viernes, 5 de diciembre de 2008
Halagos, piropos y cosas agradables de oír ¡y decir! 1)
Jose A. (Amarillo Limón, clickar a la derecha) me proporcionó hoy el tema de hoy con su entrada sobre piropos. Genial el primer vídeo, un poco bestia el segundo, pero son ambos muy divertidos. Gracias.
Me quedé pensando en lo bonito de un buen piropo, tema que dejo para mañana, necesito documentarme. Estoy haciendo una sólida investigación cuantitativa y cualitativa para que esté todo muy bien fundamentado y me hace falta más tiempo. Toda sugerencia e idea, por cierto, será bienvenida, por favor. De sujetos activos (hombres) y pasivos (mujeres) del piropo, que es una cosa por definición "sexista": lo dicen los hombres a las mujeres. Lo siento, es así. Las mujeres tenemos, por ejemplo, mmmmhh, déjame pensar ¿qué tenemos que ellos no tengan?, bueno, mañana se me ocurrirá.
Empiezo con el halago que se confunde a menudo con la adulación. Y no, que son cosas muy distintas. No sé lo que dirá la Real Academia de la Lengua, porque últimamente los diccionarios y las normas me traen al fresco, así que haré mi aproximación personal, perdón si meto la pata.
Halagar = decir algo bonito a una persona, de modo privado o público (valen ambos), algo que tiene o es (preferentemente lo último), con el fin de.... : nada. Gratuito. Porque sale. Porque quieres despertar una sonrisa, animar a alguien, darte también un simple y gran gustazo. Porque puedes incluso pensar que es lo que esa persona necesita ahora, ya, no tú, ella. Se nota a veces. ¿Y qué cuesta? Nada.
Adular = decir algo bonito a una persona, de modo privado o público (valen ambos), algo que tiene o es, con el fin de OBTENER ALGO DE ESA PERSONA. Bailarle el agua de algún modo para conseguir un enchufe, dinero, su favor, una recomendación, un puesto. Permite incluso mentir.
Como se ve, nada que ver el halago con la adulación.
Existe el arte de halagar (como el de decir piropos, mañana con ello), como existe también el arte de recibirlos con naturalidad y alegría, también sin darle más importancia, porque no la tiene. Es lo que pretende el halagador aparte de darse el gustazo. Alegrar la vida. Levantar una sonrisa. Nada más.
La vida es corta, dijo ayer Driver, estoy de acuerdo, hagámosla más agradable todos, por favor. No es pastoril un halago, es que a veces somos tan setas -para darlos o recibirlos- que nos morimos de vergüenza. Pero yo hoy estoy bebiendo un jumilla y me da igual. In vino veritas.
No hace falta decir lo que no se piensa, eso jamás, no sería ya un halago. Y el personal además no es tonto, y si lo es no hay que hacerle más tonto de lo que es.
Anda que no hay cosas buenas, bonitas, agradables, insólitas, divertidas, apasionantes en los demás. Mogollón. ¿Cuál elegir como motivo del halago? ¡Qué difícil a veces! ¡Uf!
Carmen Posadas, que parece lista, decía que ella halagaba con aquello que el sujeto no esperaba oir, con una cualidad que no era precisamente la que podía llamar más la atención a primera vista.
Parece lógico ¿no? Buscamos el placer del otro, ese el fin del halago. Intentemos sorprenderle gratamente. Parte del placer en esta vida está en lo inesperado, no en lo sabido, pienso.
Al gracioso que todo el mundo le dice 350.879 veces que es muy gracioso lo que "necesita" oir es que está cañón, o que es listo, o que es bueno, o que, lo que sea.
La guapa de toda la vida estará hasta las narices que le digan qué mona -aunque las mujeres somos terriblemente pesadas con este tema-, y apreciará mucho más que le digas qué lista o que escribe poesía como Góngora.
Como María Zambrano estoy segura que vibraría no con alguien que reconociera su maestría en filosofía ,sino con el tipo -o tipa, hablamos de halagos, no de piropos- que le dijera "Maria, cocina Vd. como los ángeles", es un poner.
Todo ser humano tiene un corazoncito. Habitualmente nos da calorcito que nos digan algo bueno, simpático, sobre nosotros mismos. Ya nos riñe el jefe, el encargado de Repsol cuando trae las bombonas, tu madre, tu marido, tu mujer o quien sea.
