Acabo el diario de Márai esta mañana antes del riego y de
irme a Urueña. Empecé por el último, el correspondiente
a 1984-1989. La edición de Salamandra reproduce la última anotación a mano, antes de suicidarse.
Lucidez, emoción y una tristeza profunda, desconsuelo. La feroz vejez, la fragilidad y la consciencia. También la conciencia. Su mujer, L., casi ciega y muy enferma, los cuidados que requiere, luego su muerte. Y más muerte.
Todo es muerte y una cabeza espléndida. También amor. Al final solo se alimenta de la lectura de los diarios de su mujer. Y de esos sueños o no sueños donde ella le habla y le cuenta desde el otro lado. Mucha soledad y una desesperanza completa.
Lucidez, emoción y una tristeza profunda, desconsuelo. La feroz vejez, la fragilidad y la consciencia. También la conciencia. Su mujer, L., casi ciega y muy enferma, los cuidados que requiere, luego su muerte. Y más muerte.
Todo es muerte y una cabeza espléndida. También amor. Al final solo se alimenta de la lectura de los diarios de su mujer. Y de esos sueños o no sueños donde ella le habla y le cuenta desde el otro lado. Mucha soledad y una desesperanza completa.
Acaba el verano y empieza el otoño. La Virgen de la Merced
el próximo sábado. En éste luce el sol y hace bueno. Se fueron mis tíos y les echo de menos. Tengo un pulgón que amenaza las adelfas. Disciplina en el jardín, fijar y seguir una rutina de
tareas. Lo mismo al escribir. Siempre el doble de lectura que de escritura,
propósito para siempre.
Hay una familia de lo que creo que son currucas viviendo entre la casa de mis tíos, la de mi prima y la nuestra. Pero las moscas se ponen insoportables en septiembre. Se pegan a la pantalla del ordenador en cuanto pueden.
Hay una familia de lo que creo que son currucas viviendo entre la casa de mis tíos, la de mi prima y la nuestra. Pero las moscas se ponen insoportables en septiembre. Se pegan a la pantalla del ordenador en cuanto pueden.
Estoy bastante seguro de que el otoño traerá cosas buenas. Es un deseo, más que nada. La naturaleza sigue, a pesar de nuestros intentos por cambiarlo, marcando el principio y el fin de las estaciones, al menos por ahora.
ResponderEliminarSaludos
Vaya Camino que has hecho, ¡pedazo de fotos! Intentaré seguir tu optimismo o esperanza, pero lo cierto es que si miras lo que está cayendo el bajón es casi inevitable.
ResponderEliminarHola parienta!!! Es fácil imaginar el alimentarse sólo de la lectura...
ResponderEliminarCon respecto al pulgón nosotros luchamos contra él diluyendo ceniza (de tabaco) en agua y pulverizando las plantas. Muy efectivo...y barato.
Besotes!!!
Muchísimas gracias, voy a intentar lo que me dices. Oye, ¿nos veremos, parienta? Aquí me tienes... o me acerco yo, lo que queráis tú y tu santo.
ResponderEliminarNosotros ya estamos aquí. Una tarde podemos pasarnos por Boecilllo ¿verdad? Así Selluca conoce a su prima y yo a la mía.
ResponderEliminarBesotes!!!
cuando queráis, mi correo está en el perfil, el tuyo no lo encuentro en tu blog por más que lo intento.
ResponderEliminarmasterennubes@gmail.com