sábado, 25 de octubre de 2008

Católicos irlandeses




Una de las cosas que más me gustaron de Irlanda era el modo en que muchos irlandeses viven "en católico". Asumo que mi visión es parcial, anecdótica y limitada a una zona muy rural y remota, y no aborda aspectos delicados, y en mi opinión negativos, como la vinculación con el terrorismo. Ya habrá otra ocasión.

Decía John Houston en su biografía que cuando fue a vivir a Irlanda le trataron muy bien. Asumían que, como divorciado y hombre de vida bastante irregular, iba a irse al infierno derechito, luego ¿por qué no hacerle, mientras tanto, la vida agradable al amable vecino que tantas juergas se corría si total iba a acabar en el infierno?

Esta actitud comprensiva ante el pecador es muy irlandesa, creo yo que también bastante católica. Efectivamente uno espera y quiere que el pecador se convierta, empezando por uno mismo, siempre necesitado de conversión, pero también intenta no amargarle la vida al prójimo mientras Dios hacer caer su Gracia sobre uno o los demás y la aceptemos o la echamos por la borda.

La alegría irlandesa, tan parecida y también tan distinta a la nuestra mediterránea, tiene creo yo bastante de católica. Los irlandeses se toman muy poco en serio, se ríen hasta de su sombra, y reservan, como buenos católicos, sus principios para cosas realmente muy importantes de la vida, no nimiedades.

Es cierto que esa actitud de laxitud general, por ejemplo, hace que haya un problema de alcoholismo bestial. Yo conocí a muchos abstemios y asumí que lo eran porque antes o ellos o en sus casa habían tenido un problema serio de alcoholismo.

También es cierto que ese relajo tiene una parte espléndida: se dedican a cosas realmente importantes como la música, la literatura, la poesía o la conversación, que es el arte más asequible a todos. Descuidan en cambio otras también muy importantes; por ejemplo, traer dinero a fin de mes a casa, algo realmente vital si se tienen niños, por ejemplo.

Estoy hablando de los hombres, no de las mujeres, que como en Galicia son la espina dorsal. Es decir, a veces pueden ser en exceso irresponsables, muy encantadores, pero muy irresponsables. Esto puede ser quizás muy católico, pero para la vida diaria puede amargar la existencia bastante. A veces algunas mujeres preferirían alguien un poco protestante, ordenado, responsable y hasta aburrido. Lo sé porque me lo decían.

También resulta bastante católico, y en la misma línea del relajo, su absoluto desprecio por la autoridad de este mundo, digo la civil. Los irlandeses, como en gran medida nos pasa a muchos españoles, son unos ácratas de narices. Yo creo que el anarquismo, en cierta medida (lo tendría que matizar, lo sé) tiene muchas cosas en común con el catolicismo. No creemos mucho en la ciudad de los hombres aunque tengamos que vivir en ella.

Los irlandeses como individuos no tienen un alto concepto de sí mismos, pero tampoco del prójimo. Yo creo que ese "lower your expectations" propio y ajeno es, aparte de muy inteligente, también bastante católico. No porque no creamos en los santos y en que hay personas muy buenas y capaces de cosas muy heroicas, sino porque supone una mirada realista y de comprensión ante las debilidades humanas.

Creo que los católicos y los poetas tienen la mirada más realista sobre las cosas, pero este es tema de otro post.

Me quedé impresionada del cariño a la Virgen, algo también muy católico. Tengo que decir no obstante que sus imágenes comparadas con las nuestras -andaluzas mayormente- dejaban bastante que desear.

En ese aspecto, la estética católica irlandesa, en mi opinión, es un poco triste. Pero llega a gustarte. En mi casa tenía un Sagrado Corazón de esos que tienen una lamparita que al principio me parecía un espanto y luego le cogí un cariño que casi me lo llevo.

Donde estuve yo la gente se confesaba mucho. Bueno, no sé si mucho o poco, pero se confesaba. Estaban ahí los curas como muy ocupados confesando. Claro que un país de pecadores y creyentes da como más trabajo a poco que uno se ponga a pensar: pecan pero creen, ergo se confiesan. Creo que esto también da idea de que son bastante católicos de corazón.