Instauremos la civilización del halago inteligente. En la familia y entreverado con la bronca, para eso hay confianza. Entre amigos y la discusión política, que no falte. En el trabajo, fundamental: decirle a la gente no sólo lo bien que puede hacer algo, sino lo "listo, creativo, innovador, perfeccionista, rápido o "x" que es".
Más allá de la alegría propia y ajena, hay que ver qué resultados tiene el halago, aunque no se pretendan, de verdad.
Saber halagar en el momento justo, adecuado, y a veces hasta a destiempo.
Saber aceptar un halago con un gracias y una sonrisa. En coaching te enseñan esto, que a veces cuesta mucho: estamos acostumbrados a que nos metan caña, no a que nos den una palmada de cariño, que eso es el halago. Y no podemos: nos supera el halago. Hay algo raro ahí que no acaba de encajar.
Y es que a veces somos tan serios, nos lo tomamos todo tan como "yo, por Dios, no, no, cómo dices que soy ...". Y luego ese "no, no" es totalmente compatible con la peor de las soberbias: creerse mejor que los demás. Ay, ay, ay.
¡Vamos, anda! El halago de verdad no ensorbece, hace sonreír simplemente. El halago no nos hace parecer o pensar que somos mejores que los demás, eso jamás. Nos dice simplemente que somos alguien con algo que gusta, que es agradable. Nos afirma, no frente a los otros, sino por dentro. Y eso es bueno, pienso yo. Sin pasarse, es algo sano. Y divertido. Un juego, vivan los juegos, por Dios. Falta gente con ganas de jugar.
Que Vdes. halaguen y sean halagados este fin de semana. Y no sigo hoy porque el jumilla es terrible.
Bueno, yo creo que el halago, como el éxito, hay que saber aceptarlo, sin gazmoñería, sin falsa modestia, sino como lo que es.
ResponderEliminarDesde ahí, interesantes reflexiones sobre la vanidad, la falsa virtud, la humildad, etc.
¿O no?
Efestivamente, hebdana, yo creo que el mejor antídoto contra la vanidad es leer, ver y tratar a gente estupenda: se te quita cualquier atisbo al ver qúé personal hay por el mundo. Somos una caquita, Pepa.
ResponderEliminarY luego ese "no, no, yo no"... mira, es que sería largo, honradamente hay veces que hay que, sin poner en un pedestal a nadie, decirle lo cojonudo/a que es: ayuda mucho. Hace falta. Ya nos examina la vida como para que los demás no abracemos.
Yo creo mucho en el poder del abrazo incluso a distancia, del beso, del halago INTELIGENTE, creo mucho en acoger de verdad. Y creo poco en el resto. Muy poco. No es que no crea en la razón, es que creo en la razón que acoge, sin sentimentalismos pero con calor.
Y luego si la gente no sonríe y no se toma a coña, malo, malo... Todos los serios tienen un pecado muy gordo detrás. Palabra.
Pos yo creo que el halago es uno de los regalos mas bonitos que se le puede hacer a alguien, sin duda ninguna, sabiendo hacer ademas que el otro lo perciba como algo sincero. El halago no se regala y se le da a quien por ser quien es, por estar cuando hay que estar, por tomarse la molestia de hacer algo por ti, por, por...
ResponderEliminarA mi me toco una educacion mas bien durita,en las que los carteles de aviso y los imperativos abundaban tanto como las ojeras de los lunes, lo que en un momento dado te lleva a inseminar rencores contra quienes te los dieron, verbigratia los padres.
Un dia, descubres, poco a poco, que aun equivocandose en la forma, su cariño pasaba por ahi y aprendes a olvidar completamente eso y a valorar el cariño (no se quien dijo por estos lares no hace demasiado que el cariño de unos padrees al final, paga, y qué ciertisimo es). Cuando te das cuenta de eso, de pronto sientes el regalo tan fantastico que es el saber que cuentas tanto para alguien como para que te quiera. A partir de ahi, el halago se hace casi obligatorio, porque quieres hacer que esa persona que con buenos ojos te mira sepa que ella tambien cuenta.Y sorprende mucho ver como se abren perspectivas muy diferentes a las relaciones, oiga!
El halago, en el sentido en el que tu lo describes, me gusta muchisimo porque me agrada sinceramente poder hacer que quiees me muestran su cariño sepan que cuentan con el mio; porque tiempo atras me di cuenta de la verdad que existia dentro de aquello que hablaba de la miel y la hiel y los méritos de cada una de ellas.
