Sigamos con los tipos de pesados.
4. Los "yoistas". Este es tipo de pelma más común casi. Es fácil caer. "Yo quiero", "opino", "a mí me pasa", "soy", "pues a mí, en el año 75....": desde el niño de 3 años, que es muy rico, pero habitualmente un yoista, y además un pelma de acoso y derribo (ver tipo 3), hasta el adolescente, que es cierto que tiene que afirmarse, pero que sólo piensa en si mismo. Hasta otros muchos que acaban siempre hablando de si mismos, remitiendo todo a su persona.
El yoismo pelma atraviesa todas las edades, clases sociales y laborales, pero se ceba en las edades adultas en algunos "intelectuales" y gentes del pensar, yoistas un poco más sofisticados que el niño de 3 años. Se alimenta así a menudo este yoismo de un exceso de escucha de la voz interior, fundamental e importante sí, pero a veces cansina, aunque se exprese de cine. Especialmente cuando se expresa bien.
En coaching, que puede ser también una pesadez, pero que tiene cosas valiosas, te enseñan la diferencia entre escuchar a nivel I, nivel II y nivel III, algo que tiene mucho que ver con el pelma yoista.
Escuchar a nivel I. Oyes lo que te dicen, pero estás pensando siempre en qué vas a decir tú y no escuchas realmente lo que dice el otro, tan entretenido estás en elaborar tu respuesta, en poder aportar -a veces hasta con buenas intenciones- algo o "completar" lo que el otro dice. Tienes "tu" agenda. Es el caso del yoista.
Escuchar a nivel II. Escuchas, e incluso estás atento para hacer preguntas al otro para entenderle mejor, no "pillarle" o "matizar" lo que el otro dice. Le atiendes de verdad, no tienes "tu" agenda, sino que estás en lo que el otro dice, el foco ya no es tu juicio, tú.
Escuchar a nivel III. Es la escucha global que intenta captar todo lo no verbal, que también dice mucho. Has cerrado de momento tu "yo qué pienso sobre esto" para entender -y acoger- al otro, que no sólo se expresa en lo que dice, sino en cómo lo dice, el tono, su lenguaje corporal, sus reacciones.
Pues bien, el mundo está lleno de yoistas que permanecen toda su vida en el nivel I de escucha y que te sueltan su rollo, "su" agenda, cada dos por tres. A veces es una agenda que ni siquiera es la suya: la han oído tanto que no saben realmente ni qué piensan ellos. Y se convierten en meros transmisores y correctores de estilo: una locura.
Es cierto que, por ejemplo, un blog dificulta algo la escucha a nivel II, hace casi imposible la III y puede ser un útil alimento de la I: pero no sólo como "autor", sino como comentarista también. Es el caso de algún troll: joe, qué resistencia tienen algunos, son más pesados que una vaca en brazos.
El pelma yoista asola las empresas, la universidad y muchos otros ámbitos -"mi visión", "mi solución", "mi tesis"- especialmente en el contexto español, tan malo para los equipos y tan proclive al dictador que llevamos dentro, junto a ese ácrata que también somos cada español. Pedimos para nosotros una libertad que no permitimos a los demás, hay terror a que lo que dice el otro nos haga sombra, en el fondo es un problema de inseguridad y tantas veces de envidia.
El pelmazo humano se junta así al individualista español que puede ser un auténtico rollazo. "Yo too lo llevo dentro": el complejo Lola Flores. Existe en todas partes, pero, en el fondo, es un simple pelma, sea cátedro o director de marketing, autor de bitácora o compulsivo lector y guardian de la ortodoxia o de los puntos sobre las íes, no vaya a ser que nos nos enteremos.
5. Maniáticos pelmas. La película de Nicholson, "Mejor imposible", muestra bien cómo se puede ser así. Somos más maniáticos con la edad, creo. Y si vivimos solos es más fácil serlo. Por eso, es muy importante tener amigos, niños alrededor, adolescentes y gente que te frene en tus manías, sean las que sean. Que se rían de ti, te desordenen, te llamen a destiempo y pasen de tu orden, tu visión y tu mundo.
Las manías pueden ser muy variadas y hasta tontas, pequeñas, nimias. Cada uno tiene las suyas. Puede ser madrugar o, al revés, tomarse como una ofensa que alguien se levante a las 7. A mí me horroriza que alguien más esté en la cocina, otros no resisten que las copas se pongan así y no asá. Dios es misericordioso y hace que nos queramos a pesar de nuestras manías: es una prueba irrefutable de su existencia y bondad, como cuando no nos manda un rayo justiciero cuando cantamos de pena en Misa. Habría que cantar como Joe Coker, pero esto es también una manía: no soportar que se cante mal.
Mucho tema, Máster. Cualquiera nos podemos sentir identificados. Fantástico lo de los niveles. La escucha que tan mal practicamos los hispanos en general. Escucha muchas veces a la defensiva.
ResponderEliminarY el yo, que más que dentro está fuera ... taladrando.
Recordaba ahora el tema del "nosotros". El yo dentro, rodeado de nosotros para no perder la identidad personal ni ahogar a los demás con nuestro ego.
Copio y pego.
Gracias, Máster.
Yo, puedo prometer y prometo, que yo, voy a partir de hoy mismo,a dejar de emplear el yo,porque yo pienso, que yo lo he utilizado, yoyísimas veces.
