Hace tiempo que pienso en esta entrada, sobre todo porque sé que puedo ser una pelma de narices.
¿Que es ser pelma, pesado o plasta? Creo que la definición es difícil y va más por la descripción del fenómeno, que es variado, tanto como diversos somos.
Hay muchos tipos de pesados. De hecho, creo que, tras ese común denominador de ser todos hijos de Dios, la pesadez, aunque sea en potencia, es lo que más nos hermana: todos los humanos podemos ser pesados a tiempo completo, parcial, a destajo, por temporadas o haciendo horas extras y sin cobrarlas.
Esa es la gran verdad que nos iguala. Me encantaría pensar que hay excepciones, pero sé que no. Mayores, de mediana edad, adolescentes, niños, viudas, mujeres, hombres, divorciados o solteros, chinos o estadounidenses, podemos ser todos pesadísimos, alguna vez al menos, como nos descuidemos más a menudo.
No obstante lo anterior, he descubierto una forma de clasificar a los pesados y pelmas, aunque lo cierto es que una puede caer en todas esas formas, soy consciente.
1. Pesados monotemáticos y/o monocordes. Es el caso de aquel que toma un tema y, sea día o noche, te lo suelta, venga o no venga a cuento. O el de las orejeras o gafas ideológicas, de partido o hasta de nación o país. Y hasta del que tiene un limitado registro emocional o de reacciones: se puede ser también un auténtico pesado en esto.
Con permiso, Zapatero es un pelmazo con la memoria histórica y ese progresismo rancio y de salón -me dan pena mis amigos socialistas-, y el nacionalismo, igual: todo leído tras el mismo y único prisma es de lo más cansino, por Dios.
Hay muchos más, desafortunadamente, Porque la lectura única es algo común: todos los males provienen de la televisión (yo caigo en esto, por ejemplo); la culpa es de los protestantes (mi abuelo era así, le mencionabas a la pérfida Albión y cambiaba la color); el condón como solución o aberración (unos de un lado, que hay que ver que pelmas y simples pueden ser, con ese anuncio de horror, y otros con un no que creo que exige cierto matiz ); EEUU como el malo de la peli (qué fácil tener una cabeza de turco a mano).
Las universidades públicas estaban llenas de pelmazos ideológicos hace veinticinco años, no sé ahora.
Los estudios de género y el feminismo es otro ejemplo de indigesta pesadez, de prisma estrecho tantas veces. Una pena: dicho sin tanta insistencia ni afán totalizador, ganarían en razón y no provocarían el bostezo o el rechazo.
Ni te cuento de la ecología o del amor por la naturaleza que, sacado de madre -que eso es ser pelmazo- puede hacerte aborrecer lo que tanto amas.
Como decía mi tía, tan vasca ella, "he llegado a aborrecer lo que tanto amaba de mi tierra por tanto empacho". Pues a mí, con los animales o la naturaleza, me va a ocurrir lo mismo: los voy a acabar odiando como sigan así.
Y luego están los del odio a muerte o amor incondicional: eres su amigo, o su enemigo, otra versión del pelmazo limitado monotemático o monocorde. Consideran la más leve crítica o el humor como una afrenta imperdonable. El mundo se divide en nosotros y "ellos", habitualmente identificados los primeros como los poseedores de la verdad sin fisuras.
2. Pesados por longitud. Aunque el orden no significa nada, ejemplo de estos son las reuniones de vecinos, las de padres de alumnos, las de departamento de facultad, las de consultoría o de muchas empresas. ¿Hace falta que siempre sean tan largas? Y algunas películas donde siempre sobra media hora. Pero ¿por qué se empeñan en poner media hora más tantas veces?, ¿no hay nadie que le diga al director que ya basta, que no insista? Bendita elipsis, benditos finales abiertos o borrosos. No hace falta rematar ni decirlo todo siempre.
Creo que una de las razones por las que trabajo de free lance es porque sé la cantidad de tiempo que se pierde en reuniones "internas" de trabajo. Por lo menos, esas que me fumo ahora. Y hay otra estrategia: cobrar por horas tiene ventajas. La gente va rapidito porque sabe que, como el taxi, subes el contador y así te dan menos la vara. Siempre que puedo lo hago.
Yo pensaba en mi ingenuidad que los pesados por longitud pertenecían más a ciencias que a letras, tenía un cierto sesgo a favor de las segundas, pero ahora sé que es un prejuicio.
