Vivir puede ser un y ya que tras otro de olas que se ponen a tiro o en las que estás. Con más voluntad o con menos a veces. Te sorprendieron quizás. O te encontraste en ellas, puede ser. Olas chicas, grandes, buenas o, también, menos buenas. De todo hay.
Hay olas que empujan, te derriban y marean. Te diste un revolcón, se te mete el agua en la nariz y al salir a la superficie estás aturdida y un poco asustada, puedes coger miedo. O perdérselo también y volver a atreverte.
Yo creo que hay una alegría muy honda en muchos y ya que, en muchas olas de la vida.
Estás viéndola venir y allá que vas a su encuentro. O de repente surge, la saltas, o te dejas llevar de un lado a otro y te ríes un montón. Atraviesa el sol el agua y llega al suelo de arena, se refleja como mil cristales en la superficie y en el fondo. Sabor a sal por todas partes, no sientes ni tu propio peso. No me quiero ir de aquí, estoy tan a gusto.
Pero, de la misma forma, hay también una ligera tristeza en muchos y ya que, en las mejores olas de la vida precisamente.
Porque sabes que la mejor de las olas no durará.
Y que no eres ola tampoco, no eres agua, aunque como mujer seas bastante agua.
Nuestro reino no es de este mundo. No lo es. De nadie.
Todos nos morimos, independientemente de que creamos que nuestro reino sea o no de este mundo. Así que es igual creerlo que no, porque el hecho es que no lo es en ningún caso.
Por eso, todos sentimos esa melancolía, escondida a veces, incluso tan ignorada o negada, en esas olas que más calan y conmueven por dentro. En aquellas que más gozo provocan de una forma suave, tranquila, pacífica, en las más bonitas.
Sabemos que todo es pasajero y que nada de lo que hacemos prende en el tiempo apenas, que todo se va, se esfuma, se irá.
Menos el amor que queda para esa tarde en la que nos examinarán.
Pero todo, hasta el amor, nos deja un cierto sabor de tristeza que acompañará a los mejores y ya que de nuestra vida.
No somos mar.
Ninguna mujer es mar.
Ningún hombre lo es.
Te encantaría fundirte, ser ese agua marina, tan agradable es la sensación. Pero permaneces como lo que eres: una pobre mujer en una ola, más o menos grande, más o menos rato. Según toque, según la luna, las mareas, si hay viento o brisa. O si la playa es más resguardada o es abierta. Aprovechándola, claro, pero con ese regusto levemente amargo de que la ola pasará.
Y con un deseo que es el más real: querer y llegar a ser mar.
Tú quieres eso. Y ni el mejor día de playa, ni la mejor ola, nada, puede hacertelo olvidar, si acaso te lo recuerda con más insistencia. Aunque disfrutes como una niña y siempre.
Estás hecha para ser mar, para el mar.
No es sólo por fe que sabes esto, es por piel a la que no se le puede engañar tan fácilmente como al corazón o a la cabeza. La piel es lo más inteligente que tenemos a veces. Puedes cerrar los ojos o hacer oídos sordos de mil maneras, pero esta verdad permanece y tú al tacto la reconoces.
Las olas como olas.
El mar como mar.
Y nosotros disfrutando, luchando, o a por uvas en el peor de los casos.
Con un leve olor a tristeza.
Y el constante deseo de mar.
Creo que esa alegría, esa tristeza y ese deseo están en todos los seres humanos independientemente de su grado de consciencia, de conciencia también.
De ahí la soledad que cada uno acoge en mayor o menor medida. La que se niega u oculta con ruido, aunque no sirve de nada. Es al revés, como uno se empeñe, cada vez estará más encerrado en ella, más hundido y más confuso.
Simplemente nada ni nadie es mar y esto se acaba.
Reconocerlo creo que puede ayudar a disfrutar mejor cada ola. Con más alegria y plenitud, pero sin engañarse.
No nos hace falta mentirnos, no hace falta mentir a nadie. Menos, a uno mismo.
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Y ya que…
Y ya.
Qué.
