Paseamos M. y yo hace una semana camino de Vicolozano. Dejamos a nuestra izquierda a Zurra y al Pedrosillo, dos fincas seguidas, si es que no
son una misma con nombres distintos según se entre por el sur o por el este. Tienen caballos,
vacas y toros y una dehesa preciosa muy bien mantenida. Se nota que se ocupan
de ella. Nos sorprendieron dos burritos que salieron a nuestro encuentro desde el campo de enfrente.
Eran majos, pero tenían celos. Le dábamos a uno un poco de hierba, y el otro le
embestía. Íbamos al otro, y se picaba el primero.
Ayer paseando descubrí una colonia de collalbas. Eran de las grises, creo. Estoy
esperando a que lleguen mis gafas progresivas, todo un invento, pero, de momento,
con las que tengo, pude distinguirlas muy contentas avisándose de que Olimpia
y yo andábamos cerca.
Es un respiro ese descampado de al lado de casa que la crisis dejó sin cemento. Conserva todavía algo de vertedero, una mala costumbre la que se tiene, más al ser el patio trasero del Polígono de las Hervencias. Con la primavera se hace más campo todo el solar ese. Y tras tanta lluvia los perros se pierden, no los ves de tan alta como ha crecido la hierba. Allí, entre trapos, restos de cachivaches, trozos de vidrio, muelles y esas flores moradas que crecen a ras del suelo, las quitameriendas, estaban piando las collalbas, elegantes, finas y alegres.
El herrerillo ya no viene al árbol del paraíso. Hoy estaba lleno de moscas zumbando furiosas. Gonzalo dice que es el pulgón que atrae a algunos insectos.
Aquí en el sur también hay mucho pulgón este año. Por suerte, las moscas parecen no haberse enterado.
ResponderEliminarOjo a las altas hierbas con la perra, que también es tiempo de garrapatas. Aunque lo más duro será en pleno verano.
ResponderEliminar¡Pero como disfrutan saltando en el verde! ¡Da gusto verlos!
Un abrazo.
Pues sí, Enrique, y no sé qué más de las moscas que han mutado con algún cambio de temperatura. Tuvimos que fumigar el árbol.
ResponderEliminarJesús, collar, pipeta y pastilla... ¿será suficiente? Olimpia además se revuelca en la hierba, y la entiendo, dan ganas.
Gracias a ambos.