miércoles, 26 de noviembre de 2008
Arreglarse y la comunión de los santos
Uno de los problemas de venirse a vivir al campo y no tener que bajar a Madrid a trabajar es que una puede dejarse de la mano de Dios. En todos los sentidos.
Dejarse de la mano de Dios puede ser muchas cosas, ninguna buena.
La primera que viene a la mente es no arreglarse nada, todavía menos. Tentación para algunas mujeres muy fuerte. Te vistes, claro, ni se te ocurre lo del chandal, pero si ya pasabas antes del tacón ni te cuento aquí entre vacas y con frío.
Puedes acabar siendo como esas inglesas que no van a la peluquería jamás, llevan botas de Paddington todo el tiempo y se acaban pareciendo más a un caballo que a una mujer. Tipo Camila.
La segunda es que puedes construirte un castillito: "tus" libros, "tu" casa, "tu" trabajo, "tu" música, "tu" perra, incluso "tus" amigos. Pero todo en su huequito bien delimitado y tú en el centro. Mala cosa los huecos, lo sé, peor ser el centro.
Se corre el peligro de tener o mantener las relaciones por teléfono o por internet, acabar por no quedar con la gente ni mirarse a los ojos y escucharse con un vino delante. También, aunque te veas, tenerlo todo "organizado", controlado, en su sitio. Y no.
Yo creo que las personas nos hacemos en cierta soledad, pero también en comunidad. Primero en comunidad. Sin ella no somos nada. O somos muy poco.
Suena como raro lo de comunidad, pero a mí me encanta la palabra.
Comunidad que no es uniformidad, es algo común, pero luego roce, caos, chispas. No es uno la comunidad, no es Uno. No pasa nada.
Comunidad, común, comunión.
La fe tiene una parte de soledad, de creer de modo individual, pero desde luego tiene una parte fundamental de comunidad, de comunidad de creyentes. De personas que rezan unidas, a distancia a veces unas de otras, pero también que se ocupan por otras, con acciones limitadas siempre. A veces sólo podemos estar, presentes o en la distancia. Dar calor, ánimo, poco más.
Me ha gustado mucho siempre saber, como dice Salinas, que otras personas piensan en tí, que tú piensas en otras personas. "¡Que alegría, vivir sintiéndose vivido! Rendirse a la gran certidumbre, oscuramente, de que otro ser, fuera de mí, muy lejos, me está viviendo".
Esto es la amistad, sentir que otras personas te viven y tú las vives: ves una vaca y te acuerdas de una amiga.
Lo siento, ha quedado fatal, muy escasamente poético.
Quería decir que te acuerdas de personas concretas viendo cosas que piensas que les haría gracia.
Y estás deseando que llamen, o les llamas tú, para contarles cosas, también para verte con ellos este fin de semana o entre semana, cuando sea.
Comunión. Comunión de los santos.
Santos se llamaban antes los cristianos unos a otros. "Os saludan los santos de tal sitio y os mandan tal encargo". ¿Por qué sería? Me encanta la expresión, porque se ve que no es que fueran de perfectos, era como otra cosa, tendré que averiguar por qué se llamaban así.
Comunión de los santos.
Comunidad de bienes, los que recibimos cada uno, muchos son. Pero no es eso, es más. Es comunicar, pero en el sentido más profundo.
Los profesionales de esto de la comunicación sabemos lo pobres que son nuestras herramientas. Son una caca, la verdad. Decimos poco. Comunicamos menos.
Lo importante no se puede comunicar como lo hacemos.
Lo importante se comunica sin palabras, de persona a persona, no con los "medios de comunicación de masas", todo un contrasentido: si es comunicación, no puede haber masa, elemental mi querido Watson.
Estar en comunión con personas determinadas, concretas. De verdad. Quererlo de verdad.
Rezar por ellas ¿qué narices es rezar por alguien, se preguntaba un día Suso Ares?
Yo me lo pregunto hoy.
