miércoles, 11 de abril de 2012

Leyendo a salto de mata

La melancolía tiene que ver con el clima. En nublado y con frío cuesta un poco más ser alegre. Pienso en Doctor en Alaska donde es posible vivir bajo cero y tener guasa. En todo caso hago un hueco para leer entre memoria corporativa, cocina, orden, desorden y viajes. Leer, como cocinar, me cambia el ánimo.

El mejor escribano hace un borrón. Nunca pensé que algo de Zweig podía no gustarme, pues ya lo he encontrado. En el libro de cuentos "Sueños olvidados" de Alba hay uno que me ha parecido no malo, horroroso. Lo escribió con 19 años. Anima leerlo, la verdad. Caes en la cuenta de que se mejora a base de práctica, de muchos años, de acertar y equivocarse. Hasta los más grandes han metido la pata. En cambio el mismo volumen contiene "Mendel el de los libros" que ya leí hace un par de años en Acantilado y me encantó. Más recientemente he leído "Ardiente secreto", una novelita corta que publicó también El acantilado, una maravilla. Es el texto para la próxima sesión del club de lectura del que espero formar parte en Ávila.

Hago otro hueco entre contrato de arras y follones varios. Tengo muchas ganas de hincarle el diente a Jimenez Lozano y "Las gallinas del licenciado" viajaban conmigo sin que pudiera abrir una página con los Cuentos de Unamuno que Páginas de Espuma ha sacado recientemente.

Me pongo a leer a Jimenez Lozano y acabo descuidando los temas laborales, me engancho. Creo que lo acabaré esta noche, es entretenidísimo y tan bien escrito que da envidia. Me acuerdo de Retablo de Vida Antigua a quien le gustaría tanto, quizás ya lo conoce, de amigos y conocidos, Raquel, entre otros, con eso de las gallinas griegas disfrutaría un montón.

Más. Viajes. Llovió y nevó, el campo ha mejorado. Me animo con el verde del campo y viendo que en Ávila hay iniciativas tan interesantes como CuentaCuarenta, ya llegué tarde, pero lo importante es que siempre hay personas que tienen ganas de hacer cosas, que se mueven, que son interesantes.

6 comentarios:

  1. Pues le agradezco mucho la referencia Doña Aurora. No conozco el libro y paso a buscarlo ya. Ya me recomendó usted a Muñoz Rojas y pude pasar unas felicísimas horas de lectura con sus cosas del campo durante el pasado verano.

    Mis saludos.

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  2. Es una alegría volver a saber de ti, Aurora. Y veo que no has perdido el tiempo: ¡hay tantas lecturas pendientes...!
    Tomaré nota de tus sugerencias.

    Un abrazo.

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  3. Donde quiera que vayas, hay que consumir productos locales. Buena elección J.J.L.
    Y doctor en Alasca es así porque es ficción. Ya me gustaría ver que ganas de guasa se tienen con 30 bajo cero.

    Saludos.

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  4. Lo va a disfrutar Vd. mucho, y JJL escribe como los santos y con un conocimiento de la época y un vocabulario que le va a encantar.

    Javier, tenemos que vernos y hablar de lecturas ... y escrituras. Tengo muchas ganas.

    JC, desde luego. Aunque la ternera de Ávila todavía no la he catado. En Alaska como en los Territorios del Noroeste en Canadá una de las "ventajas" es que suelen pagar mucho, pero mucho, por trabajar allí y vivir con semejante clima.

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  5. Vuelvo a leerte con gusto, después de un tiempo sin saber de ti.

    Un saludo

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  6. He estado con mudanzas y líos, sigo estándolo, JL, sin tiempo para nada. Tus fotos siempre relajan. Tienes que visitar Urueña, los Torozos o el Cerrato, o ahora esto, la Moraña. Ávila en general tiene paisajes muy variados, te encantaría.

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