martes, 11 de enero de 2011

"Si es romántico, pregunta el precio..." (La vida es bella, 1)



Nochebuena en casa. Conté mal, mejor dicho, contamos mal tres mujeres que se supone que estamos en nuestros cabales y sabemos contar. Pues no, un sitio de más, un lapsus quizás, el espacio no ocupado y que no llenará ya nadie. Compartimos mesa y mantel familia y amigos, catorce sillas, tres niños y diez adultos.

Alguien nos habla de un lugar maravilloso en Oporto, un pequeño hotel, "Poema de Amor" se llama. Nos da la dirección, describe el entorno, da detalles. Y dice que es muy romántico. Un breve silencio, se oye un suspiro, o dos. Siempre está bien esta información, por si acaso. Aunque la posibilidad sea francamente muy remota, nunca se sabe.

Y entonces interrumpiendo ese momento tan mágico dice uno de mis hermanos, “pues si es romántico, pregunta el precio antes…” Nos reímos todos.

Es cierto, ¿por qué el romanticismo sale a veces tan caro? Ay, Dios mío, qué difícil es a veces casar la poesía con los gastos.

En todo caso sigo pensando contra lo que popularmente se dice, y aunque no deba generalizarse, que los verdaderos románticos son los hombres. Sé que es raro, pero cada vez lo creo más, para pragmáticas, las mujeres.

Recuerdo una entrevista de hace años con Rosamunda Pilcher, autora de novelitas románticas. Venía a decir que ella escribía para que las mujeres se entretuvieran un rato con esas historias y luego siguieran adelante con todo, niños, casa, marido, trabajo, etc.; que su éxito radicaba en eso, un poquito de evasión inofensiva, que luego hay mucho que hacer. Me hizo gracia Rosamunda, vivendo allá en Escocia y teniéndolo tan claro.

9 comentarios:

  1. Pues sí, Aurora, mi mujer siempre dice que vosotras tenéis los pies en la tierra y nosotros la cabeza en las nubes.

    Besos.

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  2. Un amigo dice que las mujeres nos volvemos masculinas con la edad y que a los hombres les pasa al contrario. Tiene su gracia la teoría.

    Pero caro yo no lo encuentro. Es romántico que te preparen la comida un domingo... y mira.

    Rosamunda, ay.

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  3. curioso, no se me había ocurrido pensarlo. soy bastante romántico y siempre intuía que a las mujeres les falataba un punto de vista. creo que es, precisamente, el romanticismo. claro que el romanticismo no conduce a demasiadas cosas concretas y sí a algunas fatalidades y desengaños.
    besos.

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  4. Esta entrada me ha recordado una conversación que mantengo, cada vez que nos vamos de vacaciones, con mi respectiva, y que es más o menos así:

    Ella: Mira este sitio que he encontrado, ¡es tan bonito, tan romántico!

    Él (o sea, yo): El romanticismo se vende caro, hoy en día...

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  5. Si es romántico y barato, desconfía ;-)

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  6. Fernando, quizás se necesitan los pies en suelo y la cabeza arriba, una combinación.

    Lolo, interesante teoría. Lo del romanticismo caro me refería a determinado tipo de marketing de lugares y objetos, que es lo que hace presagiar que serán caros casi seguro. Estoy de acuerdo que hay romanticismo que no implica dinero. Que te faciliten la vida es lo más romántico que existe y lo menos que te la dificulten, no doy más señas. Un beso, guapa.

    Moderato, lo del punto de vista que le falta al otro es siempre interesante. En cualquier caso el romanticismo a veces lleva a algunos sitios: a los que quieres y otros a los que no quieres de ninguna manera. Quizás el tema es cómo gestionas el romanticismo (joé, vaya expresión de empresa o autoayuda, vaya horror, mil perdones)

    Jaime, te voy a canear en cuanto te vea. Prepárate.

    Miguel, genial. Sí, casi peor si el marketing es de romántico y barato, para qué vamos a decir lo contrario.

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  7. ¡Pero si soy un romántico incorregible, Master and Commander!

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  8. Ahora arréglalo, Jaime. Lo dicho: serás caneado convenientemente. Nos vemos en breve, espero.

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