Las personas muy activas tienen a menudo la reputación de gente diligente y trabajadora. Pero a veces no es verdad.
En algunos casos, bajo la actividad y la atención a tanto frente, se esconde un vago de tomo y lomo que lo que no quiere es concentrarse en nada.
Lo realmente cansado es aplicarse en cuerpo y alma en una sola cosa varias horas, días, meses, años. Es cierto que se tiene menos estrés, pero también que al final cuesta más.
El vago calcula bien: mejor saltar de acá para allá, aunque implique cierta trepidación, y, en cambio, no sacar a pulso unas pocas tareas, esas que requieren tiempo, paciencia y dedicación de artesano.
A veces además el vago nació con suerte, le puede costar la mayoría de las cosas que emprende relativamente poco. Lo que supone que al final hará casi todo rápido para hacer así lo menos posible. Y rara vez se dedicará a una tarea que le parezca más complicada o pesada si puede evitarlo, salvo que suponga un reto o le divierta la novedad. Ahí sí: hay algunos vagos amantes del riesgo y curiosos.
Lo que realmente le gusta al vago es no hacer nada o, lo que es lo mismo, hacer varias cosas a la vez, tener todo empantanado con tareas empezadas y sin terminar. A menudo dice que se entiende en su propio desorden: hace falta valor, especialmente cuando pierde todo el tiempo que gana por otro lado buscando x o y. Sin mencionar el tiempo que hacen perder a otros, todavía peor.
Algunos vagos posponen continuamente las cosas que les parecen aburridas o complejas. Pero lo malo es cuando se dan cuenta -ya es faena- que incluso algunas de esas se pueden hacer rápido y hasta pasablemente bien cuando ya se ven abocados a hacerlas. Como apuren hasta el final la fecha límite de entrega, y puedan sobrevivir a ella a pesar de la presión, seguirán posponiendo todo no ya hasta el último día, hasta el último minuto y sin perder los papeles.
Y si el cliente o su jefe está contento ¿quién es el vago para sacarles de su error? Nadie.
Ser vago y además desordenado, inquieto e indisciplinado, se puede disimular bajo la idea, más falsa que Judas, de que uno es creativo, que necesita el cambio constante y ese tipo de ritmo y caos para hacer las cosas a su modo. Vaya cara dura que tienen algunos: de cemento armado.
Me llamo Aurora P. I. y soy vaga, muy vaga. Lo confieso como si fuera una reunión de alcohólicos anónimos. Hay que reconocerlo. Y pedir perdón a quienes nos han sufrido o sufren y se dan cuenta. Otros viven en la inopia tan contentos pensando que somos unos currantes natos. Felices ellos.
PD: Pongo el vídeo que me manda Cordobés, una aportación de la psicología para que los vagos nos llamemos otras cosas
Buenos días.
ResponderEliminarMe llamo Pepa, tengo 44 años, tres hijos y soy vaga.
De hecho, a estas horas (6.22) estoy en mi despacho porque he de acabar algo, complejo y pesado, que he pospuesto desde el verano y ya no me queda apenas tiempo.
Yo también soy vago y me va bien, de momento.
ResponderEliminarPepa, ¡vaya un madrugón!
Mapunto a lo de vago
ResponderEliminarGracias, gracias, gracias, compañeros vagos, da cierta tranquilidad ver que somos más...
ResponderEliminarPepa, lo de posponer las cosas da para mucho: esos madrugones me suenan tan familiares...
Jose A. ¿tú también, hijo mío? Dios mío, eres grande, somos más, y hay gente en ciencias y vaga, pensaba que éramos más de letras los vagos...
Suso, perdóname, pero en tu caso intuí un vago ahí desde el a Barullo, un oso Balú intentando sacudirse la pereza...
A veces nos reconocemos a distancia los vagos, otras nos sorprendemos más.
Gracias, y ahora podemos montar Vagos Anónimos, y hacer reuniones para no hacer nada.
Hola, soy Ana... y sí, pertenezco al mismo grupo.
ResponderEliminarUna propuesta, buscar esta palabra... procrastinación... que vaya palabreja...
¿quién no se siente pelín identificado?...
... qué complejos somos!!.
A ver si hoy la voluntad es menos perezosa... claro que con este frío!!... (...y siempre echando la culpa al frío).
Buenos días a todos. Que alegría más grande, creí que nunca podría confesar que yo también soy vago.
ResponderEliminarY lo soy más que Pepa, y que Master, yo nunca podría madrugar tanto.
Y procrastino (vaya lo que se aprende) todo cuanto puedo en el trabajo porque me va bien y lo hago mejor, como dice Master.
Lo que más me gusta es procrastinar a la hora de pagar impuestos o multas.
¡Soy vago y procrastinador, quien lo hubiera creido!