Y ya.
¿Qué?
Pues otro mar. El mar, espero. El de verdad.
"Ni ojo vio, ni oído oyó... " Si amamos.
Pues, es como un largo y hermoso poema, que parece prosa, pero no lo es. Cada vez estoy más convencido de que a la poesía sólo se le puede permitir el nombre cuando la palabra es veraz. Ni metros, ni ritmos, ni rimas, ni cadencias, ni tropos en ensalada: sólo autenticidad. ¡Nada menos!... Y nada más.
ResponderEliminarUn beso.
Muchas gracias, Antonio, siempre tan generoso conmigo.
ResponderEliminarQue me digas tú que es como un poema me hace mucha ilusión. Aunque lo cierto es que me gustaría saber de metros, rimas, cadencias y lo que fuera necesario. Ya aprenderé algún día, espero.
Un beso y un abrazo (como ves al segundo nunca lo olvido, le tengo en mente).
Aurora insomne
Este es el tema que escribí el otro día, aunque más bellamente expresado, cuando me refería a eso que llaman !calidad de vida" y que parece más a no morir,ovidarnos al menos, que a vivir plenamente.
ResponderEliminarComo escribes "Simplemente nada ni nadie es mar y esto se acaba. Reconocerlo creo que puede ayudar a disfrutar mejor cada ola. Con más alegria y plenitud, pero sin engañarse. No nos hace falta mentirnos, no hace falta mentir a nadie. Menos, a uno mismo.
¡Buena entrada!
Perdón, cuando escribo "aunque más bellamente expresado,", me refiero a expresado por ti( se puede mal interpretar;)
ResponderEliminarMe saco el sombrero, el pelo, el cuero cabelludo, el cerebro, la cabeza...
ResponderEliminar¡Genial! Íntima, marítima, salada y dulce enhorabuena.
Suso, ya sabes que los de Valladolid sacamos el tema de la muerte en cuanto nos dejan ;-)
ResponderEliminarUn abrazo,
Aurora
Suso, la playa de la foto Praia Longa de Lugo, hace 3 años. Quería sacar Carnota que tanto echo de menos ¡y esta crisis que me va a dejar sin mi adorada Carnota, ay!
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por venir, sois muy generosos todos.
Aurora
"Si alguna vez... si algún día ... después de amar Amé, fue por tu Amor..." ¿Recuerdas la canción "Lucía"?
ResponderEliminarDespues de amar ... Amé. Después de hundirte en las olas y ser un poco mar, un poco agua...con ganas de más mar y más agua... Después, la fusión perfecta ... saciada de ser mar con el Mar, agua con el Agua.
Una entrada que golpea con suavidad y sabe a eternidad
Un beso . Muchos besos.
Uff!! Qué final, qué final tan bonito!!
ResponderEliminarTantas veces hemos querido quedarnos en esa ola, la maravillosa, la única...hemos querido atraparla y se nos escapa, siempre se nos escapa. Como la arena entre los dedos, como ese momentito en que piensas: que no se me olvide, que no se me olvide nunca.
Pero se te olvida y te parece que no supiste saborearlo bastante...
Y también yo siento melancolía aunque no recuerde exactamente de qué.
Nada prende, todo se va.
No hay que llevar cuentas.
Y el amor es una ola también.
Y no sabemos qué gotas serán eternas.
No sé si quiero ser mar pero hasta las mejores olas me dejan con ganas. Es que lo que espero es más bestia.
No sé, creo que me quedo corta.
Sunsi, ¿cómo no acordarme de Lucía? Me encanta Serrat, pero esta canción, la de la entrada, la canta mejor Pasión Vega que Serrat, lo siento pero es así. A la malagueña no se le resite nada...
ResponderEliminarEn fin, ahora estoy para poco amor, hecha unos zorros, 5 am, no dormí nada, ya te dije, ya sabes.
El cliente bien, ya es que da igual lo que haga que sale todo, me empiezo a mosquear con mi mardita suerte, pero ua se sabe afortunada en el juego ;-)
Un abrazo, hablamos mañana con Ana desde el Boalo si Dios quiere.
