y hay sombras, huecos y escaleras,
sé que por ahí anda una verdad siempre
pequeña.
Porque no haces lo que espero,
tampoco lo que debieras,y suenan tus palabras
duras, lejanas, ajenas,
estás cada vez un poco más
cerca.
Porque una risa en la noche
no borra nunca
una pena,
y da igual el cómo o el dónde,
si eres alguien o cualquiera,
ahora tu compañía ya
cuenta.
A veces es la falta de luz lo que
consuela.
Déjame a oscuras, por favor, todavía no
enciendas.
Foto: Alejandro Schifferstein
Suena muy bien, muy bien con la música. Pero hay risas que brran todo, todo.
ResponderEliminarUn saludo
Aurora, me ha encantado.
ResponderEliminarEl principio es genial.
La música creo que es lo mejor de la entrada, Capitán, y tiene Vd. razón en lo de risas, touché, caballero.
ResponderEliminarJavier:
ResponderEliminarGracias, eres muy amable. Y tu poema de hoy me ha gustado tanto que no puedo comentar.
Pues gracias, mil gracias, y eso que me pierdo.
ResponderEliminar"A sus pies, siempre". (Debo decir algún título nobiliario?)
Intenso Aurora...y tremendamente bello.
ResponderEliminarun abrazo
No, el título sobra, pero lo de a mis pies me encanta, porque habitualmente solo me pasa en las zapaterías, claro. Venga, un abrazo y buenas noches, Javier.
ResponderEliminarAlfonso, te he visto como blando hoy, con muchos argumentos, contenido, datos, esto no puede ser, menos mal que al final has reaccionado un poco, ¿a qué me has echado de menos en la discusión, todos tan correctos? Venga, dime que sí, que me hace ilusión (en el fondo). Espero que la transición del Stay al Sea te haya gustado, es un monstruo Drexler. Otro abrazo y ya si que ya, que me duermo ...
Jorge Drexler es una autentica bestia. Me fascina, aunque me viene a la imagen Antonio Banderas destrozando su cancion "al otro lado del rio".
ResponderEliminarY bueno, eso de las formas esta muy bien para las tertulias de television, pero yo soy de sangre. Como la leyenda del escorpion..
un abrazo Master
Pues...a mi se me ha puesto una sonrisa tonta que no sé cuánto tardará en irse.
ResponderEliminarEsperando la luz, me quedo.
Precioso, Aurora. El mejor desde que eres poeta.
Quizás una risa no borre la pena, pero la difumina un poco. Me gustas en la poesía, Aurora. Un abrazo
ResponderEliminarHedbanna, entre el techo de cristal y la luz, te quedarás pelín "chuchuría" y nosotros contamos contigo.............................
ResponderEliminarQué injusto, "se me ocurre que..." A mí me consta que no es así.
ResponderEliminarNo todo es luz porque no lo es y punto, porque no vivimos en el mejor de los mundos posibles.
Es mucho más soberbio juzgar la intención de los demás que apasionarse en una discusión. Y también dar consejos con una condescencia que supone mirar desde arriba (o creérselo, que no es lo mismo). "Tomátelo como un diversión, sólo es un blog". Pues que se lo tome como le dé la gana, que para eso es su blog.
En fin.
En serio, no es así.
ResponderEliminarSaludos.
Muy bueno el poema, y muy sentido.
ResponderEliminarDesde la Inglaterra más sombría.
Sir John Caletta
Quilla, mira que te está durando mucho la sombra. Te esperamos.
ResponderEliminarEs verdad que no todo es luz...pero siempre hay algo de luz. Yo prefiero quedarme con las cosas que brillan, como los diamantes en bruto. Solo hay que pulir un poco para que salga mucha mas luz de la que a veces imaginabamos.
ResponderEliminarun abrazo
Alfonso: ¿La leyenda del escorpión? Y eso ¿qué es? Creía que era una película de Woody Allen, venga, un abrazo.
ResponderEliminarLolo, gracias, pero son intentos nada más, ya lo pone la etiqueta, pero me divierte hacer intentos de cosas diversas. Lo de la luz es eso, que cuando no se ven las cosas bien es cuando sabes que quizás las estás viendo mejor, ¿no? Demasiada claridad no es cosa buena a veces.
ResponderEliminarUn abrazo y siempre gracias
Aurora
Rocío, ya se lo he dicho a Capitán, hay risa y risas y risas ;-) ¡Pero si somos literales no podemos escribir nada! Y perdona, en fin, ya te lo he dicho en privado que suena a veces más auténtico, tienes cosas que me en-can-tan...
