¿Conocéis el lugar donde van a morir
las arias de Händel?
Creo que es aquí en este espacio
donde se inventa la infinitud de los amarillos;
un espacio en el centro del centro de Castilla
en el que nuestros cuerpos podrían sanar para siempre
y tus ojos y mis ojos
mirasen estos páramos
con piedad absoluta
y en donde hasta el espíritu suele arrodillarse
para hacernos su ofrenda
en rosales de sangre.
En este espacio hay un fuego blanco
en el que viene a expirar esa música
que nos llega de lejos, ¡de tan lejos!
¿Conocéis el lugar donde va a morir
las arias de Händel?
Está aquí, en una tierra con más cielo que tierra,
donde los ruiseñores serenan la alameda
y la alameda serena a los ruiseñores,
y con la emanación
húmeda del tomillo más nocturno,
acude un emjanbre de estrellas
a venerar la última espina de Cristo.
En el lugar donde la luz
llora luz,
y la catedral de los cardos
alza su grito de silencio,
y están solas, muy solas, las vírgenes anunciadas,
y el pueblo amurallado y muerto
asciende vivo sobre un horizonte de lágrimas,
no sé si como un salmo
o como una corona de piedras inciertas.
¿Conoceis el lugar donde van a morir
las arias de Händel?
Está aquí, en el centro del centro de Castilla,
dondo por los linderos morados
se tensa, como un arco, de la luz;
en un espacio en que la nada es todo
y el todo es la nada,
y en el que junio joven viene por los montes
vertiendo de su copa oro líquido.
Es un lugar en el que el espacio y el tiempo
sólo son una hoguera
que arde y que mantiene su combustión
gracias a nuestras vidas (quiero decir:
gracias a nuestras muertes).
La música que más amáis
aquí tiene su tumba.
Es la música que, a través de la respiración de las espigas,
viene a morir en la luz que respiran nuestros pechos.
Antonio Colinas
(Este poema está en la pared de entrada del centro E-lea de Urueña. Voy a dedicar las siguientes entradas a Urueña, Villa del Libro, su gente y rincones. Hoy recomiendo visitar La Taberna del librero )
Servidor sí conoce el lugar; bonita utopía, dedicar un pueblo a los libros.
ResponderEliminarSaludos.
Qué bonito texto Aurora. Te veo muy MUY bien en la lírica.
ResponderEliminarUn beso
Me encantó el poema, y también el link para La Taberna del Librero y su blogroll. Me gusta mucho una cosa semejante, que veo muchas veces, y aqui te dejo:
ResponderEliminarhttp://www.forgottenbookmarks.com/
Un enorme abrazo!
Tienes razón y el encanto de Urueña es irresistible, sobre todo porque inevitablemente sales de allí gargadita de libros.
ResponderEliminarUn beso Aurora, ¿cómo va ese verano?...
Si es que, donde se ponga una taberna...
ResponderEliminarBesos
Ese poema es maravilloso, Aurora. Gracias por traerlo. ¡El lugar donde mueren las arias de Haendel! Es poesía pura.
ResponderEliminarQue disfrutes mucho, te sigo con envidia sana, aunque un poco picadita por la mosca.
Un abrazo.
Pues vamos a tener que ir para allá...¡¡¡
ResponderEliminarNo conozco ese lugar, Aurora. Sí creo que conozco por qué lo has traído al blog y cómo está el pulso de quien lo trae...
ResponderEliminarQuisiera que te llegara el beso más fuerte. Cuídate mucho, guapa.
Un poco así es tu blog, como Urueña; y deseo que vuelva de nuevo la contadora de cuentos que eres.
ResponderEliminarTe esperamos.
Un texto muy lírico, como dice el roble y muy bonito. No lo conozco, pero me encantaría, porque donde hay libros... allí estoy yo. Saludos.
ResponderEliminarHermosísimo poema y hermosísima foto de un lugar hermoso.
ResponderEliminarBesos y que disfrutes.
¡¡Muy bonito, Aurora!!
ResponderEliminarLLevo unos dias de vacaciones desconectada de todo, asi que no he podido leer tu blog desde hace tiempo... a ver si durante estos días saco tiempo y me actualizo ;)
Un beso y espero que ya estes buena
Irene
Perdón a todos por no contestar. No he podido hacerlo.
ResponderEliminarSombras, pues me alegro.
Hojas de Roble, Antonio Colinas es un gran poeta.
Annemarie, fuerte abrazo para ti.
Rocío, el verano no va bien, en fin, luego te escribo. Un abrazo fuerte.
Er Tato, lo que sea pero con taberna, y la de Mariví en Urueña es estupenda ---
Ridao, tú que sabes de música tanto ¡lo que hubieras disfrutado con Germán Díaz, Amancio Prada y más allí!
Javier, cuando quieras, ya te comentaré visitas varias.
Sunsi, gracias, esto lo colgué un día antes, a veces hay casualidades o no.
Anónimo, no he podido, de verdad, ni una letra. Hoy ya sí, vuelvo. Sin explicaciones públicas, me considero incapaz.
Impresiones de una tortuga, gracias, los libros son un refugio siempre, dan calor, aunque ni leer puedas, están ahí.
Alegre Opinador, espero que nos conozcamos cuando baje de nuevo al sur.
Irene ¡qué alegría! Voy a escribirte y contarte algo que te va a interesar, los creative clusters, ya verás... ¡muy bueno cómo escribes! Tenemos que hablar YA!!! De salud mejor. Te quiero mucho, los alumnos siempre sois importantes... mucho más cuando ya no lo sois.