Pero también reconozco un punto egoista en todo eso, al menos en mi caso: y es que me he dado cuenta de que cuando ayudo a quienes me importan a sentirse mas razonablemente felices o seguros, es mucho mas agradable lo que transcurre entre nosotros y, a partir de ahi, se abren tambien puertas para que con mi gente las rutinas se vuelvan rituales con mayor frecuencia.
Y cada vez estoy mas seguro de que esa transformacion del sentido de los tiempos y los ritmos es otra cosa que ayuda a convertir la vida en algo si no mas largo, al menos bastaaante mas ancho, mariconadas a parte.
Buen finde tambien a usted, Magister
Voy a compartir con vosotros el piropo que hace un par de días le regalé a Mireia del blog de Sunsi.
ResponderEliminarEs una mujer docente, que ha tenido la "indecencia" de leer mis cuentos a los alumnos en su clase.
Y a mí, pobre mortal, me hizo ilusión.
De ahí el piropo siguiente.
"Y también porque sé, aunque no te conozca en persona, que cuando das clases, vigilas.
Estás atenta al alumnado.
Pendiente de que en cualquier momento un adolescente va a descubrir la potencia de la Literatura.
Y va a salir volando a toda velocidad.
Aleteando.
Hacia arriba.
Como las gaviotas de Sunsi.
...
No se por qué, pero lo sé.
Seguro que lo haces.
Vigilar gaviotas.
Bonito oficio.
a ver, voy a practicar esto que "predico".. y sin conocer a la gente, solo con intuición, esa cosa estupenda que las vacas y las mujeres tenemos...
ResponderEliminarmmmmhh
Pepa, que eres una mujer como la copa de un pino, asumo que a más de uno le gustaría hacer saltar la banca en Estoril contigo, posiblemente al propio también. Pues eso, que la saltéis: todo al rojo par. Mi nombre es Bond, James Bond y el mundo que se caiga.
Asier, mmmhhh, a ver, tengo la sensación de que eres un hombre cañón, y que sepas que lo sé porque los hombres con muñecas bonitas son los mejores. Siempre. Y que el argumentario y la palabra no es sólo lo tuyo, lo tuyo es todo. Y encima buen cocinero, apuesto. Para morirse, un tipo que cocine ya es la muerte.
Driver, eres como el israelita del Evangelio, en quien no hay doblez ni engaño. Pero además... además, Señoras, Driver es como Bruce Springsteen, lo que pasa que NO VA de Bruce. Es más discreto. Y encima escribe como es. Lo lees y ya lo conoces. Y es ... perdón, no lo puedo evitar: tímido. Joer, encima tímido, qué delicia ¡un hombre tímido!
Sunsi, le habrán dicho 300 veces que es guapa -lo es- así que le voy a decir otra cosa que creo necesita oir aunque ella sabe que es uno de sus rasgos fundamentales, ya lo sabe.
Sunsita, guapa, hermana, eres ... una ... frívola. Lo tuyo, en gran medida y aunque lo ocultes, es la frivolidad. No esa de lujo que es muy aburrida y un rollo porque todo lo que se pueda "comprar" con pelas suele acabar siendo un poco rollo. No, lo tuyo es bohemia y frivolidad de alma, o sea tipo Nicole Kidman tumbada en Moulin Rouge. Estábamos destinadas a encontrarnos porque mi totem es enc ambio Cyd Charisse, más antigua. Pues eso, hermana, cuando quieras nos tomamos unos Bloody Mary. Que lo tuyo no es la docencia, te equivocaste, sino parcialmente algo de espectáculo. Pienso. sin consecuencias. Y sin remordimientos.
Máster, escribe usted como los ángeles...
ResponderEliminar¿De verdad la riñe el encargado de Repsol? ¡Qué antipático!
Pues la Master es como una neoyorquina en el Boalo.
ResponderEliminarComo una poeta en la cola del Ikea.
De las pocas personas que conozco que dice lo que es.
Y también es lo que dice.
Vamos, es un espejo.
La inteligencia atravesando las nubes.
Y rápida, también es rápida.
Gracias por el halago, Outsider Friar, pero yo le agradecería más una aportación teológica al respecto, que sé que Vd. está en el ajo... ¿no?
ResponderEliminarPor ejemplo, fíjese Vd. si los halagos son buenos que rezamos las letanías la Virgen donde le vamos descubriendo cosinas, cosas, cosazas, impresionantes. Digo yo que halagar a nuestra Madre, que ya sabe todo lo que es, no está mal, ergo halagar a los pobres humanos con pecado original tampoco estará mal.
