Y los hombres ¿pueden ellos ser cursis? Por Dios, por Dios, pero si es que estamos rodeadas y con la corrección política ésta ni nos atrevemos a abrir la boca y decir lo que pensamos...
Voy a empezar con los hombres así como por antonomasia, en plan básico.
Los hombres por antonomasia son los futbolistas: no es que hablen de fútbol y les guste, es que están en el campo y juegan con peor o mejor fortuna.
Al natural, es decir, cuando salen de Móstoles o Bollullos los futbolistas, como los hombres cuando salen de su casa, no tienen nada de cursis. De tirar tiran para burros en general, alguno en particular no, pero así en bruto y sin pulir, digo los futbolistas aunque también los tíos, no son cursis.
Hay algo muy básico en un tío corriendo detrás de un balón y queriendo meter gol o evitarlo en su caso. Y no es sólo que estén como armarios, de verdad. No sé, una mujer sabe a qué atenerse, qué esperar, cuando ve a un futbolista, a un hombre, que sale al campo, a por la pelota, o a otra cosa, básica, elemental. Es todo como muy fácil ¿no?
Tal es el caso de mi bien amado Iker Casillas. Mirale qué guapo y qué buen portero. Veranea en Avila, alguien que veranea en Avila no puede ser cursi. Es difícil.
Pero Iker tiene novia. Se llama Eva y está cañón. Me caen muy bien los dos. Pero lo estoy viendo venir. Eva es modelo. Nada en contra.
Los futbolistas salen con modelos, es lo suyo. Como le decían a Porfirio Rubirosa, rey del estaño, "Vd. solo sale con mujeres espectaculares" "Es que no conozco otras" Pues eso, están en la misma liga los futbolistas y los modelos, está bien que así sea.
El problema no es que sea modelo, es que sale demasiado en la tele y se está poniendo cursi.
Y corre el peligro de que Iker lo sea. Pasa a menudo en el fútbol. Insisto: no porque ella sea cursi (buenas fotos de ella que andan por algún blog), sino porque la tele -los medios, la atención- la están haciendo haciendo cursi. Y se lo va a pegar a Iker. Y van a acabar en Mallorca los dos y no en Avila como dos tíos cañón, guapos a morir, pero no cursis, por favor.
Iker, llevate a Eva a jugar al mus y con tus amigotes de toda la vida a beber cerveza o vinos. De verdad, Iker, Eva, no te voy a decir nada que tú no sepas, campeón, es una tipa genial, guapa-guapa, y se merece no caer en lo cursi. Y tú tampoco, bonito.
El antes y el después. Unos tíos que se comían el mundo, geniales, a por al balón, machos, pasados por el noviazgo o el matrimonio con mujeres cursis dan como resultado unos tíos que ya ni son tíos ni son nada: un rollo. Es el caso de Beckham y de tantos.
Al revés también, pero como menos. Digo mujeres no cursis con hombres cursis, no sé, es como si las mujeres tuviésemos como más ascendiente.
Otro caso. Brody. A mí Brody me encantaba, pero Brody sale con Pataky, y le ha regalado a Pataky un horror de casa en Nueva York que no te lo puedes creer. Sí, Holywood destroza todo lo que toca, todo, como el capitalismo, puede no ser culpa de Pataky. Pero la casa castillo esa de espanto ahí está. Mira que hay casas bonitas en EEUU, que ves pelis americanas y alucinas: esos espacios, esas maderas, esos jardines, esas cocinas... Maine, Carolina del Norte o del Sur, California, Arizona, hay casas que promueven en mi una envidia sana pero envidia. Pues no: leo el Hola y se me pasa porque sé que en cuanto hay dinero por medio lo habitual es ser cursi. A las pruebas me remito. Ves las casas de la baronesa Tita y te preguntas qué les cabe esperar a esas gémelas de la vida: muy poco, de verdad. Van a salir fatal con ese rosa puñeta, qué pena, y que el Tribunal de la Haya no intervenga en esto me parece fatal.
Sigamos con los hombres y lo cursi. No, a veces no es cuestión de las mujeres, no sería justo. A veces son ellos solos los que se meten en un jardín del que no pueden salir.
Es el caso, por ejemplo, de la universidad. Sí, hay mujeres también, pero ahora yo hablo solo de los hombres que se dedican a la investigación, a la enseñanza, a hacer avanzar nuestra sociedad y formar a nuestros jóvenes, que son el futuro. Anda que no hay cátedros cursis. Es lo que tiene escucharse tanto y no querer hacer equipo, tener miedo y rodearse sólo de los que te van a bailar el agua. Sí, la universidad española está plagadita de cursis.
