Llevo años pensándolo.
Como me pasa con otros temas, fantaseo con la idea de escribir un libro sobre el arte o el encanto, la liberación desde luego, de no tener (ni querer) caer bien ni a todo el mundo ni todo el tiempo.
El libro tendría un suculento capítulo sobre antipáticos ilustres. Bueno, no antipáticos en sentido estricto, pero gente que ha pasado 100 pueblos de tener que conseguir gustar, desde San Pablo a Fernando Fernán Gómez.
Que ha vivido libre, en definitiva, y ha dicho y ha hecho -sobre todo lo último- lo que cree en conciencia que tiene que hacer o decir, no lo que genera más aceptación o más asentimiento, o más simpatía general. O más retwits. O más lo que sea.
Sí, sé que hay muchos matices y que, aunque no se pretenda gustar, es bueno ser amable. Más que nada porque ser amable es bueno, no porque se hagan más "amigos" con eso. Y que comunicar en muchos campos es fundamental, sobre todo si por comunicar consideramos no sólo decir (persuadir, más bien), sino escuchar.
Sobre la escucha y el silencio tengo otro libro pensado, pero como no tengo tiempo tampoco lo escribo, solo fantaseo.
Algo hacemos mal cuando el parecer de los demás, que tan fácilmente es manipulable, sustituye e importa más que ser y hacer.
Las redes sociales no han hecho más que añadir leña a todo esto y te lleva más tiempo atender a éstas y analizar qué dicen, cómo lo dicen, etc... que hacer algo realmente. Lo sé porque el 60% de mi trabajo profesional es más esto que otra cosa. Y estoy muy cansada. Y no me creo ya nada de nadie. Bueno, solo lo que dice el Credo.
Esto de que el foco sea hoy lo que otros piensan (supuestamente) de ti y no lo que haces o eres, en política es evidente. Pero es que también lo veo en otros lugares.
Hoy lo comentaba con una amiga. Le decía que a mí me parecía que la mirada sobre Santa Teresa es más limpia cuanto menos (pretendidamente) religioso es quien habla de ella habitualmente (hay excepciones, bobos hay en todas partes).
Y me decía ella "porque no pretenden contentar al respetable "de enfrente". Dicen llanamente lo que piensan". Y es que con la sana intención -asumo- de atraer a quienes no son creyentes, se dicen cosas tan hilarantes como que Santa Teresa era feminista, o sería empresaria hoy si viviera. Bobadas quizás para hacerse con un público que Santa Teresa, por cierto, no necesita. Porque ya lo tiene. Y lo tiene precisamente porque no tiene que caerte bien. Ni lo pretendía ella. Prefiero pensar que se pretende eso -atraer a la fe, la buena nueva hay que comunicarla de modo que se entienda- a que realmente se piense o se reduzca a Santa Teresa a eso y que nos conformemos con la mirada "del mundo". Era mucho más: era una santa y escribía, además, de muerte. Creo que hay una sutil diferencia entre que te entiendan a acabar hablando en un lenguaje que es el de las audiencias y para lelos.
Lo dicho. El discreto encanto de la antipatía. El arte de no tener que promocionarse siempre. La virtud de ser el tipo que nadie quiere tener por amigo últimamente. Seguidores cero.
Qué libertad, madre, qué libertad más estupenda.
lunes, 5 de octubre de 2015
domingo, 4 de octubre de 2015
Vidas pequeñas
Acabó el verano de acogida con sus alegrías y su cansancio. El otoño se inicia con un bajón de ánimo. Santa paz, trabajo, dormir (intentarlo al menos) y pensar en silencio. Y sobre el silencio.
"Más bajo, por favor". Una petición para que el estruendo y ese runrún constante de la interrupción, no sólo sonora externa sino interna, deje paso a observar qué sucede.
Y suceden muchas cosas buenas.
Atenta a las vidas pequeñas.
Las de las niñas allá en Ucrania, tan lejos. A veces lo mejor que puedes hacer por alguien es rezar además de mandarles ropa, alimento, escribirles y agradecer a su madre su enorme sacrificio. Sé qué tiempo hace en Rokytne, cuándo llueve, como sé también el tiempo de Londres y Salamanca y de otros cuantos puntos geográficos estratégicos, allí donde tengo a gente que quiero.
Día 2 de los Santos Ángeles Custodios seguido del día 3, Día Mundial de las Aves. Va de aladas presencias, mensajeros de Dios ambos.
Y hoy San Francisco de Asís, il poverello. Más pequeño es más grande en el cielo.
"Más bajo, por favor". Una petición para que el estruendo y ese runrún constante de la interrupción, no sólo sonora externa sino interna, deje paso a observar qué sucede.
Y suceden muchas cosas buenas.
Atenta a las vidas pequeñas.
Las de las niñas allá en Ucrania, tan lejos. A veces lo mejor que puedes hacer por alguien es rezar además de mandarles ropa, alimento, escribirles y agradecer a su madre su enorme sacrificio. Sé qué tiempo hace en Rokytne, cuándo llueve, como sé también el tiempo de Londres y Salamanca y de otros cuantos puntos geográficos estratégicos, allí donde tengo a gente que quiero.
Día 2 de los Santos Ángeles Custodios seguido del día 3, Día Mundial de las Aves. Va de aladas presencias, mensajeros de Dios ambos.
Y hoy San Francisco de Asís, il poverello. Más pequeño es más grande en el cielo.