Aurora
Que se paren los relojes, dicen... de esos momentos. En fin, hay muchos y variados, Lolo. Y hombre, en fin, que todo lo de aquí está muy bien, o muchas cosas de´aquí al menos, pero que una sabe que estando hecha para morir(se) como todos, a la vez siente que ese deseo de perdurar (pero no aquí) espera encontrar algo al otro lado. Lo espera. Y no pone aquí lo de allí, ni quiere que pongan en una lo que no corresponde ;-)
ResponderEliminarEn cualquier caso yo ahora lo que espero encontrar es mi casa como ET. Y nada más, por el momento caaa y dormir, otra ola estupenda.
Gracias Lolo, y no tienes pinta "hablando" de no haber saboreado, creo.
Vuelve por favor
Aurora
Es triste contemplar las olas... Nunca puedes asirlas. Se escapan.
ResponderEliminarMe gusta más cerrar los ojos y escucharlas y ... oler ....
Olé olé y olé, maravilloso final!!!
ResponderEliminarHe de decir que este tema de los y-ya-que me ha gustado mucho; pensar,reflexionar... Me he visto reflejada en el transcurrir de varias líneas escritas, como un barco movido por la mar, olas y olas son mis pensamientos y algún día seguro llegarán a buen puerto.
Hay que vivir el presente, estar seguro de uno mismo y no arrepentirse de decisiones tomadas; siempre aprender de los errores,caminar y caminar feliz, aprovechar cada día, cada minuto.
Besins
Cada ola un reto.
ResponderEliminarCada explosión de espuma una sorpresa.
En las crestas la velocidad.
En la base el torbellino.
...
Y da gracias.
Porque el simple hecho de verlas, azules y poderosas, te pone en el mejor de los miradores.
Frente a la verdad.
Viva y rotunda.
Querida Aurora:
ResponderEliminarEscribes como los ángeles, miscelánea de rosa de los vientos. Tomando prestadas voces de lo pictórico, cuatro entradas con realces, escorzos y arabescos; en fondo policromado salpicado de albayalde, blanco de plomo y amarillo de cromo.
Y en veteado, casi al trasluz, como sólo tú eres capaz, la profundidad de sentimiento de la Dama de la Tristeza, de Rossetti.
Una dama para otra dama.
Bueno Aurora, parece que es el final, pero creo que no va a ser así. Aunque tardes en otro, o tal vez ya lo tienes.
ResponderEliminarLa facilidad, la fluidez. Uno complementa al otro, todos están entrelazados.
Pero ¿y el mar? ¿y las olas?, siempre presentes, y tan presentes, como un "y - ya - que", a ritmo de agua sobre la arena.
Gracias Aurora, un placer leerte. Es distinto a muchos de los Cuadernos que sigo, es tuyo, eres tú.
Un saludo, y feliz estancia en San-Se.
Lo maravilloso de la vida, lo más hermoso y lo más difícil es ser conscientes de que vivimos en un valle de lágrimas y, encima, no solo no morir en el intento, sino disfrutarlo.
ResponderEliminarMe ha llegado muy hondo esta entrada con sabor y olor a mar.
Un beso muy fuerte, Aurora
Bucólico, hermoso, bello, poético, preciso,precioso, bonito....
ResponderEliminarPotito, potito, potito.....
De la mar el mero.....
En la mar nacen corales.....
A la mar fui por naranjes,
cosa que la mar no tiene,
toda vine mojadita,
de olas que van y vienen.....
Hawai, Bombay,
son dos paraísos...
Ese mar que ves tan bello
es un traidor......
Mis sardinitas, que ricas son
son de Santurce....
SEGURO QUE SE ALGO MAS DE MAR, PERO AHORA MISMO NO ME ACUERDO.
ES TODO TAN, TAN, TAN, BONITO.....
"ME SE" SALTAN LAS LAGRIMAS DE BELLEZA.....
OLE MI NIÑA,POETICA QUE ESTA UNA......