La Misa dominical era como "the place to be on Sunday". Mi casero del segundo año, Sean O'Sullivan, pretendía que los huéspedes -protestantes incluidos- tuvieran "the real irish experience" y les obligaba casi literalmente a pasarse por la iglesia católica el domingo.

El cementerio y los funerales darían para otro post entero. La primera conocida que yo tuve en Castletownbere era la encargada de la funeraria, además de conyuge ferretera. "Me perdonarás que no te haga caso esta semana, en este pueblo no hace más que morirse gente y esta semana tengo mucho trabajo".

Dulce Irlanda, católica Irlanda, mirada burlona sobre la vida y nuestras muchas limitaciones y fe en el buen Dios y en su Madre. God bless Ireland.

6 comentarios:

  1. Supongo que estaré muy equivocado, pero en casi todo lo que siento me gusta equivocarme. Es lo que tiene imaginarse el mundo como un traje a tu medida.
    ¿Que no te convence algo?, pues te lo imaginas de otra forma.
    Ya se que es un sistema irracional y un poco infantil.
    Pero a mí me funciona.
    ...
    Viene a colación del tema de los irlandeses.
    Soy un peliculero.
    Me creo, sin tener ni idea, que el cuerpo de bomberos y el de policía de New York, está lleno de irlandeses bebedores, que llevan una medalla de la virgen en su pecho, se parecen físicamente al actor Andy García y entierran a sus muertos en impresionantes funerales donde la ginebra, los brindis, los llantos y los besos se mezclan de forma descontrolada.
    Tal vez sean generalmente vagos. Tal vez sean generalmente héroes. No lo sé. Pero a mí siempre me ha gustado imaginármelos como halcones.
    Es lo que tiene la imaginación.
    Es gratis.

    NYPD
    (New York Police Departament).

    Mi nombre no importa.
    Mi trabajo sí.
    Soy un halcón peregrino. Vivo en la ciudad de los rascacielos.

    El departamento de policía del distrito de Manhattan me tiene grabado en su escudo.
    Soy joven, veloz y poseo una vista excelente.
    Normalmente me ocupo de las tareas propias de un ave.
    Pero cuando hay problemas me llaman.

    Ésta es una ciudad espectacular. Me gusta volar libre entre los rascacielos.
    Son altísimos. Pero yo soy más fuerte que el acero de sus vigas. Vuelo más alto.
    Planeo por todos los distritos: Brooklyn, East River Bridge, Harlem, State Islan, Bronx, Queens y por supuesto Manhattan.

    Cuando la cosa se pone fea me llaman mis amigos los policías.
    Les hace falta mi nítida visión y la rapidez de mi vuelo.

    El lunes se produjo un robo con arma a la hora del atasco.
    Salieron los patrulleros.
    Los malos se lo tenían estudiado. El atraco lo organizaron en día de tormenta y con un terrible atasco. Los helicópteros, con el vendaval no podías hacer bien su trabajo.
    Los patrulleros, a pesar de las sirenas y del curso de conducción avanzada, no llegaban a tiempo.

    Así que tuve que tirarme desde el Empire State Bulding y hacer un picado a 180 km/h.
    Localicé a los malos y, dando giros entre la quinta y la sexta, marcar a las patrulleras su localización.

    Como soy un ave curiosa, esa noche fui a cenar al Departamento de mi distrito favorito.
    Y allí aprendí algo. Los patrulleros hacían su trabajo en la calle. Pero en el Departamento habían unos jefes jóvenes que volaban a 200 km/h.

    El crimen está ahora muy organizado. Y la mejor forma de combatirlo es con equipos multidisciplinares. En Manhattan, los magistrados, los fiscales, los criminólogos y los patrulleros juegan juntos al juego de siempre. Forman equipo.

    Y amigo, palabra de ave, he visto a los jóvenes criminólogos hacer tanto daño a los delincuentes, que cuando los veo salir del Departamento con sus cazadoras azules claras, no puedo sino sentirme orgulloso de ellos.

