sábado, 18 de diciembre de 2010

Noche de chicas (SOS: Cándido necesita un fagot)

Me dice N. que va a ver a A. Decido animarme a pesar de que salir el viernes por la noche me da pereza, demasiada gente, ruido, escándalo. Además me encuentro tan a gusto en casa que me cuesta ir a dónde sea, sea domingo o martes. Pero la perspectiva de ver a dos amigas después de varios meses es más fuerte que mi vagancia.

Cojo el metro y me encuentro de nuevo con Cándido, el que toca el fagot. Hablamos. Tiene plaza ya en una orquesta, la ha ganado, pero necesita un fagot, el que tiene está en un pésimo estado. ¿Alguien tendría uno para prestárselo? Le digo que voy a ponerlo en el blog y que a lo mejor alguien, por una de esas casualidades, tiene uno y puede dejárselo para que él toque. El teléfono de Cándido es 634082871 , por favor, si alguien conoce a alguien con un fagot le haría un favor enorme, si no, seguirá tocando en Cuzco con el suyo, que es viejo y un desastre. Y él se merece tocar en una orquesta con un fagot decente.

Sigamos.

Salgo del metro. SMS de A., están ya en un bar de la calla de la Palma. Entro, qué bien, vacío, es pronto. Todavía podemos hablar y escucharnos. A. es la creadora de la teoría de la "empatía global," lo cual para la vida sentimental es un desastre. Si todo el mundo te da pena y eres tan comprensiva, al final lo que hay es mucho cara dura. Nos reímos y queda A. en ser "estrella invitada", como en los telefilms americanos, en este blog con seudónimo, claro, a ver si luego en mitad de una reunión de trabajo la reconocen. N. ha dejado a la niña con su padre, van a cambiarse de casa. Solo pensar en una mudanza con niños me da urticaria. Me pongo las gafas para ver qué está leyendo el camarero, es “Un millón de muertos”. Hablamos de Chaves Nogales cuyo libro estoy acabando, “A sangre y fuego” es excelente. A. me recomienda a Cercas. N. lee muchísimo. ¿De dónde saca el tiempo con una niña tan chica? Seguimos hablando de libros y de aquel “¿Y tú todo esto te lo has leído” memorable, luego de los lenguajes distintos. N. explica que hay un hecho constatado: cuando una mujer habla el hombre que tiene a su lado puede sentirse desbordado por lo que ella dice, entender solo una pequeña parte, un 20% como mucho, sin mala voluntad, no porque no oiga o no escuche. Es así, no pasa nada, no hay que darle más importancia, son diferencias sexuales. Vuelve el camarero, pedimos de comer aquí, hay hambre. Sigue sin venir gente, qué gusto los sitios vacíos.

Continua la noche. Ka opinión de la crisis nos divide, pero no discutimos aunque políticamente estemos distantes. La incoherencia de nuestras vidas con lo que pensamos es pasmosa. Por ejemplo, la partidaria del libre mercado y conservadora es la que menos tiene y la que más insegura vive, la que más riesgos toma, y eso que debería ser la que teóricamente tiene más pasta o un puesto de mando. Si eres partidaria del capital, por lo menos que luzca algo, digo yo ¿no?. En fin, la vida es así. N. dice que deberíamos saber hacer algo con las manos, que estamos vendidos desde el momento en que abandonamos la agricultura, los oficios, que una crisis es más soportable si la gente sabe cultivar algo y alimentarse. A. dice que esto es temporal, un ciclo, además no parece nada dispuesta a dejar la ciudad y los zapatos de tacón. Al final creo que estoy más de acuerdo con N. y el anarquismo libertario verde y simpático, aunque realmente mi conclusión es que si es por autogestión lo primero que necesito es alguien fontanero, electricista y manitas en casa o que me enseñe, ya con eso me bastaba. El cultivo de hortalizas lo dejo para más adelante (las tomateras y los calabacines de Boecillo este verano fueron un desastre).

Vamos a tomar la penúltima a otra parte, ay, Dios mío, ya son las 11 … ¿Por qué ponen la música a tope? ¿Qué necesidad hay de que no podamos hablarnos? Comienzo a bostezar y deciden llevarme al metro. N., como es madre, me recomienda que no hable con extraños, que tenga cuidado con la tos, que me abrigue, y que me vaya a la cama en directo. Da gusto con las amigas, una se siente cuidada.

