a veces de lo que eres realmente. Si eres honrado, si no vas de nada.
Paró el viento, vino Repsol, sólo falta que me arreglen la lavadora, el lavaplatos y un par de cositas más: la vida es bella.
EL FOIE?!
ResponderEliminarUps... Emilie, guapa, deja las acelgas y las patatas en la nevera, por favor...
Por fin puedo leer con calma tu post.
ResponderEliminarAhora mismo te buscaría una columna de opinión en un periódico de tirada nacional. ¡Lástima! No tengo contactos.
Lo que más me ha gustado: esa insistencia que viene de lejos (en tus posts) de contemplar la diversidad como algo más que bueno. La riqueza de la diferencia cuando la palabra es honesta y no esconde. Eso se huele, se percibe.
El blog es lo más parecido a tu casa. Y no hay dos casas iguales. Pero sí un barrio donde la gente se puede llevar bien. El de la casa de al lado resulta que te pasa una receta y bienvenida sea porque tú la desconocías. El vecino de enfrente que toca el violín y de repente descubres que podría gustarte la música clásica.
Sin darte cuenta te tiras a un blog y te pasas todos los días. Curioso. En el tuyo entré de puntillas, muy de puntillas. Porque tocaste un tema que me interesaba: la conciencia y los "debería". Y desde entonces.
Me gustó mucho hablar con Diego. Sus cuentos ya tienen voz. También tienen voz tus posts. Increíble porque escribes como hablas. Pepa tiene rostro y voz. Es tal cual.
Me lío y no acabo. Que yo también estoy encantada de tener amigos cibernéticos. No os hacéis idea de lo que me nutro de todos vosotros.
Besos
Oye, Asier, que es broma, yo como de todo y de hecho las acelgas me encantan, y con patatas más, y el caldo gallego, que es "de pobres", y todo lo que es "echa a la olla lo que tengas en la nevera o pilles por ahí": cocina gitana lo llamo, o sea la de toda la vida.
ResponderEliminarSi hay hueso de jamón o espinazo, mejor, pero si no, no pasa nada.
Lo del foie -que me encanta- es por eso del ´tópico francés: y lo cierto es que tienen un foie fantástico, y con todo ¡cuidado! ¡que como te pases lo lamentas toda la tarde o toda la noche!
Me acabo de zampar un filetón de ls sierra de MAdrid que estoy bendiciendo a Dios, a la vaca, al carnicero, al tendero y todo el mundo...
Sunsi, pues sí, con tener alguna cosa que a alguien le guste y al contrario, pues ya es mucho, pienso. Tuve que volverme de Ikea: no puedo comprar en masa. Craso error ir un viernes al medio día: ya está la marabunta, yo incluída.
Hola, Master.
ResponderEliminarComo te he dicho por ahi, hoy estoy absolutamente vago, vaguisimo y no paro de husmear en la "gües".
Por eso me permito tener una pequeña charla a distancia contigo y permitirme que el rollo derive (al final, lo que deberé hacer es ponerme un blog yo y carril)
He dejado unos comentarios en el blog de Suso, tal vez inspirados en mi propia paranoia, en los que hablaba de lo vasco y tal, y dado que tenias ganas de que un dia tratasemos este tema, te invito a echarles un vistazo.
El tema es que lo que me da un espanto espantoso es ver que en este pais podemos compartir cientos de cosas entre personas diferentes y sin embargo separarnos por una cuestion, lo que me retrotrae a las épocas previas a la guerra civil (sin alarmismos idiotas). Lo digo simplemente porque me quedé colgado con aquel tema. A mi padre le toco ser de la quinta del biberon y pelear con la legion. profundizé en el rollo porque desde mi lado de la barrera no me acababa de tragar los maniqueismos e hice esfuerzos por comprender la vision que las multiples partes tenian. Y puede que lo haya conseguido en gran parte.
Por cierto, una "anésdota" a este respecto.
La chica de un amigo mio trabaja en los madriles y su jefe es el nieto de Millan Astray. Mi amiga me lo describe estupendamente y ella es pro-nacionalista anti-taliban. El caso es que mi abuelo debia tener parentela (primo segundo) de Unamuno, y el nietisimo y mi menda tenemos el proyecto de irnos a comer juntos un dia. Qué curioso se me hace eso, y a la vez, me parece muy bonito. Siento una profundisima curiosidad por conocerle.
Te lo he dicho en otra parte: me encantan muchos de los post que sacas y me resulta curioso ver que si nos fijasemos en aspectos de estos que suelen generar adhesiones (religion, simpatias politicas-lo siento, soy apartidista-) y otras cosas, resultaria que deberiamos ser antipodos.
Pues me alegra un monton ver que no es asi (no lo siento asi) y, relativo a lo que se comenta en el blog de Suso, eso me da esperanza para que, con paciencia y mucha saliva, la gente que lo intente sea capaz de ponerse de acuerdo pese a lo muy dificil que eso pueda parecer.
Lo siento por el personal que lée los comentarios: sé que estas cositas son de las que deben enviarse por mail, pero...
Saludos, Master
Asier, todos tenemos que ver con todos. No sé si sabes de la "teoría" esa que dice que nos "separan" -o unen- de cualquier persona de la tierra otras 5 personas, nada más.
ResponderEliminarA veces ni 5 personas, ponlo en "argumentos" o ideas, los extremeños se tocan, la afinidad es algo más que la ideología, la religión, si tú eres vasco o yo soy castellana.
La piel existe, el olor también, a veces por los setnidos se conecta más, pero existen además otras 100 gozosas semjanzas que nos hacen eso: semejantes, amigos, capaces de compartir mesa, mantel e incluso acalorada discusión. Mientras no haya una pistola encima de la mesa o debajo, todo va bien.
Y que te tomo la palabra y que con acelgas o patatas o sin ellas pero siempre con Emile estáis invitados ambos. Siempre.
Si quieres me das tu email -envíamelo al mío- nos escribimos e intercambiamos pareceres políticos u otros más largos. A veces no me gusta comentar tan largo como mercen algunos temas en blog ajeno o incluso propi. Y la política merece algo largo. Mi hermano está en UPyD, ciertas simpatías mías van por ahí. No todas.