Y la supuesta intelectualidad ni te cuento: un vistazo a las fotos o textos de Babelia, o al Cultural del Abc, tando da, y es igual. Jolín ¿no hay un "intelectual" que no suene impostado, pagado de si mismo, rematadamente cursi, en España? Dios mío, merecemos tu iniquidad, Dios de los ejércitos, como Sodoma y Gomorra, caiga sobre nosotros todo el fuego que es que ni de uno me acuerdo ¡ayuda, que nos queman y es porque nos lo merecemos!
Más sobre hombres.
Hombres "que crean opinión pública". La mayoría: cursis. Pedro J., cursi de espanto, sólo la voz es que no puedo, Oneto ni te cuento, es de manual. Ansón, otro que tal baila, pero este ya es de siempre y ha recibido premios por ello. Luis del Olmo ¿qué me decís de esa voz engolada y que tanto se gusta? Los medios de comunicación están llenos de cursis, y cuanto más mandan o se supone que más importantes son, pero, más cursis. Hay excepciones, muy pocas. No sé, algunas personas van de Tom Wolfe y es que no son Tom Wolfe, que solo hay uno y se le permite lo que sea.
Y más aún sobre hombres cursis. Las empresas están llenas de cursis. Quienes pisamos moqueta todos los días lo sabemos. El lenguaje que utilizamos es de una cursilería espantosa: para empezar todos los anglicismos, el no llamar a las cosas por su nombre, el ser rimbonbante, grandielocuente. Se nota en cualquier discurso empresarial: jolín, que en serio se toma la gente, ni un guiño al público, ni una broma. Qué diferencia de los directivos americanos, de verdad. Sólo pensar en un consejo de administración de una empresa del Ibex 35 y me dan sudores fríos: que no, tías, que no hay que estar ahí, que se lo coman los consejeros tíos y no haya consejeras, qué pereza sentarse con 8 impostados o los que sean. No sé cómo hay mujeres que se empeñan en esto, de verdad.
Podría seguir, seguro que hay más. Pero ahora me voy a echar una siesta viendo una película de vaqueros si tengo suerte.
PD: No he hablado de los que sientan cátedra en moda, estética y demás porque ya lo hice en entradas anteriores. Son un horror, son un espanto, son unas locas cursis que no hay gitano que les aguante. Y no tiene que ver con la "orientación sexual", -narices, otra cursilería que me ha salido-: Wilde era un genio como lo es, sin ser "artista", mi amigo Fernando y mucha otra gente que no va de nada, no les hace falta. Tengo la seguridad absoluta que se puede ser homosexual y no ser cursi, aunque los medios se encarguen de propagar lo contrario.
No paro de reírme, sobre todo con lo de la Pataki.
ResponderEliminarEsto me recuerda una chorrada que leí hace unos meses. Una presentadora de un programa superficialón había posado en porretas en una revista del ramo. Huelga decir que la tal presentadora estaba de toma pan y moja. Pero la cosa no acaba aquí. Ella decía que se había desnudado "por el medio ambiente". Resulta que su despelote era un desnudo artístico en armonía con la naturaleza y con la conciencia ecológica. Perdón por la sobrada, pero esta chorrada explica el auge de los gatillazos y, por ende, de la viagra.
Si te presentan a la Pataki o a Scarlett Johansson, lo último que te esperas es que te hable de las imbricaciones socioeconómicas de las reformas sanitarias de Obama. Los hombres no somos capaces de estar a dos cosas al mismo tiempo. O sexo o cultura. Lo contrario es como tomarse un solomillo con ketchup.
Sé que suena un poco exagerado (lo es) y básico (lo es más), pero supongo que me entendéis.
Querida "master", los tíos en el cine ya no saben beber huisqui (whiskey, güisqui o como quiera escribirse) sin emborracharse.
Vaya panda de flojetes que abundan en el cine. Hay excepciones (como Mark Wahlberg), pero es que ahora entras en Zara (ya no entro) y te dan ganas de decir: "Oiga, me he confundido, esta es la zona de ropa de maricas, ¿dónde está la ropa de caballeros?"
Casablanca, qué peliculón, qué machote y qué feo Bogart.
Zapatero, tío flojo y fofo donde los haya. Un tío que no dice la verdad nunca, que se pasa el rato dando la paliza con el diálogo, el progreso... Qué paliza. Qué pereza.
Al loro, Zapatero juega al basket (que no es tan viril como el fútbol), y encima con sus hijas. ¡¡Aaaagghhhh!!
Camacho. Eso es un tío. Noble, fuerte, sincero. Transparente. Leal.
George, no puedo ahora que estoy con el atún y la cena, me he reído mucho con tu post, efectivamente a estamos a setas o a relojes, que es que hay mucha confusión.... y el personal no se aclara...
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