    Son jóvenes, son veloces y tienen una preparación excelente.

    Son los halcones de la Quinta Avenida.

    Irlandeses que se ríen de su sombra.

    Y que de vez en cuando rezan.

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  2. Pero ¿Cuándo duermes?

    Otra cosa y antes de que se me olvido: los Peretes. Lo vuelvo a leer y me vuelvo a emocionar. Vaya cuento tan bonito ... Lo de estar con los amigos cuando se equivocan, lo de que un perete es el que salva la vida de tu hijo... Ufff.

    Me encanta éste también,Driver, me gusta mucho, tengo que pensar qué tipo de ave de todas sobre las que escribes me gusta más: estos halcones me encantan, los gorriones también, los albatros ni te cuento...


    El cuerpo de policia que yo ví era una mezcla entre irlandeses, algún italoamericano, mucho hispano de última hornada (NY es ya una ciudad latina) y otras notas de color. Han tenido problemas de corrupción que parecen ya bastante superados después de un alcalde del que, naturalmente, no me acuerdo el nombre.

    NY es un prodigio de convivencia, te gustaría Driver, que quieres llevar un tiesto en la cabeza, pues lo llevas que a nadie se le ocurre decirte que no...

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  3. Master.
    Este verano se me ocurrió una idea muy simple, mientras paseaba por el puerto de Denia.
    Dicho a lo bruto sería:
    "Pensar en plan humano es un coñazo (con perdón), así que voy a intentar pensar como un pájaro, como un perro, como una gaviota; y me dí cuenta que hay un filón a la hora de escribir si usas el truco siguiente; veamos, un cuento cualquiera, cuyos elementos básicos sean, un lugar, una animal y un tema humano o divino.
    Y es que no pasa un día que no se me ocurra algo.
    Tú ya lo has hecho el otro día con la entrada de tu perra.
    Funciona.
    La idea funciona.

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  4. Dios mío,tengo que ordenar y trabajar, no puedo seguir aquí, que la literatura no me dará de comer.

    Anyway, Driver, sí, es bueno pensar como "pensaría" un animal. Es algo que se hace, aparte de en literatura, en algunas técnicas de coaching (esto es una chorrada pero funciona, otro día cuento de qué va esa copla).

    A veces también sirve como pensaría otra persona totalmente distinta a ti: cómo nos ve un subsahariano, por ejemplo.

    Ponerse en otros zapatos, zarpas o patitas sirve. En literatura y en la vida.

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  5. Coincido bastante con esa descripción (a lo mejor un poco tópica) del carácter irlandés, en lo que afecta a lo católico.
    Tengo la impresión de que los artistas más complejos y a la vez sencillos, geniales y a la vez populares, son los de cultura católica. Creo que el catolicismo lleva implícito un planteamiento emocional o instintivo muy humano. Se aspira a la santidad, pero se parte del pecado.
    El primer Papa traicionó a Jesucristo. Jesús se divertía en las bodas y saraos varios, pero hacía ayuno y acabó muriendo en la cruz.
    Hay una especie de paradoja muy realista en el corazón católico. Como la parábola del hijo golferas (pródigo). Por eso los países católicos son países donde se escuchan más blasfemias que en otros sitios.

    Este es un valle de lágrimas, pero celebramos la gran liturgia con vino. Por eso el arte católico tiene tanta riqueza. Porque hay misterio, hay cierta chispa, "magia", trigo y cizaña...
    Creo que San Agustín (pecador y santo) hablaba de la "felix culpa".
    El dolor salva, las riquezas te arruinan...

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  6. "creo que el catolicismo implican un planteamiento emocional e instintivo del ser humano"...

    sí, entonces sí que es lo mío, pero sé que hay que ir más adentro, más allá, lo hablaremos.

    "Trigo y cizaña", siempre, en cada uno también, la verdad es la verdad la diga Agamenon o su porquero, también es otro modo de verlo...

    lo dicho, hablamos...

    "las riquezas, el dolor"... sí, no se puede uno sentir rico... o si? qué son las riquezas?....

    tenemos que hablar, da gusto con amigos como tú...

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