Coincido con todos los comentaristas, aunque sea la última (yo sé que me guardas sitio).
ResponderEliminarPersonalmente me he sentido muchas veces asi "una pobre mujer en una ola, más o menos grande, más o menos rato"... Y el constante deseo de mar. Que no es más que el deseo de algo que no se agote, un amor que es todos, supongo. El de verdad.
Pero no sabemos expresarlo y el mar nos viene de perlas.
¿Sabes lo que le llamó la atención a Adrián del mar? Que llegaba hasta el final.
Besos, Aurora.
"La mejor de las olas no durará...", me cuesta mucho aceptar esto, Aurora, .... pero que cierto es. Y busco el consuelo del "ni ojo vio, ni oido oyó ..." ... pero, uff... que incertidumbre ...
ResponderEliminar"Cuando perdemos todo descubrimos lo único que tenemos".
ResponderEliminar¿Qué es eso que tenemos?
Me gustaría leer alguna entrada tuya con la respuesta.
Sorpréndenos con la ventana que divisa el potente telescopio que Dios te ha colocado justo "detrás de la mirada".
O anudamos pronto este nihilista mundo de cuatro dimensiones al que nos ha vomitado Dios, con la eternidad, o no quedará de nosotros ni el recuerdo.
Besos y ánimo, campeona.
Ya queda menos... ;))
ResponderEliminarLumroc:
ResponderEliminarYa sabes que me encanta que vengas y comentes. Espero que tengas una buena Semana Santa y descanses con tu familia.
Me pasa a veces igual, con oler a mar y escuchar las olas me basta, ni siquiera "necesito" que sean "mías" (nunca lo son, es cierto) , tenerlas yo ;-)
Con ver que la gente se lo pasa bien en el mar, y tú en la playa tan contenta, pues estupendo. No porque se me escapen a mi las olas, es que ver que los demás disfrutan es agradable siempre. Da alegría, mucha.
En fin. Tristezas varias cuando ves que hay olas de otros que desaparecen, que se van.
Una tristeza infinita, de verdad.
Y en esto hoy.
un abrazo, amigo
Aurora
Un beso, Raquel, adelante siempre, aunque sea duro. Y sí, aprovechar el minuto que es lo único que tenemos.
ResponderEliminarQue lo pases bien, saqué hoy más espinazo para hacer sopa (espinazo de cerdo ibérico de Barcarrota mmmh)... y compré secreto. Secreto que no será como el que comí allí, pero que es secreto al fin y al cabo.
Un abrazo
Aurora
Driver, Diego, pues sí, cada ola, cada una. Pero a ver si voy al mar (al geográfico, digo ;-) que ya está bien.
ResponderEliminarUn abrazo, y que descanséis los 4
Aurora
José Ramón:
ResponderEliminarTú no cuentas... porque eres "ya" muy amigo ;-), así que como quien oye llover
Un abrazo y gracias por estar ahí -aquí, a mi lado.
Ya sabes que te quiero mucho (con permiso, me declaro a los amigos continuamente, yo por si acaso -ahí sí- se lo digo siempre, por lo que pueda pasar, por todo, en fin...)
Un abrazo
Aurora
D. Javier:
ResponderEliminarPero ¿tú eres adivino, listo... o soy yo la transparente y previsible? Pues tengo otra entrada, es lo cierto, pero no quería aburrir ya con tanto y-ya-que. Ya veré qué hago, no planeo.
Y me encanta que te guste mi cuaderno, a pesar de tanto tachón y el desorden, eres generoso y muy amable.
Que sepas que desde aquello que dijiste que preferías a las nacionales en vez de a las italianas me caes bien ;-)(y si es mentira no lo digas ahora, por favor, que quedaste de muerte).
Lo de San-se fue ida y vuelta en el día, pero pedí un txacoli y me lo tomé a tu salud como me dijiste.
Venga, un abrazo
Aurora
Gracias, Mirna, bien dices, un valle de lágrimas pero de muchas a veces. Y eso que aquí comemos todos los días, tenemos trabajo, nuestros niños no mueren de chiquitos y tenemos agua caliente y casas cómodas.