PS: lo del fagot a ver si se puede. A lo mejor alguien conoce a alguien que a su vez conoce a alguien, etc... Es Navidad , ¿no?, podría ser como un cuento hecho realidad, es verdad que lo necesita y que si no, no puede ocupar la plaza…

10 comentarios:

  1. Feliz Navidad Aurora! Ojalá salga un fagot para Cándido!

    Me ha encantado la Noche de chicas y todas vuestras reflexiones, muy buenas. Lo de la empatía global, lo del 20%, la incoherencia en nuestras vidas y el cultivo de hortalizas. Sobre la música a tope se me ocurre que aparte de promocionar el baile y descoyuntamiento-desinhibición general, obliga a los asistentes a hablarse directamente a la oreja, lo que en alguna circunstancia puede ser de ayuda..si el que tienes al lado es de tu agrado..vamos, se me ocurre..


    Bueno bueno, lo dicho, ¡Feliz Navidad!

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  2. Sobre el post anterior (perdón por llegar otra vez tarde): ¿no resulta un recurso escaso el relato con traca final, tipo micro-relato? Considero que si el narrador tiene algo que contar que haga partícipe al lector desde el principio porque al final la sorpresa suele ser desmesurada respecto a los prolegómenos. De una tarde de cartas, ni de innumerables tardes, se sigue un suicidio.Saludos.

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  3. Cuidate, Aurora; eso del 20% imagino que variará según los casos. Suerte con lo del fagot.
    Besos y gracias.

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  4. Gracias Elena, pero he estado poco fina en algún comentario quizás, en fin. Y lo de la música alto para facilitar el acercamiento me ha hecho mucha gracia. Un abrazo. Feliz Navidad a ti, guapa.

    Anónimo, gracias por leer y encima comentar. Sería largo contestar a lo que dices, si me das tu correo te lo explico en privado y no doy la vara al personal, puedo ser muy pesada ;-)

    Masteatro, gracias, si puedo correspondo, mil gracias.

    JM, toda la razón tienes, no he estado fina, ni justa posiblemente. Un abrazo. Lo del fagot creo que va a salir, la vida es desmesurada.

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  5. Si yo tuviera un fagot, te lo mandaba, hija. Me ha hecho gracia lo de tus conversaciones porque te reconozco y te recuerdo en las nuestras. Es curioso cómo a veces uno no está de acuerdo con alguien teóricamente pero sí en la práctica y al revés. Esa manera de ver las cosas de una forma parecida a pesar de todo, o de ser capaz de sentir simpatía (o al menos empatía) por muchas más personas de las que pensamos o de las que nos cuentan por la tele. Parece que últimamente todo el mundo está empeñado en que nos odiemos unos a otros sin remedio y eso luego tampoco es así. Quizá la empatía global sea mala, como todos los excesos, pero creo que hay una cierta tendencia natural a sentir alguna, y hasta eso estamos ahogando.

    Yo dejaría lo de las hortalizas, que igual es mucho abarcar, y también los verduleros tienen que vivir, mujer. Por lo demás, el toque anarco-libertario podría darte un aspecto sexy; ése es el momento de hablarle al oído a alguien, aprovechando la coyuntura musical.
    Me estoy imaginando un relato, creo;-)

    Saludos, duquesa.

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  6. Si encuentras a alguien que guarde un fagot en el trastero, seré el primer sorprendido, aunque el contenido del trastero sería tema para escribir todo un señor ensayo (un amigo mío escribió un cuento de un tipo que, subyugado por la fuerte personalidad de su esposa, acaba haciendo vida en el trastero).

    Un abrazo.

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  7. Gracias, Anónimo. No es comienzo, pero bueno. Hay una serie que es Metro de Madrid informa, hay ya más de veinte "textos" sobre estaciones, líneas, cosas que veo en el metro o me imagino. A ver si gusta..

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  8. Hola! no lo puedo creer, estoy en shock! voy a hacer un reportaje sobre candido y su fagot, y por curiosidad lo googlee y encuentro esta historia! tienes un mail para que podamos conversar mejor? escribeme si quieres a marcela.fernandez7@gmail.com
    a proposito, Candido consiguio su fagot? no sabia que estaba buscando uno!
    espero estar en contacto pronto!

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