Es cierto que hay ingenieros que necesitan remitirse al Genesis I o II o elaborar "in situ" su pensamiento -tú delante y escuchando- hasta llegar a una conclusión que te podían mandar por correo electrónico más adelante y evitarte 3 horas presenciales. Pero, ¡Dios del Sinaí!, ¡anda que no hay varas de letras con pretensiones que cuentan en 30 folios lo que otros cuentan en 3! (he aquí un ejemplo, lo soy, paradigmático).
Y en otras partes: estoy hasta el gorro de libros escritos por yankees sobre gestión empresarial, autoayuda y un largo etcétera contando algo elemental que cualquiera resumiría en un folio ¡y ellos se forran sacándole jugo y extendiendo la masa con un rodillo de pesadez inaguantable! Serán listos, pero pelmas un rato.
3. Pesados como táctica (o estrategia) de acoso & derribo. Esto es muy común y se junta a veces con el tipo 1, el pesado monotemático y/o monocorde.
Los niños son expertos en esto. Y los adolescentes. Te dan tanto la vara que, al final, para que se callen, les das lo que piden. No está bien, pero es así muchas veces.
Hay pesados y pelmazas que piensan que, a base de repetir 300 veces lo mismo, te lo acabarás creyendo o teniendo la misma visión. Lo cierto es que es así muchas veces. Se repiten las cosas hasta la saciedad, sean sublimes, meros lugares comunes o tópicos infumables, verdades o simples mentiras o visiones parciales. Lo dijo Lenin, pero también se practica en muchos ambientes sin ser conscientes de ello, posiblemente con buenas intenciones.
Ejemplo de esto es también la publicidad que, como todo el mundo sabe, es una auténtica pesadez y lacra de nuestro tiempo basada en la insistencia, esto es, en ser pelma, a ver si así cedes y compras por aburrimiento o convicción. O esas señoritas encantadoras, pero también pesadísimas, que te llaman continuamente para que cambies de operador de móvil, contrates un seguro de vida o médico: otro ejemplo de acoso y derribo por la misma vía.
Y, por hoy, lo dejo. Me quedan otros tipos de pesados. Mañana sigo. Lo sé, soy una pelmaza. Para empezar podía escribir más corto, hay maestros en esto. Me lo han dicho, pero no puedo evitarlo.
Y, para finalizar, el Bolero de Ravel. Me lo ponen y soy capaz de confesar lo que sea. Para que se vea que hay pelmazos en todas partes, la música no iba a ser una excepción.
Discover Maurice Ravel!
Espero con tremendo interés la continuación.
ResponderEliminarSí, todos somos un poco pesados; ante esa gran verdad, mejor con gracia y sentido del humor (ej.- máster)
Y sí, Ravel y su bolero, lo son de pistón.
Buenas noches, hedbanna, abrígate.
¡Dale fuerte al gasóleo, hermanita!
ResponderEliminar¡La noche viene fresquita!
Y con el amanecer seguro
que renace tu inspiración,
y al son del bolero,
nos regalarás sobre el tema
tu segunda intervención.
No, si ya casi lo tengo, pero no quiero ser...
ResponderEliminar¡¡¡PELMA!!!
Hay que dosificarse, la gente sabia lo sabe hacer, yo soy una aprendiz...
El avemaría de Bisbal también le pega a la entrada
ResponderEliminarY la de Alegría alegría alegría, alegría del Cirque del Soleil, o como se escriba
Va, venga. máster, se pelma.
ResponderEliminarOtras sugerencias para la música:
- Coro de los judíos de Nabucco - Verdi, en sus distintas versiones.
- El Himno de la Alegría - Beethoven.
- Adagio - Albinoni y Canon - Pachelbel (éste menos)
- El Vals de las Horas (Giordano)
- El Danubio Azul (Strauss)
Sugiero para la siguiente, además, libros y películas..........
Y ya que me pongo pelma......
Y yo sugiero (arrodillado y con cara pastoril, en plan suplicante, es decir postrado ante la pantalla).
ResponderEliminarRapsodia in Blue (George Gresguin), o como se escriba.
¡Ta chan, ta chan, ta chan, ta chan....tararará, tararará,...tarariroriroliiii..!
Y Niu Llork, Niu Llork, del tío Sinatra.