ResponderEliminarPero otros disgustos y muy gordos no dejas de llevártelos.
Me alegro que te guste esta entrada, necesitaba cierto tiempo y dormir un par de cosas antes de poner otra.
Un abrazo
Aurora
Pepa, gracias por los ánimos y la sorna. Si no fuera por ti, ¿qué sería de nosotroso, los cursis?
ResponderEliminarVenga, un abrazo.
Aurora
Querida Aurora:
ResponderEliminar¿Así es que para ti leerme es "como quien oye llover"?
Recojo el guante, morena clara. Te enviaré mis padrinos esta noche. Junto al atrio porticado de la iglesia de San Sebastián mártir, la madrugada boalense de mañana se teñirá toda de sangre.
Pistola, espada o florete: tú eliges...
Olga:
ResponderEliminarNo es que te guarde sitio, es que tú a esta casa puedes venir a comer cuando quieras, tienes el servilletero ese con la "O" bien grande de Olga y sitio en mi mesa siempre.
Qué bonito lo del "hasta el final" de tu hijo... qué resonancias hoy, especialmente hoy. Amar hasta el final. ¿Y dónde está el final más allá o antes de la muerte? ¿Y qué pasa si se viene encima ese final, si se precipita, como una ola gigantesca, un tsunami, que barre todo en lo que tú has creído del amor en la figura de otros? Qué desolación, Olga, qué tristeza más triste...
Un abrazo fuerte fuerte,
Aurora
Y a mí, Modestino, y a mí me cuesta sangre aceptar lo que sin pensar casi escribí. A veces las cosas son como proféticas.
ResponderEliminarLa mejor de las olas no dura.
En fin
Aurora
Ana, ya estás en el tren, y yo ya tengo hecha la cena, lo pasaremos bien, verás.
ResponderEliminarUn abrazo
Aurora
José Ramón:
ResponderEliminarNo me hagas hablar, que no quiero ;-) y no sé quién va a salir peor parado...
Si te digo que "como quien oye llover" es porque quien te ha ganado para su causa (y es amigo de alma, del alma)... no computa a efectos de "halago" público y notorio. Ça va de soi que dicen los franceses. Como eres un caballero te lo puedo decir: igual que manos blancas no ofenden, halago de amigo es "como quien oye llover". Ya te tengo, no necesito ganar tu favor ;-) ni favores.
Pues por eso, guapo
Aurora
PD: Y tiene gracia que me retes en el atrio de la iglesia... mira cómo tiemblo. ¿A que sigues sin atreverte a venir solo a mi casa? Soy muy mala, lo sé ;-)
Villanas sois, hedabannas .........
ResponderEliminarPoéticas penitentes.
Prosaica, apoplética, nada esquelética, perlética, ética,
poco poética.
En la lluviosa y mediterránea distancia, os envidia.
Querida Aurora:
ResponderEliminarUy, uy, uy, ¡qué razón tienes!: muy mala, ¡malísima! ¿Tú has probado a subirte en una escoba a ver si vuelas?
¡Qué barbaridad! Con el susto he escrito tres "huy" si hache.
ResponderEliminarQue vuelas, te digo yo que vuelas...
Lo que a ti te costó una tarde escribir, ya ves, se queda prendido. Aunque luego se nos olvide.
ResponderEliminarHasta el final, qué mirada la de los niños.
Y la nuestra...
Qué pocas cosas son hasta el final, si acaso unas cuantas gotas. Pero a lo mejor a quien importa no se le olvidan.
Sí que volveré. Gracias por invitarme.
Aquí gambones de ésos por correo no llegan, no?
Si fuera bruja, José Ramón, haría hechizos, no veas lo bien que me vendría ahora. Pero no puedo, no sé, en fin.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por estar
Aurora
´Lolo:
ResponderEliminarMe costó una tarde escribir toda la serie -falta otro- salvo el Tsunami que ha sido hoy de golpe...
En fin, un abrazo
Aurora