Estrella de la mañana.
Salud de los Enfermos.
Refugio de los Pecadores.
¿O es más bien piropo? En la boca de un sevillano tendría dudas...
Me pasaré por su blog que hace tiempo que no lo leo... y me falta algo.
Driver, gracias, lo que más me ha gustado es lo de newyorkina, me siento como Jaqueline (kennedy).
ResponderEliminarPero... ¿no estabas conduciendo? ¿llevas el portatil abierto en el coche? ¿O es que eres como Mercurio el de los pies alados?
Venga, buen fin de semana, a disfrutar de tus niñas y de tu mujer, que tenéis poco tiempo junto. Comer, dormir mucho y pasároslo genial en Toletum.
Ahora entiendo lo del panegírico y el halago .... no había leído tu entrada de hoy.
ResponderEliminarTodo halago es bueno si cumple los requisitos de ser dicho con cariño y sinceridad.
Las personas, en ocasiones, necesitamos que alguien nos diga algo bueno.
Escribí el comentario en tu blog antes de esta entrada, aunque la llevaba pensando desde esta mañana tras leer a Jose A. Rumio bastante las cosas en la cabeza con tiempo, aunque me muevo luego muy rápido.
ResponderEliminarA veces una acierta y otras no y tampoco pasa nada.
Soy de la opinión, en cualquier caso, que no sólo en ocasiones determinadas, sino en general las personas necesitan de ciertos halagos. Pero no hay costumbre por lo que sea.
Soy poco racional, sólo instintiva. Y me equivoco casi seguro. See you later jurisconsulto.
Gracias, mi otra hedbanna no-tan-pastorcilla; aunque, a fuer d eser sincera, más que Bond, Jane Calamity.
ResponderEliminarY, para que lo sepas, me caes genial y aquñi me lo paso casi tan bien como en el de Sunsi, aunque esté mucho más comedida.
Cursi me pongo, oye. La otra hedbanna.
Hoy, inicio de puente y he madrugado. Me roban el portátil. Dos ordenadores para 6... Hay cola. Y eso que dije: "Éste es MI ordenador". Donde digo dije digo Diego. Y no pude comentar aquí.
ResponderEliminarYo me tiro ya directamente a los halagos. Empiezo como las vacas mmmh
Máster es "el rayo que no cesa" de Miguel Hernández. Rayo que ilumina y da en la diana, que de repente te hace caer en cosas que no habías pensado y aún no las has asimilado y venga... otro post. Y lo mismo.
O sea que la contertulia "frívola" es un poco vaca rumiante, digiriendo despacio las ideas concatenadas (qué chorreo, hedbana mía) de Máster.
Rumiante y descolocada. La primera vez en toda mi vida que me llaman frívola . Bohemia sí...pero frívola de alma ...lo debo de disimular muchísimo. Y me lo tomo como un halago aunque nolo he acabado de entender. Máster rayo sabrá por qué lo dice.
A la espera de tu siguiente post...
Besos
Sunsita, el jumilla no debe beberse mientras se escribe. Bohemia, sólo bohemia, lo de frívola extrapolé. Patiné. Me columpié. En fin, que no. No digo que no se volverá a repetir, porque meto la pata a menudo como puedes ver.
ResponderEliminar¿El portatil? ¿Te han robado? Uf...Cuando acabe de mis tareas domésticas te llamo. Jo, faena.
Master,esto que oyes ahora no son cañonazos...¡ son los latidos de mi corazón que te lee!
ResponderEliminarSí, como tú bien dices, saber halagar es un arte.
ResponderEliminarY se trata de una virtud que no suele ser muy habitual. Hay gente incapaz de ver y decir algo bueno a los demás porque le es imposible. Les entraría una urticaria paralizante al momento.
Si no tienes ese arte en el saber decir lo bueno de los otros, y ese saber decírselo a ellos, mejor callar. Si no salen las palabras desde lo espontáneo, mejor el silencio. Si no, caeremos en la impostura. En ese olorcillo que tienen las palabras a falsedaz... a mentira.
En fin... todo un arte. Muy bueno el post.
QUE SEA UN ESTUPENDO FIN DE SEMANA
Pues mira tú que incluso me gustaba pensar que me habías encontrado un puntito de frivolidad. Y ahora resulta que eran los efectos del Jumilla.
ResponderEliminarA ver esa Lasagna...
Besos
mmmmmmm....
ResponderEliminar... HUELE MUY BIEN ESA LASAÑA DESDE AQUÍ...
