jueves, 17 de diciembre de 2009
De libreros, libros y más (y 2)
Me interesan los cuadernos de notas de Henry James, pero también me cansan un poco ahora que estoy a punto de acabarlos y hasta me rebelan. Este tipo no tenía otra cosa que hacer que escribir, era rico por su casa, viajaba nada más y hacía "vida social". Así ya se puede escribir ¿no? Es broma, pero no lo es, en fin.
Me gustan muchos de sus cuentos, de novelas "Una vuelta a la tuerca" por encima de todos, "Las bostonianas" y "Daisy Miller" entre otros muchos. Y luego "Washington Square", que luego dio lugar a la película "La heredera", estupenda, de William Wyler, con Olivia de Havilland y Montgomery Clift. Ahí se ve un caso de mujer que se vuelve dura al final, de natural no lo era. Es espeluznante la escena final de la película con el advenedizo, Monty, que iba a por el dinero de una rica, eso es verdad, pero que quizá le podía hacer feliz. No está reñido casarse por dinero y hacer la vida agradable al otro al final ¿no? La lluvia mojándole, él llamando a su puerta y ella que no, subiendo al piso de arriba, con esa luz que va iluminando la escalera, poniendo distancia, dejando fuera al otro y a toda la casa en la oscuridad. Ay por Dios, chica, no seas así, ¿no le vas a dar otra oportunidad?
Henry James escribe muy bien. Es distante o pone distancia. Creo que es más bien lo primero, algo que le da elegancia, un rasgo importante, creo: no implicarse al escribir ficción, no juzgar o valorar, y mucho menos, dar moralina, un rasgo que me espanta y que, con las mejores intenciones, casi seguro, se repite desde lados muy distintos, es relativamente frecuente. Los excelentes y que se salen, Dostoweski y Tolstoi, de los que hablé con Ridao y que también me gustan mucho, tienen peso, fibra, pulso moral, pero sin discursito, sin ser obvios o previsibles. Me espanta la previsibilidad y lo ejemplar si no está contado por alguien genial, si lleva recado o mensaje, moraleja. A la vez Henry James es quizá demasiado frío de distante que es, me señala una amiga, M. Es posible que tenga razón. Tanta distancia puede acabar por cansar a veces ¿no? A veces quieres que la gente se manche al escribir, o al vivir también, es igual.
Vuelvo de Sevilla a Madrid y quedo con N., hace mucho tiempo que no hablamos. Nos tomamos un té y una tarta que no se la salta un gitano y luego le digo que estoy buscando, de nuevo, "El diario de Adán y Eva". Me lleva a una pequeña librería, Pérgamo, y me avisa antes de entrar que la dueña, Lourdes, me va a encantar. Así es. Entro y, naturalmente, no tienen el libro de Twain, pero me llevo otro, "Estación de lluvia" de un ecuatoriano que escribe como los ángeles, Javier Vásconez. La librera es tan encantadora, sabe tanto y habla con tanta pasión y amor de los libros, de los autores, que me fío inmediatamente de ella. Me cita a Jane Eyre, y ya quiero abrazarla, es una novela para mí fundamental. Y luego ella me cuenta que lee Macbeth una y otra vez. La llamo siniestra y nos reímos las dos. Me gustan las mujeres siniestras en ese plan, la muerte, el asesinato, algunas maldades de ese tipo, sólo en literatura, claro. Y el humor negro lo que más.
Me podía haber vendido más, pero me saca N. casi literalmente de la librería "¿Tú no estabas buscando el libro de Twain? Pues vamos, que te distraes... " Me hubiera quedado horas escuchando a Lourdes. La culpa la tiene él por presentarme a gente así, tengo que volver. Vamos a Diálogos en Diego de León y tres cuartos de lo mismo, Rocío me dice que no tienen "Diario de Adán y Eva". Tampoco en la Casa del Libro de Gran Vía ni en la de Orense, donde tienen a unos chicos jóvenes que son estupendos y que te ayudan muchísimo siempre. Allí ya lo encargó al final, parece agotado, me tardarán 10 días, 4 llevaría si lo encargase a Amazon Reino Unido (7 a Amazon EEUU). Da que pensar ¿no?
Encargo también en Gran Vía este lunes otro libro, "El juglar de Nuestra Señora" de Michael Zink, precioso, con uno de sus cuentos felicitaré este año las Navidades. Lo voy a comprar para celebrar que al final no voy a trabajar para el grupo mediático ese tan importante y tan requetetán. Celebro todo, lo que debería celebrar y lo que no, me hace falta el dinero, pero pensándolo desde otro lado, siendo optimista, vamos, menos trabajo significa más tiempo para leer y escribir. Santa paz pues, ya saldrá lo que tenga que salir.
