jueves, 1 de enero de 2009
Olfato
Casi mi sentido favorito. Debe de ser influencia de Olimpia.
Huelo, casi como una perra, a los bebés. No hay olor más bueno. A nuevo, a vida. Los levantas de la siesta, no más allá de los tres años, las niñas pueden ser mayores quizás, y huele a ese sudor suave, todavía de bebé, de niño. Te bañarías en él.
Olor de campo, cuanto más seco está antes de que llueva, mejor. Rompe la tormenta de verano, quedará para la tarde una sinfonía de olores, jara y tomillo, olores de monte bajo que tanto me gustan. Ni hablo del olor de Sevilla o de Córdoba. Ya podrían envasarlo.
Perfumes. Un placer. Mejor los franceses, siempre. No son ya florales, cítricos, amaderados o frutales, las familias olfativas tradicionales; hay olores marinos ahora, aéreos, enpolvados (tan antiguos como el Chanel número 5, tan modernos como el Flower de Kenzo), alimenticios (vainilla, coco, chocolate, hasta caramelo). Y muchos más.
Serge Lutens, de las mejores narices del mundo, artista, fotógrafo, creó ya hace años una colección propia de perfumes de una gran delicadeza y personalidad, mis favoritos. Los de Guerlain y Hermès están muy trabajados también. Entre los de la última marca, Un jardin en el Mediterraneo, Un jardin en el Nilo, Un jardín tras el monzón. Todos sutiles combinaciones, tras las notas de salida van apareciendo las de fondo poco a poco, a medida que pasa el día.Nada de todo de golpe, es vulgar. De cualquier modo prefiero la solución nada ortodoxa y además cara de pulverizar en el aire y pasar luego debajo, así nunca embriagan ni al que lo lleva ni a los demás.
Todo Kenzo, los japoneses siempre tan delicados, Miyake igual. Aguas de colonia de L'Occitane y esos trozos como de ambar que huelen tan bien y duran tanto para dar buen olor a las casas.
Velas olorosas. Como las personas, perfumadas las casas siempre. Mejor con un olor de fondo agradable, sin que sepas qué es, confundiéndose el olor propio y siempre distinto de la persona o el de la casa, con el del perfume o la vela que se utiliza. Que nunca el olor se imponga a nada, a nadie, que no disfrace ni oculte.
Olores caseros, tranquilidad doméstica, tortilla francesa de la noche, café mañanero, en casa ponemos a hervir palos de canela. También me gusta cierto rastro del olor de lejía, de limpio. Y otros extraños: gasolina, los libros nuevecitos, un coche recién estrenado.
Los hombres huelen y huelen prontísimo. Empiezan a oler a chotillo a eso de los siete años. Y luego huelen mucho más. No sé, quizás las mujeres somos más olfativas y lo notamos más. Tienen un olor más fuerte. No peor, para nada, más fuerte simplemente.
Esas zapatillas de adolescentes, por Dios, que hay que sacarlas a la ventana. Y luego en cuanto les empiezan a gustar las chicas, la cosa mejora mucho: huelen a colonia y se duchan ya sin perseguirles. Huelen bien. Algunos fenomenal. Raro es el hombre que no huele bien si es limpio y se ducha. Luego lo que se ponga como colonia o perfume es secundario.
El olor del primer sudor no es molesto. Es el del sudor sobre sudor el difícil. Pero quien no haya sudado durante el día es que no trabajó.
Todo esto ha quedado bonito, pero la verdad es que yo ya no huelo a ningún perfume de Lutens que me ponga , sino a mi propia perra que tengo encima todo el santo día. Así se me acercan los perros por la calle, que no los señores. Vida ésta...
Hedbanna nada-pastoril, has empeza el año, el día, impetuosa e insaciable.
ResponderEliminarEl oído para mí, fundamental; me apasiona la música, el ruido del mar, el silencio.
El olfato siempre me trae recuerdos de otros tiempos; me esfuerzo en "oler" las estaciones, todas huelen diferente. Mi preferido, el verano.
De perfumens propios, Samsara.
Del propio, Agua Salvaje.
+ M.-, por desgracia, el "nos vemos", es virtual, de momento.
Hedbanna nada-pastoril, has empeza el año, el día, impetuosa e insaciable.
ResponderEliminarEl oído para mí, fundamental; me apasiona la música, el ruido del mar, el silencio.
El olfato siempre me trae recuerdos de otros tiempos; me esfuerzo en "oler" las estaciones, todas huelen diferente. Mi preferido, el verano.
De perfumens propios, Samsara.
Del propio, Agua Salvaje.
+ M.-, por desgracia, el "nos vemos", es virtual, de momento.
Sí, las estaciones tienen su olor. mmmhh, buenos perfumes los dos, el tuyo y el de tu propio.
ResponderEliminarCaramba¡, un post agradabilisimo de leer, una delicia.
ResponderEliminarYo, por las alergias y otras cosas tengo el olfato algo empobrecido. Así que los hombres olemos más?; a mí me preocupa mucho el tema, pongo de mi parte todo para oler bien, pero uno no sabe sí algún problema no culpable puede alterar la cosa.
Yo suelo usar "Au Issey" de Miyake, aunque a veces me compro "Vetiver" de Guerlain y siempre tengo Alvarez Gómez.
De perfume femenino no entiendo, pero siento un revolcón interior cuando huelo "Angel", me trae recuerdos muy especiales.
Buen gusto, Modestino, si me permites. Ambos perfumes de hombre, muy agradables, muy buenos. Y Angel es muy bueno también, me encanta.
ResponderEliminarQue huelan los hombres más no es que huelan peor. Es que tienen un olor más fuerte.
Máster, que me he perdido estas entradas. Mi sobrino pequeño ha colapsado el ordenador y, cuando ha quedado libre, las cuatro chicas... Me pongo aldía con un post que huele a distancia.
ResponderEliminarHabitaciones de chavalotes ...buffff. Una hora ventilándose. Zapatillas en la ventana. Pero después de la ducha, con Sanex, el pelo limpio... da gusto.
OK con el olor a recién llovido, y el de bebé.
Y el aroma a tabaco y café de la mañana.
Mi santo... Loeve cuando se la regalan. Hace tiempo que no se la regalan. Igual se la pido para Reyes.
A mí me encanta Nube de Ruiz de la Prada. Dicen que es para niños...
Y ya tocando de pies en el suelo... todos S3. Todos gastamos la misma. Pero coleccionamos muestras. Las tenemos en una cajita... y vamos probando.
El olfato y los recuerdos. Aunque fumo, aún se trasladan al prente. Pero eso daría para un comentario tan largo...que casi prefiero ir al siguiente post.
Besiños
Hola, bonica, qué gracia, también usamos S3 en familia...
ResponderEliminar