ResponderEliminarBuena reflexión, Master nubera.
Oye, chata, que una cosa es
ResponderEliminara) hablar desde el yo, pues al fin y al cabo es mejor que hacerlo que desde "las cosas son así" (El impersonal es MUCHO más peligroso, Sunsi, porque parece que uno es intérprete de la verdad y que no es su opinión y visión). Me horrorizan por tanto los ensayos de "esto es así y asá" y en cambio me parece más auténtico -con todo- el relato de "a mí me pasó"... aunque evidentemente como digo se puede caer en el yoismo...
b) porque otra cosa, muy distinta, es torrar al personal como si fuéramos el abuelo contando batallitas (acuérdate de Áxterix y Obelix y el tipo ese que habla siempre de la batalla de tal y cual). No es tu caso, ni de los blogs que leo: porque si así fuera... no los leería, no entraría, no comentaría.
O sea: que por si tienes dudas no eres pelma, que te lo diría porque tengo confianza ya contigo -en privado, yo las cosas "malas" las digo siempre en privado y habitualmente si me piden opinión, si no me la guardo. Y algunas buenas pienso que es mejor decirlas en privado, mola más a veces.
Driver, lo mismo: si fueras pelma te lo hubiera dicho ya... Pero no, que eres Driver, y que me encanta cómo escribes
Por fa, que no va por vosotros, que soy yo la pelma... joer, que es de cajón... y la maniática: tengo todos los boletos...
Eso sí, no entro en un blog a dar la vara diciéndole a alguien cómo tiene que escribir o de lo que tiene que escribir, ese tipo de pelma no soy. Pero es de los pocos que no soy...
¿Que tienes todos los boletos para ser pelma y maniática?
ResponderEliminar¡........Anda ya........!
Eso se lo cuentas a otro.
Que (¡uF!, casi suelto un yo)te he conocido en "carnes vivas".
Seré muy despistado y lunero.
Pero cuando estoy (sin yo, el oy de estoy, no se considera un yo al revés), delante de una persona cabal, lo reconozo.
Y si vuelves a escribir algo del tipo "con la edad que tengo...", digamos que te mato, por decirlo claro y breve.
¡Hala, a escribir con dosificación de fuerzas, hermanita!
Te leemos.
Que es el paso previo e inmediato a decir que te queremos.
¡Dicho queda!
...
¡Y no me vuelvas a llamar tímido!
Aunque se que es verdad,¡glups!
¡Trabajo que me cuesta soltarme, redios!
Pero si ser tímido ¡es una cualidad en hombres y mujeres!
ResponderEliminarPor Dios, que tiene mucho encanto, si no no (te) lo hubiera dicho y menos en público... ay, ay, ay...!!!
De ser tímido a ser "milindrín", va un telediario.
ResponderEliminar¡Cantidad de prejuicios que arrastro, recorchopotingüines!
...
No si al final esto de los blogs va a ser terapéutico.
A ver. Voy a intentarlo...
¡¡SÍ, SOY TÍMIDO, MUY TÍMIDO, TIMIDÍSIMO, PRACTICAMETE UN TIMIDAZO DEL CARAJO!!
¡Uf! ¡qué a gusto me he quedado!
Terapia nubera, cuerpo arreglao.
Gracias, Master.
Un post fantástico Máster, de veras. OK con el Impersonal. Se debe... Se piensa que...
ResponderEliminarNo me da tiempoalleer el siguiente.Cuando vuelva de recoger y repartir criaturas...
Besos, guapa ... y lista,que eres más lista...
Yo, yo, yo............... mejor me callo, yo, yo. yo.
ResponderEliminarnoto un cierto y sano cachondeito, Pepa... venga, enriquece la clasificación de pelmas: pelmas laborales, pelmas artistas, pelmas familiares...????
ResponderEliminarDe veras, hedbanna no-tan-pastoril, no canchondeo, razón de santa tienes.
ResponderEliminarEn la profesión de picapleitos mucho pelma hay, todo el rato siendo jurisconsulto romano, oiga, en plan "quousque tadem abutere Catilina........"
En la profesión de picapleitos mucho pelm encuentras, oiga, en plan, "pero es que a mi me dijeron que............." "déjem que se lo cuente desde el principio..........de los tiempo" "¿y usted por esto cobra?"
Además, en la vida de verdad, los melifluos, oiga, que conjugan dos características: pelmas y cursis, todo en uno "que alegría nos da ser 18 en casa, 10 en el paro, la abuela coja y el perro tuerto, que trabajos nos manda el Señor"
Los familaires, amigos del "ya decía yo", "hay que tener el encerado más grande, hija" o "venimos a a pasar el verano y así te vemos y te ayudamos"
Y, por último, los peores de todos, que son a los que les encanta figurar: pelmazos, cursis y melifluos.
Pepa, eres mundial, sabía yo que aguantabas a mucho pelma ¡seguro! viene Josianne y me pregunta que qué me pasa...
ResponderEliminarme estoy riendo todavía con lo de la familia de 18 en paro 10 y el perro cojo pero estamos contentos...
ResponderEliminarEres genial!
Y además, tengo dos perros dos.
ResponderEliminarGggggggmppggffffffffff.