Ta, ta , tarará,..., ta, ta, tarará..
Uf. Suso. Lo cierto es que ¡me encanta Bisbal y el Ave María! Es la edad, lo sé. Pero es un pelma, también lo sé.
ResponderEliminarPepa, las otras "2" entradas sobre pelmas ya están acabadas... me salieron de un tirón. Pero aquí están los comentarios que no son la 2ª parte contratante de la primera parte contratante, que diría Groucho, sino algo básico en un blog: o sea, gracias.
Pelis pelmas: me duermo siempre con Kurosawa, por ejemplo.
Música pelma: bacalo, rap, y luego no aguanto a Celine Dion, pero es un tema mío.
¡Pleno al quince, hedbanna!
ResponderEliminarA K. yo le añadiría algún italiano atorrante.
Y música, Celine Dion, desde luego, además de plasta, una cursi de pistón.
Y suscribo a D., y a ese señor, tan guapo, a lo G. Clooney en la foto, llamado Suso.
gracias Máster por tu hermosa dedicación.
ResponderEliminarMe sorprende que entendáis lo que escribo.
¿cómo es posible?
me sorprende que seáis tantos que entendéis el catalán y más difícil me lo pones con tu simpatía hacia él.
Para que te hagas una idea empecé por casualidad. Algo que me surgió en silencio y me atreví a dar rienda suelta.
Aunque siempre me gusta plasmar lo que surge sin forzar.
Lo había medio borrado al blog, quería hacerlo de manera definitiva. Luego sólo lo medio escondí.
Sólo tenía ganas de poner lo que me venía en gana, no lo que quieren los demás.
Es un tema que da para mucho. Yo creo que en esta vida hemos de aguantar a los pesados, sobre todo si lo son con buena intención y sin maldad. AHora bien, a veces la caridad también puede aconsejar expliocarles que no pueden seguir así, que la gente les va a huir.
ResponderEliminarCoincido en la existencia de los "pesad@s" que cuentas; a mí me molestan especialmente dos tipos de pesados: los que te fiscalizan todo y quienes se ven obligados a darte consejos que no pides, a hacerte favores que no solicitas y a darte opiniones que no preguntas.
Margalida ¡qué alegría que tengas el blog otra vez! Por supuesto que no entiendo todo, pero algo sí y das mucha paz: me gusta mucho. Y asumo que si tradujeras ... ¡sonaría peor, menos musical, que en catalán original! Si te esfuerzas un poco se entiende bastante...
ResponderEliminarModestino. El problema es cuando una es una pelma como es mi caso. Ay, Dios mío, qué paciencia derrochan amigos y familia conmigo
Uuy... que te has adelantado con tu apunte sobre los controladores pesados, otro tipo de pelmas muy interesantes, ya verás, ya...
Se lo tengo dicho a mis hijos. Cuando notéis que me alargo mucho con el mismo tema, avisadme. Ojalá me hubiera callado. Se lo han tomado al pie de la letra.
ResponderEliminarNo sé si ya lo tienes en mente, Máster, pero te aseguro que el pelmazo cósmico-trascendental ... pesado a lo largo y a lo ancho... aburre hasta a la carcoma. Lo sé de buena tinta. ¿Y los del "vino triste"?...
Sugerencia Si quieres rallar a pepa acertarás con Nana Moukouri (no sé si lo he escrito bien...) Y también con Romina y Albano. No puede con ellos...
Besos, guapa.
No sé por qué dices que eres pesada. Lo que escribes pasa tan fácil como el cava catalán.
"... a darte consejos que no pides, a hacerte favores que no solicitas y a darte opiniones que no preguntas".
ResponderEliminarConfieso que soy una de esas pelmas. Pero no sólo lo confieso yo, también mis hermanas... lo dicen, muy cariñosamente, pero lo dicen... a ellas se lo oí por primera vez: eres una componedora... pero quiénte manda a tí!... (eso me digo yo muchas veces, que a qué me habré metido en tal o cual berengenal).
... bueno, espero que sepan ver detrás toooooooooooooooodo el cariño, y la atención con la que las miro siempre.
Los pelmas "familiares"... ya se sabe. Menos mal que se nos quiere.
http://www.youtube.com/watch?v=x25F3-sR2Yo
Esta es la canción que yo pondría... cual pelma soy.