ResponderEliminarUn abrazo y muchas gracias
Aurora
Pepa, de chuchurría nada, sólo ocupada, de verdad, en cualquier caso es un poema, nada más, un abrazo... y esas piernas ¿praparadas, entrenadas, etc.? Un abrazo
ResponderEliminarAurora
Olga, gracias, de verdad, muchas gracias, en fin, a lo importante: ya queda menos ¡qué alegría tu libro ya en las manos! Un abrazo muy fuerte, con babi y todo...
ResponderEliminarAurora
Sir John,
ResponderEliminarTiene Vd. nombre de pirata inglés y aunque diga lo de la brumosa y perfidia Albión me da la sensación de que tiene Vd. una pasada por el sur, algo así como un Corto Maltés renovado (ya sabe, hijo de inglés y de gitana)
Un abrazo, gracias y lo dicho: son intentos pero me divierte mucho hacerlos.
Y sin sentido del ridículo se vive mejor (creo)
Aurora
Quillo, gracias seas quien seas, eso de te esperamos suena bien, me ha dado como calorcito.
ResponderEliminarNo pasa nada, no hay sombra más que la habitual, o sea, poca, solo concentración por trabajo.
Puedo dar clases y escribir -no dejo de escribir un solo día-, pero la entrada diaria es ya otra cosa, y responder los comentarios me lleva tiempo, no quiero hacerlo nunca de un plumazo.
Alfonso Carlos: gracias. Eso mismo o parecido quería expresar, creo.
ResponderEliminarCuando hay sombras en algo que alguien dice, es cuando te lo crees. O a mí me pasa eso, no sé, si todo encaja a la perfección, si todo es un clac-clac-clac, entonces es cuando me escamo, pero vamos, que era un poema nada más, supongo que cada uno lo lee de una manera, de eso se trata ¿no?
Un abrazo
Me encanta tu Cuaderno, y los álogos.
ResponderEliminar¡Tiene una vida inmensa!
Salud Aurora.
Javier, gracias, yo sé que no, pero en fin, vida sí que hay, y hasta cierta biodiversidad, biomasa, biodegradabilidad, etcétera.
ResponderEliminarA ver si acabo lo que tengo que acabarrrrr, cuesta más corregir que escribir.
La leyenda del escorpion:
ResponderEliminarHabía un escorpión merodeando por los jardines, las montañas, los cerros, las cumbres, las praderas.
De repente se encontró con un río en su camino y decidió que quería cruzarlo, pero había un problema, el escorpión no sabía nadar.
Por allí apareció una rana, simpática, alegre y saltarina. El escorpión se le acercó y le preguntó: “hola simpática rana, ¿te importaría que me subiera a tu espalda para cruzar el río y así poder llegar a la otra orilla?“. La rana lo miró atentamente y contestó: “De buen placer lo haría querido escorpión, pero si lo hiciera me clavarías tu aguijón y moriría“. El escorpión replicó sinceramente: ” querida rana, te prometo que tan sólo quiero cruzar el río y que no tengo ninguna intención de matarte con mi veneno. Además, si lo hiciera, los dos moriríamos ahogados“.
La rana decidió creerle y se acercó para que el escorpión se subiera a sus lomos. Encontrándose los dos en el agua, ya a mitad del trayecto, el escorpión levanto su cola y le clavó el aguijón a la rana. Esta, moribunda y poco antes de morir ahogada le preguntó al escorpión: “escorpión, ¿por qué los has hecho? ahora moriremos los dos ahogados“, a lo que el escorpión contestó: “lo siento querida rana, forma parte de mi naturaleza“.
Ah, era esa leyenda a la que te referías el otro día... Tenía yo un antiguo jefe que la aplicaba a otro jefe.
ResponderEliminarAclarado, pero en fin, hay ranas más listas que se ponen antiveneno de escorpiones antes de hacer de barca con uno encima, están así inmunizadas. Hay ranas muy listas y sobre todo muy tranquilas y con mucha mano izquierda por ahí.
Y luego hay escorpiones que llega un punto que aunque piquen, ya no envenenan, se les acabó el veneno, pican pero como si nada. El veneno se acaba a veces, no queda más.
Yo es por ser optimista ¿sabes?, creo en la naturaleza y sobre todo en el carácter o temperamento que cada uno tenemos, pero también que las circustancias cambian, y existen desde milagros pequeños que son los más grande hasta simples adaptaciones o ajustes que la vida te va haciendo, gotas que van calando, no sé, todo es muy variado y bastante posible en esta vida. No estamos atados a un modo de ser autodestructivo o que acabe destruyendo a los demás salvo patologías, claro, que también se pueden tratar.
Siempre algo de esperanza, no sé, me parece a mi, y algo de confianza, si no apaga y vámonos.
Un abrazo, Alfonso, gracias por tu visita y tu explicación. A ver, me paso por tu blog que hoy he estado currando hasta las 8, a ver qué has puesto hoy...
Aurora