¿Qué narices hago cuando rezo, y qué hago en concreto cuando intento rezar con alguien, por alguien?
No tengo la respuesta, la verdad. No la tengo. Sólo tengo la intención. En el corazón.
Estoy en el Boalo, pero no estoy sola. Saludo a muchos santos, muy variados.
Y a la vez, tengo la intención de pintarme todos los días, porque no quiero dar miedo ni convertirme en un caballo.
Empiezo por lo que es más fácil, lo sé.
Y en lo demás seguiré, con paz, sin castillo ni interior ni exterior. En comunión desde el corazón.
Gracias por estar ahí, santos.
PD: Dudaba en la música. Tenía que ser The Boss, es el Jefe. Otra cosa era elegir entre "Jacob's ladder", que me encanta -la historia y la canción-, "When the saints go marching in" que tiene tela... y la que al final he puesto "This little light of mine" porque es en Dublín... ¿se puede pedir más a la vida que The Boss en Dublín con una banda de músicos propios e invitados alucinantes y cantando este clásico de gospel? Creo que no.
yo, lo que es yo, lo que me vengo a referir que soy yo con mi misma mismidad, ni de coña soy santo, pero aspiro a serlo.
ResponderEliminarLa cachonda de mi madre cuando le hago fotos siempre pone poses graciosas y me dice esta para la estampa, ¿cómo crees que me llamarán? ¿la santa andariega como a santa Teresa? sácame sonriendo, que parezca una santa alegre....
Y además, aunque sea leyendo tus cosas (sin vinito) alguna vez te acompaño y te mando saludos de los santos de Sevilla
Gracias, Toi, oye que por aquí ni de coña, tampoco de santas nada ¿êh? es la expresión la que me gusta, seguro que alguien me la explica, verás... "los santos de X os mandan el recao que tal y cual..."
ResponderEliminarTu madre qué salada, ¿no?
Y no me siento sola ¿eh? sino acompañada. Es que da miedo hacerme (más) egoísta aquí... lo tengo a güevo... aunque vengan a comer 16 el domingo: están como en un apartao, y no, no... que no quiero yo tener apartaos sino desorden, desorden, desorden!!!
Mis amigos no me van a dejar que yo tenga apartaos, ni mi familia ?verdad? De eso iba esto... y otras cositas...
Esto me ha recordado algo que tengo por aquí guardado... en mis libretinas...
ResponderEliminar"Si la vida busca hacerse eterna, pide igualmente hacerse inteligible y no reposa sino en la transparencia. Intimidad que busca hacerse visible, soledad que quiere ser comunidad en la luz.
Condición de la vida humana, que al verse a sí misma se ve siempre en otro, CON OTRO."
María Zambrano.
Pues eso, gran labor la de los amigos que nos recuerdan, que tienen un pensamiento de bien hacia nosotros... ello por sí solo, ya sujeta un poco mejor nuestro mundo.
Hala... a seguir sosteniendo el mundo...
Y esto para Toi... ¡qué gran sabiduría la de tu madre!
ResponderEliminarYo, como ella, en las fotos, también con la risa... quiero en mi rostro las arrugas de la risa. Y morirme con la expresión de la sonrisa... que a saber lo que nos tocará afrontar detrás del misterio.
No... no soy ab... esto saltó solo.
ResponderEliminarBuenos días, aquí una aspirante a la santidad, pagando pecados de procastinaciones anteriores (que mal suena eso ¿no?)
ResponderEliminarDe la Misa y de la Iglesia siempre me ha parecido muy atractiva la de idea de comunión, de comunidad.
Y, además, es muy sano sentirse parte del resto de la humanidad, digamos que eso resta pelín de importancia a nuestras cosas.
Creo que si hay algo que merece la pena en el ejericio de picapleitos es, precisamente, el conocer a una variedad notable de personas, aunque no santos, precisamente.
Con todo, yo soy de la comunidad del vinito, las cañitas y el tapeo.