Graciosillo el término
ResponderEliminarVaya pandilla... no... si ya se sabe... Dios nos cria... que ya nos encargamos nosotros de encontrarnos!!!
ResponderEliminarjajajajaja....
http://www.telegama.com/societyof2000/ver.asp?art=3619
ResponderEliminarAna, muy bueno el enlace que has puesto.
ResponderEliminarDespués de leerlo me quedo más tranquilo. Existe una forma de procrastinación que es muy común entre las personas especialmente creativas, lo que es obvio que nos pasa a todos, ¿verdad?.
Es increíble la capacidad actual para buscar "sintomatolgías" raras a cosas comunes. Se es vago y punto.
Sigo procrastinando. Tengo un archivo de vídeo que es genial para ilustrar cómo la psicología ha conseguido poner nombre a cosas que no pensábamos que fuesen enfermedades.
ResponderEliminarSe lo envío a Master para que lo ponga aquí si puede.
Sí cordobés... esta sociedad lo que tiene es eso... que busca nombres rimbombantes... para lo de siempre.
ResponderEliminarUn saludo.
Y siguiendo a cordobés, venga a procastinar en vez de comportarnos como miembros últiles y productivos de la sociedad.
ResponderEliminarDigo.
Pepa, somos miembros útiles y productivos de la sociedad porque somos procrastinadores (curiosa y difícla la palabreja) por autoconfianza, por ser personas que se sienten muy seguras de sí mismas (¿?), o por ser creativas.
ResponderEliminarQué más quiere la sociedad, aunque en el fondo seamos unos vagos?
Dejo de practicar esto un rato porque voy a llegar al límite de mi tiempo.
Los que somos más flojos que un muelle de guita sabemos que en realidad nuestra mente nunca descansa, siempre estamos urdiendo vericuetos por los que deambular para procrastrinar lo más posible, y ese esfuerzo mental es lo que mueve y hace avanzar el mundo.
ResponderEliminarLo que pasa es que los revagos estamos infravalorados.
por cierto, magnífico post
ResponderEliminarJo, vaya morro que tenemos, hermanos y miembros de honor de la Republican Lazyness Society. Nos la pisamos.
ResponderEliminarVa a ser que el mundo ha progresado por los vagos que buscamos maneras nuevas de trabajar menos y acabamos inventando cosas en beneficio de la humanidad... para que también ellos trabajen menos o más deprisa. Y podamos dedicarnos a otras cosas más importantes:
Gracias Ana por la referencia, pensé que procastinar era un anglicismo, que no existía en castellano, gracias por sacarme del error. Y a Pepa allá currando desde las 6... y a Cordobés por el video y por estar...
Toi, me encantó tu entrada hoy: qué suerte vivir al lado de una de esas mujeres que sonríen y se ilumina no sólo su cara, sino la habitación y hasta más allá...
Y también te intuía vago, la verdad.
Me voy a... trabajar. Es un decir.
Hola: mi nombre es Driver.
ResponderEliminarTengo 47 años y dos hijas.
Confieso que soy vago, mentiroso, cuentista, trolero, fulero, pastoril, encantador de serpientes, me salto las normas, soy tradicional, mala follá, risueño, cantamañanas, seductor, meapilas, valiente, inconsciente y soñador.
Confieso que estoy vivo.
Me apunto al club de los "vagos"chicos ...
ResponderEliminarQue buena compañia he encontrado en este rincon ...
Ana, que palabreja ...Muy bueno el enlace
Vale, Driver, que nos lo creemos, que además de escribir como the angels... eres todo lo demás: no esperaba menos, la verdad.
ResponderEliminarMari Paz: de verdad, bienvenida al club. Luego curramos mucho, no te creas, porque no hemos hecho lo que teníamos que hacer, y esas 3 horas finales de prisas... nos labran una reputación fantástica de laboreros.
Yo ni me llamo. Me llaman, a todas horas... Y entre llamada y llamada picoteo y no termino nada. Perfil: vaga con pinta de activa. Muchos frentes abiertos y ninguno cerrado.
ResponderEliminarCorcho con la palabreja...
Una vez, mantenía una conversación con un amigo sobre el trabajo. En un momento dado, me dijo: "Mira, Carlos, de vago a vago..." No me acuerdo del resto, pero de esa entrada me acuerdo cada día. Y trato de recordar lo que no quiero ser... pero soy.
ResponderEliminarAnónimo, en fin , a lo mejor te llaman por teléfono... porque te quieren ¿no? y se lo pasan bien contigo ¿puede ser?
ResponderEliminarCharly, si eres el que creo que eres -rubio, blanquito y papá de 4 hijos- prepárate que voy a describir la visita del domingo... "You can't scare me, I have children".