jueves, 18 de julio de 2024

Real: provisional, inacabado, imperfecto... y disfrutado

Huimos de la realidad a veces. Parte de esa huida puede ser la pantalla, lo virtual. También idealizar situaciones que no son la nuestra, un estado, una profesión, lo que sea: tener algo que no tienes, algo que tiene otro, algo que el otro es... El deseo mimético, que explica René Girard, siempre a mano y uno vigilándose constantemente. 

Otra huida de la realidad son las ideologías, en cuyo marco limitado pretendemos meter la vida, que es, por definición casi, compleja, paradójica -sobre todo paradójica- y variada. Es como ponerte unas orejeras de burro, no mires a los lados. 

Y otro modo de evasión, que resulta ser bueno porque te reubica en tu realidad y te entretiene de verdad, es la ficción. Entrar en una novela o en un cuento es suspender tu realidad por unos instantes, un paréntesis temporal, inmersión en otras vidas y circunstancias, explorar lo que de primera mano no puedes. Después de esa evasión a menudo entiendes mejor a otros, lo que te rodea o, también, te pasa. 

***

Leo y disfruto mucho con "Elogio de las manos", de Jesús Carrasco, tan consciente de la necesidad que tenemos de ese hacer con las manos, en la misma línea de volver a lo real, que es también lo provisional, lo imperfecto, lo inacabado. Y que puede ser tan disfrutado, tanto... 

Lo real es también eso: casas hechas casi a cachos, no se puede decir que "restauradas", más bien sostenidas a base de apaños. 

Casas que te pueden hacer muy feliz por lo que allí compartes. 

Las vidas a veces son así también, como esa casa que describe Carrasco, con apaños, soluciones que sabes temporales, vivir un poco como buenamente se puede y sabe.

Me ha gustado mucho "Elo gio de las manos", esa provisionalidad y, con todo, esa dedicación, el darlo todo, al instante. Porque es un instante. 

Estamos de paso hasta en nuestra propia casa que no será nunca la definitiva. 

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Una va con una idea firme, por puro cansancio, y luego la cambia. Y está bien. 

Caes en que llegará un momento en que no puedas moverte y es posible que no falte tanto. Nunca sabes. "Otro te ceñirá"... y así será probablemente. 

Así que, mientras se pueda, a qué perderse oportunidades de días brillantes, de otros también en que maldices al Nordés y a tardar 24 horas para que la casa alcance unos razonables 19 grados. Otros no, otros bendices al campo gallego, a las fervenzas, a las fragas y hasta a la Santa Compaña. 

Volveremos en septiembre en todo caso. 

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