Y, también, reconozco que tiendo cada vez menos al arreglo, me parece un esfuerzo......
Que paséis un buen día.
Joder, Pepa, ¡vaya unos madrugones!
ResponderEliminarBuenos días señores, Ana, frío eh? frío leonés que te mueres... y luego dicen que ya no hace frío en España... en fin asumo que te reirás en cualquier caso hasta del frío (pero abrígate).
ResponderEliminarPepa ¿qué mal has hecho tú para tener que levantarte a esas horas dos días seguidos? ¿o es que tienes insomnio?
Supongo que la ola de frío habrá llegado a Alemania también...
Una tesina que leer el día 11, depositarla el tre y ¡acabarla ya!
ResponderEliminarAdemás de acudri a una firma a las 11.00, preparar una apelación para el 23, ir a la ópera mañana, salir con los amigos a tomar unas cañitas, gimnasio, régimen, dos perros, un marido, la compra, escribir aquí y en otros, ........................ y escribir 1.000 veces: no precastinaré nunca más.
Un placer.
Frío, frío en Tarragona.
Máster. Alucinada me has dejado con este post, que empieza con arreglarse y acaba con la comunión de los santos. Alguien diría churros con merinas. Pues no; ésta, Doña Máster, lo ha fundido en un solo post.
ResponderEliminarBueno, santa, que está muy divertida últimamente tu casa. Si quieres ver una Camila, vente pa Tarragona y me visitas. Creerás que vistes como Doña Letizia.
Pepis. ¿Y tú has dicho que eres vaga? Por Diosssss
hola, guapa, bienvenida a mi casa, qué gusto tenerte.
ResponderEliminarEntre Letizia y Camila prefiero a Camila casi. Letizia me parece cursi, pero ya sabes que a mí todo el mundo que sale en el hola o en la tele me parecen cursis. Esta además parece anoréxica, dan ganas de darla un bocadillo de jamón o invitarla a un cocido.
Y si, soy vaga, pero como Pepa y los demás, luego cuando nos pilla el toro nos ponemos erre que erre a currar y damos el pego.
Tranquila, mujer, ya sabes que a veces sobran los "debería". Nuestro querido Ignacio A. es un ejemplo de persona que nunca se coloca en el centro. Una de las cosas interesantes de la familia y los amigos es que siempre encontramos en ellos un ejemplo y un estímulo para mejorar.
ResponderEliminarEs algo parecido a la gente que viste bien de verdad. La ves y dices: "¡Qué bien viste y cómo me alegro!". Y, sin darte cuenta, la imitas, y luego le dices: "Eh, mira, he combinado el color del jersey y los pantalones como lo haces tú". Entonces, esa persona te mira y te sonríe.
Quizá por eso la comunión de los santos (los vivos en este mundo y los vivos en el otro mundo) viene al caso. Somos todos una piltrafilla humana, pero al ver al otro, nos damos cuenta de dos cosas:
- que todos somos de la misma pasta y que no pasa nada (humildad)
- que de todos se puede aprender y mejorar con una sonrisa (santidad)
Glup, Jose M., tienes razón, para eso tenemos a los amigos, para que nos ayuden (y nos traigan vino, y no es indirecta)
ResponderEliminarPues sí, Ignacio A. es un ejemplo en eso y en casi todo, que yo sepa, claro.
EL RODWAILER NOCTAMBULO.
ResponderEliminarAunque llevo una vida perra, no la cambio por nada.
Cuando nací era una bola de pelo. Los ojos y el hocico eran tres gotas húmedas. Lo demás, pelo.
Mi destino siempre estuvo unido al de los humanos. Unos tipos interesantes.
Cuando se levantan por la mañana se dan besitos y desayunan encaramados a unos extraños objetos que llaman sillas.
Luego dicen que se van a trabajar, y en vez de correr libres por la pradera, se introducen en una especie de lata con ruedas que llaman coches. No saben lo que se pierden. La pradera es más chachi. Chachi piruli, que dicen ellos.