Pero ¡bueno! cuánta gente por aquí, y yo con las tareas domésticas...ufffff
ResponderEliminarSuso, qué halago más majo, ... pues eso, que no es que seas gracioso, sino todo lo demás, seguro... y por delante.
Ana, los de León no podéis ser falsos, es lo que tienen los de León, mira tú, una cosa buena. Y la cecina esa, y a Viggo como me lo pises te mato. Quedas avisada.
Sunsi, lo de ´frivola es que pensé que te ofendió, y reculé, para mí hay un punto bueno en cierta frivolidad, en el sentido de ligereza, no de ´"tontería". Pero ya sabes, si pienso que puede doler algo, pa'tras siempre.
Anónimo: ¿no serás de los 8 que vienen mañana a la lasagna? suenas como alguien ... conocido... mmmmmh. ¿funciona mi intiución femenina y/o vacuna?
Máster, para que lo sepas ya y for ever. Ofende quien quiere ofender. Cosa que descarto absoluta y radicalmente en tu caso. Una amiga nunca ofende, ni siquiera cuando te pega un rapapolvo por algo. Eso sólo lo hace quien te quiere de verdad.
ResponderEliminarEs que no sé cómo se te puede pasar por la cabeza. ¿Tú ofenderme?
Un beso, guapa
Máster, me ha encantado tu entrada, comparto plenamente tus reflexiones, pero me quedo con la sonrisa... cuánto se agradece una sonrisa, tanto si eres el destinatario como cuando tú la ofreces. Qué maravilla, sus efectos son prodigiosos, hace que las personas que te rodean se encuentren a gusto contigo.
ResponderEliminarBienvenido, Martín, gracias por comentar. Y por supuesto que una sonrisa se agradece mucho y se sonríe poco a veces... pero, a la vez... ¿no te parece un pleín falso esa gente todo el día con la sonrisa puesta?
ResponderEliminarNo sé, a mí me gusta que alguien me diga algo personal a mí, y yo decírselo, toma, pa que te lo lleves puesto, guapo/a, "jo, Fulanita, es que tienes los ojos preciosos especialmente hoy, con esa luz...", "zutano, me encanta cómo escribes, eres super elegante", "mamá, siempre me ha encantado tu sentido de la justicia"...
A veces la sonrisa es generalizada, abierta, en genérico, como impuesta. No está mal, no digo que lo esté, pero no cubre esa necesidad que pienso yo tenemos todas las personas de ser reconocidas personalmente por alguien. De cariño personal, no transferible.
Quizás estoy muy equivocada pero pienso que algunas personas necesitan es algo personal, para ellas, dedicado a ellas: y se nota mucho quien no está acostumbrado a recibir halagos, que no adulación. Les descoloca. Y no es bueno eso, pone de manifiesto carencias importantes. Bueno, esto es mi opinión, seguro que me equivoco 3 pueblos...
Y perdón, que ahora me vienen a comer ... y tengo faena.
Máster... igual Martín se refiere a esa sonrisa con destinatario único. Una sonrisa que envuelve como un abrazo y puede decir ... muchas cosas ¡la imaginación al poder!
ResponderEliminarBesiños. Que disfrutes... que mañana también es fiesta
Sigo compartiendo todas tus reflexiones, pero yo me refería a la sonrisa sincera, la que sale del corazón e ilumina la cara y el corazón del destinatario cuando le dices buenos días, es un sonrisa amable que lo dice todo. De todas formas tienes toda la razón, siempre es bueno y te sube la autoestima cuando te halagan personalmente. Es algo que es sólo para tí "para que te lo lleves puesto". De acuerdo, muchísimas gracias... y que os aproveche la comida a todos "seguro que halagarán lo bien que cocinas".
ResponderEliminarok, Sunsi y Martín, estamos de acuerdo pues,perdonad.. y sí, la sonrisa personal es importante... y la general seguro que también. Leí rápido entre cocina y limpieza y te entendí que lo importante era sonreir... y buscaba yo como otra cosa más que una sonrisa, que también y siempre por delante, por supuesto.
ResponderEliminarEl domingo pasado fracasé con el cocido, y no hubo halago, pero sí una educación exquisita (el cocido NO se puede congelar): se lo comieron sin decir ná de ná.
Vamos a ver si hoy he tenido más suerte. En mi opinión el mejor halago para quien cocina es que se lo coman y repitan varias veces ... y te vuelvan a pedir que los invites.
Tus palabras acarician, gracias.
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