PS: Me llega un sms hoy, ha llegado el libro de Twain a Espasa Calpe de Orense. Mujer de poca fe... no ha sido tanto esperar. Ay, qué bien, qué contenta estoy.
PS2: Hoy, que tuve tiempo de transporte -o sea, de leer- avancé con Vásconez. Estoy pasándomelo fenomenal, es de lo mejor que he leído. Se lo tengo que enviar en cuanto lo acabe a alguien que sé que le va a apasionar, una prosa envolvente, duro, casi brutal, pero un escritor de impresión con un dominio fantástico del castellano. Tiene unas historias que te golpean y te echan hacía atrás, te sientes ko. Esta noche me lo acabo si Dios quiere. Lourdes me dijo que Vásconez se ha quedado sin editor después de una carrera amplia, rica, con mucho publicado, ¿será verdad? No lo puedo creer.
Leer para vivir, o comprar libros para morir leyendo.
ResponderEliminarPues yo opino, respondiendo a lo que leo ahora mismito arriba, que no me gustaría ser empleada de hogar en tu casa. Ya sé, ya sé...
ResponderEliminarPero no me gustaría.
Y respondiéndote:
¡Acabaría de los nervios a costa de café sin fin,
comentario en tu anterior entrada!
Un abrazo.
Tomo nota Aurora, muy buenas sugerencias.
ResponderEliminarMás tiempo y más libros...más libre en la ficción y en la realidad.
ResponderEliminarSaludos.
Inculta que es una: Henry James me aburre mortalmente .......
ResponderEliminarEdith Warton, mucho mejor.
Wilkie Collins, también.
Robertson Davis, más contemporáneo, me encanta, me divierte (estupendo "Angeles rebeldes")
De otra y época y estilo, me aburre Tom Wolfe, Elmore Leonard en general y Pau Auster, en particular.
Me encantan algunos de John Irwing ("El mundo según Garp")o Tom Ford ("Acción de gracias", magnífico libro)
Descubrimiento recientes como Wallace Stegner, William Maxwell o Fred Chapell.
Otros a los que vuelvo, cuando puedo, como Chesterton, Tolkien (tengo un vicio inconfesable: me encanta la ciencia ficción y la literatura fantástica) Woodehouse, García Márquez, Mutis o Tolstoi.
Otro de mis vicios literarios es la novela negra; de entre los más actuales, me gusta especialmente John Conolly y soy fiel seguidora de Sue Grafton, P.D. James o Petros Makaris.
En fin ..........
Javier, de morir por el momento nada, aunque... mira, me has dejado pensando. Un abrazo, te escribo luego.
ResponderEliminarJosealfonso, me has dado una idea, la verdad. Llevo pensándola toda la mañana, he escrito, ay, de verdad, no hay nada como los álogos, los comentaristas. Y me dio por asesinar. Cuento de Navidad. Me diste pie, y luego me puse a pensar en una amiga querida que ya no podrá asesinar porque sería su señoría. Va por ella (y secundariamente por Vd.) Besos (también te felicito luego las Navidades personalmente, no me gusta lo general, todo siempre individual)
Modestino, de leer a ti no te puedo decir nada que lo has leído todo o casi todo. Pero si algo que he sugerido no te sonaba ¡qué bien, me alegro! Un abrazo fuerte, lo mismo te digo, luego te escribo.
Javier, sí, pero de algo tendré que comer ¿no?. En fin, libre libre quiero ser quiero ser quiero ser libre... que cantaban los Chichos, y me encantan. Idem el resto, para ti y para C.
Pepa, ya hemos hablado, ya sabes pues. Lectora impenitente, razón tienes la Warton es genial, Wilkie Collins magistral, pero James, aunque a veces pueda ser pelma es un escritor estupendo, todo depende de las dosis, como muchas cosas (y personas también). El mundo según Garp me encanta, Auster ni te cuento, Tom Ford igual, he regalado el libro de Stegner que publicó Asteroide y cuyo título acabo de olvidar varias veces... todo el mundo encantado, pero yo no lo he leído. Bueno, hermana, que estaríamos horas hablando y yo perdida en tu biblioteca y en tu casa (otra vez será, Altafulla va a ser mi casa de veraneo, con permiso lo digo). Y eso, que va por ... quien va (el 24, espero, lo tengo que dormir más).
Poco que decir...me limito a leerte. Y en lugar de limitarme me ensancha, leerte.
ResponderEliminarUn beso, Aurora.
un beso, Lolo, te escribo hoy y te cuento.
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