Siempre está muy ocupados, y en vez de ladrar, hablan por unos aparatos llenos de botoncitos, sin ver la cara de su interlocutor. No lo entiendo.
Cuando llegan por la noche, dicen que están muy cansados. Incomprensible. Ni han perseguido gatos, ni han enterrado huesos, ni se han mordido a dentelladas entre ellos. ¿Sabrán ellos lo que es estar cansados?. Angelitos.
Y lo más curioso es que se pasan las horas muertas mirando un mueble lleno de colorines y de voces. Aprietan más botones. Los colorines y las voces cambian. Pero su cara de aburrimiento no. ¿Por qué lo harán?
También está lo de hacer pipí. Se encierran en una habitación con la puerta cerrada, y allí lo hacen. ¿Cómo marcan su territorio?. No les entiendo.
Los domingos se reúnen en un gran edificio y rezan juntos. Leen libros sagrados y se concentran hacia dentro para hablar con el JEFE. Eso es lo único que me parece normal. Lo hacen poco. Una o dos veces por semana. Pensaba que eran más listos...
Mi destino está unido al de ellos. Vivo en su casa. Me alimentan. Dejan que sus hijos jueguen conmigo y hasta me ponen nombre.
Pero yo soy un auténtico perro Rodwailer, con una reputación que mantener, unas tradiciones que conservar. Un destino en mi vida perruna. Obro en consecuencia.
…
Cuando todos los humanos duermen, yo me dedico a hacer lo que más me gusta.
Salgo al jardín, tomo carrerilla, salto la valla de colores. De una tacada. ¡Plas!.
Y corro. Corro libre.
El JEFE me regaló la vida. Y con ella una serie de accesorios.
Me regaló la fortaleza. Con ella desarrollo la potencia y el dominio sobre las piruetas.
Me dio también la alegría. Esto me ayuda a poner caras graciosas y a correr destornillándome de las circunstancias.
El sentido del humor nunca está de más. Cuando vienen mal dadas, lo saco y arreglo el día. Gracias JEFE.
También soy tozudo y emprendedor. Esto viene bien cuando las tareas son arduas.
En mi cadena de ADN, está grabado mi sentido de la familia. Cada vez que tengo una camada, la protejo y alimento con un empeño febril. Pero no me cuesta trabajo. Ningún trabajo.
Soy un rodwailer noctámbulo, y me gusta correr de noche.
Veo tranquilamente, a paso perruno, todo lo que el Creador nos ha regalado.
La Luna. El reflejo de las luciérnagas en la laguna. El canto del búho.
El recorrido de las nubes cuando el viento las arrastra.
Lo que más me gusta observar son las estrellas.
Son muchas. Bellas y lejanas. Inalcanzables y poderosas.
Hacen vibrar las cuerdas de mi corazón perruno.
…
Cada vez que corro por las noches, cada vez que miro las estrellas que nos han regalado, cada día que le doy gracias al Creador… Es un día más que soy feliz.
…
Luego, por la mañana, los humanos miran el brillo de mis ojos y se preguntan el porqué de mi alegría.
Yo trato de enseñarlos algo de lo que siento. Pero son un poco cerraditos.
Estos humanos se están perdiendo lo mejor de la fiesta.
No saben rezar todos los días.
Deberían de empezar a correr por las noches. Perseguir estrellas.
…
Aunque llevo una vida perra, no la cambio por nada.
Por nada.
Atentamente. Driver.
Pero... ¡muchas gracias! Cómo eres... driveando sin previo aviso...
ResponderEliminar¡Que les has retratao! Los perros dan gloria a Dios siendo como son. Alegres, juguetones, compañía... puro instinto. Rezan siendo como son simplemente. A güevo lo tienen los tíos.
Driver, "this little light of yours you're gonna make it shine" con la música del Boss al fondo y la pandereta de la Scialfa... (y esa negrona genial)
Se te aprecia. Mucho.